La tasa de inflación desciende una décima, situándose en el 1,9%

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Índice de Precios al Consumo (IPC): Octubre de 1997
La tasa de inflación desciende una
décima, situándose en el 1,9%
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La evolución positiva del IPC refuerza el nuevo
entorno de baja inflación que deben incorporar los
agentes económicos en la formación de sus
expectativas como clave para su sostenibilidad
13,nov,’97.- El Índice de Precios de Consumo (IPC) del pasado mes de octubre se
mantuvo estable respecto al mes anterior (0%). Dado que un año antes se produjo un
incremento de una décima, la variación anual descendió al 1,9%, desde el 2% de
septiembre. Con este descenso de la tasa de inflación se recupera la tendencia de los
primeros meses del año. Si se eliminan los productos energéticos y los alimentos no
elaborados, la denominada inflación subyacente también descendió una décima,
quedando en el 2%. En un análisis por componentes, los productos energéticos y,
sobre todo, los servicios explican la caída de la tasa de inflación. La evolución de los
precios en octubre aumenta el margen para el cumplimiento del objetivo de inflación del
Gobierno, al haber quedado situada la tasa de inflación tres décimas por debajo de la
que el Gobierno fijó como objetivo para fin de año (2,2%).
El precio medio de los alimentos, que en los meses de octubre suele descender, se
redujo en esta ocasión un 0,3%, igual que un año antes, por lo que la tasa de variación
anual ha permanecido en el 0,7%. El componente de alimentos no elaborados
experimentó un descenso en octubre del 1%, caída dos décimas superior a la de un año
antes, impulsado especialmente por el descenso del 9% en el precio del pollo. Los
alimentos elaborados aumentaron una décima, pasando su tasa interanual del 0,5 de
septiembre al 0,6%.
Los bienes industriales no energéticos subieron como media un 0,2% en octubre,
incremento explicado fundamentalmente por las subidas de carácter estacional
concentradas en el grupo de vestido. Esta subida es igual a la de un año antes y la tasa
de variación anual permanece en el 1,4%. Tal como ya parecía apuntar la evolución de
los precios de producción, este nuevo dato viene a reafirmar que la elevada competencia
e internacionalización de nuestro sector industrial y la compensación con descensos en
otros elementos de su estructura de costes (financieros, eléctricos y de
telecomunicación), ha limitado la repercusión que la apreciación del dólar había tenido,
en meses anteriores, en los precios de los bienes industriales no energéticos. Los
productos energéticos, por su parte, subieron su precio medio un 0,2% debido a la
subida del precio del butano. Sin embargo, dado que un año antes tuvo lugar una
considerable subida de los combustibles, la tasa de variación anual del componente
energía se ha visto reducida 1,2 puntos, hasta el 1,5%.
En julio y agosto la tasa de inflación de los servicios había aumentado ocho décimas
como consecuencia de la excepcional subida del precio de los servicios turísticos. En
octubre continuó la corrección de este fenómeno que ya se había iniciado en septiembre.
Así, la tasa de variación anual bajó otras tres décimas en dicho mes y quedó situada en
el 3,4% (3,3% sin alquileres). También en octubre se suelen producir subidas de
carácter estacional en el sector de la enseñanza, especialmente en la secundaria y la
universitaria. Este año dichas subidas han sido menores que las del año anterior,
contribuyendo también positivamente a la reducción de la tasa anual de inflación. En
cualquier caso, es la nueva caída del precio de los servicios turísticos (-12,1% en
octubre) la que en mayor medida ha contribuido al descenso de la inflación en el sector
servicios.
En resumen, la tasa de inflación invierte su tendencia y desciende una décima en
octubre. Destaca la reducción de la inflación de los servicios, que abre nuevas
expectativas a medio plazo. Al mismo tiempo se van disipando los temores que existían,
tras la apreciación del dólar, de que las subidas del coste de los productos importados se
trasladaran a los productos finales. La reducción de otros costes, en especial los
financieros, ha contribuido a minimizar los efectos inflacionistas de aquel episodio. Tras
el dato de octubre, se refuerza la consideración de que la tasa de inflación a fin de año
se situará dentro del objetivo del Gobierno. No obstante, muchos de los riesgos
inflacionistas comentados en meses anteriores siguen presentes, fundamentalmente el
posible repunte de los alimentos y la recuperación de la demanda de consumo. Por ello,
y para consolidar las actuales tasas de inflación en torno al 2%, se hace necesario que
todos los agentes económicos moderen sus expectativas y adapten su actuación en los
procesos de formación de precios y costes al nuevo entorno nacional e internacional de
baja inflación.
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