04 NACIONAL JUEVES 01 DE OCTUBRE DE 2009 juventud rebelde Marchar hacia adelante tomados de la mano Palabras del compañero Zhao Rongxian, embajador de la República Popular China, en el acto por el 60 Aniversario de la fundación de la República Popular China. La Habana, 30 de septiembre de 2009. Estimado compañero Presidente Raúl Castro, Compañeros de la Presidencia, Distinguidos embajadores del Cuerpo Diplomático, Compañeras y compañeros: En ocasión del 60 Aniversario de la fundación de la República Popular China, el Gobierno cubano ha organizado este acto solemne, celebrando junto con nosotros esta fecha de significado histórico y compartiendo con el pueblo chino los éxitos y la gloria de la construcción socialista, lo cual demuestra plenamente la importancia prestada por el Partido y el Gobierno cubanos a las relaciones de cooperación amistosa entre China y Cuba, y la amistad del pueblo cubano hacia el chino. En nombre del Gobierno y el pueblo chinos, quisiera expresar al compañero Presidente Raúl, al Gobierno y al pueblo cubanos nuestro sincero agradecimiento y alto aprecio. Como una de las naciones con civilización más antigua, China hizo importantes contribuciones al desarrollo de la civilización humana. Sin embargo, al entrar en la era moderna, particularmente desde 1840, el año en que estalló la Guerra del Opio, hasta 1949, como consecuencia de la acelerada decadencia, China fue obligada a firmar una serie de tratados desiguales y se convirtió en un país semicolonial y semifeudal. A partir de entonces, nuestro país se convirtió en un cordero bajo el cuchillo de masacre de los occidentales. No existía ninguna esperanza de conquistar la independencia, la soberanía y la dignidad de la nación. A pesar de la lucha sin cesar del pueblo chino por la libertad, la independencia, la soberanía y la dignidad, y el sacrificio de innumerables luchadores en todo el tiempo, nuestra lucha sufrió repetidos fracasos. En 1921 fue fundado el Partido Comunista de China. Los comunistas chinos, con el camarada Mao Zedong como su exponente principal, optaron por el camino de lucha armada y a través de la práctica revolucionaria, formaron el pensamiento de Mao Zedong conjugando los principios fundamentales del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución china. Bajo la dirección del Partido Comunista de China, después de 28 años de lucha armada, el primero de octubre de 1949, el Presidente Mao Zedong proclamó solemnemente a todo el mundo que, ¡Se fundó la República Popular China! La fundación de la nueva China terminó con la historia de humillación de la antigua sociedad semicolonial y semifeudal, y marcó la victoria final de la lucha contra el imperialismo y el feudalismo del pueblo chino en la época moderna. El país, cuya población ocupaba un cuarto de la totalidad del mundo en ese momento, escogió el camino del socialismo, lo que no solo cambió el rumbo del desarrollo de la historia china, sino también influyó profundamente en el proceso de desarrollo de la historia mundial, cambiando el mapa político del mundo, estimulando y apoyando a los pueblos oprimidos de todo el mundo en su lucha por la liberación. La creación de la nueva China permitió establecer el sistema socialista en el país. Por primera vez, la inmensa masa de obreros y campesinos chinos, quienes no tenían ninguna posición política en la antigua Chi- Foto: Roberto Suárez na, se convirtieron en dueños del país, cosa sin precedentes en la historia china. El nacimiento de Ia nueva China fundó la base económica del socialismo, estableciendo gradualmente el sistema integral de la economía nacional e industrial. De ahí en adelante, China empezó a tomar el camino de la modernización. La fundación de la nueva China puso fin a la situación de fragmentación, infinitas guerras, la pobreza y la pérdida de vida y sufrimiento del pueblo en el país. China se ha erguido en el Oriente del mundo como un país socialista de independencia, autodecisión, unificado y administrado por el propio pueblo. A medida que Hong Kong y Macao retornaron respectivamente a la patria, del Reino Unido en 1997 y de Portugal en 1999, la gran causa de reunificación de la nación china avanzó a grandes pasos. Y también estamos convencidos de resolver la cuestión de Taiwán tarde o temprano para lograr la completa reunificación de la patria. Compañeros y amigos, En estos 60 años, dirigiendo al pueblo de todas las etnias, mediante la activa exploración, la ardua lucha, la emancipación de la mente y el espíritu innovador, el Partido Comunista de China ha venido abriendo el camino de un socialismo con características chinas y ha conquistado fructíferos resultados. La economía china, con un crecimiento sostenido, ha consolidado notoriamente el poderío integral de la nación. En estos 60 años el Producto Interno Bruto creció a una tasa promedio de 8.1%. El volumen total de la economía se multiplicó en 77 veces, ocupando actualmente el tercer lugar a nivel mundial. En 2008 el Producto Interno Bruto alcanzó 4.4 billones de dólares y la cifra per cápita es de 3,315 dólares. El alimento es la primera necesidad del ser humano. El problema de alimentación ha constituido siempre la tarea prioritaria de China. Al fundarse la nueva China, el entonces Secretario de Estado estadounidense, Dean Acheson, manifestó que ningún gobierno antecedente había logrado resolver el problema de alimentación de los chinos, y el Partido Comunista de China tampoco podría hacerlo. En 2008 la producción de granos llegó a 529 millones de toneladas, ocupando el primer lugar del mundo en producción de granos. China ha creado un milagro de haber conseguido alimentar a 22% de la población mundial con solo un 7% de las tierras cultivadas del mundo. China está transitando de una sociedad agrícola a una industrializada, surgiendo como una emergente potencia industrial. Como resultado, no solo ha solucionado el problema de carencia de los indispensables productos cotidianos, sino también se ha convertido paulatinamente en una potencia de manufacturación mundial. La producción de televisores, neveras, cámaras fotográficas, lavadoras, computadoras, celulares, aparatos de aire acondicionado y otros electrodomésticos se ha multiplicado de manera impetuosa. La estructura industrial ha pasado de una con ramas básicas a otra con todas las ramas, de una dominada por la industria ligera a otra caracterizada por el desarrollo simultáneo tanto de la ligera como de la pesada. En el transcurso de estos 60 años, la ciencia y la tecnología de punta han logrado un desarrollo fuerte. Hemos inventado y fabricado la bomba atómica, satélites artificiales, cohetes, y cumplido el sueño de larga data de navegar por el espacio exterior en nave tripulada. La industria informática ha despegado. La ingeniería biológica, genética, medicina y otros sectores claves han realizado grandes saltos. En este mismo lapso, la población urbana y rural se ha librado de la pobreza extrema con resolución del problema básico de alimentación y vestido, encaminándose hacia una vida modestamente acomodada. La vida del pueblo ha tenido un cambio radical, cuyo nivel y calidad se han elevado de manera notable tanto en lo material como en lo cultural. Por ejemplo, en los años 60 y 70 del siglo pasado, nuestros compatriotas aspiraban a poseer cuatro tesoros: bicicleta, reloj de pulsera, máquina de coser y aparato de radio, y hacia los 80 y 90, otros cuatro tesoros: televisor, lavadora, aparato de video y nevera. Después de entrar en el nuevo siglo, la gente comienza a adquirir computadoras, autos particulares y viviendas. Viajar como turista al exterior ya no es una ilusión. En una palabra, el pueblo chino está disfrutando de una vida de mejor calidad. La historia ha comprobado de manera convincente y seguirá comprobando que sin el Partido Comunista de China no hubiera existido la nueva China. Por el momento el pueblo chino, lleno de confianza, anda en el camino socialista con peculiaridades chinas, y lucha por realizar el gran objetivo de edificar de manera integral una sociedad modestamente acomodada hasta el 2020. Compañeros y amigos, La nueva China ha tenido cambios titánicos y estremecedores en cuanto a la política, economía, cultura y sociedad, etc., pero no podemos ser engreídos y arrogantes. Estamos conscientes de que habrá dificultades, obstáculos, hasta trabas como estas y aquellas en el camino adelante, pero estamos empeñados en construir un rico, civilizado, democrático y armonioso futuro. Nos asiste la convicción de que bajo la firme dirección del Partido y con los esfuerzos de todo el pueblo, podemos abrir nuevas perspectivas del socialismo con peculiaridades chinas y lograr el gran renacimiento de la nación china. Compañeros y amigos, Al principio de este año celebramos junto con el pueblo cubano el 50 aniversario del triunfo de la Revolución Cubana. Estamos felices de ver que, bajo la firme dirección del compañero Fidel y el compañero Raúl, el pueblo cubano, sin temor a la fuerza brutal, resistiendo a la presión del bloqueo, apoyándose en los propios esfuerzos y luchando con destreza, ha venido explorando dinámicamente el camino del socialismo con peculiaridades cubanas y logrando grandes éxitos, preservando la soberanía, defendiendo la independencia y ganando la dignidad y alta apreciación de todos los pueblos, inclusive el chino. China y Cuba son países socialistas, ambos enfrentan la tarea de desarrollar y elevar el nivel de vida de sus pueblos. Durante los 50 años, bajo el cuidado de los máximos dirigentes de ambos países, la amistad entre China y Cuba se profundiza constantemente. En la tarea de construir el socialismo aprenden y se apoyan mutuamente, la cooperación en todas las esferas va viento en popa con fructíferos logros. El Partido Comunista de China, el Gobierno y el Pueblo chinos aprecian la amistad con Cuba, consideran a Cuba como buen compañero, buen hermano y buen amigo. El próximo año será el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Cuba. En este momento tan importante de heredar el pasado para abrir nuevos caminos hacia el futuro, vamos a marchar hacia adelante tomados de la mano para consolidar y desarrollar la relación amistosa bilateral. Por último, quisiera formular mejores votos por la prosperidad de China y de Cuba, y la felicidad de nuestros dos pueblos. ¡Viva la amistad chino-cubana! ¡Muchas Gracias! juventud rebelde JUEVES 01 DE OCTUBRE DE 2009 NACIONAL 05 Nuestras relaciones continuarán siendo ejemplo de fraternidad y hermandad por un mundo mejor Discurso pronunciado por el compañero Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente del Consejo de Estado de la República de Cuba, en el acto por el 60 aniversario de la fundación de la República Popular China. Sala Universal de las FAR, 30 de septiembre del 2009, Año del 50 aniversario del triunfo de la Revolución. General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Compañero Zhao Rongxian, Embajador de China en Cuba; Compañeras y compañeros, chinos y cubanos, presentes en este acto: Hoy la humanidad progresista, junto a todo el pueblo chino, celebra con júbilo el aniversario sesenta de la proclamación de la República Popular China. En medio de una larga y difícil lucha antifeudal y antiimperialista, los revolucionarios del gran país asiático sentaron las bases ideológicas que condujeron a la fundación del Partido Comunista de China y el Ejército Popular de Liberación. Comenzó así una nueva y definitiva fase de la lucha contra los agresores y ocupantes japoneses con el objetivo definido de construir una nueva nación, que significó un cambio radical en el curso de la historia nacional Mao Zedong, Presidente del Partido, movilizó, organizó y guió a las masas populares hasta alcanzar la gran victoria que condujo a la proclamación de la República Popular, el primero de octubre de 1949. Con la fundación de la nueva China, en medio de las complejas circunstancias de la época, su pueblo pasó a ser dueño definitivo de su destino. Azada en mano, se dio al empeño de construir una sociedad socialista que correspondiera a las características propias de su nación. Atrás quedó la época de humillantes y onerosos tratados, los años de miseria, semiesclavitud, cruel explotación, bloqueos y ocupaciones imperialistas. Gracias al socialismo, China pudo enfrentar los difíciles desafíos surgidos a lo largo de todos estos años, mantener la unidad de esa multiétnica nación y superar las dificultades internas. A esa extraordinaria hazaña se suma la de haber alcanzado indicadores de crecimiento económico que hoy asombran al mundo y el innegable mérito de haber logrado sacar de la pobreza a cientos de millones de sus pobladores en pocos años y además erigirse entre las tres primeras economías del mundo; al mismo tiempo que, con apenas un 7 por ciento de la superficie cultivable del planeta, alimentar a un quinto de la población mundial. Las tradicionales laboriosidad y disciplina del pueblo chino, estrechamente unido a su Partido, le han permitido exhibir los éxitos de hoy y trazarse objetivos superiores, como el de lograr un desarrollo científico y equilibrado que favorezca a toda su gigantesca población, con vistas a alcanzar las metas propuestas para conmemorar el primer siglo de la fundación de la República Popular. Al mismo tiempo, los éxitos y retos que enfrenta China constituyen un importante aporte a la paz y al propio desarrollo de la Foto: Roberto Suárez humanidad, debido a la magnitud de su repercusión, en particular en los países de América Latina y el Caribe, quienes a su vez ven en ellos positivas oportunidades y beneficios. El Comandante en Jefe, en el prólogo de la edición en mandarín del libro Cien Horas con Fidel, escribió: “Con China hay que contar en el panorama mundial del siglo XXI, y muchos de los grandes desafíos de la humanidad no tendrán solución sin su activa y cardinal participación”. El mundo enfrenta hoy la mayor amenaza a la supervivencia de la propia especie humana que se agrava por el impacto de varias crisis: la económica global, la de los alimentos, la energética, la medioambiental y la ampliación de la pobreza. A ellas se suman los efectos devastadores de las guerras imperialistas de nuevo tipo y sus ansias de control de los principales recursos naturales existentes en los países subdesarrollados. Asimismo, la peligrosa manipulación, desinformación y tergiversación de la vida en nuestros países por los grandes medios de comunicación en poder de monopolios occidentales, ha abierto otro frente de combate silencioso que los pueblos tenemos que enfrentar cada día, en primer lugar con la verdad de nuestras ideas. El actual siglo presenta nuevos desafíos para todos, pero los pueblos despiertan. América Latina es diferente a años atrás. Renacen las luchas, los reclamos de libertad y justicia social. Frente a esos justos empeños, el imperialismo acude a todos sus recursos. Llega hasta amenazar con sus fuerzas militares, con el fin de tratar de desestabilizar y revertir los procesos progresistas en curso. Tampoco ceja en su viejo anhelo de derrotar nuestra Revolución, sin preocuparse por los métodos ni considerar los más elementales principios morales. Son cincuenta años de digna resistencia por el derecho a la soberanía e independencia conquistadas. Compañeras y compañeros: La amistad entre Cuba y China tiene profundas raíces históricas que, un día como hoy, no podemos dejar de mencionar. Hace más de siglo y medio arribaron a esta isla los primeros emigrantes chinos. Ellos y los muchos que les siguieron, personas humildes y laboriosas, contribuyeron al nacimiento de nuestra nacionalidad y cultura, y no pocos ofrendaron la vida en las luchas independentistas. Gonzalo de Quesada, patriota, discípulo y gran colaborador de nuestro Héroe Nacional José Martí, expresó en 1892 lo justo que sería erigir un monumento digno a la memoria de los “mambises chinos”,idea materializada en un monolito de mármol negro en nuestra capital que señala con letras indelebles: “No hubo chino cubano desertor, no hubo un chino cubano traidor”. El próximo año, cuando estemos celebrando el aniversario 50 del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países, recordaremos con satisfacción el momento en que Cuba, luego de librar una larga lucha por alcanzar, el primero de enero de 1959, su definitiva independencia, se convirtió en la primera nación del hemisferio occidental en reconocer a la República Popular China. El pueblo cubano no olvidará que el 16 de abril de 1961, fecha en que comenzó el ataque mercenario por Playa Girón, China orientó a su Misión Diplomática en La Habana: “Defender con firmeza la Embajada y correr la misma suerte que el pueblo cubano”. Treinta y dos años después, en 1993, cuando enfrentábamos los duros rigores del período especial, el Presidente chino fue el único Jefe de Estado que nos visitó para trasladarnos la confianza de su partido, Gobierno y pueblo en nuestra capacidad de resistencia y victoria. Fueron momentos de especial significación y trascendencia las visitas a China del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en los años 1995 y 2003, y del General de Ejército Raúl Castro Ruz, en 1997 y el 2005, que fortalecieron y elevaron a planos superiores las relaciones bilaterales. Fidel y Raúl pudieron apreciar la simpatía que se siente en China por nuestra Patria, que enfrenta el bloqueo, el resto de las agresiones y persiste en el empeño de construir el socialismo. De igual forma, nuestro pueblo valoró altamente la segunda visita oficial a Cuba del Presidente Hu Jintao, en noviembre del año pasado, como una nueva muestra de la confianza del Gobierno chino en la solidez y el prestigio de la Revolución Cubana Los intercambios sistemáticos de delegaciones de alto nivel han contribuido no solo a consolidar nuestros vínculos, que se caracterizan actualmente por la profundidad de los intercambios políticos y la cooperación económica mutuamente beneficiosa, sino a relanzarlos a niveles superiores. Por todo ello, podemos afirmar que las relaciones entre Cuba y China se encuentran hoy en su mejor momento histórico y son un referente de la cooperación, sobre la base de la igualdad, el respeto y el beneficio recíproco. Ambos países nos hemos apoyado en los momentos difíciles y superado complejas pruebas en medio de las circunstancias internacionales actuales. China se opone clara y rotundamente al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a nuestro país por el gobierno de los Estados Unidos. Cuba, por su parte, mantiene inalterable su apoyo irrestricto y decidido a la política de una sola China y su oposición a cualquier tentativa de socavar su soberanía e integridad territorial. Cuba no ha dudado en expresar su rechazo a todas las formas de intromisión extranjera en sus asuntos internos. Cuando ambos pueblos fuimos afectados por graves catástrofes naturales, se patentizaron los sentimientos de hermandad y humanidad. Solo unos días después del terrible terremoto de Sichuan, una brigada médica cubana brindó su modesto aporte en la atención directa a las víctimas. En nuestro caso, recibimos hondas expresiones de solidaridad y valiosa ayuda material tras las afectaciones de los tres huracanes del año pasado. Cuba y China han demostrado con creces el valor de haber hecho revoluciones verdaderamente autóctonas y populares. Hemos resistido y derrotado similares presiones y agresiones, sobrevivimos a décadas de bloqueo y enfrentamos con dignidad las burdas campañas mediáticas que se orquestan contra nuestros pueblos. Conmemoramos este 60 aniversario en momentos en que nuestros países están más unidos que nunca en la defensa de sus intereses comunes y en la adhesión al socialismo, en correspondencia con las características de cada país, como única vía para construir una sociedad mejor, “con todos y para el bien de todos”, como anhelara nuestro Héroe Nacional José Martí. Abierto está el camino para lo mucho que aún podemos alcanzar en beneficio de ambos pueblos. De nuestras acciones dependerán los avances de los proyectos que avizoramos. Nuestras relaciones continuarán siendo ejemplo de fraternidad y hermandad por un mundo mejor. ¡Viva la inquebrantable amistad entre los pueblos, partidos y gobiernos de Cuba y China! ¡Viva el 60 aniversario de la República Popular China! Muchas gracias.