la enseñanza del ingles con propositos especiales. teoría y practica

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LA ENSEÑANZA DEL INGLES CON
PROPOSITOS ESPECIALES. TEORÍA Y
PRACTICA
Lic. Zulma Caballero H.
algún estudio académico o profesional, por ejemplo,
ingeniería, medicina, leyes. Esta área del saber, o
“campo” de la enseñanza del inglés tiene dos
características
importantes
que
influyen
directamente sobre la metodología que se utiliza
tanto para la producción de materiales de
enseñanza como para las actividades de clase.
Esas características son:
Version libre al
español de “The
teaching of English
for
Special
Purposes; Theory
and Practice” de R.
Mackay y A. J.
Mount Ford.(1)
a) la estrecha relación de la enseñanza del inglés
para propósitos especiales con los estudiantes
adultos, o por lo menos estudiantes que han
terminado secundaria, y b) el importante papel de
auxiliar que el idioma inglés está llamado a
desempeñar en esos estudios. Los estudiantes
necesitan el inglés como un instrumento para poder
leer material de las otras asignaturas o como un
medio para desempeñar un papel dentro de la
sociedad o en el trabajo, ya sea como científico,
tecnólogo, técnico, etc.
Lic. Zulma Caballero H.
1. La Enseñanza del Idioma Inglés y del Inglés para
Propósitos Especiales.
Durante más de diez años la expresión “idiomas
para propósitos especiales” ha aparecido
frecuentemente en los escritos relacionados con la
enseñanza del idioma inglés. Generalmente se
utiliza para referirse a la enseñanza del inglés que
tiene un propósito netamente utilitario. Es decir, su
utilidad con relación a una necesidad ocupacional,
por ejemplo, para operadores de teléfonos
internacionales, pilotos de líneas aéreas, etc. ... ;
para programas vocacionales de entrenamiento,
por ejemplo, para personal de hotelería y provisión
de alimentos, ramas técnicas(2); o también para
---------------
1.1 Objetivos de la enseñanza de un idioma
extranjero. Cuando en la primaria y en los primeros
años de secundaria se enseña a los niños el Inglés
como una lengua extranjera, ésta se enseña
teniendo en cuenta un objetivo muy general, es
decir, se le incluye en los programas porque “es
una buena cosa” que los niños aprendan una
lengua extranjera como parte de su educación
general. No hay, por supuesto, una exigencia
inmediata para que tales estudiantes hagan uso de
la lengua en una situación específica; todo se
circunscribe a: aprender aquello que les sirve para
pasar los exámenes. El propósito de aprender una
lengua es básicamente un propósito “aplazado”,
“aplazado” hasta la época de los estudios
realizados después de la secundaria, por lo general
en una universidad. Es precisamente allí donde se
pone de manifiesto que el conocimiento de la
lengua inglesa es de gran ayuda para los estudios.
Sin duda, lo que se enseña en la primaria y
secundaria no es un conocimiento con fines
comunicativos, de saber cómo se utiliza la lengua
en determinados contextos y circunstancias, sino
1.
“The Teachlng of Engllsh for special
Purposes” es el primer capítulo del libro English for
Specific
Purposes
de
los
autores
arriba
mencionados, Ed. Longman, 1978.
2. La palabra ‘técnica’ aquí debe entenderse como
aquello relacionado con carreras Intermedias u
oficios especializados que no tienen el carácter de
profesiones. Esto para diferenciarla del sentido
general que tiene la palabra de “perteneciente a una
ciencia o arte” (Larousse, 1964), y se aplica al Inglés
para Propósitos Especiales cuando se habla de
‘Inglés Técnico’.
13
Huellas 9 Uninorte. Barranquilla
pp. 13 - 15 Junio 1983. ISSN 0120-2537
un conocimiento “frío” de cómo funcionan las reglas
sistema, dentro de contextos previamente
arreglados
(¿artificiales?),
por
medio
de
repeticiones sistemáticas audiolinquales y ejercicios
basados en la teoría del aprendizaje que describe
el idioma como una serie de hábitos y estructuras,
podríamos decir “mecanizados”, De ahí que el
estudiante es un experto en “recitar” reglas de
sintaxis y de “reconocer” cierto vocabulario en
lecturas. Pero es incapaz de aplicar tal
“conocimiento” del idioma para llegar a un
entendimiento completo de cómo estas reglas se
relacionan para ser utilizadas para propósitos
comunicativos.
presentados en ejercicios que sólo manipulan las
formas lingüísticas (3)- los resultados muy
difícilmente van a ser más efectivos de lo que
fueron antes. Es más, los estudiantes llegan a
desilusionarse con tal tipo de instrucción y
desarrollan cierto escepticismo de su capacidad
para aprender el idioma. “Yo no soy bueno para el
inglés”, “Eso es muy difícil para mí”, se les oye decir
a
menudo.
Es
una
situación
que,
desafortunadamente, es muy común debido a que
son varias las razones que nos llevan a ella. Por un
lado, muy pocas correcciones se hacen a los
materiales de enseñanza o a los métodos de
aprendizaje para ajustarlos a las habilidades
cognoscitivas y de aprendizaje del adulto; por otra
parte, muy poco se hace para tratar de relacionar
los materiales de enseñanza ya sea con las
exigencias comunicativas del estudiante o con su
especialización(4). En esta forma, los cursos que se
ofrecen sobre la enseñanza del inglés no son ni
conocedores de la madurez de los estudiantes ni
están conscientes de su papel social. Se necesita,
definitivamente, una diferencia en los métodos ya
tradicionales cuando el inglés deja de ser una
materia de examen y asume el papel de
instrumento de comunicación.
Lo único que se logra con este tipo de enseñanza
es, como se indicó anteriormente, que los
estudiantes memoricen una serie de reglas que les
sirven para pasar los exámenes, no para
prepararse para la vida universitaria, o cualquiera
otra situación, en donde el inglés es una
herramienta indispensable en el desempeño de sus
estudios, o cualquiera otra actividad. Por otra parte,
es. importante anotar que los adultos, a menos que
estén aprendiendo el idioma extranjero por “placer”
en institutos nocturnos, como una experiencia
“cultural” y social, son bastante conscientes de la
necesidad que ellos tienen del idioma, para qué lo
van a utilizar. Esta necesidad va a menudo
asociada
con
una exigencia
ocupacional,
vocacional, académica o profesional; sin el
conocimiento de la lengua extranjera, su
desempeño dentro de su trabajo podría estar
limitado o por lo menos afectado en forma negativa.
Para satisfacer esta necesidad se han creado
variedades de la Enseñanza General del idioma
inglés: ESP (English for Specific Purposes), Inglés
para Propósitos Específicos y, dentro de éste, EST
(English for Science and Technology) Inglés para
Ciencia y Tecnología. Pero como ESP y EST son
aún términos muy generales, hoy en día se habla,
por ejemplo, de “Inglés para Ingenieros” dentro de
la rama de EST, y de “Inglés para la Agricultura”
dentro de otra rama de ESP, indicando así el área
de estudio en la que se trabaja. También, se habla
de “Inglés para Propósitos Académicos” EAP
(English for Academic Purposes) y de “Inglés para
Propósitos Ocupacionales o Vocacionales” EOP
(English for Occupational Purposes).
Cuando las necesidades están claramente
definidas, los objetivos de la enseñanza pueden
definirse en relación con esos propósitos
específicos al servicio de los cuales la lengua será
puesta, ya sea los de leer escritos científicos o los
de comunicarse con técnicos en una plataforma de
petróleo. El resultado es que casi inmediatamente
la enseñanza puede verse como algo efectivo en el
sentido que el estudiante comienza a demostrar
una habilidad comunicativa en el área requerida.
Por lo tanto, es el primordial papel auxiliar que el
inglés está llamado a desempeñar, particularmente
a nivel de post-secundaria, lo que constituye un
factor esencial motivante. Cuando tal exigencia por
una habilidad comunicativa se combina con
materiales diseñados especialmente de acuerdo
con las necesidades de ese particular grupo de
estudiantes, los resultados pueden ser realmente
grandiosos. Pero cuando los cursos de idiomas a
nivel de postsecundaria lo único que hacen es
repetir el contenido y técnicas de los cursos en
secundaria -con énfasis en la enseñanza de
las estructuras gramaticales y el vocabulario
--------------3. Un ejemplo de esta manipulación se encuentra en:
book: This is a book.
pencil: This is a pencil,
pen: This is a pen
donde el estudiante sólo repite mecánicamente un
patrón dado sin darse cuenta, muchas veces, de qué
dice.
4. Este el caso de tratar de enseñarle a un estudiante
de Ingeniería, por ejemplo, qué tipo de expresiones y
formas gramaticales se utilizan en el aeropuerto, o en
la calle para pedir indicaciones sobre una dirección.
14
1.2 Propósitos Especiales y Lenguas Especiales
Este no es el caso. Lo que nosotros tenemos es el
mismo lenguaje empleado para usos similares y
diferentes. Es decir, el mismo lenguaje
comportándose de forma diferente de acuerdo con
el contexto en el que se presenta. De ahí que
observamos diferentes “comportamientos” de la
lengua en un informe de laboratorio, en un manual
sobre máquinas, en un folleto sobre un aparato
eléctrico, etc. Cada uno de estos ejemplos
constituye una muestra diferente del Inglés para
Propósitos Especiales, mientras que el “lenguaje
especial” es sólo un repertorio restringido que se
puede cuantificar con base en sus características
lingüísticas formales, vocabulario, estructuras, etc.
Un Inglés para Propósitos Especiales no se puede
cuantificar porque, tal corno dijimos anteriormente,
cada una de estas ramas del Inglés para Propósitos
Especiales utilizaría (o utiliza) tantos recursos del
idioma inglés como los que se están utilizando en
este artículo.
A estas alturas, es necesario hacer una aclaración
importante: El Inglés para Propósitos Especiales
implica un objetivo especial. Este objetivo puede
determinar el área específica de la lengua que se
requiere, las habilidades que se necesitan y la serie
de funciones al servicio de las cuales la lengua va a
estar. Pero esto no implica una lengua especial,
como si se tratara de un “segmento” de la lengua
que tomamos, dejando olvidado el resto de la
misma. Se trata, eso sí, de poner la lengua al
servicio de una rama o ramas específicas del saber.
Por supuesto que las dos ideas se relacionan
íntimamente, pero necesitan ser estudiadas por
separado para poder entender el alcance de cada
una.
La única forma práctica como podemos entender la
noción de "lengua especial" es como un restringido
repertorio de palabras y expresiones seleccionadas
de toda la lengua. Así, por ejemplo, la lengua
internacional del control del tráfico aéreo podría
considerarse como “especial” en el sentido de que
el repertorio requerido por el controlador está
limitado estrictamente y puede ser determinado
situacionalmente con exactitud, en la misma forma
que podrían delimitarse las necesidades lingüísticas
del camarero en un comedor, o de una cabinera.
Sin embargo, tales repertorios restringidos no son
lenguas, en la misma forma que un libro de frases
para un turista no es una gramática. Una lengua
restringida no permitiría al hablante comunicarse en
forma efectiva en situaciones nuevas, o en un
contexto fuera del ambiente vocacional. De hecho,
son muy pocos los contextos para los cuales un
repertorio
restringido
es
completamente
satisfactorio. Al lenguaje que se utiliza en la banca,
medicina veterinaria o arquitectura naval se les ha
mencionado como “lenguajes especiales”. Esto es
erróneo. De ninguna manera ellos son análogos a
repertorios restringidos. Es cierto que ellos
presentan cierto vocabulario que no ocurre en otras
áreas, pero su sintaxis no está restringida de
ninguna manera. Un exponente en cualquiera de
estas áreas requiere tantos recursos del idioma
inglés como los que se están utilizando en este
artículo, por ejemplo. Es erróneo, por lo tanto,
considerar tales usos particulares como “lenguas
especiales”.
La
diferencia
entonces
entre
“Propósitos
Especiales” y “Lenguas Especiales” está en,
insistimos, el método aplicado a la información que
es considerada fundamentalmente diferente, no en
el manejo lingüístico aunque algunos aspectos y
patrones en particular pueden ser identificados
como específicos dentro de determinadas áreas
vocacionales/ocupacionales.
En consecuencia, el énfasis de la palabra “especial”
en Inglés para Propósitos Especiales debe
colocarse sobre el propósito del estudiante que
aprende la lengua, no sobre la lengua que él está
aprendiendo. Lo que constituye la variación es el
uso para el cual se necesita la lengua en
circunstancias especiales por usuarios especiales.
De ahí que es muy productivo identificar grupos
homogéneos de usuarios del lenguaje, definir sus
usos del lenguaje en circunstancias particulares
junto con una selección representativa de usos
lingüísticos empleados habitualmente.
Es por esto que en la Universidad del Norte, por
ejemplo, agrupamos a estudiantes de Medicina,
definimos sus usos del lenguaje en el laboratorio,
en las materias que cursa en esta área de Ciencias
de la salud, en la práctica hospitalaria, y luego
como futuro profesional. Agrupamos también, a
estudiantes de Ingeniería, definimos sus usos del
lenguaje con base en los laboratorios, las
asignaturas que les toca estudiar, en su
desempeño en los talleres, dentro del proceso
industrial, en el mercado, y luego como futuros
profesionales. Otro tanto se hace con estudiantes
de Administración de Empresas y con estudiantes
de Psicología.
Esto implicaría una separación completa de las
áreas, desmembrando las unas de las otras, y
aislándolas de una entidad común como es el
Inglés General.
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