¿Qué es un desorden alimenticio? Existe cuando las actitudes de una persona hacia la comida y el peso, son tales que los sentimientos hacia el trabajo, escuela, relaciones, actividades diarias y emociones, son determinadas por lo que se ha o no se ha comido o por un número en la báscula (Siegel, Brisman y Weinshal, 1988). Las personas que sufren un desorden en la alimentación se caracterizan por: Extremistas en cuanto a consumo de alimentos, que puede manifestarse por una pérdida severa de peso, rápidos aumentos de peso, o fluctuaciones muy importantes en peso. Esta a disgusto con su imagen corporal, a menudo acompañado de una distorsionada percepción de las señales del cuerpo (hambre, enojo, fatiga, etc.). Prácticas poco saludables para mantener el peso, como son: ayuno, inanición, comer compulsivamente, uso indiscriminado de laxantes, medicamentos para bajar de peso, diuréticos y exceso de ejercicio. Un miedo irracional a engordar y un deseo obsesivo de adelgazar. Los dos desórdenes más comunes son la Anorexia Nervosa y la Bulimia Nervosa. Existen otros como el Comedor compulsivo o el Ejercitado Compulsivo. Algunas personas pueden tener síntomas de más de uno de estos desórdenes. ¿ Qué causa un desorden alimenticio? Existen muchas teorías. Para una persona en particular, todas ellas o sólo unos cuantos factores se conjuntan para producir finalmente el problema. Factores Biológicos: Posible anormalidad en el sistema de transmisión noradrenérgico (Niveles bajos de norepinefrina en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con AN). Estudios recientes han demostrado la probable disminución de una proteína llamada Leptina, que proviene de los adipocitos (células grasas del cuerpo). Actualmente existen algunas teorías en investigación que asocian su origen a un problema infeccioso. El temperamento, que es en parte determinado por factores genéticos, provoca que algunas personas sean más vulnerables que otras para desarrollar desórdenes de la alimentación. Además, una vez que una persona ha comenzado con períodos de inanición, comilonas o purgaciones, estos comportamientos pueden alterar la química del cerebro y prolongar el problema. Factores Psicológicos: La gente con desórdenes de la alimentación tiende a ser perfeccionista. Usualmente tienen un legítimo "coraje", pero dado que siempre buscan la aprobación y temen a la crítica, no saben como expresar su enojo de una forma saludable. Lo voltean hacia ellos mismos provocándose la inanición o comilonas. Factores Familiares: Dentro de su familia, tienden a sentirse menospreciados, abandonados, y solos. Son familias que tienden a ser sobreprotectoras, rígidas y poco efectivas para resolver conflictos. Usualmente exigen altos rangos de perfección y éxito. Factores Sociales: Nunca como ahora en la historia, las mujeres habían sido exhortadas a estar tan delgadas. La TV, el cine, las revistas son claros ejemplos de todos los mensajes que reciben las mujeres de las "ventajas" de mantenerse delgadas. Disparadores: Si una persona es vulnerable a padecer un desorden de la alimentación por poseer uno o más de los factores anteriores, algunas veces lo único que se necesita para poner en acción la "avalancha", es un evento que no pueda o no sepa cómo manejar. Un disparador puede ser algo tan sencillo como el hostigamiento por estar gordo hasta algo tan desvastante como un incesto o violación. ¿los hombres sufren trastornos alimenticios y como lo demuestran? Ellos también presentan trastornos alimentarios Entre el 10% y el 15% de los hombres padecen trastornos alimentarios, un porcentaje que se ha incrementado en los últimos 10 años, aunque esta patología se da más en mujeres. Por mucho tiempo se creyó erróneamente que los trastornos alimenticios eran exclusivos de la mujer, pero la Doctora Mabel Bello presidenta de Aluba, Asociación de lucha contra la bulimia y la anorexia, desmintió este concepto. Aunque el sexo femenino es más vulnerable a este tipo de patologías, tanto hombres como mujeres están expuestos a padecerlos. La edad de mayor riesgo es de los 12 a los 25 años. Cada vez son más los varones jóvenes afectados por desórdenes alimentarios. Estos trastornos tienen que ver con muchos factores, siendo los más importantes: la imagen, la moda, la autoestima, el inicio de una dieta, la presión familiar, entre otros. Los medios de comunicación y la sociedad en general resaltan los estereotipos de hombres apuestos, delgados, poseedores de un gran físico, imponiendo así, estrictos parámetros de belleza que rinden culto a la delgadez. Actualmente, entre el 10 y el 15% de los hombres padecen trastornos alimentarios, un porcentaje que se ha incrementado notablemente en los últimos diez años, aunque la patología se da más en las mujeres. No obstante muchos de estos casos no están diagnosticados. Los trastornos alimenticios se desencadenan por la frustración de los jóvenes cuando su propia imagen no corresponde a la imagen impuesta. Por esta razón, trastornos como la bulimia, la anorexia y la denominada vigorexia, están ganando terrero entre la población masculina ¿Qué es la bulimarexia? La bulimarexia es una psicopatología alimentaria que combina manifestaciones anoréxicas con fenómenos bulímicos. Este trastorno de la alimentación, que a veces es considerado como un subtipo de la anorexia o de la bulimia, es en realidad una psicopatología que combina síntomas presentados por las personas anoréxicas, tales como hiperactividad y restricción extrema a ingerir alimentos, con manifestaciones bulímicas como atracones y empleo de purgas para contrarestarlos. Así, aunque la bulimarexia presenta muchos de los síntomas de la anorexia, se diferencia de esta psicopatología debido a que los anoréxicos no realizan una alimentación compulsiva, y a pesar de que también comparte síntomas con la bulimia, se diferencia de ésta debido a que en el bulimaréxico puede producirse una pérdida importante de peso. Esta combinación de rasgos bulímicos y anoréxicos en un mismo cuadro clínico suele ser el trastorno alimenticio más común, pues con frecuencia ninguna de las dos enfermedades aparece en un estado puro. Al igual que en la mayoría de los trastornos alimenticios, las mujeres jóvenes son el grupo más afectado por esta enfermedad. Las consecuencias de la bulimarexia son las que suscitan tanto la anorexia como la bulimia en el cuerpo del enfermo, siendo los síntomas más frecuentes sequedad en la piel, trastornos hormonales y, en casos más extremos, la presencia de cardiopatías. Un ejemplo histórico de bulimarexia es el ofrecido por Isabel de Austria (1837-1898), mejor conocida como la emperatriz Sissi, quien a los veinticinco años comenzó a obsesionarse con su físico, puesto que deseaba tener una figura perfecta. Con el fin de mantener su peso de 50 kilos, a pesar de contar con una altura de 1,72 metros, y de conservar su cintura de 47 centímetros, Sissi comenzó a someterse a varias dietas de adelgazamiento y adquirió complejos hábitos alimenticios destinados a compensar sus atracones de dulces. Así, su dieta se componía por una combinación de carne de ternera, pollo, venado y perdiz; carne fría, sangre de buey cruda, leche, tartas, pasteles y helado. La emperatriz austriaca prescindió durante casi toda su vida adulta de verduras y de fruta, a excepción de las naranjas. Isabel de Austria sufrió reuma, neuritis y edemas en todo su cuerpo, causados por su ayuno continuado. Desde los 44 años padeció de dolores de ciática y acumulación de líquido en las piernas. A partir de los 50 años, su cutis estaba tan deteriorado que se sintió obligada a usar velo durante todo el día. A causa de sus padecimientos, los últimos cuadros que se hicieron de la emperatriz austríaca datan de cuando tenía 30 años. Las torturas a las que sometió su cuerpo no solo atentaron contra su salud, sino que, además, aumentaron su irritabilidad y le ocasionaron insomnio. ¿Cuáles son los mitos sobre estos temas?. SI TIENE UN TRASTORNO ALIMENTICIO ES PORQUE ES VANIDOSA. Falso. Un trastorno alimenticio puede empezar con una dieta pero pronto se vuelve algo fuera de control, se vuelve su mecanismo de defensa para lidear con sus problemas. 2. UNA COMEDORA O COMEDOR COMPULSIVO ES FLOJO Y NO TIENE FUERZA DE VOLUNTAD. Falso. Una comedora o comedor compulsivo tiene mucho en común con un anoréxica o bulímico. Usan la comida para reemplazar un sentimiento que piensan que no tienen. Comen mucho para “llenarse de amor” si es que se sienten poco amados. 3. SÓLO LAS MUJERES SUFREN TRASTORNOS ALIMENTICIOS.. Falso. Es una enfermedad donde predomina el sexo femenino, pero hay muchos hombres que padecen anorexia, bulimia y todos los otros tipos de trastornos alimenticios. 4. CONOZCO A ALGUIEN CON ANOREXIA… SI LA OBLIGO A COMER SOLUCIONARÉ EL PROBLEMA. Falso. El primer error y el que comete la gran mayoría de las persona es enfocarse en la comida. La comida no es el problema que tiene esta persona, la comida es tan sólo un síntoma de los miles que tiene el enfermo. 5. SÓLO LAS MUJERES JÓVENES, BLANCAS, DE CLASE MEDIA-ALTA PADECEN UN TRASTORNO ALIMENTICIO.. Falso. Un trastorno alimenticio lo sufre cualquiera. Es una enfermedad que se ha vuelto una epidemia. 6. NO SE PUEDE RECUPERAR COMPLETAMENTE DE UN TRASTORNO ALIMENTICIO. Falso. Los trastornos alimenticios no son crónicos, no importa cuántos años lleva con la enfermedad. La recuperación total y completa existe. Nunca deje que nadie le diga lo contrario porque no es cierto. 7. TODAS LAS BULÍMICAS SE PURGAN A TRAVÉS DEL VÓMITO. Falso. No todas las bulímicas emplean el vómito como método de purga, hay otras que usan el ejercicio compulsivo, laxantes, diuréticos o una combinación de varios métodos.