oqUl. o o o o CC13 ES A7 IIJ. 97 DI483 o DOSIER a Pintada, Sonora VOCES E.N EL VI ENTO, SEÑALES EN TI ERRA Y ROCA BLANCA ERtóNDIRA CONTRERAS BARRAGÁN, MANUEL GRANIEL TtóLLEZ, DAI ELlHU BLANQUEL GARCIA En el primer segmento del cañón de La Pintada, Sonora, se plasmaron algunos de los diseños de mayor tamaño del sitio; en la pared del lado derecho se puede ver un cuadrúpedo con jinete de tocado largo y empuñando las riendas de la montura; en la pared opuesta está pintada un ave de color blanco. Esta parte del cañón actualmente se inunda en época de lluvia debido a una represa moderna. La riqueza y diversidad de sus diseños pictográficos han hecho de La Pintada el sitio arqueológico con pintura rupestre más conocido del estado de Sonora. Las recientes investigaciones han mostrado la gran complejidad cultural del sitio y han abierto nuevas perspectivas de investigación. 62 / ARQUEOLOGIA MEXICANA DOSIER L a Pintada está simada en un cañón del mismo nombre que forma parte de la Sierra Libre, pequeño macizo montañoso de la planicie costera en que se extiende el desierto de Sonora, un árido paisaje de escasa y dispersa vegetación donde la gobernadora, el acotillo, e! palo fierro, el jito y los mezquites esperan pacientes las escasas lluvias. Este paisaje no ha variado en los dos últimos milenios, como se evidencia en la gran mayoría de los sitios arqueológicos registrados en e! área: campamentos de carácter estacional-es decir, ocupados sólo durante una parte del año- cuyos habitantes, organizados en gnipos compactos y muy móviles, recolectaban para subsistir diversos tipos de frutos y semillas, pescaban y cazaban. Es claro que la supervivencia de estos grupos dependia tanto del conocimiento del territorio como de la disponibilidad de recursos, y especialmente de agua. Su escasez en un ambiente desértico convierte los lugares donde abunda, como en éste, en puntos nodales de! territorio. Por ello, la Sierra Libre se erige como un auténtico oasis, ya que contiene gran cantidad de tinajas -depósitos namrales de agua- y la abundancia de! liquido se refleja en la cantidad y calidad de los recursos disponibles. Varias tinajas en e! cañón de La Pintada se llenan durante las lluvias veraniegas y se recuperan durante las lluvias de invierno, también conocidas como equipatas. Estas perforaciones son conocidas como morteros fijos -como los metates, sirvieron para la molienda- y a menudo están asociados a los sitios donde hay arte rupestre. En La Pintada se encuentran en un área limítrofe entre los campamentos estacionales y los paneles de pinturas. En una planicie aledaña a la boca del cañón donde está La Pintada, se localizan vestigios de diversos campamentos estacionales agrupados en una extensa área, en los que hay una alta concentración de material arqueológico. Puntas de proyectil reutilizadas intensivamente. Forman La Pintada dos componentes arqueológicos: dentro del cañón se encuentran las pinturas y grabados rupestres, mientras que en el exterior, sobre la planicie aluvial de! cañón, se localizan vestigios de diversos campamentos estacionales agrupados en una extensa área, caracterizados por una concentración de material arqueológico: cerámica, herramientas de piedra, concha marina y artefactos de molienda. El panel principal de La Pintada o elemento G mide más de 60 m de altura y contiene la mayor concentración y sobreposición de diseños del sitio: para su estudio se le dividió en siete niveles. LA PINTADA, SONORA / 63 DOSIER EL ÁREA DE CAMPAMENTO concentración tanto de evidencia arqueológica como de arte rupestre, de modo que la investigación en proceso busca determinar el grado de interrelación entre la producción de manifestaciones gráfico-rupestres y la naturaleza de los campamentos. La mayor parte de estos materiales arqueológicos se inscriben en la tradición arqueológica conocida como'Costa Central, y son particularmente semejantes a los hallados por Edward Mosler y Thomas Bowen en los sitios de la región de Tastiota y Punta San Antonio, en la parte sur del área de la Costa Central. Hasta ahora, La Pintada es el sitio asociado a esa tradición arqueológica que más lejano se encuentra de la linea de costa. La ocupación del área de campamento alcanzó su mayor in~en­ sidad durante el periodo 700 a 1600 d.C., a juzgar por la abundancia de cerámica tipo Tiburón Liso; la presencia de esta cerámica, así como la correspondiente a los tipos Seri Histórico y Seri Moderno, nos muestra una continuidad cultural que permite inferir la presencia de grupos de la tradición Costa Central, así como seris históricos o concaác, sin que esto signifique que ellos hayan sido los únicos pobladores del lugar o que el componente rupestre del sitio sea obra exclusiva de este pueblo indígena. De acuerdo con las fuentes históricas y los reportes de Manuel Robles, puede entenderse La Pintada como un sitio que junto a una cantidad no precisada de asentamientos a lo largo de la Sierra Libre, integraba una compleja unidad cultural, construida en función de ese territorio y definida por sus limites ecológicos. Empero, hasta el momento La Pintada representa el sitio con mayor El arte rupestre más conocido y atractivo para el visitante está formado por paneles rupestres en el interior del cañón. Los paneles son superficies rocosas que fueron seleccionadas para ser intervenidas directamente mediante bruñido, perforación, punteado, grabado y, principalmente, la aplicación de pigmentos; hasta la fecha se han registrado más de mil diseños en el cañón. La elección de esos paneles es de notable importancia, ya que fueron usados de manera recurrente e incluso se prefirió cubrir o eliminar diseños previamente realizados antes que usar algún otro panel. En cuanto a las pinturas, en ellas se empleó una amplia variedad de técnicas: soplado, impresión, relleno y delineado, elaboradas directamente con los dedos o utilizando algún tipo de pincel. Los colores cubren una amplia gama que va del rojo al naranja, el amarillo en distintas tonalidades, gris, negro y blanco. Las texturas de aplicación, por otra parte, varían desde la apariencia acuosa hasta las plastas, siendo el blanco el que presenta mayor diversidad. Los llamados antropomorfos trípodes son los diseños más antiguos de La Pintada. Se encuentran al fondo de las varias capas de pigmentos de los paneles, y en la mayoría de los casos fueron eliminados meticulosamente para pintar motivos de otro estilo. Quizás esta actividad fue hecha por otro grupo o tradición. Los jinetes son un estilo píctórico que sirve como parámetro temporal, ya que estos diseños no pueden ser anteriores al siglo XVI, época en que los caballos modernos fueron traídos al continente americano. 64/ ARQUEOLOGIA MEXICANA ARTE RUPESTRE DOSIER El elemento A, ubicado en el segundo segmento del cañón de La Pintada, está integrado por varios diseños, posiblemente pintados en diferentes momentos. Entre éstos destaca un personaje que tiene una figura cruciforme, que ha sido identificada por los concaác como perteneciente a su tradición. El arqueólogo Miguel Messmacher comentó en 1961 acerca de la asociación del personaje con el trueno, las nubes y el agua que se acumula en las pozas próximas a este grupo de pinturas. En el elemento 1, ubicado en una covacha a nivel de piso en el segundo segmento del cañón de La Pintada, se ven dos estilos para representar formas humanas. El primero consta de dibujos en negro, de trazo fino, con personajes empuñando arcos, algunos de los cuales llevan tocados y parecen estar asociados a imágenes de venados. En el segundo estilo, los diseños son blancos y los individuos están enlazados por las extremidades superiores, posiblemente abrazados; sus cabezas semejan la de un venado. El primer y único antecedente de investigación formal en La Pintada tuvo lugar en 1961, cuando el arqueólogo Miguel Messmacher, bajo los auspicios del entonces Departamento de Prehistoria deIINAH, llevó a cabo el primer registro sistemático de las pinturas rupestres ubicadas en el panel principal. Los diseños son puntos, lineas simples y compuestas, figuras humanas o de animales, y otras sin referente alguno en la realidad, tal vez signos o representaciones ideográficas cuyo significado desconocemos. Estos diseños no muestran una posición regular en el espacio pintado, pues mientras algunos son bastante visibles y de gran tamaño, otros se encuentran prácticamente ocultos y son diminutos; tampoco su estilo es uniforme, lo cual sugiere que tales diseños fueron obra de diferentes grupos indígenas, de diferentes tiempos o de diferentes usos de la pintura. El registro arqueológico sistematizado de esos motivos rupestres ha conseguido delimitar áreas dentro del cañón en función de su accesibilidad, y conforme avanzan los trabajos se ha logrado identificar diseños, estilos y elementos recurrentes, así como grupos de pinturas que pueden interpretarse como complejas escenas alusivas a la caza o a danzas, y se ha establecido una relación entre algunos diseños abstractos y figurativos. PROTECCiÓN DEL SITIO Desgraciadamente, a pesar de la excepcionalidad tanto del entorno natural como del arte rupestre, La Pintada ha sufrido graves daños a causa del deterioro natural y el vandalismo, a las visitas sin control-el sitio tiene una capacidad limitada de carga de visitantes- y al desconocimiento de los daños que generan actividades como el campismo y la escalada o rappel. Los daños habrían sido irreversibles de no haberse intervenido a tiempo; el Proyecto Arqueológico La Pintada forma parte de los esfuerzos que procuran la protección e investigación de esta zona arqueológica. Actualmente, con el apoyo de los propietarios de los ranchos aledaños, el sitio ha sido cercado a fin de controlar el acceso; además, se encuentra en curso el proceso de Declaratoria de Zona Arqueológica. Asimismo, junto con la Coordinación 1 acional de Conservación del Patrimonio Cultural del AH, bajo la dirección de la restauradora Sandra Cruz y con la participación de varias decenas de voluntarios de la sociedad civil, se han llevado a cabo dos temporadas de limpieza y mantenimiento de las pinturas afectadas por grafitis. Si bien existe un plan para abrir a mediano plazo La Pintada al público, actualmente se encuentra cerrado para su protección, hasta que se regularice la tenencia de la tierra. Mientras, se realizan trabajos de conservación e investigación por parte del 11 AH. • Blanca Erénclira Contreras Barragán. Arqueóloga por la E AH. Investigadora de la Sección de Arqueología del Centro INAH Sonora. Direcrora del Proyecro Arqueológico La Pimada. • Manuel Graniel TéUez. Arqueólogo por la ENAH. Adscriro al Proyecro Arqueológico La Pimada. • Dai Elihu Blanquel Carda. Arqueólogo por la ENAJ-1. Adscriro al Proyecro Arqueológico La Pimada. PARA LEER MÁS... BOWEN, Thomas Sed Prebislory. TbeArcbaeologyof Ihe Centra/Coast, Sonoro, A1exico, Amhropo1 logícal Papers of The Universiry of Arizona, Universiry of Arizona, Tucson, 1976. Domjngo, olicia de lo expedición lIIili/arcolI/ra los sen!JpililOS del Cerro Prieto, So· nora (1767-/771), edición, inrroducción, noras l' apéndices de José Luis Mjrafuenres l' Pilar ~ráynez, serie Ilisroria Novohispana, núm. 63, lnsrirutO de Investigaciones /-lisróricas, eN""', ~Iéxico, 1999. ~IESS~l\CIlER, ~1iguel, Las pinturas ruputres de La Pil1tadaJ Sonora. Un et1foque lIJetodológico, Departamento de Preh.istoria, INAlI, Méx..ico, 1976. EI.JZOi\:DO, LA PINTADA, SONORA / 65