Según un trabajo internacional de investigación donde ha participado el doctor Manel Esteller, jefe del Grupo de Epigenética del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), LA METILACIÓN O LA MUTACIÓN DE LOS GENES INDUCEN DE FORMA SIMILAR LA APARICIÓN DE UN TUMOR El trabajo ha sido publicado en el último número de la revista Nature Genetics, la más prestigiosa publicación científica en genética humana. Madrid, 22 de enero de 2003. Desde mediados de los años ochenta se conoce que los tumores humanos presentan mutaciones en determinados genes que contribuyen a la aparición de la enfermedad. Desde hace unos años se ha identificado que estos mismos tumores también presentan metilación de estos genes. Esta metilación actuaría como una señal de stop que no dejaría expresarse y actuar a los genes que previenen el cáncer, con lo que la transformación tumoral ocurriría. Hasta ahora las pruebas de este mecanismo eran numerosas en los estudios en tumores obtenidos en la cirugía y en líneas celulares, pero faltaba un estudio en animales conclusivo. En el trabajo publicado en Nature Genetics, se proporciona esta prueba: si se elimina un gen metilado en cáncer en ratones, esto desencadena la aparición de múltiples tumores. El trabajo se ha centrado en el estudio del gen supresor tumoral HIC-1 (Hipermetilado en Cancer-1), uno de los primeros genes cuya metilación patológica se descubrió en cáncer humano. El gen HIC-1 actúa reprimiendo la expresión de genes que inducen cáncer y está localizado en el ADN, muy cerca de otro gen supresor tumoral, p53. Cuando se elimina una de las copias de HIC-1 en ratones, dichos animales empiezan a sufrir la aparición de tumores en muchos tejidos: epitelios (como el cáncer de pulmón y cabeza y cuello), nódulos linfáticos (linfomas) y partes blandas (sarcomas). Es interesante reseñar que si se eliminan ambas copias del gen HIC-1, la enfermedad que aparece no es un cáncer sino una enfermedad neurológica denominada Síndrome de Miller-Dieker, donde los niños afectados presentan múltiples alteraciones. Estos datos sugieren que HIC-1 es un gen importante en muchas vías celulares. Finalmente, el hallazgo publicado en Nature Genetics sugiere también que es posible revertir en ciertos casos el proceso tumoral. La metilación de HIC-1, a diferencia de la mutación, puede “deshacerse” usando diferentes compuestos farmacológicos que reactivarían a este gen supresor tumoral. Estudios realizados en el laboratorio del doctor Esteller y en otros centros buscan en la actualidad nuevos agentes de este tipo, más específicos y clínicamente tolerables, que puedan ser útiles en el tratamiento de tumores con metilación anómala.