COMPUESTOS FENÓLICOS: FLAVONOIDES Tal como comentamos en el primer capítulo dedicado a los compuestos fenólicos, existen una serie de principios activos de plantas que proceden de rutas biosintéticas mixtas. Este es el caso de un importante grupo de moléculas activas denominadas genéricamente flavonoides. Los flavonoides, compuestos ampliamente repartidos en la naturaleza, se originan a través de la combinación de la ruta del acetato y del sikimato, vías mediante las cuales se biosintetiza la estructura diaril-propánica (condensación de un triacetato que origina el anillo A y de un ácido cinámico que da lugar al anillo B). En la naturaleza pueden encontrarse tanto en forma libre (geninas) como combinados con azúcares mediante uniones O- y C-heterosídicas. La mayoría de ellos están constituidos por un núcleo bencénico unido a una ãpirona, incluyendo además en distintas posiciones, C-1, C-2 o C-3, un segundo anillo bencénico dando lugar a los neoflavonoides, flavonoides propiamente dichos o a los isoflavonoides respectivamente. Con esta estructura existen un número elevado de compuestos distintos que pueden clasificarse en función del grado de oxidación del anillo piránico central. Para los vegetales, estos compuestos son importantes pues, ademas de ser responsables de las coloraciones de muchas flores, frutos y hojas y por ello intervenir en la polinización atrayendo a los insectos, participan en la vida del vegetal ejerciendo importantes funciones como por ejemplo protegerle de los efectos nocivos de la radiación UV y ejercer una eficaz actividad antioxidante. De todos ellos, los que tienen mayor interés farmacológico son dentro del grupo de los flavonoides: flavonas, flavonoles y flavanonas y sus correspondientes heterósidos y los antocianósidos. Muchos de ellos presentan actividad sobre el sistema vascular como factores vitamínicos P (aumento de la permeabilidad y disminución de la resistencia de los capilares sanguíneos) como por ejemplo el rutósido o los citroflavonoides, llamados así por haber sido aislados en especies pertenecientes al género Citrus. También ejercen su acción sobre el sistema vascular por sus efectos vasodilatadores y por actuar inhibiendo distintos sistemas enzimáticos relacionados con la funcionalidad de los vasos (hialuronidasa, catecol-O-metiltransferasa, fosfodiesterasaAMPc, PKC, etc). Además, también presentan actividad antiagregante plaquetaria, antiinflamatoria y captadora de radicales libres. Entre las plantas medicinales cuya actividad está relacionada con su contenido en flavonoides es necesario mencionar la flor de pasión (Passiflora incarnata) con aproximadamente un 2% de flavonoides (C-heterósidos de flavonas) de la cual nos ocuparemos en los capítulos correspondientes a los alcaloides; la manzanilla romana (Chamaemelum nobile) y la aquilea (Achillea millefolium) que incluiremos dentro de las drogas que contienen compuestos de naturaleza terpénica; el regaliz (Glycyrrhiza glabra) que posee flavanonas (liquiritósido) y como componentes activos saponósidos y el ginkgo (Ginkgo biloba), el cardo María (Sylibum marianum) y el espino blanco (Crataegus ssp.) cuyas características mencionaremos a continuación. Dentro de este grupo de flavonoides es necesario mencionar especialmente el grupo de los antocianósidos, pigmentos de los vegetales responsables de sus coloraciones rojas, azules y violetas. Su estructura química corresponde a compuestos heterosídicos cuya genina (antocianidol) deriva del “catión flavilio” (2fenilbenzopirilio). Desde el punto de vista de farmacia tienen interés por sus efectos farmacológicos, principalmente sobre el territorio vascular capilar y venoso, y por su poder de pigmentación que junto a su baja toxicidad les hacen ser de utilidad como colorantes naturales en la industria farmacéutica y alimentaria, aunque se alteren con facilidad variando su color. Los antocianósidos, al igual que otros flavonoides, disminuyen la fragilidad capilar y aumentan su resistencia, probablemente debido a que actúan evitando la degradación del colágeno por inhibición enzimática de la elastasa y de la colagenasa. Por ello, están indicados en diversos trastornos capilares y venosos. Algunos antocianósidos poseen actividad antiinflamatoria, antiagregante plaquetaria y, al igual que otros compuestos fenólicos, actividad antioxidante. Además los antocianósidos se emplean en oftalmología en el tratamiento de trastornos circulatorios a nivel de la retina. De las plantas cuyos principios activos son antocianósidos, incluimos alguna de las mas utilizadas en la actualidad como el arándano (Vaccinium myrtillus), o el grosellero negro (Ribes nigrum). En cuanto a los isoflavonoides en la actualidad están adquiriendo una gran importancia pues algunos de ellos han mostrado un interesante efecto estrógenico débil pero relativamente selectivo sobre los receptores â -estrogénicos lo que les hace ser de utilidad en el tratamiento de la sintomatología asociada al climaterio además de actuar como inhibidores de tirosinakinasa y por tanto capaces de reducir la proliferación celular. Es el caso de la genisteína (5,7,4'-trihidroxiisoflavona) y daidzeina (7,4'dihidroxi-isoflavona) localizadas en la soja. GINKGO El ginkgo o árbol de los cuarenta escudos, Ginkgo biloba L. (Ginkgoaceae), se considera un fósil viviente; su existencia sobre la tierra se re monta a unos 200 millones de años. Es un árbol caducifolio dioico de mas de 30 metros de altura, originario de China y Japón, donde se consideraba sagrado; se cultiva en diversos países como Corea o Estados Unidos y en casi toda Europa para su uso en terapéutica y también como ornamental; se adapta bien a todo tipo de suelos. Se tiene constancia de que ya en el 2800 a.C., en China, sus hojas eran utilizadas como medicinales. La droga está constituida por las hojas, largamente pecioladas, que presentan una forma característica de abanico, generalmente con una escotadura central y se utilizan como tónico venoso. La hoja de ginkgo contiene aminoácidos, azúcares sencillos, polisacáridos, ácidos orgánicos, ciclitoles, esteroles, etc. y como principios activos se consideran dos tipos de compuestos de estructura química difere nte: flavonoides y terpenos. Entre los flavonoides se encuentran principalmente hete rósidos de quercetol y kenferol (flavonoles), así como moléculas dímeras, los biflavonoides entre los cuales se puede citar la amentoflavona, el bilobetol, ginkgetol, etc.; contiene también flavan-3-oles y proantocianidoles. Los terpenos pueden ser de dos tipos, diterpenos (ginkgólidos A, B, C, J y M) y sesquiterpenos (bilobálido). El efecto terapéutico se atribuye al conjunto de los constituyentes. Se encuentra disponible una amplísima bibliografía sobre la farmacología experimental y clínica del ginkgo. En ella se recoge la actividad y eficacia de Ginkgo biloba en el tratamiento de alteraciones circulatorias y diversas patologías relacion adas. El ginkgo es tónico venoso, vasoprotector. Mejora la circulación cerebral. Se e mplea en insuficiencia circulatoria cerebral, especialmente en ancianos. Los ginkgólidos, sobre todo el ginkgólido B, son antagonistas específicos del PAF (Platelet Activating Factor), mediador implicado en la inflamación alérgica, la agregación plaquetaria, broncoconstricción y otros procesos. En animales de experimentación se ha comprobado su papel como regulador va scular, inhibidor de la ciclooxigenasa y la lipoxigenasa e inhibidor de la agregación plaquetaria. Disminuye la permeabilidad de los capilares sanguíneos, mejora el riego y estimula el metabolismo celular sobre todo a nivel cortical. A nivel mol e cular y celular, en ensayos con animales, se ha demostrado que extractos estandarizados de Ginkgo biloba actúan como captadores de radicales libres, inhibiendo la peroxidación lipídica. Estos efectos sobre la peroxidación lipídica podrían explicarse en base a sus propiedades antioxidantes, que sugieren su efecto beneficioso protector frente a la lesión post-isquémica, así como frente a la isquemia miocárdica. Además, parece ser que el ginkgo presenta un efecto protector hepático, en ratas, frente a la toxicidad inducida por tetracloruro de carbono. En cuanto al mecanismo de acción, el extracto de Ginkgo biloba, administrado en cerebro de rata provoca una inhibición reversible de la MAO-A y MAO-B, lo que podría explicar su actividad antiestrés y su efecto neuroprotector. Pero, en una publicación muy reciente, utilizando un modelo de medida de tomografía de emi- sión se han medido los efectos de un extracto de ginkgo sobre la MAO A y B en cerebro humano y se ha observado que no se producen cambios significativos, por lo que se sugiere que debe haber otros mecanismos implicados. Diversos estudios clínicos controlados, han confirmado la eficacia terapéutica de Ginkgo biloba en numerosas alteraciones de la función cerebral de origen isquém ico vascular, demencias seniles ligeras y severas (Alzheimer). En todos los casos se apreció mejoría de los signos y síntomas de las funciones cognitivas, particularmente de aquellas relacionadas con pérdida de memoria, atención, alerta, vigilancia y fluidez mental. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, el ginkgo pare ce actuar sobre el control de su progresión, tal como parecen indicar estudios recientes. Se ha comprobado igualmente un efecto neuroprotector específico en células del hipocampo. Por otro lado, algunas asociaciones de ginkgo (por ejemplo con rutósido o sus derivados) se emplean en insuficiencias venolinfáticas y en crisis hemorroidales. Se considera que la droga carece de toxicidad como ha sido demostrado mediante ensayos de toxicidad crónica llevados a cabo con extracto de ginkgo en rata y ratón per os, si bien en los últimos tiempos se ha postulado la posibilidad de interacciones por eje mplo con anticoagulantes orales. En España está autorizado el uso de ginkgo en el tratamiento de trastornos va sculares periféricos (flebitis, hemorroides y varices), trastornos del comportamiento en ancianos, deficiencias cerebr ales de etiología orgánica y vértigos. Se emplea el extracto de la hoja, no preparaciones directas de la misma como por ejemplo infusiones, ya que no se encontraría suficiente cantidad de principios activos. Es una de las especies ve getales mas utilizadas en la actualidad. CARDO MARIANO Silybum marianum (L.) Gaertn. perteneciente a la familia de las Asteraceae, es una especie herbácea de origen mediterráneo, que crece espontánea en zonas baldías. La droga está constituida por los frutos, aquenios pequeños, rugosos, provistos de un vilano, muy oscuros. Los frutos del cardo mariano contienen glúcidos, lípidos, prótidos, esteroles. Los principios activos se consideran un grupo especial de flavonoides, los flavanolignanos. Cuando se aislaron se pensó que era un único compuesto y se le dio el nombre de silimarina, posteriormente se comprobó que se trataba de una mezcla de varios componentes de estructura química semejante, formados por unión de taxifolina (5, 7, 3', 4'-tetrahidroxiflavanonol o 2,3-dihidroquercetol) o un derivado de la misma, con el alcohol coniferílico. Estos compuestos reciben los nombres de silibina (mayoritaria), silidianina, silicristina, etc. Contiene también flavonoides sencillos como la propia taxifolina, querce tol, apigenina, etc. El cardo mariano se emplea en el tratamiento de afecciones hepáticas como hepatitis tóxica, cirrosis hepática, hepatitis vírica, etc. y en afecciones de la vesícula biliar. La silimarina posee actividad antihepatotóxica frente a la intoxicación producida por diversos tóxicos hepáticos como el tetracloruro de carbono o toxinas como las de la Amanita phalloides (en esta caso, la protección es superior si se administra la silimarina previamente a la faloidina). El efecto protector hepático se ha demos- trado en experimentación animal y en cultivos de hepatocitos. Es también captador de radicales libres, antioxidante, inhibe la peroxidación lipídica. Se comporta como regenerador hepático. La silimarina incrementa la síntesis protéica en el hepatoc ito, estimula la actividad de la ARN polimerasa I lo que aumenta la síntesis de ARN ribosomal. Igualmente presenta efectos antiinflamatorios, citoprotectores y anticarcinogén icos cuyo mecanismo de acción se desconoce aunque parece estar implicada la supresión de un factor de transcripción nuclear, NF-kappa B, que regula la expr e sión de varios genes implicados en los procesos de inflamación, citoprotección y carcinogénesis. Algunos autores han comprobado también para la silimarina -en rata- cierto efecto hipocolesterolemiante, disminuyendo el contenido en colesterol hepático e incre mentando el HDL-colesterol, lo que puede ser ventajoso. La Comisión E alemana, aprueba su uso en el tratamiento de la inflamación hepática crónica y en la cirrosis. Se considera una droga prácticamente atóxica. ESPINO BLANCO Se emplean en terapéutica tanto la sumidad como los frutos de esta planta que corresponde a diferentes especies del género Crataegus: C. oxyacantha (= C. laegivata (Poir.) DC.) y C. monogyna Jacq. de la familia Rosaceae. Son por lo general arbustos muy ramificados que pueden alcanzar un elevado porte, con ramas espinosas y hojas profundamente divididas en lóbulos. Las flores que son blancas se sitúan en inflorescencias anchas. Debido a la alta frecuencia de hibridación interespecífica, resulta difícil en muchas ocasiones su clasificación botánica. Comúnmente se conoce además como majuelo u oxiacanto. Contiene un elevado porcentaje de flavonoides (1-2%) que varían según la especie. Los mayoritarios son dos heterósidos: el hiperósido (3-galactósido del quercetol) y la 2"-ramnosilvitexina (C-heterósido de la apigenina). Se han identificado además otros muchos heterósidos flavónicos, pero principalmente O-heterósidos del quercetol como el hiperósido y Cheterósidos de la apigenina y luteolina. Entre sus componentes químicos también figuran picnogenoles (proantocianidinas oligoméricas), aminas (feniletilaminas), ácidos fenólicos, catequinas, triterpenos y esteroles. Los flavonoides y las proantocianidinas (picnogenoles) presentes en esta droga incrementan el flujo coronario mejorando la irrigación del músculo cardíaco y por ello incrementando la tolerancia del miocardio a la anoxia, disminuyendo además las resistencias vasculares periféricas. Poseen además actividad inotrópica, cronotrópica y dromotrópica positivas y actividad batmotrópica negativa. Parece ser que en el mecanismo de acción está implicado un efecto modulador de las concentraciones de Ca 2+ intracelulares y un efecto inhibidor de la fosfodiesterasa de AMPc. Es por ello que el espino blanco puede emplearse en las fases iniciales de la insuficiencia cardíaca sobre todo las asociadas a una insuficiencia coronaria leve (miocardio senil) siempre que no exista una causa orgánica establecida. Así las indicaciones propuestas por la Comisión E Alemana para esta planta son: a) funcionalidad cardíaca disminuida, correspondiente a los estadíos I y II según la NYHA (New York Heart Association); b) sensación de ahogo y de opresión en la región cardíaca; c) corazón senil que no necesita aún medicación digitálica y d) bradicardias leves. No es útil en ataques agudos debido a que su efecto se desarrolla lentamente. Varios ensayos clínicos han demostrado el beneficio que supone la administración conjunta de digitálicos y espino blanco pues permite disminuir la dosis de los primeros. Además, la incidencia de efectos adversos tras la administración de esta droga es muy baja. Tradicionalmente se considera que esta planta tiene un efecto sedante ligero sobre el SNC. Estudios in vitro han demostrado que extractos de espino blanco que contienen compuestos fenólicos poseen un importante efecto antioxidante. Asimismo, los triterpenos (cicloartenol) de esta planta parecen tener actividad antiinflamatoria. GROSELLERO NEGRO Ribes nigrum L., de la familia Grossulariaceae, es otra especie vegetal utilizada por su contenido en flavonoides y antocianos. Se emplean las hojas y los frutos de este arbusto que se encuentra en el centro y norte de Europa. Las hojas contienen vitamina C, ácidos fenólicos, trazas de aceite esencial, taninos y flavonoides. Los frutos abunda ntes glúcidos, vitamina C, sales minerales, ácidos fenólicos, flavonoides y antocianósidos. Se utiliza principalmente en medicina tradicional como diurético y antirreumático. Los antocianósidos confieren a esta droga propiedades vitamínicas P. Flavonoides y antocianósidos son responsables de la actividad antiinflamatoria. ARÁNDANO Se emplean las hojas y los frutos de Vaccinium myrtillus L., familia Ericaceae. Arbusto de tamaño pequeño, con hojas caducas, cortamente pecioladas y con los bordes del limbo finamente dentados, que crece en zonas montañosas en la Península Ibérica y en toda Europa central y septentrional. El fruto es una baya globulosa que pasa de color rojo a azulado oscuro en la maduración. Los frutos del arándano o mirtilo contienen sales minerales, glúcidos, ácidos orgánicos, ácidos fenólicos, flavonoides, triterpenos y como principios activos taninos condensados y sobre todo antocianósidos, heterósidos con genina antociánica (de lfinidol, cianidol, etc.). Las hojas poseen sales minerales (sales de cromo), ácidos fenólicos, trazas de alcaloides quinolizidínicos, ácidos triterpénicos, flavonoides y taninos condensados en proporción muy ele vada. El arándano actúa como factor vitamínico P, aumentando la resistencia y disminuyendo la fragilidad de los capilares, efecto debido a los antocianósidos. Estos son también responsables de las propiedades como antiagregante plaquetario. Mejoran la agudeza visual y la adaptación a la oscuridad, protegen frente a la degeneración macular, glaucoma, etc. V. myrtillus es muy rico en compuestos polifenólicos por lo que presenta actividad antioxidante. Las hojas del arándano se emplean por sus propiedades astringentes y antidiarre icas debidas a la presencia de los taninos. En medicina tradicional se utilizan como hipoglucemiantes, siendo posible también un efecto hipolipidemiante. La industria farmacéutica obtiene antocianósidos a partir de los frutos de arándano. BIBLIOGRAFÍA - Ahumada C et al . The effects of a triterpene fraction isolated from Crataegus monogyna Jacq. on different acute inflammation models in rats and mice. Leucocyte migration and phospholipase A-2 inhibition. J. Pharm. Pharmacol. 1997, 49(3):329-331. - Bahorun T et al . Oxygen species scavenging activity of phenolic extracts from hawthorn fresh plant organs and pharmaceutical preparations. 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