Juicio No - Corte Nacional de Justicia

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JUEZA PONENTE
DRA. ROCIO SALGADO CARPIO
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA - SALA ESPECIALIZADA DE LA FAMILIA, NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA.- Quito, 19 de diciembre de 2012.- Las 11h30.VISTOS: (Juicio No. 383-2012)Practicado el resorteo de causas e integrado legalmente este Tribunal,
pasamos a tener conocimiento del presente proceso, en nuestras calidades de Juezas yJuez de la Sala
Especializada de la Familia, Niñez y Adolescencia.Conoce el Tribunal este proceso que por prestación de
alimentos a mujer embarazada sigue ANGELA MARÍA ANCHUNDIA ESPINOZA, por los derechos que
representa de la menor de edad ANGÉLICA MARGARITA ZAMBRANO ANCHUNDIA contra RAMON
ALEJANDRO LOOR VELEZ, en virtud del recurso de casación presentado por la parte actora, contra el
auto resolutivo dictado por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de
Justicia de Manabí el02 de agosto del 2012, las 11H31, que confirma“…la Resolución motivo de la alzada
que declara con lugar la reclamación que nos incumbe, modificando los rubros a pagarse, los mismos que
son calculados de conformidad con el salario básico legal, en razón de la capacidad económica del
alimentante que ha sido probada…”y contra el auto mayoría de 17 de agosto de 2012, las 14H30, que
atendiendo la petición de revocatoria presentada por la parte demandada procede a“reformar”el referido
auto resolutorio. Al respecto, este Tribunal de Casación de la Sala Especializada de la Familia, Niñez y
Adolescencia hace las siguientes consideraciones: 1. La competencia de esta Sala está asegurada en virtud
de que las Juezas y Juez Nacionales que suscribimos hemos sido debidamente designados por el Consejo de
la Judicatura de Transición mediante Resolución No. 004-2012 de 25 de enero de 2012 y, el Pleno de la
Corte Nacional de Justicia, mediante Resolución de 30 de enero de 2012, nos designó para integrar esta
Sala Especializada, por lo que avocamos conocimiento conforme a lo establecido en el Art. 184.1 de la
Constitución de la República, Art. 189 del Código Orgánico de la Función Judicial y Art. 1 de la Ley de
Casación.2.De conformidad con la Constitución de la República del Ecuador, Art. 76 numeral 7 letra l), que
prescribe:“Art. 76. En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones, de cualquier orden,
se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas (…) 7. El derecho
de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías (…) l) Las resoluciones de los poderes
públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o
principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de
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hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se
considerarán nulos. Las servidoras o servidores responsables serán sancionados.”, las juezas y los jueces
están obligados a declarar, aún de oficio,la nulidad de toda resolución que carezca de motivación, en virtud
de la jerarquía normativa establecida por la Ley suprema, según la cual, “Todas las personas, autoridades e
instituciones están sujetas a la Constitución.- Las juezas y jueces, autoridades administrativas y
servidoras y servidores públicos, aplicarán directamente las normas constitucionales y las previstas en los
instrumentos internacionales de derechos humanos siempre que sean más favorables a las establecidas en
la Constitución, aunque las partes no las invoquen expresamente…”.Consecuentemente, aunque en la
especie, la casacionista al deducir su recurso no alega expresamente la vulneración de la norma
constitucional invocada, ni menciona que la resolución de mayoría dictada por la Primera Sala de lo
Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Manabí, el 17 de agosto del 2012, las
14h30, con la que atendiendo el pedido de revocatoria del auto de 2 de agosto del 2012, las 11H31,
presentado por la parte demandada, reforma dicho auto resolutorio, adolece de nulidad por falta de
motivación, por cuanto ha sido dictado: a) Con fundamento en la petición formulada por el demandado en
la que solicita“REVOCAR vuestro decreto…” “…de fecha Portoviejo, 2 de agosto de 2012…” (las
negrillas nos corresponden), cuando la providencia emanada por la Sala en la fecha indicada no es un
decreto sino un auto resolutorio con fuerza de sentencia en el quese resuelve sobre lo que es materia de la
controversia; b)En aplicación de los Arts. 289 y 290 del Código de Procedimiento Civil que, en su orden,
disponen: “Art. 289.- Los autos y decretos pueden aclararse, ampliarse, reformarse o revocarse, por el
mismo juez que los pronunció, si lo solicita alguna de las partes dentro del término fijado en el Art. 281.”,
“Art. 290.- Los decretos pueden también aclararse, ampliarse, reformarse o revocarse, de oficio, dentro
del mismo término.”, mismos que no son aplicables al caso que nos ocupa, ya que facultan al juzgador a
revocar exclusivamente autos y decretos, entendidos los primeros, según el Art. 270 ibídem, como“…la
decisión de la juez o del juez sobre algún incidente del juicio.”, concepto en el que no encaja el auto
resolutorio materia del pedido de revocatoria, que no decide un incidente suscitado dentro de la causa, sino
lo que es materia principal de la litis (prestación de alimentos a mujer embarazada). Sin tomar en cuenta que
con su accionar no solo contrarió la disposición constitucional referida (Art. 76, numeral 7, literal l) sino
que vulneró las constantes en los Arts. 281 y 276 del Código de Procedimiento Civil, que dice: “La juez o
el juez que dictó sentencia, no puede revocarla ni alterar su sentido en ningún caso; pero podrá aclararla
o ampliarla, si alguna de las partes lo solicitare dentro de tres días.”; y, “En las sentencias y en los autos
que decidan algún incidente o resuelvan sobre la acción principal, se expresará el asunto que va a
decidirse y los fundamentos o motivos de la decisión….”,y,c) Adicionalmente,el Tribunal de instancia al
reformar el auto resolutorio que reconocía en toda su amplitud el derecho a alimentos de la mujer
embarazada, conforme lo establece el Art. 148 del Código de la Niñez y Adolescencia, suprimiendo varios
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de los ítems que éste contempla, limitándolos únicamente a los que le corresponden por parto y lactancia,
contrarió disposiciones expresas de la Ley, que prevé para la mujer embarazada, una serie de garantías que
amparan sobre todo y ante todola vida que está en su seno, ya que de conformidad con nuestro
ordenamiento legal, el derecho constitucional a la vida está protegido desde la concepción misma, así el Art.
45 de la Constitución de la República, establece:“Art. 45 Derecho a la integridad física y psíquica.- Las
niñas, niños y adolescentes gozarán de los derechos comunes del ser humano, además de los específicos
de su edad. El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el cuidado y protección desde la
concepción.”, protección que también está reconocida por el Derecho Internacional, pues son varios los
Tratados de Derechos Humanos, ratificados por el Ecuador y que tienen jerarquía constitucional en virtud
del Art. 425 de nuestra Constitución, que reconocen el derecho a la vida y el derecho de protección a las
mujeres en estado de gestación. Así, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el Art. 3 dice:
“Todo individuo tiene derecho a la vida” y el Art. 25, numeral 2 establece:“La maternidad y la infancia
tiene derecho a cuidado y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de
matrimonio, tienen derecho a igual protección social.”, de igual manera el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, en su Art. 10, numeral 2 determina:“Se debe conceder especial
protección a las madres durante un período de tiempo razonable antes y después del parto.”; la
Convención Sobre los Derechos del Niño reconoce en su Preámbulo la protección del niño“antes y después
del nacimiento”, el Art. 6 dispone que:“Los Estados parte reconocen que todo niño tiene el derecho
intrínseco a la vida. Los Estados partes garantizan en la máxima medida posible la supervivencia y el
desarrollo del niño.”; y en el Art. 18 “Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el
reconocimiento del principio de que ambos padres tiene obligaciones comunes en lo que respecta a la
crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la
responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será el
interés superior del niño.”; en tanto que nuestra Constitución, en su Art. 43 numeral 3 prevé:“Derechos de
la mujer embarazada.- El Estado garantizará a las mujeres embarazadas y en período de lactancia a: 3.
La protección prioritaria y cuidado de su salud integral y de su vida durante el embarazo, parto y
posparto.”, garantía desarrollada por el referido Art. 148 del Código de la Niñez y Adolescencia, que
dispone:“La mujer embarazada tiene derecho, desde el momento de la concepción, a alimentos para la
atención de sus necesidades de alimentación, salud, vestuario, vivienda, atención del parto, puerperio, y
durante el período de lactancia por un tiempo de doce meses contados desde el nacimiento del hijo o hija;
si la criatura muere en el vientre materno, o el niño o niña fallece luego del parto, la protección a la
madre subsistirá hasta por un período no mayor a doce meses contados desde que se produjo la muerte
fetal o del niño o niña.”; y, por el Art. 149 ibídem que, por su parte, sostiene: “Están obligados a la
prestación de alimentos el padre del niño o niña, el presunto padre en el caso del artículo 131 (1), y las
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demás personas indicadas en el artículo 129 (2). Si la paternidad del demandado no se encuentra
legalmente establecida, el juez podrá decretar el pago de alimentos, provisional y definitiva, desde que en
el proceso obre pruebas que aporten indicios preciso, suficientes y concordantes para llegar a una
convicción sobre la paternidad o maternidad del demandado.”Todo lo dicho, no deja duda de que es
obligación del Estado y sus órganos, proteger y garantizar la vida desde la concepción y reconocer el
derecho de las mujeres embarazadas a reclamar las prestaciones necesarias para sufragar los gastos que su
estado de gestación demanda; tanto más si, como en el caso que nos ocupa, esa mujer es una adolescente,
que goza adicionalmente de los derechos que por su edad le franquea la Ley tanto nacional e internacional,
pues tratándose de una adolescente es parte de un grupomerecedor de atención prioritaria, conforme lo
previsto por nuestra Ley Suprema (Art. 44 de la Constitución y 11 del Código de la Niñez y Adolescencia),
que obliga a privilegiar su interés superior, principio integrante del sistema jurídico de protección de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes, que considerándolos sujetos plenos de derechos humanos,
adiciona el sentido de que sus necesidades deben primar al momento de resolver las cuestiones que les
afectan, como ocurre en el caso subjudice, en el que una niña se ve avocada a cuidar y responsabilizarse de
la vida de un hijo. Lo analizado en líneas precedentes torna al auto reformatorio del auto resolutorio de 02
de agosto del 2012, las 11H31 en inmotivado e improcedente, por lo que, este Tribunal de Casación de la
Sala Especializada de la Niñez, Familia y Adolescencia de la Corte Nacional de Justicia, RESUELVE:
DECLARAR LA NULIDAD POR FALTA DE MOTIVACIÓN DEL AUTO REFORMATORIO DEL
AUTO RESOLUTORIO DE 2 DE AGOSTO DEL 2012, LAS 11H31, DICTADO POR LA PRIMERA
SALA DE LO LABORAL, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA DE LA CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA
DE MANABÍ, EL 17 DE AGOSTO DEL 2012, LAS 14H30, debiendo en lo demás estarse a lo resuelto en
auto de 02 de agosto del 2012, las 11H31.-Ofíciese a la Delegación Distrital del Consejo de la Judicatura de
Manabí con la copia certificada de esta resolución, para que adopte las medidas disciplinarias que el caso
amerita en contra de los Jueces que dictaron con voto de mayoría el auto de 17 de agosto de 2012, las
14h30, de conformidad con el artículo 124 del Código Orgánico de la Función Judicial , con costas a su
cargo, regulándose los honorarios profesionales del abogado defensor de la parte actora en doscientos
dólares de los Estados Unidos de América. Actúe la Dra. Patricia Velasco Mesías, como Secretaria
Relatora encargada en virtud de la Acción de Personal No. 384 DNP de 8 de febrero de 2012.Notifíquese.-F) Dra. Rocío Salgado Carpio, JUEZA NACIONAL, Dr. Alfonso Asdrúbal Granizo Gavidia,
JUEZ NACIONAL, Dra. María del Carmen Espinoza Valdiviezo, JUEZA NACIONAL y Dra. Patricia
Velasco Mesías, SECRETARIA RELATORA (E), que certifica. F)
Dra. Patricia Velasco Mesías,
SECRETARIA RELATORA.
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CERTIFICO:
Que las tres (3) fotocopias que anteceden son tomadas de sus actuaciones originales constantes en el juicio
especial No. 383-2012 PVM (Recurso de Casación) que sigue ANGELA ANCHUNDIA ESPINOZA
contra MANUEL LOOR VELEZ. La razón que antecede no contiene enmendaduras ni borrones.- Quito,
19 de diciembre de 2012.
Dra. Patricia Velasco Mesías
SECRETARIA RELATORA (E)
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