LAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO

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LAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDO
ANTIGUO
De todas las obras conocidas por su belleza y grandeza en la antigüedad, fueron siete las más famosas. De ahí
el sobrenombre de "las siete maravillas del mundo". Lamentablemente hoy, con una única excepción, la pirámide
de Keops, no nos quedan más que las descripciones que hicieron los cronistas de la época.
Estas Maravillas, ordenadas según el período de su construcción, son las siguientes:
1. La Gran Pirámide de Keops: Terminada alrededor del año 2570 aC, fue utilizada como tumba
del faraón denominado Keops. Ubicada en Giza, Egipto, es la única de las siete maravillas que aún se
puede contemplar.
2. Los Jardines Colgantes de Babilonia: Construidos entre el 605 y 562 aC. Ubicados en la
ciudad de Babilonia, actual Iraq. Perduraron hasta no más allá de 126 a., cuando la ciudad fue destruida
definitivamente por los partos.
3.El Templo de Artemisa: o Artemision en Éfeso (actual Turquía) construido hacia el 550 aC y
destruido por un incendio intencionado en 356 aC. Alejandro Magno ordenó su reconstrucción
culminada tras su muerte. Este nuevo templo, que debe ser considerado como el incluido dentro de la
lista de las maravillas, fue destruido a su vez por los godos durante un saqueo en el año 262.
4. La Estatua de Zeus en Olimpia: Esculpida hacia 430 a. C. por Fidias. Ubicada en el interior del
templo dedicado al propio Zeus en Olimpia, Grecia, desapareció entre 393, año en que el emperador
Teodosio el Grande prohibió el culto pagano. En el año 426 Teodosio II ordenó la demolición de los
monumentos de Olimpia.
5.El Sepulcro de Mausolo (Mausoleo) en Halicarnaso: Construido hacia 353 a. C. y situado
en la ciudad griega de Halicarnaso, actual Bodrum (Turquía). Se mantuvo en pie a lo largo de los siglos,
pero una serie de terremotos hizo que hacia 1404 ya hubiera quedado reducido a ruinas.
6.El Coloso de Rodas: Construido entre 294 a. C. y 282 a. C. Ubicado a la entrada del puerto de la
ciudad de Rodas en la isla de Rodas, Grecia, fue derribado por un terremoto en el año 223 a. C., por lo
que fue la más efímera de las maravillas.
7.El Faro de Alejandría:Construido entre 285 a. C. y 247 a. C. en la isla de Pharos, en Alejandría
(Egipto), para guiar a los navíos que se dirigían al puerto de la ciudad. Al igual que la tumba de
Mausolo dio nombre genérico a todos los grandes monumentos funerarios que la siguieron, la torre de
Faros (Pharos) hizo lo propio con las torres de señales para la navegación. El Faro perduró hasta que
los terremotos de 1303 y 1323 lo redujeron a escombros; en el año 1480, sus restos fueron reutilizados
en la construcción de una fortaleza cercana.
La Pirámide de Keops
Las más imponentes, debido a su gran tamaño, son el grupo de
pirámides ubicadas en Gizeh o Giza, cerca de Menfis. El faraón
Kheops , ordenó la construcción de una gran pirámide, a fin de que
sirviera como sepulcro para él y la reina. La obra fue encargada al
arquitecto Hemiunu, quien pasará a la historia como constructor de
una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y de la única que ha
sobrevivido al paso del tiempo hasta nuestros días. Del grupo de
pirámides de Gizeh, solo la pirámide de Kheops es una de las Siete
Maravillas, aunque la creencia popular sea que se trata del grupo
completo.
La pirámide de Keops también conocida como la Gran Pirámide
destaca sobre el horizonte de la llanura, dejándonos boquiabiertos.
Medía aproximadamente 146 metros de altura y 230 metros de lado
en su base, teniendo un grado de inclinación de 51º. La altura actual
de la pirámide es de 137 metros, obedeciendo su reducción a los
estragos ocasionados por el tiempo. La diferencia máxima entre
caras es de menos de 20 centímetros. Para su construcción se
emplearon 2.300.000 bloques de piedra de 2,5 toneladas en
promedio. La Gran pirámide ocupa una extensión de 5,3 hectáreas
de terreno perfectamente nivelado, y sus caras se encuentran orientadas a los puntos cardinales con un margen
de error de una décima de grado. Todas las pirámides, tienen la misma alineación: están orientadas al norte con
total exactitud.
Los Jardines Colgantes de Babilonia
Fueron construidos en la famosa Babilonia,
llamada Babel en la Biblia, a orillas del río
Éufrates. Una de las leyendas acerca de los
Jardines Flotantes de Babilonia atribuyen su
construcción al rey Nabucodonosor II, el más
famoso de todos los del mismo nombre en el
siglo VI a.C. Además de un gran guerrero y
conquistador, Nabucodonosor fue también un
gran arquitecto, pues Babel tenía varias
construcciones monumentales. Sin embargo, algo
faltaba en esta majestuosa ciudad: todo era
demasiado llano y se podía ver toda la ciudad
desde lo alto. Según la leyenda, esto entristecía
a Amytis, esposa de Nabucodonosor. Ella es una
princesa meda, hija del rey de los Medos y se
crió en montes y colinas exuberantes de vegetación. Su tristeza disgusta al rey, quien ordena traer grandes
piedras y edificar una serie de terrazas escalonadas, en las cuales se deposita la tierra necesaria para plantar
árboles, flores y arbustos.
Sobre los jardines colgantes existe también otra leyenda, que sitúa la fecha de su construcción cinco siglos antes,
a finales del XI a.C. Según esta leyenda, fue la reina Shammuramat, llamada Semíramis por los griegos, quien
construye los jardines.
La existencia de los Jardines Colgantes es también discutida. En las crónicas de las conquistas de Alejandro
Magno, no se los menciona, tampoco en crónicas de visitantes posteriores ni en los escritos Babilónicos de la
época. Sin embargo, el geógrafo griego Estrabón, hace una descripción de los mismos en el siglo I a.C.,
diciendo: “Este consta de terrazas abovedadas alzadas unas sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos.
Éstas son ahuecadas y rellenas con tierra para permitir la plantación de árboles de gran tamaño. Los pilares, las
bóvedas,
y
las
terrazas
están
construidas
con
ladrillo
cocido
y
asfalto.”
Posteriormente, un escritor judío que vivió en el siglo I d.C., describió a los Jardines Colgantes de la siguiente
forma: "Nabucodonosor ordenó levantar cerca de su palacio elevaciones de piedra, darles la forma de montaña y
plantarlas con toda clase de árboles. Por deseo de su mujer instaló además un jardín como los había en la patria
de ella."
Las excavaciones arqueológicas recientes en la ciudad de Babilonia, descubrieron el lugar donde se encontraba
asentado el palacio junto al cual, de acuerdo con algunas crónicas, se encontraban los Jardines.
El templo de Artemisa en Éfeso
Éfeso fue una ciudad griega del Asia Menor. Esta importante ciudad, fue un sitio de culto desde antes que se
establecieran allí los jonios y fundaran la ciudad. Los antiguos habitantes de la región rendían culto a Cibeles,
que luego, al asimilar la cultura griega, se transformó en el culto a Artemisa. Artemisa era una de las
principales diosas de la mitología griega; era hija del dios Zeus, diosa del parto, de la naturaleza y de las
cosechas.
Excavaciones arqueológicas confirmaron
la existencia en el sitio de algunos
pequeños templos, que precedieron al
gran templo construido en el siglo VI a.C.
Según la leyenda, las amazonas se
detuvieron allí para orar a Artemisa, y
levantaron una estatua de la diosa,
cuando se disponían a atacar a Atenas.
Según otra leyenda, quien ordenó
construir el templo fue Éfeso, hijo del
río Cayster, de quien tomaría el nombre
la
ciudad.
El historiador romano del primer siglo
de nuestra era, Plinio el Viejo, escribió
que la construcción de este monumental
templo, duró 120 años y fue dirigida por
varios
arquitectos.
Según Plinio el Viejo, el templo fue
construido mayoritariamente en mármol y contó con 127 columnas de 18 metros de altura, y habría medido 115
metros de largo por 55 de ancho. Al frente tenía una triple fila de ocho columnas, una hilera de nueve columnas
en el fondo y 21 a cada lado. En el interior, para dividirlo en tres naves, también se habrían empleado columnas.
La altura total del templo llegaría a los 20 metros.
Contra la costumbre de la época, el frente del templo estaba orientado hacia occidente.
El 21 de julio del 356 a.C., fecha que coincide con el nacimiento de Alejandro Magno, un incendio destruyó
totalmente el templo. El incendio habría sido desatado por un pastor llamado Eróstrato, quien según los relatos,
estaba loco. Un relato de Valerio Máximo que llega hasta nuestros días dice: "Se descubrió que un hombre había
planeado incendiar el templo de Diana en Éfeso, de tal modo que por la destrucción del más bello de los
edificios, su nombre sería conocido en el mundo entero".
La estatua se Zeus
En la región de Hélade, en el noroeste del Peloponeso, los antiguos griegos erigieron un santuario ofrecido
a Zeus. Eligieron este santuario como sede de los Juegos Olímpicos; juegos deportivos que se realizaban cada
cuatro años en honor a Zeus, con participantes de todos puntos de la Hélade. Tan sagrados y puntuales eran
estos juegos, que se sabe de guerras entre ciudades griegas que se detuvieron por este motivo.
Muchas veces se habla, en forma
errónea de la ciudad de Olimpia,
cuando en realidad se trataba de un
santuario,
compuesto
solo
de
edificaciones destinadas a la adoración
de los dioses y a los juegos.
Los primeros templos, probablemente
fueron construidos en el siglo VII a.C.
Posteriormente, en el siglo V a.C., se
construyó el templo destinado Zeus.
Aunque las fuentes difieren en la
datación del templo, se puede estimar
que fue construido entre los años 470 y
450
a.C.
Otras edificaciones importantes de
Olimpia fueron el hipódromo, la
palestra, el gimnasio y el estadio, en los
que se celebraban las diferentes
competencias de los juegos.
El templo de Zeus fue construido con la
finalidad de albergar se estatua. Ésta,
fue construida por el más famoso de los escultores de la antigua Grecia, llamado Fidias. Fidias debió su fama al
tratamiento del volumen y expresión de las formas humanas, por la utilización del claroscuro y por representar
más la belleza ideal que la realidad.
Lamentablemente, como tantas otras obras de arte de la Antigüedad, nada quedó de la estatua de Zeus. Como en
los demás casos de obras desaparecidas, podemos tener una idea de las mismas a través de los relatos de
escritores de la época.
El Mausoleo de Halicarnaso
En la importante y esplendorosa ciudad estado de Caria del Asia Menor se construyó la monumental tumba en
honor a su rey, Mausolo.
Al fallecimiento de Mausolo, su esposa Artemisa asumió el gobierno de la provincia de Caria y mandó construir
una tumba monumental para su fallecido esposo. Encargó la obra a los arquitectos Sátiros y Piteos, quienes
edificaron una base rectangular de 33 por 39 metros de ladrillos revestida con placas de mármol, sobre la que
asentaron 117 columnas de estilo jónico en doble hilera, que sostenían el techo de forma de pirámide escalonada.
Las columnas jónicas eran más elaboradas que las columnas dóricas, ambas empleadas en la construcción de
templos y palacios en aquella época. En la ornamentación de la tumba, tanto en el esculpido de relieves como en
la confección de estatuas, trabajaron los mejores escultores del mundo griego de la época, confeccionando
además de los relieves más de 400 estatuas para ser incluidas en la edificación; muchos de los relieves tienen
como tema a las Amazonas.
En la cúspide del techo piramidal, se colocó la estatua de una cuádriga
(carro de combate tirado por cuatro caballos), de lo que sobreviven en
museos algunos caballos. La edificación completa llegaba a los
impresionantes
50
metros
de
altura.
La obra fue finalizada en el 350 a.C., tres años después de la muerte de
Mausolo y un año después de Artemisa. Su magnificencia hizo que
Antípatro de Sidón la incluyera en su catálogo de las Siete Maravillas del
Mundo Antiguo, y que se llamara de allí en más Mausoleo a las tumbas
monumentales.
Sin embargo, pocos fueron los que consiguieron disfrutar de la vista de
esta maravilla, ya que es la de menos duración de todas. Dieciséis años
después de su finalización, Alejandro Magno llega a la ciudad en su
campaña contra el imperio Persa. Tal vez influenciado por la traición de
Mausolo a las ciudades griegas en su rebelión contra los persas, destruyó
la ciudad y con ella al Mausoleo. Los restos que quedaban aun en pie,
cayeron en un terremoto ocurrido en el año 1404.
El conocimiento que en la actualidad se tiene del Mausoleo de Halicarnaso, proviene en parte del libro que sobre
él escribieron los propios arquitectos Sátiros y Piteos, recogido por el historiador romano Plinio el Viejo.
El Coloso De Rodas
En el 277 aC fue construida la última de las maravillas del
mundo antiguo. En el mar Egeo, a 18 kilómetros de la costa se
encuentra la más importante de las islas Espóradas: Rodas.
Importante porque su ciudad, del mismo nombre, es la capital
del Dodecaneso, archipiélago compuesto por una veintena de
islas. La situación geográfica de Rodas es privilegiada para
comerciar con Grecia, el Asia Menor e incluso Egipto, y gracias
a eso se convirtió en el centro comercial más importante del
Mediterráneo Oriental.
Por ello no fue extraño que alguna potencia de la época
ambicionara apoderarse de Rodas, como lo hizo Macedonia. Su
rey, Demetrio I Poliarcetes, conocido por su experiencia en el
arte militar ataca Rodas. Sin embargo, la ciudad resiste los
embates de este temible guerrero, quien finalmente se retira.
Para celebrar este triunfo, la ciudad decide elevar un
monumento memorable a Helios, dios del sol, en su puerto. Así,
el arquitecto Cares de Lindos, discípulo de Lisipo dirige la
construcción de una gigantesca estatua en bronce, a la cual se
denominó el Coloso de Rodas porque flanqueaba la entrada de las embarcaciones al puerto de Rodas, capital de la isla
griega homónima.
La estatua va creciendo, primero el armazón de hierro y sobre él las placas de bronce. Finalmente, cuando la
estatua se termina mide nada menos que 32 metros de altura. Su fama atraerá a viajeros de todo el mundo
antiguo para verlo.
Fue destruida por un temblor de tierra acaecido en el año 224 antes de Jesucristo.
El Faro de Alejandría
Fue una de las grandes maravillas de la antigüedad. Admirado por su belleza y espectacularidad, el Faro de
Alejandría alumbró el navegar de miles de marinos, hasta que un seísmo lo destruyó por completo.
La construcción del Faro de Alejandría comenzó en el siglo III aC, bajo el reinado de Ptolomeo I, y terminó
durante el gobierno de su hijo, Ptolomeo II.
Fue edificado en la parte este de la isla de Faros, a la
entrada de la bahía de Alejandría, para guiar a los
navegantes que se dirigían a la ciudad, convertida en
puerto comercial de carácter internacional y capital
cultural del Oriente conocido.
Además de su indudable valor práctico, el Faro
sorprendía a quienes lo contemplaban con su elegante
arquitectura e increíbles dimensiones. Los
investigadores creen que su base tenía forma de cubo,
la parte media era octogonal, y la más alta cónica.
Medía 117 metros de altura; era la construcción más
alta de la época, y los espejos que había en su parte
superior reflejaban los rayos del sol durante el día, y las
llamas del fuego durante la noche.
Sobre el año 700 de nuestra era se derrumbó su parte
alta, y acabó derruido por completo a comienzos del
siglo XIV a causa de un fuerte terremoto según los
indicios.
El Faro de Alejandría pasó así a la historia como una
de las maravillas del mundo antiguo. Hace poco,
arqueólogos franceses lograron encontrar algunos
fragmentos del viejo faro en el propio puerto de
Alejandría. Tras múltiples estudios de documentos
históricos, los investigadores realizaron una
reproducción digital del Faro, y ahora los estudios se
centran en confirmar la causa exacta de su destrucción.
Actualmente, varios países de la Unión Europea (Francia, Alemania, Italia y Grecia) están dispuestos a incluir el
Faro en el ambicioso proyecto Medistone, concebido para recrear y conservar los monumentos arquitectónicos
de la época ptolomea.
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