6 de octubre FICHA TÉCNICA Dirección: Arthur Penn País: USA Año: 1967 Duración: 107’ Interpretación: Warren Beatty, Faye Dunaway, Michael J. Pollard, Dub Taylor, Gene Wilder, Gene Hackman, Estelle Parsons, Denver Pyle, Evans Evans Guión: David Newman y Robert Benton Música: Charles Strouse Producción: Warren Beatty EN POCAS PALABRAS Eran jóvenes, estaban enamorados, y robaban bancos. SINOPSIS Clyde Barrow (Warren Beatty), un atracador de bancos de poca monta, ha salido de prisión. En plena depresión de los años 30 vuelve a asaltar bancos. Conoce a Bonnie Parker (Faye Dunaway), una chica de pueblo que se siente aburrida y le acompaña. Mientras por una parte desarrollan sentimientos, juntos protagonizan una escalada de atracos y crímenes cada vez más brutales, dejando en sus huidas tras de sí una estela de violencia y de sangre. ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES En un principio, la labor de Warren Beatty en el proyecto de la película era meramente la de productor. Durante esa fase, su intención era que Shirley MacLaine (hermana de Beatty) interpretara a Bonnie Parker. Sin embargo, cuando él asumió también el papel de Clyde Barrow, esta idea fue desestimada por razones obvias. Siempre se especuló acerca de la bisexualidad del Clyde Barrow real, y la intención inicial de Beatty fue reflejar esto en el personaje. Sin embargo, Penn le convenció para abandonar la idea; en su lugar, el personaje de Clyde en el film sufría de impotencia. El automóvil Ford en el que murieron Bonnie Parker y Clyde Barrow se encuentra en un museo de la pequeña ciudad de Primm (Nevada), a unos 60 kilómetros al sur de Las Vegas. La célebre pareja de asaltantes fue emboscada el 23 de mayo de 1934 por cinco policías que los acribillaron a tiros en una zona rural de Louisiana. Bonnie recibió 50 balazos; Clyde tenía más de veinte impactos. El poema que Bonnie lee cuando la policía abre fuego en el piso es “La historia de Sal la Suicida”, escrito por la verdadera Bonnie Parker en 1932. Éste y otros poemas escritos por Parker se pueden encontrar en http://texashideout.tripod.com/poem.html. TOMA NOTA Antes de encargarle la dirección de la película a Arthur Penn, Beatty consideró seriamente a François Truffaut y JeanLuc Godard. La nouvelle vague estaba en pleno apogeo (Truffaut había estrenado recientemente Jules et Jim y La piel suave; Godard, Pierrot le fou), y ambos fueron finalmente desestimados. Tras abandonar el proyecto, Truffaut se dedicó a adaptar la novela de Bradbury Farenheit 451. Penn declaró en su momento, frente a las críticas que lo acusaron de idolatrar a una pareja de asesinos, que “cada tiempo crea a sus propios mitos y héroes”. Indudablemente: Bonnie y Clyde son ejemplo de ello. Además, Penn, fiel receptor del estado emocional en el que vivían los Estados Unidos a finales de los 60’s, no podía menor que ver con cierta simpatía a este par de amorales rebeldes que simbolizan —contra su voluntad–los profundos problemas que sufría la América de la Depresión y, 30 años después, la América de Vietnam y el asesinato de JFK. Por otro lado, queda claro para cualquier espectador atento, que la película dista mucho de admirar sin más a sus personajes. El juicio que la propia cinta hace de ellos es implacable. Por estupidez, por crueldad, por ambición, Bonnie y Clyde se convierten en criminales. Por lo mismo, se convirtieron en perdurables leyendas de su tiempo. Durante las escenas de acción, el volumen de la banda sonora de la película sube deliberadamente para intensificar su efecto dramático. COMENTARIO, por Juan Francisco Fernández (www.alohacriticon.com) A partir de unos personajes reales y con un sólido guión de David Newman y Robert Benton (posteriormente también realizador de títulos interesantes como "Kramer contra Kramer"), Arthur Penn crea una rotunda obra maestra. La habilidad de Penn a la hora de manejar a sus personajes en su debido momento es sobrecogedora y demuestra su increíble capacidad narrativa para ocupar sin altibajos las casi dos horas que dura el filme a pesar de lo escaso de su historia. Penn usa aquí un estilo más propio del cine europeo que del norteamericano de aquella época con secuencias de una delicadísima intensidad y una fotografía realmente soberbia (esta última galardonada con un Oscar). El habilidoso director es capaz de filmar una escena de amor entre Bonnie & Clyde con la misma habilidad y maestría que un atraco a uno (de los muchos) bancos es robado por la pareja. Y todo ello aderezado con un toque tan personal como innovador. La pareja protagonista, tanto Dunaway en el papel de Bonnie y Beatty en el papel de Clyde, es maravillosa y no se me ocurriría alguna otra pareja de aquel entonces para encarnar a dichos personajes. Parece como si ambos personajes hubieran sido escritos para ellos. También es digno de mención el trabajo de Gene Hackman que, aunque escaso en metraje, es muy de agradecer respecto a interpretación. Mención aparte el personaje de la histérica cuñada de Clyde, encarnado por una Estelle Parsons que fue premiada en los Oscars de aquel año como mejor actriz secundaria. La sensación de encontrarnos ante un Romeo y una Julieta incomprendidos por el mundo que les rodea, rebelándose finalmente contra el propio sistema que les limita, es simplemente maravillosa, siendo la base de una historia con mucha fuerza que mezcla violencia, humor (propiciado por la primera aparición de Gene Wilder en la gran pantalla) y una cierta cantidad de erotismo y dramatismo. En su desarrollo vamos viendo (como si de una especie de Road-Movie se tratara) cómo estos dos rebeldes se organizan poco a poco y cómo, a medida que va pasando el tiempo, su relación se va estableciendo más y más. Penn introduce muchas secuencias de robos y asaltos, pero lo hace con sabiduría, sabiendo que después de estas escenas, es necesario profundizar en la personalidad e indagar en los intereses de cada personaje, salvando esta película del género de acción y transportándola a un género que va mucho más allá: el melodramático. Además se sirve del contexto de la película (Estados Unidos, años 30) para hacer una auténtica recreación de como era el país por aquel entonces. Cualquier halago es poco, "Bonnie & Clyde" supone en mi opinión una de las mayores joyas que ha propiciado el cine americano en los últimos 50 años y una de las obras cumbres del cine gansteril (al que tanto amo), a la altura de títulos tan destacables como "Scarface", "El Padrino" (ya posterior a esta película) o "Uno de los Nuestros" (como pueden comprobar, auténticas palabras mayores de este tipo de cine). Sin duda alguna esta película no envejece con el paso del tiempo y se mantiene fresca e impactante como en el primer día, lo que propiciará que posteriores generaciones podrán verla sin reparos y sin que les importe mucho el hecho de que estén viendo una película "carca" (así podrían descubrir que el cine va mucho más allá de películas como "A todo Gas", "American Pie" y todas sus respectivas secuelas). Una auténtica obra maestra que eleva al cine a la categoría de arte en estado puro.