El interno ha cumplido las 3/4 partes de la condena en mayo de este año y extinguirá la misma en abril de 2.001. Su conducta es buena, se destaca que es trabajador, tiene redenciones extraordinarias y notas meritorias. No obstante, se le deniega la progresión al tercer grado por las dudas que suscita su drogodependencia, que no logra superar, habiendo sido expulsado de la UAD al negarse a facilitar muestra para analítica previa recaída en el consumo en agosto de 1.998 y mayo de 1.999. Tanto esta circunstancia, como la ausencia de permisos, desaconsejan la clasificación en tercer grado. Sin embargo, como ya se ha indicado, su libertad está próxima y es preciso que comience a prepararse para ella. Por ello, si bien se le mantiene en segundo grado, se aplicarán los efectos del tercer grado en cuanto a las salidas de fin de semana, en principio limitándolos a uno de cada dos fines de semana; esta posibilidad está prevista por el art. 100 R.P. que en base a un principio de flexibilidad permite un modelo de ejecución que combine aspectos característicos de grados distintos cuando así lo precise el tratamiento del interno, siendo en el caso contemplado aconsejable acudir a este régimen para facilitar la reinserción del penado. Así pues, se mantiene la clasificación del interno en segundo grado con los efectos propios del tercero en cuanto a salidas de fin de semana limitadas, en un principio, a uno cada dos fines de semana y en este sentido se estima el recurso. Auto 1184/2000, 15 de septiembre de 2000, JVP nº2, Exp. 1060/98