III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 Condiciones objetivas y subjetivas de la transformación social Charla introductoria III Cohorte de la Escuela Distrital de Liderazgos Populares – IAPES José Martí - Bogotá 2016. Esta es una invitación a cualificar nuestra conciencia política para la comprensión del mundo, de nuestra sociedad colombiana y para la lucha política que nos permita avanzar un proyecto político y social basado en la justicia social, por ello es necesario entender que la conciencia política no se forma o desarrolla espontáneamente, o solo leyendo libros de autores clásicos o destacados, sino que se forja primordialmente en la lucha social, participando en ella, por lo cual enfatizar entonces que el propósito de cualificar nuestra conciencia política no es por puro conocimiento intelectual, sino fundamentalmente para dimensionar la lucha política. Se trata de una relación integral entre práctica y conocimiento, sin orden jerárquico entre una y otro, esta relación es denominada “praxis”. Para poder participar conscientemente en la gran lucha histórica por la paz, la democracia y mantener vigente en nuestra conciencia y en nuestra práctica política el proyecto del socialismo, hay que conocer las causas reales y las fuerzas motrices de los acontecimientos históricos, para eso estamos acá, por ello vamos a leer la historia por lo alto y a hilar fino por lo bajo. La historia es un proceso de largo aliento y debemos estar atentos a concatenar todos sus componentes y aspectos. Vamos a analizar brevemente el proyecto de la sociedad burguesa, el llamado proyecto de la modernidad en el que estamos, así desde finales del siglo XX se nos haya planteado que rebasamos la modernidad y estamos ahora en la postmodernidad. Vamos a ver que esta forma de plantear la historia tiene que ver con una postura encubridora, esta postura es el idealismo. ¿Y qué encubre? Las causas reales de la lucha de clases en la que estamos y en la que nos jugamos la vida por habitar en este mundo. ¿Para qué vamos a hacer este análisis? Pues para entender los referentes históricos que configuran nuestra realidad actual y enfáticamente para tener claro desde qué posición asumimos la lucha. Nuestro sustento analítico va a ser “la concepción materialista de la historia”. Fijémonos que decimos “concepción”, esto implica una postura de ser y estar en el mundo. Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 Así entonces la Concepción del Mundo es un sistema coherente de puntos de vista sobre el mundo (es decir: la naturaleza, la sociedad y el pensamiento) que influye de manera fundamental en la actividad del hombre. Según la solución que dan al problema de las relaciones entre el pensar y el ser, la filosofía y otras formas de pensamiento, se dividen en dos direcciones fundamentales. Los materialistas explican el mundo partiendo del mundo mismo, sin recurrir a ninguna clase de fuerzas sobrenaturales, que se suponen exteriores al mundo. Los idealistas consideran que lo primero de todo, lo primordial, es el pensamiento, el “espíritu”. Sostienen que el espíritu es anterior a la naturaleza e independiente de ella. Bajo esta perspectiva distintos periodos históricos de la humanidad se explicaron y se siguen explicando el mundo apelando a las ideas, apelando a la autoridad, ya fuera de la tradición o de la revelación. El carácter de la concepción del mundo es determinado, en última instancia, por el nivel de desarrollo social, por el estado de la ciencia y el nivel de conocimiento social. Pero al mismo tiempo, la concepción del mundo de personas que viven en una misma sociedad es muy distinta, y esta diferencia no se puede explicar por la disparidad de sus temperamentos, como lo hacen algunos filósofos. La esencia de la cuestión no es esa. La sociedad capitalista se compone de clases con intereses políticos y económicos opuestos, por lo cual, los puntos de vista de sus representantes en cuanto al desarrollo del conocimiento, etc., también son opuestos. En una forma más generalizada, la diferencia de los intereses de clase se manifiesta en el pensamiento, que constituye la base de cualquier concepción del mundo. Por lo general los ideólogos (y representantes) de las clases conservadoras, defienden el punto de vista del idealismo, por consiguiente, la concepción idealista del mundo. Y si esta clase ejerce el poder, trata de hacer (y a menudo lo logra) que su concepción del mundo sea la dominante en la sociedad, imponiéndola por todos los medios. Con estos fines se utiliza especialmente la religión [y los medios masivos de comunicación]. Por eso la concepción idealista del mundo, adopta a menudo formas religiosas, místicas, sin sustento científico. Estas dos concepciones de mundo mantienen una relación de lucha, la cual se ha librado a lo largo de la historia, esta lucha se da en el orden del pensamiento, de la conciencia, de la razón. ¿Lucha? Sí, lucha, dado que las sociedades no son homogéneas, no todos viven de la misma manera o participan en la vida social de la misma manera. ¿Qué es entonces la concepción materialista de la historia? Al respecto escriben Marx y Engels en La Ideología Alemana1: “las premisas de que partimos no son arbitrarias, no son dogmas, sino premisas reales, de las que solo es 1 Carlos Marx, Federico Engels. La Ideología Alemana. Crítica de la novísima filosofía alemana en las personas de sus representantes Feuerbach, B. Bauer y Stirner, y del socialismo alemán en las de sus diferentes profetas. Versión digital. Consultado en: https://www.marxists.org/espanol/m-e/ Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han encontrado ya hechas, como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden comprobarse, consiguientemente por la vía puramente empírica. Unas líneas más adelante dicen: “Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material. El modo de producir los medios de vida de los hombres depende, ante todo, de la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que hay que reproducir.” Así entonces la esencia de la concepción materialista de la historia es la siguiente: “Nos encontramos pues con el hecho de que determinados individuos que se dedican de un determinado modo a la producción, contraen entre sí estas relaciones sociales y políticas determinadas. La observación empírica tiene necesariamente que poner de relieve en cada caso concreto, empíricamente y sin ninguna clase de embaucamiento y especulación, la relación existente entre la estructura social y política y la producción. La estructura social y el Estado brotan constantemente del proceso de vida de determinados individuos; pero de estos individuos, no como puedan presentarse ante la imaginación propia o ajena, sino tal y como realmente son; es decir, tal y como actúan y como producen materialmente y, por tanto, tal y como desarrollan sus actividades bajo determinados límites, premisas y condiciones materiales, independientemente de su voluntad”. La concepción materialista de la historia devela que las condiciones de liberación real de los hombres están en relación con el desarrollo de las fuerzas productivas, con la capacidad de producir para satisfacer las necesidades básicas de la existencia, estas necesidades básicas son materiales y de igual forma son espirituales. Por ello la liberación es un acto histórico y no mental. Teniendo claro que nuestro punto de partida es la concepción materialista de la historia, la cual es la base teórica de la sociología crítica que surgió a mediados del siglo XIX, esta sociología crítica nos aportó el concepto de “formación económico social”, valiéndonos de este concepto vamos a desarrollar este análisis socio-histórico y a intentar develar sus claves. Una formación económico-social es una fase determinada del desarrollo de la sociedad, un tipo determinado de sociedad. En la historia de la humanidad se observa una sucesión de diversos tipos de sociedad, cada una de estas formaciones económico-sociales no son más que “una sociedad con un determinado grado de desarrollo histórico”2 2 C. Marx y F. Engels. Trabajo asalariado y capital.. Obras escogidas en dos tomos, edición en español, Tomo I. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Moscú. 1955 Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 Cada formación económico-social es un organismo social singular, cuyos aspectos todos están concatenados y dependen los unos de los otros, por tanto no se deben destacar ni combinar arbitrariamente unos u otros aspectos de la vida social sin tener en cuenta su concatenación orgánica. Con esto podemos entender que la sociedad es un organismo vivo, en constante desarrollo. Un aspecto determinante para comprender una formación económico-social es el modo de producción. En cada formación económico-social predomina un modo de producción, el cual se caracteriza por unas fuerzas productivas y unas relaciones de producción inherentes a ellas. Las relaciones de producción son las formas particulares que adoptan las relaciones sociales, entre mujeres y hombres, entre seres de carne y hueso en el día a día, para producir los bienes materiales de existencia. Las fuerzas productivas de la sociedad la componen los medios de producción creados por la sociedad, ante todo las herramientas, las maquinas, la tecnología, la ciencia, e igualmente componen las mujeres y los hombres que los ponen en funcionamiento y producen los bienes materiales de existencia. Las fuerzas productivas de una formación económico-social son correspondientes al nivel de desarrollo histórico de dicha sociedad, hoy día dichas fuerzas productivas están en un nivel alto de desarrollo, con la informática, la robótica, la física cuántica, la exploración espacial, las telecomunicaciones al nivel de la instantaneidad, el desciframiento del código genético de nuestra especie y de cientos de otras especies de nuestro planeta. Sobre la base de unas fuerzas productivas determinadas se establecen unas relaciones de producción. El tipo determinado de estas relaciones de producción es lo que caracteriza principalmente lo específico de cada formación económico-social y le da su fisonomía peculiar y la distingue de otras formaciones sociales. Asumiendo esta metáfora de la sociedad como organismo vivo, lo clave es la concatenación de sus elementos componentes y su dinámica relacional, así entonces debemos tener en cuenta que produciendo la vida, la vida material y la vida simbólica de cada miembro de la sociedad y de la sociedad en su conjunto, se producen igualmente relaciones políticas, relaciones culturales, relaciones religiosas, relaciones morales, artísticas, ideológicas, ninguna prima sobre la otra, no olvidemos esto, lo importante es ver la dinámica de conjunto. Esto evita reducir la formación económico-social a las relaciones económicas de la sociedad, es decir, las relaciones que establece cada sociedad particular para producir el alimento, el vestido, la vivienda, lo básico para mantener la vida, la biológica y la simbólica, es decir, sus ideas, sus valores, etc. Acorde al lugar que ocupe cada miembro de la sociedad en el ámbito de las relaciones de producción, se hace parte igualmente de una determinada clase social, dichas clases sociales, en virtud de su diferenciación en el rol que ocupen en la producción de la vida Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 material, tienen intereses distintos, diferenciados, hasta el punto que en las sociedades divididas en clases, los intereses de las distintas clases pueden ser, y de hecho lo son, antagónicos. Así abordamos el concepto de lucha de clases, el verdadero motor de la historia. Este es el contexto básico que nos permite entender que vivimos en sociedades antagónicas en la cual hay intereses diferenciados entre las clases que la componen, las cuales libran permanentemente una lucha violenta por la defensa de sus intereses históricos. En las sociedades divididas en clases con intereses antagónicos, existen clases dominantes y clases dominadas, clases explotadoras y clases explotadas, no solo en el orden económico, sino en todos los aspectos en que discurre la vida social, dadas las relaciones mutuas, necesarias, que se dan entre unos miembros y otros de la sociedad para producir y mantener la vida. Más adelante veremos que en las sociedades divididas en clases, las relaciones de producción tienen el carácter de relaciones de dominación y subordinación. Al respecto Marx planteó lo siguiente: “que la existencia de las clases sociales solo va unida a determinadas formas históricas de desarrollo de la producción”.3 La división de la sociedad en clases también es un proceso histórico, en una determinada fase de desarrollo histórico de la sociedad, una parte de ella concentró bajo su dominio los medios fundamentales de producción, la tierra por ejemplo, y despojó de dichos medios a otra parte de la sociedad. Las condiciones económico-sociales del surgimiento de las clases fueron: el desarrollo de las fuerzas productivas y la aparición del producto excedente, la división social del trabajo, el surgimiento del intercambio y la producción mercantil, la propiedad privada y la desigualdad en la posesión de los bienes. El concepto de lucha de clases nos permite comprender la historia de la sociedad. Sin tener en cuenta este concepto nos será más difícil e incomprensible analizar las relaciones que existen entre las personas en la sociedad y determinar el lugar de cada clase en la vida social, su esencia, sus fines e intereses genuinos. Este concepto es un punto de referencia esencial para elaborar la estrategia y la táctica de la lucha por la liberación de los pueblos, la lucha por la transformación de la sociedad.4 Ahora valiéndonos de la concepción materialista de la historia vamos a analizar la formación económico-social burguesa y su proyecto de la modernidad. 3 Carta de Carlos Marx a Joseph Weydemeyer el 5 de marzo de 1852 4 Lenin planteó al respecto: “Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño de los demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase”. V. I. Lenin. Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. Obras escogidas en tres tomos. Edición en español. Editorial Progreso. Moscú, 1961. Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 El proyecto de la modernidad (Occidente y el resto) Bajo el idealismo es usual la fragmentación de los hechos históricos. Según esta perspectiva los hechos sociales no tienen relación con la cultura, con el momento histórico, con la política, con la economía, etc., en consecuencia nos relatan el surgimiento de la sociedad burguesa, con su proyecto de la modernidad, a partir del renacimiento de las ideas filosóficas de la antigüedad clásica griega, básicamente con la recuperación de las obras de Platón en los países centrales de Europa a finales del siglo XV. También es usual que nos presenten la historia como un proceso en el que unos hombres y mujeres destacados, con sus grandes capacidades y carisma, marcaron nuevos horizontes. La modernidad así surge de los aportes de filósofos como Descartes, Kant, Hegel, teóricos de la política como Thomas Hobbes, John Locke, Juan Jacobo Rousseau, teóricos de la economía como Adam Smith y David Ricardo, etc., ante lo cual ya tenemos los elementos para reconocer esta forma fragmentaria y descontextualizada. Así denominaron a este momento “Renacimiento”, de la filosofía y de la razón como elemento mediador entre el hombre y el mundo. Nos presentan la modernidad derivada de la “ilustración”, del triunfo de la razón sobre el oscurantismo del dogma religioso, empobreciendo así la comprensión de los hechos históricos. Veamos, en el mundo medieval el régimen político imperante era la monarquía, el poder lo detentaba un individuo, el rey, con el respaldo de la nobleza, la clase subsidiaria del poder real y con el respaldo de la iglesia. Había un marcado predominio de la fe religiosa como fundamento explicativo del mundo y de la iglesia como organización política, militar e ideológica que regulaba casi toda la vida social de ese momento. En este periodo histórico el modo de producción tributario es el más generalizado. Es una sociedad dividida en clases, de una parte persiste la comunidad aldeana e igualmente existe un aparato social y político de explotación de ésta bajo la forma de cobro de tributos. Así debemos entender el llamado “modo de producción feudal”, éste es solo una de las formas que adoptó el modo de producción tributario en los países centrales de Europa, y de ningún modo fue un modo de producción generalizado a lo largo y ancho del mundo, con esto enfatizamos que un modo de producción no existe en estado puro, sino que en una formación económico-social coexisten distintos modos de producción, pero uno es el que predomina. En el siglo XVI, derivado de una situación de crisis económica, en la búsqueda de materias primas y rutas de comercio se da una disputa entre los imperios Español y Portugués por el control de las rutas marítimas para el comercio con los países de oriente. Esta disputa abre una nueva fase histórica en la que se invaden territorios transmarinos. En ese momento la producción mundial era controlada mayoritariamente por China, India, Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 los países de medio oriente y Asía. Oriente era una región del mundo, que comparada con Europa, tenía mayores desarrollos tecnológicos, científicos, culturales, filosóficos, militares, entre otros. En esta lucha por el control comercial con los países de oriente, lucha marcadamente económica, se invade América (en ese momento una región del mundo desconocida para los europeos, más no así para los chinos). Bajo el contexto del modo de producción tributario imperante en Europa, ahora ya no solo se exige tributo sobre el excedente de producción a la población europea, sino que se extiende el modelo a los territorios recién invadidos. Se inicia lo que los historiadores han denominado “el Colonialismo”. Es importante tener en cuenta este contexto ya que nos faltarían elementos para entender el capitalismo y su expansión a nivel global si no captamos el papel determinante del colonialismo en la historia de los pueblos del mundo. El colonialismo básicamente es la invasión de territorios por parte de foráneos, se ejerce dominio territorial, control político, económico, cultural, ideológico, religioso, etc., para el saqueo de sus recursos naturales, sometiendo a la población nativa a través de todos los medios posibles, la violencia es el medio ideal para cumplir estos propósitos. Una de las razones que se adujeron en su momento y aún hoy muchos teóricos sostienen esta postura, es que se justifica el colonialismo en razón a que la civilización se lleva a territorios en que los pueblos vivían o viven en estado de salvajismo y barbarie. El colonialismo se explica igualmente a partir de una marcada separación entre el mundo civilizado (Europa) que se concibe como “el Centro” del mundo y el resto, es decir, los territorios periféricos, los salvajes, los colonizados. Esta perspectiva se sostiene hasta hoy con la terminología de “países desarrollados” y “países subdesarrollados”. Bajo la concepción materialista de la historia y basándonos en el concepto de formación económico-social tenemos un ámbito comprensivo propicio para reconocer las engañifas con que pretenden ocultar las causas reales de los procesos históricos. Un aspecto destacado en la historia de este proceso social es la lucha que se libró en el orden religioso, de la fe. La religión católica no solo mediaba entre los hombres y Dios, sino que era una de las mayores propietarias de tierras de su momento y ejercía un fuerte control ideológico en la sociedad. En el siglo XVI, Martín Lutero, un fraile alemán de la orden de los agustinos, denuncia el carácter económico de la mediación de los curas entre los hombres y Dios. Protesta en contra del cobro de las indulgencias (para la salvación de las almas). Este es un buen ejemplo del modo de producción tributario, dado que el cobro de las indulgencias se constituye en un verdadero tributo que financiaba la construcción de iglesias y las guerras de fe que libraba la iglesia católica contra las demás religiones. Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 En dicho contexto medieval los comerciantes tenían gran relevancia en el ámbito económico y lograron transformar las rígidas relaciones económicas de su momento. Los comerciantes ya no habitan los feudos, es decir, dentro del dominio territorial del señor feudal, sino que fundan pequeñas villas o ciudades, que denominaron “burgs” vocablo de origen alemán que significa “atalaya”. En ella se concentran las actividades comerciales. De allí se deriva la expresión “burgués”, el habitante de los burgos, pero más que por su localización urbana, el burgués se explica es por su actividad económica. Los burgueses iniciaron su actividad comerciando productos y gradualmente dieron el salto a encargarse de la producción de los mismos. La comunidad aldeana en los territorios del señor feudal tenían medios de producción, aunque no fueran propietarios de la tierra, ésta era un medio de producción con el que contaban, además tenían las máquinas para hilar y tejer telas, forjaban metales, eran artesanos del cuero, en general, tenían medios de producción para satisfacer sus necesidades básicas de existencia, sin embargo eran “siervos”, es decir, estaban sujetos a una relación de servidumbre en el orden jurídico y político respecto del señor feudal, y eran siervos de la iglesia en el ámbito ideológico, religioso, moral. Los burgos son una innovación en el contexto de urbanización de la Europa ruralizada de ese momento, grandes masas de población se desplazan allí. Al salir de la influencia del poder de los señores feudales, las masas de población que se desplazan a los burgos son masas “libres”, ya no están atados por lazos de dependencia respecto de los señores feudales, pero también ya no cuentan con medios de producción. Libres denota acá que estas masas de población han sido liberadas de sus relaciones serviles y han sido expropiados de sus medios de producción. Estas dos son las características claves para entender la naciente clase social asociada históricamente a los burgueses, el proletariado. La expresión “proletariado” tiene esta doble referencia: es la población sin medios de producción y es la que mayoritariamente “reproduce” constantemente la población social. La masa trabajadora sin medios de producción entra en una nueva relación con los burgueses, ya no están sujetos por relaciones serviles, sino que “venden” libremente su fuerza de trabajo al servicio de la producción que controla el burgués. Los burgueses desarrollan las fuerzas productivas sociales de su momento, se apropian el producto excedente de la producción a través de la plusvalía (concepto que desarrollaremos más adelante), se multiplica la división social del trabajo. Un primer logro histórico de la clase de los burgueses es la transformación del modo de producción tributario imperante en el mundo medieval y gradualmente instauran un nuevo modo de producción, el modo de producción capitalista. Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 Sin embargo el poder político, filosófico, ideológico, moral, etc., seguía en poder de las monarquías y del clero. Los burgueses inician una nueva fase de su lucha por la conquista del poder político, sus intereses económicos les llevan a confrontar el poder político. En distintos periodos históricos y regiones de Europa se dan estas luchas de clases. En Inglaterra desde mediados hasta finales del siglo XVII (1642 hasta 1689) se libra la lucha entre el poder monárquico y el poder parlamentario de mayoría burgués. Es una disputa política con trasfondo económico, dado que los intereses de la naciente burguesía chocaban con los intereses económicos del poder monárquico, e igualmente es una lucha por las ideas religiosas protestantes en contra de la hegemonía católica. En los Estados Unidos igualmente se libró una lucha entre las colonias asentadas en territorio estadounidense y el poder político inglés de quien eran súbditos. Esta lucha se libró entre 1775 hasta 1787, se inicia con la declaración de independencia promulgada en 1776, hasta la redacción de la constitución en 1787. En Francia se da una encarnizada lucha entre la naciente burguesía de ese país y la monarquía, lucha que va de 1789 hasta 1799. En 1789, la expresión política de la burguesía se autoproclama Asamblea Nacional (parlamento francés) como el “tercer estado”, en contra del poder despótico de la monarquía (primer estado) y de la iglesia (segundo estado). Todas las anteriormente mencionadas son revoluciones burguesas, que propiciaron la expansión de la revolución a otros territorios y países europeos y posteriormente a otros territorios del mundo. Las revoluciones burguesas socavaron el poder político de la monarquía. A la burguesía le era necesario transformar las relaciones políticas que obstaculizaban sus actividades económicas, comerciales y productivas. Así entonces, en el orden político, la burguesía como clase promovió la Republica (rex pública), la división de poderes como sistema político. Poder ejecutivo, poder legislativo y poder judicial. La República se fundamenta en el gobierno de las leyes, en el sistema jurídico, en la igualdad de cada mujer y hombre ante la ley (esta igualdad es formal ya que en las sociedades divididas en clases con intereses antagónicos esto no se cumple en la práctica) Igualmente promovió la democracia como régimen político. La democracia en sentido amplio es el gobierno de las mayorías, del pueblo. La idea que subyace a la democracia es que no haya extralimitación del poder en contra de la sociedad. Sin embargo esto es solo una formalidad teórica. La práctica histórica ha demostrado suficientemente la inconsistencia de este planteamiento. Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 Podemos ver que el modo de producción tributario de la sociedad medieval no encajaba con el modo de producción capitalista, razón por la cual la burguesía se constituyó en este momento como clase revolucionaria, básicamente transformando las relaciones sociales de producción y reproducción de la vida social. Es importante tener en cuenta que una vez la burguesía como clase asumió el poder político en el contexto europeo y en otros territorios del mundo, dejó de ser clase revolucionaria y desde entonces asume la defensa de sus intereses como clase reaccionaria. Las rígidas y limitadas relaciones económicas de la sociedad medieval europea no facilitaban las relaciones económicas de la burguesía, por ello exigieron libertades para el ejercicio de la economía. La frase “laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même; «Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo” traduce perfectamente los ideales burgueses de libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral y mínima intervención del Estado en la actividad productiva. Según el planteamiento de Adam Smith, existe “una mano invisible” que regula el libre ejercicio de la oferta y la demanda. Dicha mano invisible sería quien evitaría la extralimitación de alguna de las partes, dado que primaría el beneficio de toda la sociedad en el ejercicio libre de la economía. Lo que la historia ha demostrado es que no hay sino un fundamento idealista en este planteamiento, la economía capitalista permanentemente está llevando al límite todos los posibles obstáculos que se le oponen, sean de orden político, ético, biológicos, de la naturaleza, humanos, cualquiera que sea, y han demostrado capacidad y voluntad de no detenerse ante nada. El laissez faire, es el fundamento teórico del liberalismo económico y de su relanzamiento a partir de la década de los 60 del siglo XX, el neoliberalismo, a partir de la renovación de las ideas de Adam Smith realizadas por Milton Friedman en la Escuela de Economía de Chicago. Los elementos esenciales de la formación económico-social burguesa y llamado proyecto de la modernidad son básicamente los siguientes: la idea progreso (progreso de la razón, de la ciencia, de la economía, de la política, de la sociedad, etc.), el Estado tiene como misión principal proteger esos derechos, así como las libertades individuales de los ciudadanos, la democracia, la igualdad ante la ley, la civilización, la paz, el sufragio universal, la ciudadanía, y sumado a lo anterior, la defensa del derecho de propiedad como el rasgo más distintivo de esta formación económico-social. El proyecto de la modernidad, construido teóricamente sobre una concepción de mundo idealista, se quiebra en la práctica histórica con los aproximadamente 31 millones de muertos de la primera guerra mundial y los aproximadamente 73 millones de muertos de la segunda guerra mundial. No se tiene una cifra exacta de los muertos de la colonización en el mundo, en América la cifra oscila entre 65 millones de indígenas tras la invasión de los europeos, se capturaron como esclavos alrededor de 60 millones de pobladores de Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X III Escuela Distrital de Liderazgos Colectivos | Bogotá - 2016 África, aproximadamente solo 12 millones llegó con vida a América, no hay una cifra exacta de los muertos en África y Oriente por la colonización. Estos datos, evidencia irrefutable de que los valores de la modernidad, del proyecto burgués, son solo ideales, mientras sus prácticas priorizan la violencia para el logro de sus intereses de clase, son los hechos en que se basa la crítica a este proyecto social. Esta crítica da origen al llamado “pensamiento crítico” alentado por diversos sectores sociales en la misma Europa, en América, Oriente y África. La crítica evidencia el quiebre histórico de la sociedad burguesa, a partir de la cual se plantea un nuevo momento histórico denominado “postmodernidad”. La llamada postmodernidad no es más que reflejo de las adaptaciones de dicha formación económico-social a las condiciones históricas. La postmodernidad es correspondiente con la crisis económica de la década de los años 70 del siglo XX. La postmodernidad como crítica al proyecto de la modernidad es la demostración práctica de su incoherencia, dado que los valores que promulgó teóricamente no se convirtieron en práctica social. Sus valores solo viabilizaron el colonialismo, el neocolonialismo, las guerras raciales, sexuales, económicas, políticas, etc., en las cuales hoy luchamos y resistimos. Con los elementos anteriormente planteados podemos entender que el proyecto de la modernidad e igualmente la llamada postmodernidad, son solo fases históricas del proceso de adaptación dinámica de la formación económico-social burguesa, que aún hoy se impone a nivel global, exceptuando algunos países. Formación económico-social que emerge en el siglo XV y se mantiene vigente hasta nuestros días, con sus adaptaciones, y transformaciones de forma, más no de fondo. La contextualización histórica nos permite evidenciar que la lucha de liberación de los pueblos exige entender, bajo fundamentos científicos, la dinámica social, sus leyes esenciales, sus valores, los intereses de clase que los animan, y es necesario para las mujeres y los hombres cualificar su conciencia en todos estos aspectos para encarar la lucha por la transformación de este orden de cosas. La lucha es un evento práctico, es una práctica, dado que, como se planteó anteriormente, la liberación de los pueblos no es un asunto mental sino histórico. Instituto de Investigación-Acción en Procesos Educativos y Sociales - IAPES "José Martí" - Bogotá Integrante de la Escuela Nacional Orlando Fals Borda / www.escuelafalsborda.org Correo: iapes.bogota@escuelafalsborda.org | Facebook: IAPESJoseMartiBogota | Twitter: @escuelafals/#Bogota X