VOLVED A MÍ DE TODO CORAZON Miércoles de ceniza Esquema-Resumen de la homilía pronunciada por el Papa Francisco el miércoles de ceniza de 2014 1. El evangelio proclamado y la Cuaresma, en la que nos encontramos, son una invitación a: Emprender un camino en el que, nos esforcemos a abrir los ojos, los oídos y sobre todo, el corazón, para ir más allá de nuestra “pequeña huerta”, decía el Papa Francisco en la cuaresma del año pasado. Para ello es necesario romper con la rutina que nos acompaña y nos paraliza para hacer el bien en relación a Dios, a los hermanos y a nosotros mismos. Todos tenemos el peligro de estar demasiado centrados en nosotros mismos, en nuestras aficiones, opiniones…, en nuestro yo. 2. Hemos de abrirnos mucho más a Dios: Vivimos en un mundo hedonista y secularizado, en una cultura del “hacer”, de lo “útil”, donde sin darnos cuenta excluimos a Dios de nuestro horizonte. Y entonces excluimos el mismo horizonte. La Cuaresma nos llama a “despabilarnos”, a recordarnos que nosotros somos criaturas, y la criatura necesita totalmente de Dios. 3. Hemos de abrirnos también mucho más a los hermanos: Por estar demasiado centrados en “nuestra huerta”, corremos el riesgo de cerrarnos, de olvidarlos, si no siempre, sí con frecuencia. Y sus dificultades y sufrimientos no nos interpelan, miramos hacía otra parte, pasmos de largo 4. La cuaresma actual es un itinerario hacia la Pascua 2015, y también la vida es un itinerario hacia la Pascua eterna en el cielo. El Evangelio que hemos escuchado: Indica los elementos de este camino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna (Cfr. Mt 6,1-6.16-18). Los tres comportan: > La necesidad de no dejarse dominar por las apariencias de las cosas: lo que cuenta no es la apariencia. > El valor de la vida no depende de la aprobación de los demás o del éxito. > El valor de la vida depende de lo que tenemos dentro, de lo que somos por dentro, de nuestro interior: sentimientos, pensamientos, deseos, afectos, intenciones, criterios, proyectos… 5. El primer elemento es la oración, que es la fuerza del cristiano y de cada persona creyente: En la debilidad y en la fragilidad nosotros estamos llamados a zambullirnos en el mar de la oración, que es el mar del amor ilimitado de Dios, para gustar su ternura. La Cuaresma es tiempo de oración, de una oración más intensa, más asidua, más capaz de hacerse cargo de las necesidades de los hermanos, para interceder ante Dios por tantas situaciones de pobreza y de sufrimiento. 6. El segundo elemento relevante del camino cuaresmal es el ayuno: Debemos estar atentos a no hacer un ayuno formal. El ayuno ha de comportar la elección de una vida sobria, en su estilo, que no derrocha, una vida que no “descarta”. Ayunar nos ayuda a entrenar el corazón a lo esencial y al compartir. Es un signo de toma de conciencia y de responsabilidad frente a las injusticias, a los atropellos, especialmente con respecto a los pobres y a los pequeños, y es signo de la confianza que ponemos en Dios y en su providencia. 7. El tercer elemento es la limosna: Todo lo que somos y tenemos lo hemos recibido de Dios gratuitamente, es decir sin ningún mérito: La gratuidad debería ser una de las características del cristiano: ha de saber dar a los demás gratuitamente. Con la limosna se da a alguien de quien no se espera recibir algo a cambio. Hoy con frecuencia la gratuidad no forma parte de la vida cotidiana: > Todo se vende y se compra. > Todo es cálculo y medida. > La limosna nos ayuda a vivir la gratuidad del don. >La limosna nos libera de la obsesión de la posesión, del miedo de perder lo que se tiene, de la tristeza de quien no quiere compartir con los demás el propio bienestar. 8. Con sus invitaciones a la conversión, la Cuaresma viene providencialmente: A despertarnos, A despabilarnos del entumecimiento, del riesgo de ir adelante por inercia. El Señor nos dirige esta fuerte y clara exhortación por medio del profeta Joel: “Volved a mí de todo corazón” (Jl 2, 12). ¿Por qué debemos volver a Dios? ¡Porque algo no va bien en nosotros, en la sociedad, en la Iglesia y tenemos necesidad de cambiar, de dar un cambio, y esto se llama tener necesidad de convertirnos!