ORGANIZACIÓN DE IDEAS 1. Distintas posibilidades en la incorporación de préstamos / neologismos / extranjerismos: 1.1. Palabras necesarias que enriquecen la lengua al cubrir un vacío en ella / ante la ausencia de términos equivalentes. 1.2. Adopción aceptable de términos sinónimos de otros ya existentes. 1.3. Incorporación innecesaria de vocablos que degradan la lengua receptora. 2. Rechazo / Crítica de la costumbre generalizada consistente en emplear extranjerismos por una teórica superioridad. RESUMEN 1 Existen distintas situaciones que explican la incorporación de préstamos de otras lenguas. Por un lado, neologismos necesarios que enriquecen la lengua receptora, carente de términos equivalentes; por otro, extranjerismos que conviven en pie de igualdad con palabras ya existentes en la propia lengua; por último, vocablos cuya incorporación se revela del todo innecesaria, al derivar del supuesto prestigio que el hablante concede al término extranjero; esta última práctica, cada vez más generalizada, redunda en el empobrecimiento de la lengua, por lo que debe ser evitada. RESUMEN 2 Hoy en día se ha extendido entre los hablantes la práctica cada vez más generalizada de incorporar, de forma innecesaria, términos de otras lenguas; esta costumbre es consecuencia de una errónea percepción de superioridad de la lengua extranjera; la adopción forzosa y artificial de estos neologismos, que desplazan a los términos patrimoniales ya existentes, suponen un empobrecimiento de la lengua receptora que debe ser evitado. No obstante, la incorporación de préstamos en otras ocasiones no sólo es aceptable, sino incluso necesario, especialmente cuando enriquecen una lengua que carece de términos equivalentes.