Se aborda el estudio del pensamiento y obra de tres destacados arquitectos modernos latinoamericanos como son: Julio Vilamajó de Uruguay (1894-1948), Luís Barragán de México (1902-1988) y Rogelio Salmona de Colombia (1927-2007), desde una óptica distinta y peculiar. Se hace hincapié en los elementos estructurales de otras tradiciones culturales, en particular las provenientes del Islam, que estos arquitectos incorporaron en sus obras, realizando una perfecta síntesis de las mismas con determinados preceptos de la Modernidad. Se analizan aquellas construcciones en las cuales es posible visualizar claramente las influencias de la arquitectura islámica y cómo éstas fueron trasladadas e integradas en forma sincrética creando un nuevo producto o hecho arquitectónico acorde con su tiempo histórico y con el entorno natural del país y lugar donde se realizaron. Para ello se hace un estudio en profundidad de las características principales de la arquitectura islámica, pudiendo así definir los componentes esenciales de la misma, para luego poder identificarlos en las obras de los tres arquitectos mencionados. Se ha tomado para este análisis, fundamentalmente, el conjunto edilicio de la ciudad palatina de la Alhambra y la almunia del Generalife. El motivo de esta elección es que el Complejo Granadino se puede considerar como emblema y paradigma a la vez, y por otro parte fue el lugar donde los tres arquitectos elegidos, para este estudio, quedaron impactados con su arquitectura, su inserción en el entorno y su vínculo con la naturaleza. A su vez para un mejor encuadre de la temática planteada, e incorporando el concepto de sincretismo, se toman tres líneas de transferencias en relación a las traslaciones y referentes tomados de la arquitectura árabe-musulmana o islámica y que se presentan con distinto grado de asimilación e integración en la obra de los arquitectos latinoamericanos de la primera mitad del siglo XX y en especial en el período de la Modernidad. En la primera línea de transferencias se ubican aquellas obras realizadas en el período colonial, sobre todo las que responden al periodo barroco, del siglo XVII y XVIII en los países hispanoamericanos. Es en esta época donde el barroco se manifiesta como un ámbito de confluencia cultural de componentes de diverso origen, conformando una obra arquitectónica distinta, propia del lugar donde se realiza. En la segunda línea de transferencias se ubican aquellas obras arquitectónicas que responden al periodo del Eclecticismo en América Latina, correspondiente a las últi- mas décadas del siglo XIX y principios del XX, siendo este período de gran riqueza arquitectónica y hoy de gran valor patrimonial. Pero es en la tercera línea de transferencias donde se presentan, más cabalmente, los elementos espaciales, formales y decorativos de indudable origen islámico que se incorporan en forma sincrética en el hecho arquitectónico. Es aquí donde se ubican los tres arquitectos mencionados, cuyas obras más emblemáticas son estudiadas en profundidad, con abundante material gráfico y fotográfico, producto del trabajo de campo realizado y la amplia bibliografía consultada.