El deber de trabajar Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.. 2 Tesalonicenses 3:10-12 Dios requiere que el hombre trabaje, el instituye el trabajo dentro su plan divino en Génesis 3:17-19. Sin embargo en la iglesia de Tesalónica. Así, que el apóstol Pablo exhorta en este pasaje a los que no trabajaban y solo se aprovechaban de la bondad de otras para vivir. Así que Pablo escribe para corregir este problema. Les exhorta a los que andan desordenadamente. En “Término militar significa, fuera de su puesto en las filas”, Ahora me preguntaras ¿De qué manera puede estar uno desordenadamente? • Cualquiera que anda en violación de la enseñanza del Señor anda desordenadamente. En Tesalónica, algunos andaban “desordenadamente, entremetiéndose en lo ajeno, no rindiéndose al amor, a la humildad, al perdón y a la misericordia hacia su prójimo. Les exhorta eQue si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma. Esto es un Proverbio entre los judíos, expresión de la ley universal del trabajo. • Pablo estaba muy consciente de la necesidad pero éstos eran hermanos abusivos que no desean cooperar a la necesidad. Jesús trabajó en la carpintería hasta la edad de treinta años antes de comenzar su ministerio. • Pedro, Andrés, Jacobo y Juan eran pescadores, Pablo hacía tiendas antes de comenzar su ministerio como apóstol de Cristo, y siguió haciéndolo durante su ministerio. Los que no trabajan están en conflicto con el plan de Dios. Por eso, Pablo prohíbe que los cristianos “ayuden” a los parásitos, porque en realidad la “ayuda” material no les ayuda, sino que les perjudica porque promueve la ociosidad. El trabajar “con vuestras manos es una bendición de Dios. Cuando Adán vivió en el huerto de Edén, que seguramente fue un paraíso, él trabajó: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase” (Génesis 2:15).