eNerO de 2014 01 Observatori Astronòmic de la Universitat de València Ciencia y Astronomía LAS HUELLAS DE LA VIDA ALIENÍGENA La Tierra es el único mundo conocido en el que hay vida. Nuestro planeta está en la zona de habitabilidad del sistema solar, una región en la que las temperaturas, entre 0 y 100ºC, posibilitan la existencia de agua líquida, requisito esencial para la vida. Pero hay teorías que sugieren que tenemos vecinos en nuestro propio sistema solar, vida que, en caso de existir, seguramente sería unicelular y no compleja como la nuestra. Fuera de nuestro sistema planetario, las posibilidades de que hayan planetas habitados con condiciones parecidas a las de la Tierra son muchas. Dar con una civilización extraterrestre será más complejo. Por ahora, sólo podríamos comunicarnos con ellos mediante ondas electromagnéticas. :: IVÁN SANCHO | VALENCIA eguro que todos nos hemos preguntado en más de una ocasión quiénes somos, por qué existimos y si estamos solos en el universo. Se ha investigado y divagado mucho al respecto, pero todavía no existe respuesta para ninguna de las tres cuestiones. Incluso los que mejor creen conocer al universo, científicos como el astrofísico Stephen Hawking, se maravillan del perfecto engranaje que supone cada pieza que lo forma tal y como hizo este en su obra Brevísima historia del tiempo: “Si la carga de, por ejemplo, el electrón, hubiera sido un poco diferente, se habría alterado el balance entre las fuerzas electromagnéticas y gravitatorias de las estrellas”. Hasta la fecha, la Tierra es el único lugar del universo en el que se sabe que existe vida. La biodiversidad es tan grande que cada S día los investigadores continúan descubriendo nuevas especies de animales y plantas. Nuestro mundo está en la denominada “zona habitable” del sistema solar, una región del sistema planetario en la que la temperatura es la idónea para mantener el agua en estado líquido: entre 0 y 100ºC. Los investigadores están convencidos de que los líquidos son imprescindibles para que surja la vida. Más allá de esta zona, el agua estaría en estado sólido, es decir, en forma de hielo, ya que la temperatura estaría por debajo de 0ºC; y más cerca se evaporaría y pasaría al estado gaseoso ya que la temperatura superaría los 100ºC. Fernando Ballesteros, investigador de l’Observatori Astronòmic de la Universitat de València, explica que “los líquidos te permiten tenerlo todo bien cerca y te dan mucha movilidad”. “Los gases dan movilidad > “Si la carga de, por ejemplo, el electrón, hubiera sido un poco diferente, se hubiera alterado el balance entre las fuerzas electromagnéticas y gravitatorias de las estrellas” y nada sería como lo conocemos, asegura el astrofísico Stephen Hawking. :: FUENTE IMAGEN: MUSEO DE EL CAIRO (EGIPTO) 02 eNerO de 2014 Observatori Astronòmic de la Universitat de València Ciencia y Astronomía BIOLOGÍA TERRESTRE ¿CÓMO SE PRODUJO EL CHISPAZO DE LA VIDA? > pero tienen el problema de que en ellos todo estaría muy disperso, y en los sólidos no existe movilidad”, matiza. A lo largo de sus 4.500 millones de años de existencia, nuestro planeta no ha sido siempre como lo conocemos ahora. Hasta hace aproximadamente 3.800 millones de años, durante la época del Gran Bombardeo, la Tierra recibió el impacto de numerosos cuerpos rocosos espaciales que no se integraron en la formación de ningún planeta y que quedaron dispersos en el sistema solar a modo de escombros cósmicos. existe incluso una teoría que dice que la Luna se formó cuando un cuerpo de gran tamaño que compartía la órbita con la Tierra colisionó contra nuestro planeta. era una época en la que la atmósfera estaba formada principalmente por nitrógeno, dióxido de carbono y dióxido de azufre, gases típicos de las erupciones volcánicas. este ambiente tóxico junto al continuo impacto de cuerpos celestes de menor tamaño configuró un ambiente muy hostil para la vida en el que, por ejemplo, los humanos La vida en la Tierra está formada por elementos muy comunes. Sin ir más lejos, nosotros mismos estamos compuestos por las moléculas más abundantes que hay en el universo: hidrógeno, carbono, oxígeno… Los biólogos no tienen claro cómo se dio el chispazo de la vida, pero sus investigaciones apuntan a que surgió en las sopas primigenias de proteínas. En ellas, además de aminoácidos, se formaban películas de lípidos, es decir, aceites que encierran dentro líquidos. Esos serían los primeros pasos ya que, por una parte, sabemos que las membranas de las células de los seres vivos son aceitosas; y por la otra, que para ser un organismo vivo necesitas diferenciarte del entorno, algo que se logra fácilmente con una membrana. Estas moléculas, que parecen células pero no lo son, se llaman coacervados, y tienen la característica de que o la mayoría de especies actuales no podrían sobrevivir. Pero, cuando el planeta se estabilizó tras el Gran Bombardeo, en menos de 100 millones de años surgieron los primeros microorganismos, que no empleaban el oxígeno sino otros gases del aire. en su obra Gramáticas extraterrestres, Fernando Ballesteros asegura que en esa época ya existían océanos de agua líquida después de que hayamos encontrado en nuestros días formaciones sedimentarias que datan de esas fechas. “Si la vida unicelular surgió pronto en la historia de nuestro planeta, quie- pueden crecer en presencia de sustancias químicas que van acumulando. Luego, según Fernando Ballesteros, “se pudieron haber partido mediante el oleaje marino, siendo esta una forma primitiva de división, y llegó un momento en el que las proteínas de dentro de la membrana comenzaron a vivir, pero todavía no se sabe cómo”. Actualmente, hay investigadores intentando reproducir el proceso, pero es una tarea muy complicada puesto que es difícil crear rápidamente en un laboratorio algo que, en su momento, la naturaleza tardó más de 40 millones de años. re decir que puede ser fácil de producir”, afirma. De la sopa primigenia a la panspermia existen varias teorías acerca de cómo surgió la vida en la Tierra. Una de las hipótesis más aceptadas es la de la sopa primigenia, postura que sugiere que el océano primitivo estaba lleno de aminoácidos y otras moléculas orgánicas que posteriormente originarían a los primeros seres vivos. Pero, según Fernando Ballesteros, había un problema: “el mar era muy grande y las reacciones quí- micas, a veces, cuestan porque se necesitan sitios donde se puedan dar estas reacciones y las moléculas no estén dispersas por ahí”. en otras palabras: las moléculas orgánicas se tuvieron que aglutinar en determinados lugares para poder dar el paso a las primeras formas de vida. Los aminoácidos son moléculas sencillas fáciles de producir con una fuente de energía, algo que se ha comprobado en los laboratorios mediante diversos experimentos. No obstante, todavía se desconoce el ambiente exacto en el que se crearon los primeros microorga- nismos: hay investigadores que apuestan a que la vida surgió en lagos con poca profundidad, a los que llegaba sin problemas la luz y el calor solar necesarios; otros se decantan por la opción de que fue en las costas de las playas, con condiciones similares a los lagos poco profundos; mientras que muchos científicos prefieren la teoría de que la vida nació en las fuentes hidrotermales del fondo marino, donde las moléculas orgánicas se aglutinaron y el calor procedente del interior de la Tierra reemplazó al solar. dentro de esta teoría, la última opción es la que tiene más fuerza. La segunda hipótesis deja a un lado la sopa primigenia y se aventura en sugerir que, en lugar de que las moléculas orgánicas se hubieran formado aquí, estos elementos podrían haber venido desde el espacio exterior viajando a bordo de cometas o meteoritos hasta la Tierra. La tercera y última teoría es la de la panspermia, que nos plantea abiertamente la siguiente pregunta: ¿y si nosotros fuéramos los marcianos? en otras palabras: ¿y si tu vecino es igual de extraterrestre que tú? es una teo- Valle Marineris, vestigios de lo que una vez fue un gran río. :: FUENTE: NASA Los estudios indican que la mitad norte del planeta lo ocupaba el llamado Océano boreal, mientras que en el sur había lagos en los :: FUENTE: NASA cráteres. eNerO de 2014 03 Observatori Astronòmic de la Universitat de València Ciencia y Astronomía ría que se basa en la hipótesis de que la vida no se originó en la Tierra sino que los primeros microorganismos llegaron a nuestro planeta mediante cuerpos celestes provenientes de cualquier otra parte del universo… o de Marte. El pasado líquido de Marte el día que encontremos vida en otros mundos poco importará que esta sea o no inteligente, bastará con que sean microbios o bacterias. Sabemos que los líquidos son imprescindibles para la En Venus no se ha encontrado línea de costas mientras en Marte sí que hay dos detectadas, señal de que tuvo agua en el pasado vida y que, en la Tierra, allá donde hay agua, hay vida. También es conocido que en Marte hubo agua líquida en el pasado y que, además, varios meteoritos del planeta rojo han viajado hasta la Tierra e impactado contra ella. este trasvase de rocas marcianas está corroborado ya que se ha comprobado que algunas piedras de nuestro planeta tienen la misma composición química que las marcianas. También sabemos por experiencia propia que hay bacterias y micro seres extremófilos que son capaces de resistir las condiciones extremas y la radiación del espacio exterior porque en algunas misiones humanas en las que hemos enviado una sonda o robot al espacio estos microorganismos han viajado de incógnito en las naves espaciales y han regresado vivos. Según esto, ¿sería posible que la vida terrestre en realidad haya surgido en Marte, sobreviviera al viaje por el espacio y que, al llegar a la Tierra, los microbios se sintieran como en casa al haber agua y temperaturas idóneas? en los albores del sistema solar, hace > Una de las sondas del programa ruso Venera consiguió estas dos imágenes de la superficie de Venus en una estancia que :: FUENTE: DON MITCHELL duró menos de dos horas UN DESIERTO QUE TUVO AGUA LÍQUIDA Marte es ahora un desierto frío, árido y seco en el que no fluyen ríos ni mares, pero los astrónomos están convencidos de que, en sus orígenes, sí tuvo agua líquida. Todo ese agua está ahora en bolsas del subsuelo y también en forma de hielo a varios metros bajo su :: FUENTE: NASA superficie. 04 eNerO de 2014 Observatori Astronòmic de la Universitat de València Ciencia y Astronomía MUNDOS CANDIDATOS PARA > 4.000 millones de años, el Sol era una estrella mucho más fría de lo que es ahora, por lo que era Venus y no Marte quien acompañaba a la Tierra en la zona de habitabilidad. La situación ahora es la contraria: las estrellas se calientan conforme pasa el tiempo y emiten cada vez más y más energía. La consecuencia es que la zona habitable se desplazó. en ese Marte primitivo, no obstante, existió agua. Además, existió en dos ocasiones diferentes. La prueba está en el denominado Océano Boreal, una gran zona ahora árida que abarca casi todo el hemisferio norte del planeta y que muestra dos líneas de costa a diferentes niveles. Además, la Agencia espacial europea sugirió recientemente que en los cráteres del hemisferio sur había lagos. Buena parte de la superficie de Marte está compuesta por materiales arcillosos, que sólo se pueden formar mediante el agua. También se han encontrado lechos de ríos y capas de sustratos, que han de originarse obligatoriamente en un mar. Si Marte tuvo agua, significa que tuvo una temperatura entre 0 y 100 ºC, pero si estaba fuera de la zona de habitabilidad del sistema solar, ¿cómo la consiguió? La respuesta la encontramos, según Fernando Ballesteros, en su atmósfera. “La atmósfera primitiva marciana debió de tener gases de efecto invernadero en abundancia, como dióxido de carbono y dióxido de azufre, que sirvieron para calentar el planeta. eso mantendría al agua líquida y provocaría que hubiera presión atmosférica, y con esas dos condiciones, pudo haber vida”, sentencia. en resumidas cuentas: los gases del efecto invernadero provocaron que Marte pudiera ser un planeta habitable en la zona de no habitabilidad. el problema es que, tal y como apunta el investigador de l’Observatori, Marte disolvió su atmósfera en el mar. es un planeta que, al ser mucho más pequeño que la Tierra, se enfrió muy pronto y carece de tectónica de placas, por lo que apenas ha renovado su superficie. Al no poder renovar su superficie y ser incapaz de devolver a la atmósfera compuestos químicos como el dióxido de carbono mediante vulcanismo, la atmósfera se fue haciendo cada vez más delgada, perdió presión y la temperatura cayó. en consecuencia, el agua de Marte se congeló, y esto es algo que sí ha comprobado la comunidad científica. “el vapor de agua está congelado en el suelo, es un permafrost como el de Siberia. excavas y, en seguida, encuentras hielo, hay agua en abundancia para tener océanos en Marte”, asegura Fernando Ballesteros. Ahora bien: si realmente hubo vida en los mares, lagos y ríos de la superficie marciana, esta acabó. :: FUENTE: JET PROPULSION LABORATORY (JPL) DE LA NASA :: FUENTE: JPL NASA VENUS EUROPA Es un infierno con temperaturas de más de 400ºC, pero en sus orígenes estuvo en la zona de habitabilidad del sistema solar y pudo tener agua. Si fue así, la radiación solar lo evaporó todo. Se trata de una de las lunas más grandes de Júpiter. Los astrónomos están prácticamente convencidos de que bajo su superficie hay agua, y si hay agua, puede haber vida en las fuentes hidrotermales. :: FUENTE: JPL NASA :: FUENTE: JPL NASA MARTE TITÁN Es un infierno con temperaturas de más de 400ºC, pero en sus orígenes estuvo en la zona de habitabilidad del sistema solar y pudo tener agua. Ahora, sólo organismos extremófilos resistirían en él. Se ha comprobado que en el satélite más grande de Saturno hay lagos de metano. Es difícil que exista vida a no ser que una fuente de energía de la tierra reemplace a la luz solar, que apenas llega. Marte esconde todavía un misterio más. Los astrónomos han detectado emisiones de metano de la superficie del planeta, un gas que o bien se expulsa mediante vulcanismo, o bien lo expulsan los El Marte primitivo fue un planeta con agua en la zona de no habitabilidad, pero con muchos gases de efecto invernadero propios seres vivos. No puede ser fruto de erupciones volcánicas ya que van asociadas a la emisión de dióxido de azufre, y no las hay. Sí que podemos asociar estas emisiones de metano a la fantástica idea de que, bajo el subsuelo de Marte, existe vida en las reservas de agua subterráneas, una teoría que no se ha demostrado pero que no sería descabellada ya que el suelo protegería a los organismos de la radiación solar y las fuentes hidrotermales proporcionarían la energía necesaria. Pero también es muy probable que la expulsión de metano a la atmósfera se deba a que hay grandes bolsas de este gas en el subsuelo y consiga escapar a la superficie gracias a pequeñas grietas. Sea como sea, lo que sí está confirmado es que los humanos no podríamos sobrevivir en la superficie marciana sin ayuda de trajes especiales ya que la atmósfera es tan débil –su densidad supone el 1% de la terrestre– que apenas nos protegería de la radiación solar y moriríamos. Sólo los microorganismos extremófilos, adaptados a ambientes y temperaturas extremas, podrían sobrevivir en ella, algo similar a lo que sucedería en Venus. El infierno de Venus Venus es considerado como un planeta hermano de Marte y la Tierra e incluso se cree que el Venus primitivo tuvo características similares a las de nuestro mundo Marte disolvió su atmósfera en el mar y, al carecer de tectónica de placas, no la renovó ya que no pudo expulsar de nuevo los gases en cuanto a temperatura, tectónica de placas, presión atmosférica y… agua líquida. Actualmente, es un infierno en el que las temperaturas rondan los 500 ºC por culpa de los gases de efecto invernadero que conforman su densa atmósfera, un mundo en el que las corrientes de aire alcanzan varios centenares de kilómetros por hora, con una gran actividad volcánica, con lluvias ácidas y en el que no fluyen ríos de agua sino de lava líquida. Por si fuera poco, la presión atmosférica es aproximadamente 90 veces superior a la terrestre. resulta sorprendente que, por todo ello, Venus pudiera tener agua líquida en el pasado. No está probado ya que, a diferencia de Marte, no se ha detectado ninguna línea de costas en este mundo, según explica Fernando Ballesteros. La sonda Magallanes orbitó el planeta durante varios años a principios de los 90 y realizó un mapa topográfico de alta precisión con radar, un instrumento que consiguió ver a través de capa de nubes que rodea al planeta y que no encontró evidencias de que haya tenido mares. También hay que reconocer que no se ha estudiado este mundo tanto como sí se eNerO de 2014 05 Observatori Astronòmic de la Universitat de València Ciencia y Astronomía ALBERGAR VIDA ALIENÍGENA da al ambiente venusiano ya que soportan las lluvias ácidas, las altas temperaturas y elevadas presiones atmosféricas. Pero la búsqueda de agua dentro del sistema solar, y por consiguiente vida, no acaba en los planetas vecinos. :: FUENTE: JPL NASA :: FUENTE: JPL NASA JÚPITER Y SATURNO Prácticamente imposible. Los dos gigantes de nuestro sistema solar son gaseosos y no tienen una superficie sólida como la Tierra. No obstante, sí es posible que la presión provoque que, a una determinada profundidad, el gas se haga líquido, y si hay líquidos, la existencia de vida es posible, pero es muy complicado que así sea y no hay nada demostrado. Los humanos moriríamos en estos planetas sin los trajes adeucados por la enorme radiación que desprenden. :: FUENTE: JPL NASA :: FUENTE: JPL NASA KEPLER 22B KEPLER 62E Y 62F Hasta ahora, sólo tenemos ilustraciones artísticas como esta de la NASA. En 2011 se convirtió en el primer exoplaneta descubierto en la zona de habitabilidad de su estrella, Kepler 22. Podría reunir las condiciones de vida. Los estudios indican que ambos planetas podrían contener océanos. Al igual que Kepler 22B, son un poco más grandes que la Tierra. Orbitan la estrella Kepler 62. La ilustración es del Kepler 62F. está haciendo durante estas décadas con Marte. ¿Qué sucedió, entonces, con sus hipotéticos mares? Los astrónomos que apuestan a que Venus sí tuvo agua líquida culpan de su desaparición al calentamiento progresivo del Sol que, como todas las estrellas, era mucho más frío en sus primeras etapas de lo que es ahora. Cuando el astro rey llegó a un punto producía una determinada cantidad de energía, Venus dejó de estar en la zona de habitabilidad, el agua se evaporó, la radiación hizo que las moléculas del hidrógeno se separaran y escaparon al espacio exterior en forma de átomos. eso explicaría por qué su atmósfera sólo tiene vapor de agua suficiente para cubrir toda su superficie con apenas unos pocos centímetros de agua líquida, cantidad que es prácticamente equivalente a nada. es una teoría con la que investigadores como Fernando Ballesteros se muestran escépticos, aunque este experto en astrobiología reconoce que, si no se han encontrado líneas de costas en Venus, puede ser porque la elevada erosión del planeta ha borrado las huellas ya sea mediante sus vientos huracanados o con la lava que emana de los vol- canes. Por otra parte, se desconoce si durante esa breve etapa tuvo tiempo suficiente para que la vida surgiera, pero si así hubiera sido, habría muerto ya que es prácticamente imposible que algún meteorito venusiano llegara a la Tierra puesto que sería un viaje largo en dirección contraria a la gravedad del Sol, y eso es algo muy difícil por la enorme cantidad de energía que requiere. ¿Y al revés? ¿Podríamos los humanos colonizar Marte y Venus? Sin duda, una misión en el primero sería más sencilla porque la radiación sería nuestro mayor problema y lo podemos solucionar con trajes específicos, pero la tecnología también puede permitir en el futuro establecer asentamientos científicos en Venus. “Sería como irse a vivir al fondo del mar en cuanto a la presión, aunque de todas maneras no sería un entorno cómodo. Habría que conseguir un sistema de refrigeración y protegerse contra la lluvia ácida, por lo que una estación con forma de huevo y hecha de cristal aguantaría bastante bien”, vaticina Fernando Ballesteros. los microorganismos basados en siliconas podrían ser los únicos que resistirían sin ningún tipo de ayu- LEYENDAS EXTRATERRESTRES DE LOS CANALES MARCIANOS AL MITO DE LOS VENUSIANOS Los nuevos instrumentos de observción del espacio permitieron avanzar mucho en nuestro conocimiento sobre el universo en general y el sistema solar en particular, pero también han originado multitud de mitos y leyendas. Una de las más conocidas las protagonizó Giovanni Schiapparelli. Este astrónomo italiano conmocionó al mundo entero cuando, en 1877, anunció que había observado canales en Marte que rápidamente se asociaron con vida inteligente en nuestro planeta vecino. La paranoia marciana se incrementó cuando, en 1893, Nicolas Tesla creyó recibir señales de Marte gracias al primer radiotransmisor. Hoy sabemos que esas señales en realidad venían de la ionos- fera de Júpiter, y que la superficie del planeta rojo es árida y desértica. Venus, el otro mundo vecino a la Tierra, también fue durante esa época víctima de las leyendas extraterrestres. Fernando Ballesteros asegura que “en su momento hubo indicios falsos de que hubo agua y se pensó que podía haber vida”. Concretamente, hubo una fuerte creencia de que el planeta estaba habitado por seres vivos a los que denominaron “venusianos”. Nada de eso era realidad. “Por no haber, su atmósfera no tiene apenas vapor de agua, es dióxido de azufre y gases de efecto invernadero”, añade el astrofísico de l’Observatori. Europa y Titán: dos mundos por explorar europa, uno de los mayores satélites de Júpiter, es un mundo por descubrir y en el que muchos astrofísicos apuestan a que existe el mayor océano de nuestro sistema planetario. es bajo su superficie helada donde se presupone que hay un océano de entre 80 y 100 km de profundidad. No está corroborado al 100% pero, en resumidas cuentas, los cálculos sugieren que hay entre el doble y el triple de agua que en la Tierra, teniendo en cuenta el mayor tamaño de nuestro planeta. Si no se ha enviado ninguna sonda al satélite, ¿cómo lo sabemos? Para empezar, la órbita de europa no es circular, sino elíptica. esto provoca que haya ocasiones en las que esté mucho más cerca de Júpiter, y otras en las que esté más lejos. Cuando está más cerca, la gravedad que ejerce Júpiter sobre europa provoca que el planeta se estire un pelín en dirección a él, y conforme se aleja, el satélite se relaja y el bulto provocado por la atracción del gigante gaseoso es mucho menor. en este tira y afloja, la capa de hielo de su superficie –de nueve kilómetros de profundidad– se resquebraja y, supuestamente, deja aflorar el agua que hay bajo su superficie. Las bajas temperaturas congelan el líquido que se cuela periódicamente entre los enormes bloques de hielo, pero eso no ha impedido que los investigadores hayan observado que estos trozos tienen la misma pinta que los icebergs y que, además, los pueden hacer encajar como si de un puzle se tratara. es una prueba indirecta de que hay agua bajo el hielo. Y si hay agua, debe de haber una temperatura adecuada para mantenerla en estado líquido. Fernando Ballesteros explica que “el rozamiento continuo al que Júpiter somete a la corteza de europa produce calor, y eso calienta el interior de la luna”. es decir: la gravedad que ejerce Júpiter es la fuente de energía de este satélite. Si el calor que emana del interior de europa sustituye a la energía solar, y hay agua líquida, ¿puede haber vida en las fuentes hidrotermales de europa? Las condiciones se dan, pero falta hacer una expedición a este mundo que, seguramente, será robótica ya que la enorme radiación de Júpiter nos mataría. Por su parte, en Titán, la mayor luna de Saturno, se sabe que hay mares de metano líquido –que no de hidrógeno– porque la sonda Cassini > 06 eNerO de 2014 Observatori Astronòmic de la Universitat de València Ciencia y Astronomía Mapa con todos los planetas de la Vía Láctea descubiertos y su localización según los cálculos. :: FUENTE: TELESCOPIO KEPLER DE LA NASA > los fotografió. La temperatura de este satélite es de aproximadamente -180ºC, temperatura a la que el metano está líquido, y muy poca luz solar llega a su superficie por culpa de la enorme distancia y de una densa atmósfera. Con estas condiciones, es imposible que haya el equivalente de plantas porque llegaría un momento en el que se acabaría la vida a no ser que haya fuentes hidrotermales que proporcionen energía geotérmica constantemente. Bajo esta hipótesis, sí es posible que, a diferencia de los organismos terrestres, haya surgido vida basada en el metano y el etano y no en el agua como la nuestra. ¿Y en Júpiter y Saturno? ¿Son un posible hogar de vecinos extraterrestres? Si en los ejemplos anteriores era complicada la existencia de vida, en estos todavía mucho más. Ambos son planetas gaseosos, un estado de la materia no idóneo para la vida. No tienen una superficie rocosa como la Tierra. Ahora bien, existe la teoría de que, por culpa de la elevada presión, los gases del interior se condensan en líquidos a partir de un umbral de profundidad. Una misión en el interior de estos dos gigantes se presume muy complicada con la tecnología actual así que, por ahora, tendremos que seguir empleando la imaginación para pensar qué hay en su interior tal y como hizo en su día el afamado astrofísico Carl Sagan cuando imaginó posibles criaturas flotando en los gases de estos mundos. Un “teléfono” de luz de momento sabemos que, en nuestro sistema solar, hay cuatro o cinco mundos contando a la Tierra que tienen, pueden tener o han tenido líquidos, requisito imprescindible para la vida. Ni Júpiter, ni Saturno, ni la gran mayoría de sus lunas son potenciales candidatos, así como tampoco lo es Mercurio por sus elevadas temperaturas y su proximidad al Sol, ni los mundos helados de Urano y Neptuno. Pero fuera de nuestro sistema solar, las posibilidades de que haya planetas habitados son inmensas… incluso podríamos encontrar civilizaciones. Hasta hace un par de décadas, no se había observado jamás un planeta fuera del sistema solar. el primer exoplaneta –cuerpo que orbita a una estrella diferente a nuestro Sol– se descubrió en 1992 y, actualmente, encontrar uno nuevo es algo común. Incluso se han encontrado planetas en sistemas binarios –formados por dos estrellas–, algo que se creía imposible porque se pensaba que todo el material de la nebulosa primitiva se concentraría en formar las dos estrellas. descubrir un nuevo planeta es una tarea “sencilla” de realizar gracias a telescopios especializa- dos en esta misión como el Kepler: cada vez que este apunta a una estrella y detecta que su brillo desciende temporalmente, es un planeta que está en tránsito. Así se detectan. Los investigadores ya pensaban anteriormente que era imposible que nuestro sistema planetario fuera el único con todas los miles de millones de estrellas que forman nuestra galaxia, una de tantas miles de millones, pero no fue hasta hace poco cuando pudieron confirmarlo. Partiendo de que nuestro planeta es una parte insignificante del universo conocido, y de que hay más planetas, ¿cuál es la posibilidad de que no estemos solos? el profesor Frank drake se encargó en la década de los 60 de intentar dar respuesta a cuántas civilizaciones habría sólo en la Vía Láctea mediante la denominada ecuación de drake. Los resultados a los que llegó fue que la galaxia es un lugar donde los planetas habitables son muy comunes, donde la vida es algo normal, pero donde encontrar seres inteligentes y con capacidad de comunicarse ya era algo mucho más complicado. es más, según sus cálculos, la posibilidad de comunicarnos a distancia con una civilización de otro mundo era ínfima ya que sólo una decena de ellas tendrían la tecnología suficiente para lograr este objetivo. ¿Cómo nos comunicaríamos con una civilización extraterrestre a distancia? José Carlos Guirado, eNerO de 2014 07 Observatori Astronòmic de la Universitat de València Ciencia y Astronomía El sistema Kepler 34 está formado por dos estrellas y el planeta Kepler 34-b. :: FUENTE: TELESCOPIO KEPLER DE LA NASA Ilustración artística de lo que será el mega telescopio Square Kilometer Array (SKA). :: FUENTE: SKA director de l’Observatori, afirma que el mejor método de los que conocemos hasta ahora son las ondas electromagnéticas, un fenómeno del que hacemos uso a diario cuando, por ejemplo, encendemos la tele o la radio. Todo lo que nosotros vemos en nuestros televisores lo hemos recibido previamente en las antenas que tenemos instaladas en el tejado gracias a las ondas electromagnéticas. el router de Internet funciona igual. este experto en radioastronomía explica que estas ondas y la luz son lo mismo. No hay nada en el universo que viaje más rápido que los fotones de la luz, que en cada segundo recorren un total de 300.000 kilómetros. “Las ondas electromagnéticas son muy rápidas e interaccionan poco con el medio, por lo que son el elemento perfecto para intercomunicarnos con otras civilizaciones; es más, si se envían a una longitud de onda adecuada, son capaces de atravesar todo el universo”, explica el director de l’Observatori. efectivamente: son ondas que atraviesan sin problemas la atmósfera, tejados y paredes y apenas se diluyen. Incluso ahora mismo nosotros estamos recibiendo ondas electromagnéticas procedentes de una distancia de 12.500 millones de años luz, casi en los orígenes del universo. La única diferencia entre la luz emitida por una estrella y las ondas de radio es que la longitud de onda de la primera es muy pequeña, tan diminuta que se mide en nanómetros, mientras que la longitud de la segunda es de algún metro. Las ondas electromagnéticas son el mejor modo de contactar con otras civilizaciones puesto que las ondas gravitacionales todavía son unas desconocidas y los neutrinos, partículas subatómicas, son muy difíciles de manejar. es por ello por lo que búsquedas especializadas como las que hizo hace algunas décadas el instituto SeTI (Search for extraTerrestrial Intelligence) se realizaron mediante la luz, y es por ello por lo que las mediciones que efectuará el Square Kilometer Array (SKA) también captarán las ondas electromagnéticas. este último es una de las grandes esperanzas de todos los astrónomos dedicados a la búsqueda de vida extraterrestre. Se trata de un megatelescopio con más de mil estaciones que se construirá desde 2016 a 2020 entre Australia y Sudáfrica. en cada estación habrá unas cuantas antenas de radioastronomía sensibles a diferentes frecuencias, permitiendo una búsqueda profunda y exhaustiva de vida o de otros fenómenos naturales. Ahora bien, ¿cómo podremos distinguir una señal natural de una que la haya producido una civilización alienígena? Cuando un radioastrónomo señala con las antenas al cielo, sabe muy bien a qué punto dirige los instrumentos y qué parcela de cielo quiere estudiar porque si no lo supiera no podría hacer bien su faena. en segundo lugar, los rangos de frecuencias que observa han de ser muy estrechos, no vale, por ejemplo, sintonizar un ancho de banda de 50 megahercios porque es una barbaridad, captaría tantas señales y tanto ruido que no se escucharía nada. es por ello por lo que, por ejemplo, los receptores de radio emiten en canales muy delgaditos de frecuencia. Nosotros no sintonizamos en nuestras radios de 90 a 100 mhz, sintonizamos, por ejemplo, la 97.7. Los radioastrónomos trabajan igual. Si un canal de radio no se escucha lo suficientemente bien porque hay mucho ruido, hay que sintonizar uno todavía más pequeño. Pero el cielo es tan grande que, según José Carlos Guirado, la búsqueda de vida inteligente extraterrestre ha de Los fotones de la luz son la herramienta ideal para buscar otras civilizaciones en la Vía Láctea porque no hay nada que viaje más rápido que ellos Luz solar y ondas electromagnéticas son lo mismo, la única diferencia es que la longitud de onda de la primera es diminuta, mientras que las ondas de radio se miden en metros orientarse a aquellas regiones o estrellas donde pensemos que podemos recibir respuesta. en sus más de 20 años como investigador, jamás ha escuchado una señal rara, y si alguna vez así sucediera, asegura que todo se puede explicar mediante fenómenos naturales. “Se trata de sintonizar el universo a ver si hay algo que identifiquemos como una señal artificial, que tendrá unos pulsos bien diferenciados de los naturales”, añade. Kepler 22b se convirtió, en el año 2011, en el primer exoplaneta descubierto en la zona de habitabilidad de su estrella, Kepler 22. encabeza una lista de planetas sospechosos de albergar vida en la que también están Kepler 62e y Kepler 62f, mundos un poco más grandes que la Tierra que orbitan la estrella Kepler 62 y en los que los estudios sugieren que podría haber océanos. Las investigaciones llevadas a cabo por la NASA o la Agencia espacial europea nos han permitido saber que una de cada cinco estrellas similares al Sol en la Vía Láctea tienen planetas del tamaño de la Tierra en la zona habitable. Los astrónomos buscarán, durante los próximos años, identificar si los nuevos planetas descubiertos cuentan con los gases atmosféricos esenciales: dióxido de carbono, vapor de agua, metano y ozono, necesarios para sustentar vida como la terrestre. Los radioastrónomos, por su parte, continuarán estudiando las señales que reciban del universo. es más sencillo detectar las posibles señales de una civilización extraterrestre que el hecho de que seamos nosotros los que enviemos las ondas electromagnéticas. desde que contamos con instrumentos como la radio o la televisión, la radiosfera, es decir, la zona de la galaxia a la que han llegado nuestras señales, es tan sólo un diminuto punto comparado con la Vía Láctea. durante un siglo de emisiones, sólo hemos podido llegar a aproximadamente una cincuentena de estrellas, por lo que es más rápido detectar las ondas emitidas por otras civilizaciones… en el caso de que las haya. La vida pluricelular en la Tierra tardó miles de millones de años en surgir, pero apareció. ¿Quién nos dice que somos la única civilización galáctica? estamos solos hasta que se demuestre lo contrario, pero los investigadores están convencidos de que terminarán encontrando las huellas de nuestros vecinos extraterrestres. “Puedo afirmar que, con toda seguridad, en el año 2025, y por ser conservador, contaremos con los instrumentos necesarios para hacer una búsqueda de vida alienígena seria. Sabemos que no vamos a detectar nada, pero debemos de escuchar al universo para ver si somos capaces de detectar algo”, sentencia José Carlos Guirado.