SOBRE EL RESPETO A LAS COSAS AJENAS

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SOBRE EL RESPETO A LAS COSAS AJENAS
Presentación del problema
Es importante saber que este tipo de conductas las evidenciamos en algunos niños,
niñas y jóvenes en diferentes contextos. Cabe recalcar que el hecho de que seamos una
comunidad educativa que trabaja en valores no nos deja exentos de este tipo de
problemas. Estamos trabajando con niños, niñas y jóvenes en proceso de formación.
Estudiantes con características diversas, que reflejan en el espacio escolar
comportamientos sociales influenciados por su entorno inmediato, los medios de
comunicación, etc.
Al problema específico de tomar objetos de otros debemos enmarcarlo y relacionarlo
con la edad evolutiva de la persona que lo realiza. Los niños y niñas pequeños no
alcanzan a distinguir que no todas las cosas les pertenecen. Aproximadamente pasados
los 6 años de edad han llegado a entender que no todo les pertenece y conocen lo que es
correcto o incorrecto, sin embargo existen en algunos niños o niñas necesidades o
impulsos mucho más fuertes que se imponen a los conceptos morales en desarrollo,
entre ellos:
•
Necesidades no satisfechas.
•
Estado de fragilidad, como señal de conflictos afectivos-emocionales.
•
Por necesidad de ser aceptados por el grupo.
• En niños con carencia afectiva para llamar la atención de los padres7madres
u otros adultos.
•
Exceso de libertad, lo que le hará pensar que puede tener todo lo que desea.
• Dificultades económicas en la familia, el niño percibe la diferencia entre lo
que tiene él y sus amigos o compañeros. Al niño le atraen poderosamente los
objetos que tienen sus pares.
Es por ello que cuando el problema se suscita en los niños raramente hablamos de
“hurto” o de “robo” porque no lo hacen intencionalmente, con ese afán.
¿Qué hacemos en la escuela?
Prevención
El seguimiento grupal nos da un acercamiento para identificar las características y las
interacciones que se van dando entre sus miembros y las necesidades individuales. En
caso de ser necesario trabajamos individualmente orientando a la familia según las
necesidades detectadas.
Por otro lado los psicólogos de nivel, en el trabajo conjunto con el/la profesor/a
dirigente, estamos atentos a las situaciones que se puedan presentar dentro de la
dinámica del aula. Actuando de manera grupal por medio de diferentes estrategias que
nos lleven a enfrentar el tema.
El trabajo de la hora de Orientación y de Asociación de Clase nos permite reforzar tanto
el desarrollo personal para consolidar la autoestima de nuestros estudiantes, como el
desarrollo social para proporcionarles habilidades sociales de convivencia, y también el
desarrollo de actitudes y valores como son el respeto y la solidaridad, entre otros.
Frente al hecho, ¿qué hacemos en el colegio?
Ahora bien, en el colegio en las situaciones que se han presentado y que se seguirán
presentando, cuando sabemos qué chico o chica lo ha hecho actuamos con un plan de
trabajo conjunto con la familia, el/la estudiante y los docentes, ya que es un tema que
nos compete a todos. Buscamos en este trabajo no estigmatizar al niño o niña, no
culpabilizarlo y buscar las causas que lo inducen a esta conducta. Con el grupo de
compañeros tenemos que trabajar para brindarle contención y seguridad.
Cuando no sabemos qué persona lo ha hecho, el trabajo grupal en muchas ocasiones nos
ha permitido que los objetos aparezcan en el aula o en otro espacio, demostrándonos
que el niño o niña comprendió la situación y enmendó su falta.
Creemos en las relaciones basadas en la confianza y el respeto. No es nuestra práctica
revisar mochilas o maletas. Tampoco creemos que cerrar las aulas con llave es la mejor
solución, evitamos hacer correr rumores porque debemos proteger la integridad de
nuestros niños y niñas. Ningún niño o niña, en su proceso formativo, está libre de
cometer errores y todos los adultos como educadores debemos protegerlo y formarlo.
¿Qué se puede hacer en casa?
La primera medida de prevención es hablar sobre el tema en la familia, incluirlo en el
respeto al otro y por ende a sus cosas.
Educar con el ejemplo. Entre los niños, hay algunos que han tenido "permiso" de algún
adulto para tomar algo que no es suyo, ya sea en el supermercado o en alguna tienda.
Hay adultos que permiten que el niño se lleve algo sin que lo vean, por ejemplo al salir
de la visita a casa de un compañero o familiar, entonces el niño aprende que eso se
puede hacer y no es malo, por lo tanto se torna confusa la distinción entre lo propio y lo
ajeno. También podemos jactarnos de que se equivocaron al darnos el vuelto, nos dieron
de más y no lo devolvemos, evitamos pagar impuestos, compramos objetos robados,
etc.
Y cuando son los propios hijos o hijas los que llevan a casa un objeto ajeno, ropa,
material escolar, una prenda del uniforme que puede incluso estar marcada con otro
nombre, debemos conversar e instarle a devolverlo. La escuela actuará con la discreción
necesaria.
- Lo importante es identificar por qué el niño o la niña, toma cosas que no le pertenecen.
- Decirle que tomar cosas de otros sin su permiso no está bien, que eso afecta a la otra
persona.
- Ayudarle a devolver el objeto.
- Asegurar que el niño no se beneficie del hecho bajo ninguna circunstancia.
- Evitar regaños y mucho enojo.
- Evitar decirle que en el futuro será un ladrón.
- Dejar claro que lo que hizo es totalmente inaceptable dentro de las costumbres
familiares y de la comunidad.
- Hacer conciencia de que lo más importante es la calidad de la persona y no lo que
lleva puesto o tiene. Los niños deben tener lo que sus padres les pueden dar.
- Ser discretos, no exponerlos ante la gente.
- Una vez que el niño ha pagado o ha devuelto el objeto, los padres no deben recordar lo
sucedido, de manera que el niño pueda comenzar “en limpio” otra vez.
- Para un trabajo más estrecho entre escuela y familia, recuerden que cuando haya
actitudes o conductas de sus hijos o hijas que les estén llamando la atención, ustedes
pueden comentarlo con el/la Psicólogo/a del Nivel.
Quito,
diciembre de 2011
Atentamente,
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