El hecho que motiva este recurso es la orden de la dirección del centro penitenciario que, en aplicación del articulo 75 del Reglamento Penitenciario, acordó el traslado del interno ahora recurrente al módulo celular - sin privación de otros derechos y estableciendo expresamente salidas al patio durante un tiempo no inferior a cuatro horas- por haberse encontrado en su poder un móvil desde el que, según denuncia del exterior, había amenazado a tercera personas, siendo reincidente en la tenencia de ese tipo de objetos prohibidos. Las limitaciones regimentales que establece el articulo 75 de Reglamento Penitenciario deben aplicarse con criterio restrictivo, sobre todo cuando no se realizan a solicitud del interno ni tienen por finalidad asegurar su persona, pues en caso contrario pueden significar una sanción encubierta sin la garantías que establece el procedimiento sancionador. En este caso, partiendo de la realidad de los hechos que motivaron la adopción de esa medida, pues basta la apariencia de reiteració n de esa conducta para la adopción de esta medida cautelar, la limitación impuesta, si bien pudo justificarse inicialmente al objeto de garantizar la seguridad y el buen orden de establecimiento, alterado por la contumaz conducta del interno (la utilizació n teléfonos móviles en el interior del centro penitenciario es evidente que puede servir para alterar la convivencia y la protección interior), su mantenimiento con carácter indefinido puede significar una excesiva restricción del derecho del ahora recurrente. Por ello, debe estimarse el recurso y alzar la limitación acordada, si perjuicio de que, caso de repetirse hechos similares, pueda volver a adaptarse, pero estableciendo en tal caso una duración de la medida razonable y proporcionada fin perseguido con ella. Auto 857/02, 11 de abril de 2002, JVP nº3, Exp. 427/01