La Ansiedad, desde Pierre1 de Cortázar. Por: Diego González Imagen del Video de la canción Monuments de Yann Tirsen. La ha estado esperando desde las cinco, aunque ella debía llegar a las seis. Julio Cortázar. La dinámica de la Ansiedad, es esperar que ocurran las cosas antes de, es decir, en otro lugar, en un tiempo propio. Ya que el tiempo de la Ansiedad es otro, más vertiginoso, más atropellado, tan otro que no hay forma de explicarlo. Esa vivencia configura su experiencia de lugar, y en este caso el tiempo es un concepto que esta subsumido. Es decir, no hay tiempo posible, y el tiempo no alcanza porque no existe el lugar. Preocuparse por la elección instantánea, como si ella fuera el árbitro de la historia humana, es lo que define la sucesión del pensamiento de un Ansioso. Esta preocupación es como su algoritmo esencial. El motor de sus cavilaciones. En este lugar puede darse la frase: No puede ser que todo sea gratuito, tiene que haber algo más, (Cortázar) y este posicionamiento le quita al sujeto la posibilidad de pensar en el absurdo como una posibilidad cabal de la existencia. 1 Personaje del cuento, Las armas secretas. Julio Cortazar. 1 Saltar y cansarse, luego cambiar de pie, y seguir saltando. El Ansioso comprende el tiempo como una sucesión interminable de oportunidades de realización. Oportunidades que han de perderse, y estos fracasos son la causa de su desazón. En el campo de sus sensaciones, estas pueden corresponder con la imagen de un látigo extendido, ya que la luz del tiempo quema la retina de sus ojos, flagela su alma, y hacen de su vida un Enigma, así, la vivencia enigmática convierte la vida misma en un Capricho. Capricho muchas veces inoficioso, pero justificado por su condición patógena. El amor es una experiencia inmejorable en todo Ansioso, a cada momento él descubre que es feliz en su obsesión2. Es como si los problemas y las rencillas le pertenecieran al mundo de los hombres, y que sus emociones pertenecieran a otro plano de la existencia. Es su relación con el infinito lo que caracteriza la vivencia específica del amor, y lo que configura su potencial místico. La capacidad, y al mismo tiempo la incapacidad para el amor de todo ansioso, nace de su concepción del otro como un ¨retrato anónimo¨, un pedazo de lienzo que él puede firmar. Así, el amor no es nunca una justificación posible, porque en semejantes condiciones no puede perdurar, solamente es una vivencia erótica y mágica. Como consecuencia de ello la emoción fundamental con la que él relaciona el amor es el sufrimiento que en el fondo nace del desconocimiento profundo del otro, que desgraciadamente para él será siempre un ¨retrato anónimo¨. Ya hablamos de la Ansiedad como fenómeno, ahora será necesario hacer unos pequeños apuntes de la dinámica interna. Lo que motiva todos sus pensamientos será siempre hacerse preguntas sin respuestas, preguntas que le permitan perderse entre la multitud, y de esta manera toda la multitud estará perdida en él. Preguntas que al mismo tiempo le permiten volverse un camarada de la humanidad, y en casos extremos este es el camino de la megalomanía. Su alma se ha acostumbrado tanto al extrañamiento, y a sus imágenes, que los sueños idílicos le parece un cómodo lugar. Es así, como acaba viviendo solo, únicamente dentro de sí, es así como puede llegar a ser un zaratustra. Pasado un tiempo, la soledad se apertrecha entre las rendijas de su alma, con la fuerza de un amanecer. Ella se echa en su espíritu como se echa un bisonte sobre el suave prado, y el escepticismo se convierte en su política de vida, por este motivo es en este lugar el que tiene que apuntalarse toda terapéutica. La producción de ese escepticismo es siempre el mejor camino para apaciguar toda suerte de insatisfacción en la vida de un Ansioso. Sobre su manera de experimentar la vida, se puede decir que nunca improvisa con hipótesis de trabajo. No tiene forma de explorar método alguno, porque siempre está probando la falsedad de toda hipótesis. Este escepticismo hace de él una pincelada en la historia, generalmente son personas que si no cambian el mundo mueren en la lucha, y esto 2 En este punto habrá que aclarar que la experiencia produce la sensación, y por esta razón que en este escrito se toma el plano de la experiencia como primer tópico a toda psicología. 2 es agradecido por el eterno devenir y la justicia coja. Se puede decir que este caos en su alma, es extinción, y alegría, y solemnidad. La pregunta fundamental podría ser, ¿Qué objetiva al ansioso? Y la respuesta brilla por su simplicidad. El Amor. He aquí su experiencia mística. Su espíritu nunca llega a ponerse a punto, pero al menos el Amor conserva su equilibrio. Ahora voy a pensar en ti, querida, solamente en ti toda la noche. Voy a pensar solamente en ti, es la única manera de sentirme a mí mismo como un árbol, desprenderme poco a poco del tronco que me sostiene y me guía, flotar a su alrededor cautelosamente, tanteando el aire con cada hoja (verdes, verdes, yo mismo y tú misma, tronco de sabia y hojas verdes: verdes, verdes), sin alejarme de ti, me prive por un segundo de saber que esta noche está girando hacia el amanecer… Cortázar. Fragmento del cuento Las Armas Secretas. Un ansioso es un perseguidor, un viajero, y en algunos casos está condenado a la soledad porque los de su naturaleza siempre están huyendo. Esto es lo triste de su condición. Por ello estas palabras de Zaratustra se hacen necesarias: ¨Hay sentimientos que quieren matar al solitario; ¡Si no lo consigues, ellos mismos tienen que morir entonces! Mas ¿eres capaz de ser asesino?¨ (Nietzsche). Su extrañamiento del mundo viene de no encontrar nunca nada como él lo supone. Es la capacidad de soñar y fantasear su obsesión, y ese el germen de sus errores y sus luchas, la ansiedad de esas fantasías, hace que nunca renuncie a sus creaciones como motor de su universo. En todos los casos, todo tiene alguna explicación si se la busca, lastimosamente estos encuentros siempre están asociados a una desazón. El ansioso busca lo que No Existe, y esto puede ser su salvación, la Bola de Vidrio del Pasamanos ya que hace del Otro, un retrato anónimo, o un lienzo que él podría firmar. Buenos Aires, 26 de Noviembre de 2012. Bibliografía CORTÁZAR, Julio. 2004. Las Armas Secretas. (Cuento) Editorial Alfaguara. Buenos Aires. NIETZSCHE, Friedrich. Así hablo Zaratustra. Fragmento, Del Camino del Creador. Ed. Electrónica. 3