DEL SENADOR ULISES RUÍZ ORTIZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL, LA QUE CONTIENE INICIATIVA DE DECRETO QUE REFORMA EL PÁRRAFO V DEL ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL. Con su permiso, señor Presidente, Voy a entrar a la Reforma del V, del 27 Constitucional. Senadoras y senadores: Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 71, fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y 55 fracción II del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, me permito presentar ante esta honorable Asamblea, la presente iniciativa de decreto que reforma el párrafo V del artículo 27 Constitucional. La Reforma que por adición se propone al párrafo V del artículo 27 Constitucional deriva básica y sustantivamente, de que no se encuentran establecidas como de propiedad nacional las aguas del subsuelo. Lo que ha dado origen a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación en jurisprudencia definida y en tesis aisladas haya concluido en que de la interpretación que se desprende de la exposición de motivos de la Reforma del 44 a dicho texto sí se consideren como de propiedad nacional. La jurisprudencia y tesis de nuestro máximo tribunal no es sustento y garantía de que las aguas del subsuelo sigan siendo consideradas como de propiedad nacional por la propia dinámica que le es implícita al derecho, sobre todo tomando en consideración que se remontan al año de 1988, en que se facultó a los tribunales colegiados de nuestro país para sentar jurisprudencia, incluso contraria a la ya establecida. En esta medida, por la importancia que para el desarrollo del país en sus aspectos económicos, social y político tienen las aguas nacionales, es preciso que así, de manera expresa y terminante, se consideren como de propiedad nacional y por consiguiente se formulan las siguientes consideraciones: El párrafo V del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice a la letra: "Son propiedad de la Nación las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fije el derecho internacional, las aguas y esteros que se comuniquen permanente o intermitentemente con el mar, las de los lagos interiores de formación natural que estén ligados directamente a corrientes constantes, las de los ríos y sus afluentes directos o indirectos desde el punto del cauce en que se inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales hasta su desembocadura en el mar, lagos, lagunas, esteros de propiedad nacional; las de las corrientes constantes, intermitentes y sus afluentes directos o indirectos cuando el cauce de aquellas en toda su extensión o en parte de ellas sirva de límite al territorio nacional o a dos entidades federativas o cuando pase de una entidad federativa a otra o cruce la línea divisoria de la República; las de los lagos, lagunas o esteros cuyos pasos, zonas o riberas estén cruzadas por las líneas divisorias de dos o más entidades o entre la República y un país vecino o cuando el límite de las riberas sirva de lindero entre dos entidades federativas o la República con un país vecino; las de los manantiales que broten en las playas, zonas marítimas, cauces, pasos o riberas de lagos o lagunas o esteros de propiedad nacional, y las que se extraigan de las minas y los cauces, lechos o riberas de los lagos y corrientes interiores en la extensión que fija la Ley. Las aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante obras artificiales y apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés público o se afecten otros aprovechamientos el Ejecutivo Federal podrá reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas al igual que para las demás aguas de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no incluidas en la enumeración anterior, se considerarán como parte integrante de la propiedad de los terrenos por los que corran o en los que se encuentren depósitos; pero si se localizaran entre dos o más predios el aprovechamiento de esta agua se considerará de utilidad pública y quedará sujeto a las disposiciones que dicten los Estados". Termino el párrafo V. Como se advierte, literalmente el párrafo V del artículo 27 no contiene mención expresa a que las aguas del subsuelo sean propiedad de la Nación, más aún en donde se dispone que las aguas del subsuelo puedan ser libremente alumbradas y que son susceptibles de apropiarse por el dueño del terreno y que sólo cuando el interés público lo exija o se afecten otros aprovechamientos el Ejecutivo Federal puede reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas. Resulta concluyente que dichas aguas no son consideradas como de propiedad nacional, Por lo que no se justifica que se interprete jurisdiccionalmente el texto del artículo 27 Constitucional sobre la base de una exposición de motivos o de lo dispuesto en leyes secundarias. Se hace necesario entonces que el texto de su párrafo V sea categórico sobre la propiedad de la Nación respecto de dichas aguas. Para cuyo efecto propongo la Reforma por adición siguiente: "Artículo 27, son de propiedad de la Nación… …y voy a mencionar únicamente la Reforma y las que se extraigan de las minas, los cauces, lechos o riberas, los lagos y corrientes interiores en la extensión que fija la Ley y las aguas del subsuelo que pueden ser libremente alumbradas…" Con lo anterior se da base constitucional a la propiedad de las aguas del subsuelo por la Nación, así como a toda la legislación secundaria que reglamenta el párrafo V en cita. Solicito, señor Presidente, otorgue el trámite correspondiente a dicha iniciativa. Muchas gracias. Publicado en Gaceta de la Cámara de Senadores 15/12/01.