El hombre es un animal curioso por naturaleza. Y es esa curiosidad que lo caracteriza lo que le ha llevado a buscar, desde el principio de los tiempos, cómo funcionan las cosas y qué las mueve; pero han sido necesarios muchos siglos para que la humanidad se atreva a preguntarse cómo surgió la materia, a cuestionar que todo fue porque Dios lo quiso así. Ahora, relativamente poco tiempo después de plantearnos nuestro origen, hemos encontrado una partícula siquiera analizable (por su corta vida) pero con un efecto tan importante como aportar masa a todas aquellas partículas que componen nuestro universo. Esa partícula tan imprescindible hay quien se ha atrevido a llamarla “la partícula de Dios”, su nombre real es bosón de Higgs. Todo empezó con una suposición, una hipótesis. Un pequeño grupo de científicos entre los que se encontraban Higgs y Englert, teorizó el mecanismo de Higgs para explicar el origen de la masa en las partículas elementales. A principios de los 70 se desarrolló el Modelo Estándar de física de partículas, un modelo que combina la Mecánica Cuántica y la Teoría espacial de la relatividad y que es capaz de explicar todas las interacciones fundamentales a excepción de la gravedad. Esta teoría fue la que propuso la existencia de un bosón de Higgs. Toda la física de partículas me resulta interesante pero el bosón de Higgs me llama especialmente la atención por el campo que lleva asociado, encuentro impresionante lo lejos que ha llegado la investigación al encontrar esta partícula. Creo que la humanidad no es realmente consciente del descubrimiento que se ha hecho, somos capaces de explicar con una seguridad del 99’999…% cómo se produce la masa en partículas elementales, lo que explica que algunas de ellas no adquieran la velocidad de la luz. Todo se basa en un campo originado por la onda asociada al bosón. Las partículas que interaccionan con el campo, adquieren masa. Esta interacción se produce si las ondas originadas por el resto de partículas tienen distinta dirección que la onda de Higgs ya que el campo producido por ésta, ocuparía todo el espacio. En ese caso, “chocarían” con el campo y adquirirían masa al encontrar cierta resistencia para desplazarse. El bosón fue descubierto por primera vez en marzo de 2013. Los experimentos ATLAS Y CMS que forman parte del Colisionador de Hadrones del CERN fueron los primeros en detectar el bosón. En un principio sólo se había detectado una partícula “consistente con” el bosón. Desde ese momento, se analizó la ingente cantidad de datos que proporciona el colisionador en cada uno de los detectores y tras numerosos estudios se concluyó que la partícula encontrada es, con casi total seguridad, el bosón de Higgs ya que presenta las características teorizadas por el Modelo Estándar. Yo no soy física ni sé si he entendido bien lo que es y conlleva este descubrimiento pero, si no me equivoco demasiado, si seguimos investigando con la eficiencia actual en un espacio de tiempo relativamente corto podríamos explicar con mayor precisión el origen del universo, todas las interacciones elementales o la gran incógnita de la antimateria. También es cierto que para continuar investigando hace falta dinero y con la crisis en la que está sumida toda Europa la ciencia tiene un futuro bastante negro. Sería una desgracia que estos proyectos u otros más pequeños dejasen de realizarse por algo tan banal como el dinero. Desde esta humilde exposición hago un llamamiento a los científicos de todo el mundo para que traten de despertar la curiosidad en los jóvenes de mi edad que en un futuro tomarán su relevo.