Defensor’a de Casaci—n Prov. De Bs. As RECURSO DEL QUERELLANTE $'0,6,%,/,'$' '(/ 5(&8562 '( &$6$&,Ï1 /(*,7,0$&,Ï1 '(/ QUERELLANTE: SALA PRIMERA: No reconocer a la querellante leg itimaci—n para deducir recurso de casaci—n ser’a volver a las desigualdades y exclusiones del antiguo rŽgimen y excluir del control casacional los delitos de acci—n privada, sea que la tŽlesis de la ley 11.982 en punto al recurso de Casaci—n brinda sustento a la pretensi—n del recurrente. La sistem‡tica legal tambiŽn lo otorga. El art. 393 del CPP equipara con relaci—n al debate, l—gica antesala del recurso, el querellante y el acusador pœblico. Adem ‡s el art. 394 del ritual resultar’a vacio contenido en lo que se refiere a la parte recursiva si se hiciera una interpretaci—n literal del art. 421 del m ism o texto legal. A lo dicho se sum a que el debido proceso, garant’a que es debida no solo al imputado sino a todo justiciable ( S a l a I , s e n t e n c i a d e l 2 9 / 6 / 2 0 0 e n c a u s a 7 8 2 : Z a r a t e ), implica el disfrute del derecho a la doble instancia jurisdiccional ( s a l a I I I ; s e n t e n c i a d e l 1 2 / 1 0 / 2 0 0 0 e n c au s a 3423: Cas t r o ) C o n f o r m e S a l a I, s en t en c i a d e l 4 /1 2/2 0 0 1 e n c au s a 10 2 9: B E R U T T I, $ / ,& ,$ (67 + (5 6 5 (& 85 62 ' ( & $ 6 $ & ,Ï 1 U HJ L V W U R G H V HQ W HQ F L D 585/2001. Por otra parte, segœn doctrina y autores m ayoritariam ente decididos, la potestad recursiva en general tanto para el im putado, como para el Ministerio Pœblico Fiscal, como incluso para el querellante, es viable no s—lo porque su tratamiento se halla en cap’tulos com unes a todos ellos, sino porq ue ese derecho a recurrir -que corresponder‡ en principio tan s—lo a quien le sea expresamente acordado, siempre que tuviere un interŽs leg ’tim ose establece tambiŽn con la finalidad de evitar la consagraci—n de errores o defectos trascendentes en el tramite y en las resoluciones, y de ello no parece justo excluir al Ministerio Pœblico Fiscal -com o sujeto procesal legitimado-, puesto que se encuentra expresamente establecido que -de no distinguir la ley entre las diversas partes-, todas tendr‡n ese derecho expedito.&R Q I6DOD,V HQ WHQ F LDG HOHQ F DX VDQ 5X L]+pF WR U $ULHOV5HFX UVR d e Cas ac i— n . No reconocer a la querellante leg itimaci—n para deducir recurso de Casaci—n ser’a volver a las desigualdades y exclusiones del antiguo rŽgimen y excluir del control casacional los delitos de acci—n privada. O sea que la tŽlesis de la ley 11.982 en punto al recurso de Casaci—n brinda sustento a la pretensi—n del recurrente. La sistem‡tica legal tam biŽn lo otorga. El art. 393 del C.P.P. equipara con relaci—n 1 al debate, l—gica antesala del recurso, el querellante y el acusador pœblico. Adem‡s, el Defensor’a de Casaci—n Prov. De Bs. As art. 394 del ritual resultar’a vac’o de contenido en lo que se refiere a la parte recursiva si se hiciera una interpretaci—n literal, tal como lo quiere la Defensa, del art. 421 del m ism o texto legal. A lo dicho, de por si bastante para sustentar el resolutorio que propongo, se suma que el debido proceso, garant’a que es debida no s—lo al imputado sino a todo justiciable ( S a l a I , s e n t . d e l 2 9 / 6 / 0 0 e n c a u s a 7 8 2 , " Z ‡ r a t e " ) , implica el disfrute del derecho a la doble instancia jurisdiccional ( Sala III, sent. del 12/10/2000 en causa 3423, "Castro "). & R Q I 6 D O D , V HQ W H Q F L D G H O HQ F DX V D Q % H U X W W L $ O L F L D Es t h er s / R ec u r s o d e Cas ac i — n (r eg . 585/01) SALA SEGUNDA: En torno a la legitim aci—n subjetiva de los recurrentes, entiendo que, sin perjuicio de que el codig o del rito ha om itido regular su participaci—n en este rem edio, le asiste capacidad para recurrir en los m ismos supuestos y con el mismo alcance que el Ministerio Pœblico Fiscal (art. 452 del CPP) C o n f o r m e Sal a Seg u n d a, s en t en c i a d el 5/02/2002 en c au s a 6104: Vieg as , A lb er to M an u el y Palad h i, Nelid a s / Rec u r s o d e Cas ac i— n (R eg i s t r o 001/2002). Entiendo asimismo que el impugnante se encuentra leg itimado para recurrir. El art. 394 del CPP establece con relaci—n DO SURFHGLP LHQWR SRU GHOLWRV GH DFFLyQ SULYDGD TXH ³UHVSHFWRGH ORVUHFXUVRVVHDSOLFDUiQODVGLVSRVLFLRQHVFRPXQHV´Â Surge clara, entonces, la intenci—n de otorgar recurso al titular exclusivo de la acci—n privada a pesar de que, al regularse tales disposiciones comunes, en el caso de los arts. 452 a 455 del CPP , la ley om ita citar expresamente al q uerellante entre los sujetos leg itim ados para recurrir ante este Tribunal. La Interpretaci—n a favor de la legitimaci—n del querellante con los alcances que la ley la regula para el Ministerio Pœblico Fiscal, entonces, resulta sistem‡tica no solo con las citadas disposiciones del CPP, sino tam biŽn con las g arant’as de los arts. 18 de la Constituci—n Nacional y 15 de la Constituci—n Provincial que ampara a toda persona a quien la ley le reconoce personer’a para actuar en juicio en defensa de sus derechos, sin justificarse diferencia de tratam iento alguno entre el titular de la acci—n puesto por el Estado y el particular, por lo que entiendo, tambiŽn que la facultad debe serle concedida en los m ism os tŽrm inos al titular de la acci—n pœblica. C o n f . S a l a II, d e l v o t o d e l D r .H o r t e l (a d h i e r en D r .C e l e s i a y D r . M an c in i), s en t en c i a d el 1 0 /0 4 /2 00 3 en c au s a 1 1 7 9 s eg u i d a a Cap am ad jian , Gerar d o y o t ro . Rec u r s o d el q u er el lan t e (Reg . 186/2003). 2 Defensor’a de Casaci—n Prov. De Bs. 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