Perdición

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y
Perdición
(Double Indemnity)
Film Noir
Nº 222 (ABRIL 2008)
SINOPSIS
En la ciudad de Los Angeles, un agente de una compañía de seguros y
una cliente traman asesinar al marido de esta última para así cobrar
un cuantioso y falso seguro de accidentes. Todo se complica cuando
entra en acción el investigador de la empresa de seguros, Barton
Keyes.
FICHA ARTÍSTICA
Walter Neff .......................................................... FRED MACMURRAY
Phyllis Dietrichson ........................................... BARBARA STANWYCK
Barton Keyes ................................................. EDWARD G. ROBINSON
Mr. Jackson ................................................................. PORTER HALL
Lola Dietrichson ........................................................ JEAN HEATHER
Mr. Dietrichson ............................................................ TOM POWERS
FICHA TÉCNICA
Duración........................ 106 min
Nacionalidad........................ USA
Año de Producción .............. 1944
(Blanco y Negro)
Dirección ............. BILLY WILDER
Productora ...............PARAMOUNT
Productor..... BUDDY G. DESYLVA
Guión .......RAYMOND CHANDLER
............................. BILLY WILDER
EL DIRECTOR: BILLY WILDER
Samuel “Billy” Wilder nació en Sucha (Viena), el 22 de Julio de
1906. Tras un tiempo como reportero en un periódico vienés, llegó al
cine como guionista. Por ser judío, Wilder huyó en 1933 a Paris,
donde debutó en la dirección con Curvas Peligrosas (1934). Al poco
Wilder partió hacia EEUU, donde comenzó trabajando de guionista.
En esta época inició su colaboración con Charles Brackett en películas como Ninotchka (1939, Ernst Lubitsch) o Bola de fuego (1941,
Howard Hawks). El mayor y la menor (1942) supuso su segundo
trabajo como director, y el primero en EEUU. La consagración le
llegó con Perdición (1944), siendo Días sin huella (1945) su siguiente trabajo de importancia, por el que obtuvo dos Oscar. En 1950,
Wilder realizó El Crepúsculo de los dioses, al que crítica lanzó directamente al olimpo de las obras maestras. El gran carnaval (1951)
supuso su primer fracaso. En 1954 rodó una deliciosa comedia:
Sabrina. En esos años Wilder realizó dos comedias con Marilyn
Monroe: La tentación vive arriba (1955) y Con faldas y a lo loco
(1959), que fue el segundo trabajo de Wilder con I.A.L.Diamond, con
quien ya había colaborado en el guión de Arianne (1957). Tras Uno,
dos, tres (1961) dirigió Irma la dulce (1963), uno de sus mayores
éxitos. En 1974, regresó a sus años de duras críticas con Primera
plana. Aquí un amigo (1981) fue el último trabajo de Billy Wilder,
que murió en Los Angeles, en marzo de 2002.
FILMOGRAFÍA PRINCIPAL DEL DIRECTOR
1934
1942
1944
1945
1950
1951
1953
1954
1955
Curvas peligrosas
(Mauvaise graine)
El mayor y la menor
(The major and the minor)
Perdición
(Double indemnity)
Días sin huella
(The lost weekend)
El crepúsculo de los dioses
(Sunset Boulevard)
El gran carnaval
(Ace in the hole)
Traidor en el infierno
(Stalag 17)
Sabrina
(Sabrina)
La tentación vive arriba
(The seven year itch)
1957
1957
1957
1959
1960
1961
1963
1974
1981
Ariane
(Love in the afternoon)
Testigo de cargo
(Witness for the prosecution)
El héroe solitario
(The Spirit of St. Louis)
Con faldas y a lo loco
(Some like it hot)
El apartamento
(The apartment)
Uno, dos, tres
(One, two, three)
Irma la Dulce
(Irma la douce)
Primera plana
(The front page)
Aquí, un amigo
(Buddy, buddy)
Fotografía ............JOHN F. SEITZ
Montaje ........ DOANE HARRISON
Vestuario ................EDITH HEAD
Música ...............MIKLÓS RÓZSA
........... VICTOR SCHERTZINGER
COMENTARIO
Perdición es la primera adaptación al celuloide de una novela de
James M. Cain. El título en inglés es Double Indemnity, un título
mucho menos sugerente que el español y más cercano al mundo de
las aseguradoras en torno al que gira la trama. Cain se había
inspirado en un hecho real y la había publicado por episodios en
una revista de la época. Aunque su adaptación al cine era más que
previsible, el autor nunca se planteó adaptarla él mismo, puesto que
su trabajo como guionista hollywoodiense le comprometía con otros
proyectos y, además, su faceta como guionista le reportaba más
sinsabores que alegrías. Por otra parte, se suponía que El cartero
siempre llama dos veces (1946, Tay Garnett) iba a ser la primera
adaptación al cine de una novela de Cain, quien veía que el rodaje
se posponía indefinidamente. Billy Wilder leyó Double Indemnity en
dos horas y, desde el principio, tuvo claro que la rodaría. Varios
eran los problemas que se le planteaban. Para empezar, los
protagonistas. Barbara Stanwyck aceptó, no sin antes enfrentarse a
los temores del paso de sus papeles de heroína a asesina sin
escrúpulos. El protagonista masculino fue más difícil de conseguir.
Varios actores (Alan Ladd, Spencer Tracy, Gregory Peck,…)
rechazaron el papel por diversos motivos y, aunque Fred
MacMurray tampoco accedió a la primera, posiblemente tuvo el
mayor acierto de su carrera al aceptar este papel (y no hay que
olvidar que volvería a interpretar a un personaje alejado de su
registro habitual amable en 1960, en la obra maestra de Billy
Wilder, El apartamento). Definitivamente, la elección de los
protagonistas fue un acierto. Tener de protagonista a MacMurray
nos hace ver cómo un hombre, inicialmente bueno, aspira a ser
malo. Por otra parte, el personaje de Barbara Stanwyck es percibido
como malo desde el principio. Aparece con una cadena dorada en
uno de sus tobillos y una peluca rubia absolutamente imposible,
con la que Wilder buscaba destacar el fracaso de sus ambiciones,
su falsedad y su vulgaridad sexual. Es una femme fatale de manual,
aunque la peluca resulte, cuanto menos, chocante. De hecho, uno
de los productores llegó a exclamar: “¡Contratamos a Barbara
Stanwyck y a cambio tenemos a Cristóbal Colón!”. Sin embargo,
rrrrr
Perdición no sería la misma película sin Barbara Stanwyck y su
peluca. Otro de los aciertos del film es el uso de la voz en off (que
Billy Wilder consideraba una forma de resumir muchas páginas de
guión), un recurso que volvería a usar en otras películas, y que aquí
está más que justificada, puesto que la película es un gran
flashback. La ambientación es otro punto a favor de la trama. El
espectador percibe lo sucio y decadente del entorno en que se
mueven los protagonistas, comprende su necesidad de salir de ahí.
En cuanto al guión, es indudable que tener a Raymond Chandler de
coguionista garantizaba el éxito de los diálogos. Lo cierto es que Billy
Wilder tenía la intención de trabajar con su guionista habitual en
esa época (Charles Brackett), pero Brackett no consideraba
moralmente aceptable que el público estuviese de parte de los
asesinos. Sin desmerecer el trabajo de Brackett, tener a Chandler
(creador de Philip Marlowe) como guionista ha ayudado a que
Perdición sea uno de los hitos del cine negro, y eso a pesar de que
Wilder definió su relación como “odio a primera vista”. Una vez
estrenada la película, Cain quedó encantado con la adaptación y
consideró que el final del largometraje era mucho mejor que el de la
novela. En realidad, Wilder había rodado otro final, mucho más
elaborado desde el punto de vista de la producción, y que consistía
en presenciar el camino del protagonista hasta el momento previo a
su ejecución en la cámara de gas. El final que hoy conocemos
humaniza al protagonista, que ha decepcionado a su amigo e
investigador del fraude (un estupendo Edward G. Robinson).
Perdición se convirtió en un clásico desde su estreno y obtuvo siete
nominaciones a los Oscar. Finalmente, no consiguió ninguna
estatuilla y fue desbancada ese año por Siguiendo mi camino, de Leo
McCarey, una película de curas y monjas en la que todo es bondad.
Perdición supone casi el inicio de uno de los argumentos recurrentes
en el cine negro, aquel en el que un hombre más bien mediocre se
convierte en víctima propiciatoria de una mujer calculadora (la
femme fatale), a la que sólo con ver en la primera escena ya sabemos
que arruinará la vida del protagonista. ¡Y qué gusto poder verlo!, y si
es rodado por Billy Wilder, mucho más.
SOBRE EL REPARTO
FRED MACMURRAY
BARBARA STANWYCK
Nacido en Illinois el 30 de Agosto de 1908 estudió música e intentó
ganarse la vida como saxofonista, pero tras una gira llega a
California donde abandona la música para empezar su carrera como
actor, en un principio como figurante, hasta que en 1935 firma un
contrato con la Paramount y trabaja en su primer protagonista The
Gilded Lyly dirigida por Wesley Ruggles. En su siguiente película
trabajará con Katherine Hepburn en Sueños de Juventud dirigida
por George Stevens. Durante los años treinta sigue con las
comedias pero a partir de 1940 comienza también a intervenir en
Western, en dramas y en cine negro demostrando su versatilidad
como actor, destacando en películas como Recuerdos de una noche,
Demasiados maridos, capricho de mujer, Ella y su secretaria y una
vez más con Liesen de director en No hay tiempo para amar. Pero la
película por la que será recordado será la dirigida por Billy Wilder
en 1943, Perdición, acompañado por el genial Edward G. Robinson
y la siempre intrigante Barbara Stanwyck. En los años cincuenta su
estrella se fue poco a poco apagando y le vemos en producciones
menores o de secundario. En 1954 rodará la casa 322 película de
Richard Quine en la que realizaba un personaje muy similar al de
Perdición, y en 1955 sería uno de los protagonistas de Horizontes
Azules de Rudolph Mate junto con Charlton Heston y Donna Reed,
donde se recreaba la famosa expedición de Luisiana. En 1960
trabajaría en El Apartamento, película magistral de Billy Wilder y en
la que MacMurray es el malvado jefe que se aprovecha de Jack
Lemmon para seducir a la bella ascensorista interpretada por
Shirley MacLaine. En los años sesenta MacMurray protagonizara un
par de largometrajes para la Disney. Antes de morir en 1991
trabajaría en una última película: El enjambre (1978) de Irwin Allen.
Nacida en Nueva York el 16 de Julio de 1907, comenzó trabajando
de telefonista, y como corista en distintos espectáculos de vodevil.
Posteriormente conseguiría trabajar en Broadway, donde conoció a
su primer marido, el polémico actor Frank Fay, y con el que se fue a
Los Ángeles para intentar comenzar una carrera en el cine. Se dice
que el guión para la película Ha nacido una estrella, de William A.
Wellman está basado en su conflictivo matrimonio y la obsesión de
su marido por convertirla en una estrella. Su primera película en el
cine fue Broadway Nights, en el año 1927. Colaboró en muchas
películas con Frank Capra, como Mujeres ligeras o Amor prohibido,
ambas del año 1932. Después de algunas otras películas, con directores como John Ford, su primer gran papel llega con la película
Stella Dallas, de King Vidor, en el año 1937, con la que lograría su
primera nominación a los Oscar. El mayor éxito de su carrera le
llegó en el año 1944, con la película Perdición, dirigida por Billy
Wilder, e interpretada también por Fred MacMurray y Edward G.
Robinson. Su magnífica interpretación le valió su tercera nominación al Oscar, pero tampoco resultó galardonada ya que era el año
en que Ingrid Bergman lo ganó por Luz que agoniza. Posteriormente
a este gran personaje, hizo otras películas también memorables,
como El extraño amor de Martha Ivers (1946), de Lewis Milestone, o
Voces de muerte (1948), de Anatole Litvak. Durante los años 1950 y
los años 1960 hizo bastante televisión, tuvo su propio programa, que
le valió un premio Emmy, aparte de colaborar en diversas series.
Más recientemente, también participó en El pájaro espino. Finalmente le fue otorgado el Óscar honorífico en el año 1982 que dedicaría a su gran amigo William Holden, que acababa de fallecer. Murió
a los 82 años de edad en su casa de Santa Mónica.
LA CRÍTICA OPINA
“Lo que subyace a lo largo de Perdición es un espíritu de patetismo que caracteriza inconfundiblemente a los seres que pueblan todos los
films de Wilder. Phyllis confiesa a Neff tener el alma podrida, pero esto no la diferencia de los demás personajes wilderianos, verdaderos espectros vagando en un mundo de miseria humana que muy poco tiene que ver con el tan ansiado sueño americano”.
Susanna Farré-Miradas de Cine
www.auladecine.ulpgc.es
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