El Referendo sigue acumulando irregularidades y delitos

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El Referendo sigue acumulando irregularidades y
delitos
Gabriel Bustamante Peña
Asesor jurídico político Corporación Viva la Ciudadanía
Hoy toda Colombia sabe que Yidis y Teodolindo están en la cárcel por recibir
puestos y dinero para aprobar la primera reelección del presidente Uribe; de igual
forma sabe todo el país que funcionarios públicos como el secretario General de la
Presidencia Bernardo Moreno Villegas o el ministro de la Protección Social Diego
Palacio, que ofrecieron las corruptas dádivas a cambio del voto para modificar el
articulito, gozan de total impunidad y siguen en la misma compraventa
parlamentaria a favor de una segunda reelección.
Sabe también Colombia que el Gobierno Nacional sacrificó la dignidad de la
Nación, al ordenar hundir en último debate la reforma política que implicaría la
salida del Congreso de representantes del paramilitarismo, el narcotráfico y lo peor
del crimen organizado, porque la medida por necesaria que fuera para salvar el
Parlamento y la democracia colombiana, daría al traste con las mayorías que
mantiene el gobierno en la coalición parlamentaria. Coalición hoy encargada de
aprobar el referendo constitucional que permitirá la segunda reelección de Uribe.
Hoy conoce toda la opinión pública que el mismo trámite de las firmas del
referendo, su texto, su financiación y hasta su promotor principal, hacen que la
iniciativa parezca más que un mecanismo de participación popular, un concierto
para delinquir. En todos los medios se mostró que Luís Guillermo Giraldo, gerente
y promotor del referendo, conocido de autos por el “robo a Caldas” ha sido
llamado por la Fiscalía por fraude procesal, el Consejo Nacional Electoral lo
investiga por violación a los topes de campaña y posiblemente termine involucrado
junto a los donantes por falsedad en documentos públicos, entre otros delitos.
Además, es ampliamente conocido que hasta David Murcia Guzmán y su
incómoda comercializadora DMG, aportaron a la campaña del referendo, que
como el propio Murcia confesó, le entregó cinco mil millones de pesos en dinero y
en especies, acto en el que involucra no sólo a Giraldo sino a el ex asesor
presidencial José Obdulio Gaviria y al propio presidente Uribe. En este caso no
estaríamos hablando de un simple ocultamiento de contabilidad, ni de sobrepasar
los topes, ni de engañar a las autoridades electorales y judiciales sino de lavado
de activos, que es el delito por el cual se pretende extraditar a Murcia a Estados
Unidos.
También conoció la Nación, gracias a la minuciosa investigación de la revista
Semana, la maraña delincuencial en la cual entraron sin control algunos dineros
de diversas procedencias, donde se violaron los topes que se establecen para
proteger las iniciativas ciudadanas de la injerencia de intereses empresariales
hegemónicos -como la millonaria donación hecha por el canal RCN en pleno
proceso licitatorio o las diversas donaciones realizadas por constructores,
concesionarios y contratistas del Gobierno- o peor aún, de posibles intereses
criminales como el narcotráfico. Cartel que incurrió en diversos delitos a través de
la Fundación Primero Colombia para inducir al error a la Registraduría, al Consejo
Nacional Electoral y a la misma Dian que terminó exonerando de impuestos a los
donantes porque sus aportes a la campaña reeleccionista de Álvaro Uribe fueron
reportadas como donaciones a las víctimas del conflicto armado en Colombia.
Cartel que sobornó funcionarios de la Registraduría para obtener información
confidencial de las personas registradas en el censo electoral.
Hoy en un dantesco espectáculo, el referendo sigue su curso con 86
parlamentarios investigados por la Corte Suprema de Justicia por votar
ilegalmente el referendo, a los cuales el Gobierno les ha dispuesto abogados
expertos en marañas políticas que idearon un carrusel de impedimentos y
negaciones de los mismos en plenaria, previamente concertado en la coalición de
Gobierno, para burlarse de la Corte y el país.
Hoy conoce Colombia del trueque de notarías por el voto de congresistas para la
reelección, denunciado por el propio ex superintendente de Notariado y Registro
Manuel Cuello Baute, quien dice que al menos 30 parlamentarios fueron pagados
en su voto con la adjudicación de estas oficinas donde se vela por la fe pública.
Fruto de esta denuncia la Corte Suprema de Justicia allanó la residencia del
parlamentario conservador Alirio Villamizar, encontrándole cerca de mil millones
de pesos en efectivo y una libreta que da cuenta de sus cuotas políticas en el
Gobierno.
Alirio Villamizar es uno de los denunciados por Rafael Pardo por firmar la
conciliación de la reelección y luego confesar su impedimento para la votación en
plenaria a sabiendas de que se había pactado en la coalición su no aceptación
para acabar de burlar la ley. El voto de Villamizar, untado por más de mil millones
pesos, será definitivo en la aprobación del referendo.
Y lo peor, hoy el país sabe que Guillermo León Valencia, ex director de Fiscalías
de Antioquia, era una ficha del narcotráfico y del paramilitarismo y por eso reposa
en una cárcel, mientras su hermano y padrino político, al cual le debe su paso por
el ente investigador, el ministro del Interior y de Justicia Fabio Valencia, ejerce
como capataz del Congreso arriando vulgarmente la votación del referendo con
chantajes, puestos, contratos y dinero; en una época donde los parlamentarios,
dadas las próximas elecciones a Congreso del mes de marzo, son especialmente
vulnerables fruto de sus propias reelecciones.
Con la Corte Suprema de Justicia amenazada, con los ahora conocidos planes de
asesinar a congresistas de la oposición y magistrados, con las interceptaciones y
seguimientos del Das a las personas y organizaciones contrarias al Presidente y
con toda la ola actual de corrupción que vive Colombia por la perpetuación en el
poder del presidente Uribe, la parte del país que es medio consciente de lo que ha
pasado y está pasando, debe estar temblando de pavor ante las palabras
captadas en la Black Berry de Uribito y del secretario General de Presidencia
Bernardo Moreno de que “Ahora si me va a tocar caer a estrategias bajas por
Uribe”.
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