Una opción Estratégica apertura Democrática de África Por: Abdelghani El Kasmi* Los años 90 del siglo 20 fueron marcados por una serie de cambios a nivel mundial, después de la caída del muro de Berlín y el descalabro del socialismo de los que la Declaración de Varsovia constituía la fuerza mayor y la Unión Soviética el arma eficaz. Por eso, la transición hacia la democracia se convirtió en la única vía para la reconstrucción y la organización de un cierto número de países que habían optado anteriormente por el régimen del partido único y el autoritarismo, que tienen como base la fuerza de la autoridad en vez de la legitimidad procedente de la confianza del pueblo. Aquel cambio afectó los aspectos políticos , económicos, culturales y sociales, puesto que la democracia supone el respeto al multilateralismo en los ámbitos vinculados a la cultura, a los partidos políticos y al movimiento asociativo . Además, la democracia impone la creación de un espacio más ampliado de las libertades públicas- y más concretamente los derechos humanos y el respeto a las leyes y legislaciones- y de un clima económico marcado por la iniciativa privada y la liberalización de las actividades productivas. Dado que el mundo ha entablado un nuevo camino, el diálogo Norte-Sur se han atribuido nuevas dimensiones y en particular la evocación de nociones relativas a la globalización y a las condiciones para adherirse a ellas en el futuro. Uno puede citar, la competitividad a raíz de la globalización de los intercambios comerciales y también el levantamiento de las barreras aduaneras previsto por los acuerdos de libre comercio de aquí al año 2010. En paralelo a ese dialogo horizontal aparece otro de naturaleza vertical, que se opera entre los ochos países más ricos del mundo. Por otra parte, el dialogo Sur-Sur se basa en la prospección de medios susceptibles de asegurar una transición bien pensada y ponderada, encaminada hacia el mejoramiento de las economías y la competición al elegir la democracia como opción estratégica que traduce la vía del pueblo. Eso requiere la modernización de * Jefe de Gabinete de la Presidencia de la Cámara de los Consejeros de Marruecos los instrumentos de autoridad a fin de que sean compatibles con la constitución y las leyes que rigen las relaciones entre los poderes, dado que la seguridad y la estabilidad son necesarias para asegurar el crecimiento. A su vez, el África de hoy día se ha abierto hacia una opción estratégica y aspira a la difusión de los valores democráticos a través de todo el continente. Así, el verdadero cambio se apoya en la democracia a la que se puede describir como siendo un conjunto de valores humanos, civilizacionales y convencionales que permiten a los pueblos adquirir una libertad que no sufriese de obstáculos. Los países africanos están dispuestos ha realizar un cambio hacia la democracia que corresponde a la voluntad de los pueblos, tanto como establecer instituciones sólidas, fijas y lejos de los mandos individuales y esto no es un sueño, sino, una realidad obligada por la evolución de un continente lleno de ambición y esperanza.