Centro Pastoral Afroecuatoriano Guayaquil El Cristo Negro de Daule: Patrono de la Pastoral Afro 2 3 EL CONTEXTO La Pastoral Afro no es ningún invento de nuestros días: el Cristo Negro de Daule fue quien la inauguró - en el siglo XVII - en nuestro país. Sabemos que nuestros antepasados fueron deportados a Ámerica a partir del año 1517, objeto de explotación y de desprecio. “Los negros no tienen alma”, se decía, “y sus religiones son del diablo”. En el sistema esclavista el negro se convirtía en “mercancía humana”, que podía ser vendida y comprada en cualquier momento, y sometida a todo tipo de sufrimiento y de maltrato. En este contexto Jesús se hizo presente de manera concreta para ponerse al lado de su pueblo oprimido. 4 LA HISTORIA Un esclavo acaricia a Cristo La historia del Cristo Negro de Daule está envuelta en la leyenda. Pero una tradición popular muy antigua, que remonta al principio del siglo XVII nos cuenta que en el pueblo de Daule había un Cristo colonial blanco que los españoles habían traído con un barco esclavista. Un día, un esclavo negro llegó de los trapiches a visitar a Cristo. Estaba muy angustiado por su esposa, que se encontraba gravemente enferma. Por eso entró a escondidas en la Capilla y acarició devotamente al Cristo en la cara, pidiéndole por la salud de su mujer. Pero como acababa de regresar del trabajo, tocándolo en la cara lo ensució. El sacristán se dio cuenta y llamó al doctrinero dominico que catequizaba en aquella zona: los dos, escandalizados, decidieron azotar públicamente en la plaza al esclavo, prohibiéndole volver a entrar y a tocar al Cristo. Todos los blancos y mestizos aprobaron los latigazos con que se castigó al pobre esclavo. Al día siguiente, cuando el sacristán abrió la Iglesia, el Cristo había cambiado de color: se había vuelto negro, tal como lo vemos ahora. El Cristo apolillado Después de sesenta o setenta años, el Cristo Negro se había apolillado, y ya se estaba pensando recoger 5 los restos apolillados y quemarlos, al fin de evitar la profanación a la cual se ven expuestas tantas veces las imágenes y estatuas vetustas. Fue en este momento, entre el año 1684 y el año 1694, que Isidro de Veinza y Mora - casi completamente ciego - hizo una promesa: se comprometía a restaurar los restos del Cristo Negro, y al mismo tiempo pedía a Jesús que lo curara. El Señor lo escuchó: don Isidro recuperó la vista y después de poco tiempo presentó al pueblo la nueve Inmagen restaurada del Cristo Negro, la misma que se conserva hoy en día en la Iglesia de Daule. A partir de este momento el Cristo Negro obró muchos milagros, y por eso el pueblo lo llamó “Señor de los Milagros”. La liberación de los esclavos De todos los milagros que obró el Cristo de Daule, sin duda el más importante fue el haber convencido al licenciado Isidro de Veinza y Mora - poco antes de morir - a liberar a sus esclavos. En efecto, un siglo antes de que se aboliera oficialmente la esclavitud en nuestra tierra, Cristo inspiró a don Isidro, al principio del siglo XVIII, a dar completa libertad a una gran cantidad de esclavos. Lo que pasa es que don Isidro - mirando al Cristo Negro se dio cuenta que seguir esclavizando a los negros quería decir seguir encadenando al mismo Jesús, y eso no podía hacerlo. 6 Jesús lo había liberado de la ceguera, y la ceguera más grande es la esclavitud, el no darse cuenta de que somos todos hermanos. El verdadero milagro que quiere obrar el Cristo Negro de Daule, entonces, - hoy como ayer - es abrir nuestros ojos, hacernos ver la realidad con la mirada de Dios, empujarnos a ir en contra de la mentalidad esclavista y racista, y hacernos agentes de justicia y libertad para todos. 7 EL SIGNIFICADO TEOLÓGICO Cristo es negro Cuando descubrió que Cristo se había hecho negro, la primera cosa que pensó el sacristán era que algún esclavo lo había pintado. Por eso intentaron ‘limpiar’ a Cristo, para que volviera blanco, pero mientras más lo limpiaban más negro se hacía. Al final, también el sacristán tuvo que rendirse: Cristo es negro, su color es el color de los oprimidos. Asumiendo el color de los esclavos, en efecto, Jesús quiso decirnos que lo que se hace al negro y a todo oprimido se le hace a Él mismo. Es interesante notar que el Cristo Negro de Daule tiene los pies bien hinchados, llenos de callos, como de una persona que ha caminado durante mucho tiempo sin zapatos. Así eran los pies de muchos esclavos. De esta manera Cristo nos enuncia el primer criterio de una evangelización inculturada, el primer criterio de la Pastoral Afro: para evangelizar al Pueblo Negro hay que asumir su color, su historia e cultura, hay que vivir y sentir lo que vive y siente este pueblo, y hay que tener los pies hinchados como ellos. El negro busca a Jesús No tenemos ulteriores noticias sobre el esclavo azotado en la plaza pública. Probablemente nació 8 en América, como afroamericano de la segunda o tercera generación. Esto significa que pudo haber sido obligado a perder las expresiones religiosas propias de sus antepasados, o simplemente que no las conoció. Lo que sí sabemos es que este esclavo - como la mayoría de los otros negros -, aun sin recibir una catequesis profundizada, se sentía atraído naturalmente hacia el Crucificado. Los blancos no querían que los esclavos tocasen al Cristo, pero los esclavos reconocián en aquel Jesús azotado, maltratado, clavado a la cruz y sangrando con dolor una persona muy cercana y muy parecida a ellos. No sabemos si la esposa del esclavo recuperó su salud, pero sí sabemos que Jesús le dio al esclavo mucho más de lo que pedía: le dio la certeza de que Dios no se olvida de los negros, y que interviene en sus vidas para abrirles caminos de liberación. El Cristo Negro evangeliza a la Iglesia y la sociedad Las personas que azotaron al esclavo no eran ateas, sino que eran los responsables de la evangelización en Daule. Y los que en la plaza principal aprobaron el maltrato al esclavo no eran paganos, sino que eran las personas ‘libres’ que conformaban la sociedad civil de un pueblito cristiano. Interviniendo a favor del esclavo, Jesús quiso 9 mostrar su compasión y su preocupación por la situación del Pueblo Negro en Ecuador. Y quiso decirle a la Iglesia y a la sociedad ‘cristiana’ de aquel entonces que el Evangelio y el látigo son incompatibles, y que la esclavitud no tiene derecho de ciudadanía en una sociedad que de verdad quiera poner en práctica la Buena Noticia. También hoy en día el Cristo de Daule sigue siendo un icono viviente del amor de Jesús por el Pueblo Afro y hoy también nos invita a todos a convertirnos al Evangelio de la justicia y de la hermandad. Como dice una oración popular al Cristo Negro, “En tu cruz nos hermanaste con tus dos brazos abiertos, y en Daule nos enseñaste a rezar el ‘Padre Nuestro’...”. Redescubrir al Cristo Negro Por mucho tiempo el Pueblo Negro de Guayaquil se había un poquito olvidado del Cristo de Daule. Podríamos decir que el Cristo Negro se había un poquito apolillado para nosotros. Con este folleto, entonces, queremos prometer solemnemente que nunca más dejaremos a nuestro Cristo en la polilla, nunca más permitiremos que el mensaje que Jesús lanzó en Daule se quede escondido y olvidado bajo el polvo. Como Misioneros Afroecuatorianos de Guayaquil, 10 proclamamos solemnemente al Cristo Negro de Daule nuestro patrono, y nos comprometemos a llevar su mensaje a la Iglesia y a la sociedad ecuatoriana de hoy. Una fuente de esperanza para todos A partir del siglo XVII el Cristo de Daule ha obrado innumerables milagros en beneficio de muchos fieles: blancos, mestizos y negros. Estamos concientes, entonces, que el Cristo Negro no pertenece exclusivamente al Pueblo Afro, sino que es fuente de sanación y esperanza para todos. El Cristo de Daule nos pide a todos - blancos, mestizos y negros - que pongamos en práctica el Evangelio de la justicia, y que sepamos siempre ponernos al lado del débil y del oprimido. La praxis liberadora que nace de un compromiso enraizado en la Palabra será de verdad fuente de esperanza para todo el pueblo de Dios. Canto: El Cristo Negro En los años 1600 este hecho sucedió, no ocurrió en tierras lejanas sino en el Ecuador. Eran tiempos de colonia tiempos de cañaverales tiempos de caña de azucar y maltratos sin que paren. Ay Cristo, mi cristo Negro, Te hiciste Afroamericano para que todos entiendieran que todos somos hermanos. Gran Señor de los Milagros, bendice a nuestro Ecuador para que toda la gente actúe siempre mejor. Justicia, amor y paz, respeto y mucho perdón, expresiones muy humanas que el hijo de Dios dejó. Ahora queda comprobado que el amor de Dios es grande, no puede estar encerrado en una raza y lenguaje. Jesucristo de mi raza, de nuestra historia tan linda, historia de cimarrones, resistencia y alegrías. Misioner@s Afroecuatorian@s de Guayaquil 12 Centro Pastoral Afroecuatoriano Garaicoa 3614 con Venezuela Guayaquil - Ecuador Tel: 2.443085