¡ESTE ES UN ARTÍCULO DE GENTILEZA! Click para comprar la edición completa Las nuevas tecnologías para explorar en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur: tablets, pantallas táctiles e interactivas. En busca de otras aulas Patricia Guijarrubia Coordina el proyecto colectivo "Parque Avellaneda: Aula a cielo abierto" (CABA) Se destaca el valor de las excursiones, paseos y viajes educativos. Al salir de la escuela –afirma la autora– es posible escuchar otras voces, expresar opiniones, preguntar y preguntarse, tomar contacto directo con obras de arte, con ejemplares de la naturaleza, con fuentes documentales e históricas, con objetos que son parte del patrimonio cultural, con dispositivos lúdicos o interactivos. De este modo se ensanchan los horizontes de los chicos, los docentes y la comunidad educativa ampliada. Estas palabras que siguen buscan despertar la capacidad aventurera y andariega de todo aquel o aquella que es o desea ser docente. Andar y andar… buscando “otras aulas”. Entendiendo “aulas” como espacios de enseñanza-aprendizaje. Buscar “otras aulas” puede incluir, al menos, dos opciones. La primera: trabajar cotidianamente construyendo aulas diferentes a las tra- 42 Revista Novedades Educativas | N° 299 | Noviembre 2015 dicionales. La segunda alude a salir de la escuela para aprender, a través de paseos pedagógicos. Salidas que comienzan en el aula de la escuela, se desarrollan en otro espacio educador (por ejemplo un museo o un parque, entre otras múltiples opciones) y culminan con un regreso enriquecido al aula cotidiana. Salir de la escuela para regresar a ella. En los párrafos siguientes nos aproximaremos a esta segunda opción. Sabiendo que también saliendo de la escuela pueden construirse “otras aulas”, en sus dos significados. Salir de la escuela es construir tramos y tramas. Tramos. Porque un viaje tiene momentos definidos, una etapa de preparación, una de concreción in situ y un regreso. Bienvenida, transcurso y despedida. Idas y vueltas, avances y retrocesos, soles e inclemencias. Tramas. Porque salir del aula para “viajar” implica necesariamente unirse a otras aulas de tal manera de armar urdimbres entre instituciones diferentes que potencial o realmente conformen rutas y redes educadoras; proyectos y planes. Una trama entre las aulas de las escuelas, cuya función fundamental es la educación de las nuevas generaciones y “las otras aulas”, diferentes a las escolares, pero que pueden trabajar asociada y corresponsablemente por la educación de las infancias. Se observa en docentes y estudiantes una expectativa muy positiva al salir de la escuela, viajar y romper la rutina. Salir de la escuela implica, también, regresar a ella luego de haber atravesado calles y avenidas, preguntas y algunas respuestas, sensaciones y emociones. “Excursión”, “paseo” y “salida” son palabras que aluden a un viaje real, en un tiempo y un lugar determinados. Implican movimientos, traslados, una distancia a recorrer. Un salir y un regresar. Si agregamos el término “pedagógico/a”, nos referiremos a aquellas excursiones, paseos o salidas que poseen claros objetivos educativos. El paseo pedagógico… ¿Comienza en la escuela y finaliza allí? ¿Y si comienza cuando los educadores del museo, por ejemplo, lo diseñan? La perspectiva de la mirada puede ser diferente, si parte desde la escuela o desde la institución o espacio que recibe a los alumnos y alumnas. Habrá comienzos, un regreso y múltiples aprendizajes. De funciones y características Las excursiones, salidas o paseos paseos pedagógicos así entendidos cumplen diversas funciones: • Democratizan el acceso a bienes culturales diversos, comunitarios, resguardados en espacios que tienen sus particularidades (museos. parques, plazas, calles, ferias, fábricas, teatros, cines, organismos gubernamentales, etcétera). • Hacen justicia porque dan a cada uno/a posibilidades concretas de salir a conocer otros mundos desde una escuela que invita, abre y ofrece. • Construyen memoria, promueven el ingreso a lugares donde el pasado se hace presente por medio de objetos, fuentes y diferentes narrativas, para recordar y no olvidar, para homenajear, para revalorar. • Reparan y generan condiciones para valorar las producciones culturales y científicas en sus diversas y alternativas manifestaciones. • Despiertan o consolidan vocaciones en tanto son oportunidades para contactarse y dialogar con diferentes profesionales, investigadores, actores, etcétera. Conocer, mirar a los ojos a un viverista, a un paleontólogo, una curadora, un titiritero, un dibujante, una escultora, entre otros, puede contribuir a preguntar y preguntarse por el trabajo, profesión o vocación de esa persona. Más tarde o temprano, la experiencia directa con las personas en sus ámbitos de trabajo, quizá sea de ayuda cuando los chicos se pregunten: ¿Qué quiero ser? ¿Qué quiero estudiar? ¿Qué carrera me gustaría seguir ? • Amplían horizontes porque extienden y a la vez profundizan miradas, incorporan nuevas perspectivas, conocimientos y sensaciones, vivencias y sentimientos. En un mundo de vertiginosas transformaciones, algunos horizontes pueden atomizarse, diluirse, extraviarse, camuflarse y hasta cerrarse. Algunas “nubes cenicientas” reduccionistas, tecnocráticas o individualistas pueden opacar los horizontes hasta hacerlos desaparecer. Cuando Paulo Freire menciona “la nube cenicienta” nos ofrece una metáfora de la ideología fatalista que, buscando la despolitización, reduce la educación a puro entrenamiento, que aniquila sueños. Andar y construir otras aulas, concretando paseos pedagógicos significativos y transformadores, no repetitivos ni perpetuadores, no reproductivistas sino cuestionadores, es alejar la nube cenicienta y extender horizontes. Pensar colectivamente propuestas para ampliar horizontes es una tarea conjunta de corresponsabilidad entre escuelas, comunidad, familias, otros espacios educadores y diversos actores sociales. Instituciones que buscan el bien común, especialmente de las infancias. Si el horizonte, aparentemente es una línea que separa el cielo de la tierra, o una línea imaginaria que limita cuando se lo observa desde una perspectiva alejada, es necesaria una cierta distancia y disposición para ver y apreciar el horizonte. De lo contrario, solo se verán los obstáculos. Será tarea colectiva maximizar las condiciones para ampliar la mirada y apreciar el horizonte de la diversidad cultural, entendiendo los horizontes como posibilidades, como perspectivas abiertas de trabajo conjunto y no paralelo. Si el horizonte es la línea que marca el límite extremo de la tierra o del mar a que alcanza la vista, los paseos pedagógicos pueden contribuir a expandir las fronteras de la escuela, incorporando nuevas miradas y saberes. Las salidas o excursiones como paseos pedagógicos son multidimensionales, ya que articulan como mínimo tres planos o dimensiones: el aula, la institución y la comunidad educativa ampliada. Además son verdaderos termómetros para medir la apertura institucional a la comunidad, al barrio, a la ciudad. Al salir de la escuela es posible escuchar otras voces, expresar opiniones, preguntar y preguntarse, tomar contacto directo con obras de arte, con ejemplares de la naturaleza, con fuentes documentales e históricas, con objetos que son parte del patrimonio cultural, con dispositivos lúdicos y/o interactivos, etcétera. Tramas paso a paso Un primer paso consiste en conocer los espacios que serán visitados. Para ello es fundamental realizar un mapa- www.noveduc.com | Revista Novedades Educativas 43 Materialización de la experiencia al finalizar el paseo pedagógico al Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Construcción de barcos de papel: a babor, sensaciones y a estribor, hallazgos. inventario participativo de los espacios cercanos y no tan cercanos a la comunidad que pueden resultar de interés educativo. Las escalas de este inventario (barrio, distrito, ciudad) dependerán de diferentes factores. Cada escuela podrá confeccionar uno con itinerarios a pie, por ejemplo, pero también cada distrito podrá elaborar uno (o varios), compartiendo la información con los colegas de otras zonas y así llegar a un mapa-inventario de la ciudad. Los programas ciudad-escuela o de pedagogía urbana pueden contribuir altamente a la construcción del mapa-inventario, y convocar para su confección, tanto a docentes como a otros agentes educadores (guías, mediadores de las instituciones por visitar). Estos mapas-inventarios confeccionados participativamente generan verdaderas tramas o redes. Otro paso consistirá en conocer personalmente el espacio por visitar, actividad que puede ser individual, 44 pero también grupal. Es importante propiciar las salidas institucionales, ya que la enseñanza es una actividad institucional (Terigi, 2012, p. 14). Hay escuelas que propician y otras que obturan esta tarea, pero nada es imposible para los docentes andariegos. Habrá que consensuar tiempos para concretar estas actividades anticipatorias que redundarán en grandes beneficios para la escuela, la comunidad, el espacio por visitar, y especialmente para los chicos y chicas. Los pasos o tramos mencionados pueden complementarse con la indagación virtual del lugar de interés, también con la necesaria entrevista a los equipos educativos de los espacios para visitar. A fin de pautar (además de los horarios de llegada y duración del paseo) temas para profundizar, expectativas, actividades previas, in situ y posteriores. Espacios de preguntas y construcción colectiva de respuestas. Revista Novedades Educativas | N° 299 | Noviembre 2015 Un tercer paso necesario es comparar y cotejar los contenidos curriculares que trabajar en cada grado o sala con el patrimonio que alberga y exhibe el espacio por visitar. Para un mismo contenido pueden existir diversos lugares. Por eso, será tarea de los docentes indagar la perspectiva educacional, los fundamentos de las propuestas ofrecidas por las organizaciones para visitar, ponderar, contrastar y, fundamentalmente, elegir. No se trata de indagar solamente qué muestra cada espacio, sino cómo lo muestra, incluso qué no muestra, si la organización incluye diferentes miradas. (Por ejemplo, si se trata de visitar un museo histórico cabe preguntarse si se muestran colectivos de mujeres como hacedoras de la historia). Por ello es necesario contactar y entrevistar al equipo o departamento educativo del espacio educador, Algunos EDI buscan profundizar las salidas pedagógicas como objeto de estudio, como instancias para enseñar contenidos curriculares, aportando a la construcción de herramientas para la selección de espacios, realizando ciertas aproximaciones para la planificación. Reciben diferentes nombres, según la institución y el contenido específico destacado: Pedagogía urbana o ciudadana, Intervenciones en Museos, Escenarios para aprender, Formación de Espectadores, Conociendo la ciudad, Experiencias directas como articulación de lo áulico y lo institucional, solo por nombrar algunos ejemplos. Veamos algunos objetivos respecto de las salidas para los estudiantes de los profesorados de nivel inicial o primaria. Que los docentes en formación: • Conozcan la importancia y enfoque que se les da a las experiencias directas en el currículo escolar. Apreciar e interpelar obras de arte en el Palais de Glace. Llegar con preguntas y volver con algunas respuestas y nuevas preguntas. ya que sus integrantes son generalmente quienes diseñan y efectivizan propuestas para el público escolar. También es importante distinguir si el espacio por visitar ofrece propuestas reduccionistas o estereotipadas u opciones más ricas, basadas en la pedagogía de la pregunta, del asombro y de la construcción colectiva. Por supuesto que se deben tener en cuenta los intereses y preferencias de los chicos y chicas. ¿A dónde quieren salir este año? ¿Por qué? ¿Qué lugares ya conocen? ¿Qué travesías realizaron en años anteriores? ¿Algún paseo en familia para recomendar? Finalmente, debe destacarse que la elección de los espacios debe ser también una decisión institucional (abierta siempre a modificaciones, revisada cada año), trabajo posible de abordar al principio de cada ciclo lectivo o en las jornadas institucionales diseñadas para tal fin. Salidas maestras En los institutos de formación docente, a partir de los nuevos planes de estudio, se han habilitado Espacios de Definición Institucional (EDI). Estos sirven para delinear recorridos formativos atendiendo a necesidades de cada institución. Creados a partir de debates y discusiones institucionales, han ido creciendo y consolidándose con diferentes improntas: desde la educación popular, los lenguajes artísticos, la salud docente, los contextos lúdicos, hasta experiencias directas o espacios relacionados especialmente con los paseos pedagógicos. Constituyen nuevas instancias, distribuidas en los tres campos de formación (específica, general y práctica) que tienden a optimizar la formación de docentes críticos y reflexivos. A su vez en muchas enseñanzas o materias del campo de formación general se incentivan las salidas como instancias de aprendizaje para trabajar ideas básicas o contenidos. • Valoren las experiencias directas como instancias educativas y de democratización de los bienes culturales. • Conozcan y utilicen estrategias de anticipación y planificación de experiencias directas que incluyan diversas formas de plantear múltiples preguntas. • Reconozcan tipos, características y momentos de las experiencias directas. • Diferencien y valoren salidas didácticas como aportes a las ciencias sociales, a las ciencias naturales, al arte y demás áreas. • Construyan soportes para comunicar las experiencias directas a través de diferentes formatos. • Elaboren criterios bien fundamentados para elegir, concretar, evaluar y comunicar las salidas escolares. www.noveduc.com | Revista Novedades Educativas 45 • Conozcan experiencias nacionales e internacionales en relación con las salidas escolares. Se promueven así dos movimientos simultáneos: 2) Por otro lado, íntimamente ligado a su propia trayectoria como estudiantes de nivel superior, coloca a los estudiantes como protagonistas de su propia formación que cruza o entrecruza un trabajo sobre sí mismos/ as y las posibilidades de ampliación de sus propios horizontes, incluso el abordaje de contenidos disciplinares ligados a las ciencias sociales y naturales. Y además aportan nuevos conocimientos y técnicas en el “proceso de transmisión cultural”, que en palabras de Terigi constituyen el contenido sustantivo del trabajo docente (Terigi, 2012, p. 14). 1) Por un lado, los estudiantes tienen la posibilidad de conocer lugares que podrán visitar en un futuro con sus alumnos y alumnas. Al mismo tiempo, aprenden a elaborar criterios para seleccionar los lugares que visitar, planificando actividades para los tres momentos del paseo (antes de la salida, durante su transcurso y después de realizada). Una experiencia muy rica que debería ser vivida por todos los docentes en formación es observar y acompañar a grupos escolares durante algún paseo pedagógico. De este modo, se acercarán a una práctica que requiere ser estudiada y que puede aportar elementos de análisis importantes para la formación inicial: ¿Cómo se prepararon los alumnos/as? ¿Qué trabajo previo realizaron? ¿Qué contenidos trabajarán? ¿Cómo se desempeñan en el recorrido? ¿Qué dificultades se presentan? ¿Cuál es el rol de los familiares acompañantes? ¿Cuál es el rol del guía o mediador? ¿Y el del docente de la sala o grado? En la página web del espacio (museo, parque, exposición, etc.), ¿existen propuestas anticipatorias o guías didácticas? ¿Qué aportan dichas guías? ¿Contienen preguntas de diferentes tipos (informativas, divergentes, de opinión, de síntesis)? Maestros/as de las escuelas y educadores/as de museos (u otros espacios educadores) comparten la función de transmitir culturas con diferencias en cuanto a las condiciones, la franja etaria, la sistematicidad y la evaluación, entre otras. Unos pueden aprender de otros. El diálogo fluido a través de actividades conjuntas puede redundar en prácticas nutricias entre las escuelas y las otras instituciones que visitar. Es importante que los estudiantes de los profesorados puedan salir de las aulas e ir en busca de otras aulas. Así conocer el abanico de lugares posibles, ampliar las posibilidades de elección, construir herramientas para seleccionar, tomar decisiones fundamentadas. Los paseos pedagógicos emprendidos a partir de algunas asignaturas específicas en los profesorados o a través de su profundización en los EDI son valorados por los propios estudiantes como espacios de apertura, intercambio y aprendizaje. Ameritan trabajo conjunto dentro de la misma institución de formación docente en consonancia con espacios similares en otros profesorados. Los paseos pedagógicos permiten construir diferentes tipos de saberes docentes (Tardif, 2004, p. 29): disciplinares, curriculares, profesionales y experienciales. Las preguntas de los estudiantes y la interacción con los Vemos que estos EDI, donde las salidas escolares se abordan como objeto de estudio, propician el ingreso a la complejidad de los mundos del arte, de las ciencias sociales y naturales y de la tecnología, y alejan a los maestros en formación de las miradas simplificadoras, reduccionistas o infantilizantes. 46 Revista Novedades Educativas | N° 299 | Noviembre 2015 guías o educadores de los diferentes espacios museísticos son tierra fértil para producir saberes diversos. Además constituyen una posibilidad de poner en práctica estrategias de selección fundamentada de estos en función de futuras actividades con futuros alumnos y alumnas, pero también contribuyen a enriquecer las propias trayectorias de formación. Y como señala Puiggrós, generar condiciones para valorar las producciones culturales en sus diferentes manifestaciones (Puiggrós, 2013, p. 120). Una forma de contrarrestar las pautas de la cultura hegemónica. Otra forma de ampliar horizontes. De buscar y construir otras aulas en todos los sentidos posibles, tarea posible de las maestras y los maestros que andan y caminan. Bibliografía Puiggrós, A. y Marengo, R. (2013). Pedagogías, reflexiones y debates. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes. Tabakman, S. (2013). Objetos guardados, objetos mostrados. Buenos Aires: Paidós. Tardif, M. (2004). Los saberes del docente y su desarrollo profesional. Madrid: Narcea. Terigi, F. (2012). “Los saberes docentes. Formación, elaboración en la experiencia y en la investigación”. En Saberes docentes: qué debe saber un docente y por qué. VIII Foro Latinoamericano de Educación. Buenos Aires: Santillana. ¿Te interesó el contenido? Hay mucho más en la edición completa Comprar revista en papel y recibirla por correo