Rotura de la lengüeta dorsal Esta lesión consiste exactamente en el desgarro o rotura de la lengüeta media del aparato extensor en el dorso de la articulación interfalangica proximal. Se observa al realizar el primer examen de urgencia, que existe una perdida de la extensión activa de la articulación afectada (IFP). Progresivamente se ira fijando una actitud de reposo de la articulación interfalangica distal en hiperextensión. Esta lesión afortunadamente rara en el mundo de la modalidad manista, se produce al recibir un impacto súbito que provoca la hiperflexión del dedo dado que cuando se va a golpear la pelota, los dedos se hallan prácticamente extendidos, se entiende que el daño se produzca al intentar coger la pelota cuando lleva cierta violencia, y encontrarse los dedos en ligera flexión. Transcurridas algunas semanas, la deformidad en la articulación se acentúa y se va a fijar de forma más o menos completa debido a la esclerosis peri articular que se forma. En estos casos va a resultar muy difícil la extensión ni aun de forma pasiva disminuyendo así mismo la flexión activa y pasiva o incluso desapareciendo la posibilidad de realizar tales maniobras completamente. Esta lesión, una vez que ha evolucionado hacia la deformidad, admitiría también la interpretación de una especie de “hernia articular”, ya que la cabeza de la falange proximal, emerge entre las partes del aparato extensor. Como generalmente sucede, la detección precoz de la lesión, y la inmediata intervención sobre la misma, ofrece siempre un pronóstico más favorable que la actuación tardía sobre la misma. Si la reparación que forzosamente será quirúrgica, se efectúa un la primera fase, esto es antes de la aparición de las deformaciones, se puede restablecer completamente la funcionalidad articular mediante una sutura tendinosa, seguida de aproximadamente de tres semanas de inmovilización. Una vez transcurrido tal plazo, se buscara por métodos adecuados la recuperación funcional de la articulación, que no suele presentar mayores inconvenientes. En los casos en los cuales existan factores propios o derivados de la propia lesión que impidan la intervención precoz, esta deberá llevarse a cabo transcurrido algún tiempo. En estos casos se ha de proceder a la colocación de una férula que tiene como principal función la de oponerse a la constitución de las lesiones secundarias, las cuales van a acarrear la deformación característica de esta patología. Esta lesión como todas las que implican un posible daño tendinoso, deben ser inspeccionadas por el medico correspondiente, el cual, decidirá el tratamiento a seguir. Pedro J. García García. © Copyright Aspepelota.com