LA TRANSFORMACIÓN DE UN MAESTRO Dicen que “la constancia vence lo que la dicha no alcanza” y tal vez sea cierto… quizá sea cierto. En el año 2012, convencido de mis capacidades técnicas y pedagógicas y con la firme intención de dar mi aporte en la formación de otros docentes en el uso de las Tic’s, me inscribí a lo que fue la primera convocatoria del proyecto Tita que en aquel tiempo se llamó “Formador de Formadores. Educación digital para todos”; fui citado a la prueba técnica en las instalaciones del INEM el martes 21 de agosto a la 1:30 pm. Terminada la prueba y según información de la persona encargada de la misma fue satisfactoria, por lo cual continué con el siguiente paso que fue la entrevista desarrollada en la biblioteca departamental. El 31 de agosto fue publicada la lista de los docentes seleccionados pero de los 68 que se presentaron fueron seleccionados 34 e infortunadamente no quede en la lista. El 11 de octubre de 2014 recibí un correo en el que convocaban para la segunda cohorte del proyecto “tit@ Educación digital para todos”, nuevamente me registré y presenté la prueba tanto técnica como psicotécnica e igualmente, la entrevista. El resultado fue que quedé en el quinto lugar de la lista de elegibles lo cual me permitía guardar la esperanza de integrarme al proceso si alguno de los docentes seleccionados se retiraba del mismo. En el mes de enero de 2015 parecía estar sucediendo lo esperado, recibí una llamada de parte del equipo de selección de Tit@ pero la alegría pasó rápido, pues requerían un docente que se desempeñara en la institución educativa en la jornada de la tarde y tuviese disponibilidad en la mañana y ese definitivamente no era yo; igual, la persona que me contactó me dijo que esperáramos que de pronto surgía la disponibilidad pero no fue así. El año lectivo siguió su curso y la posibilidad de ser convocado se esfumaba con el paso de los días. El 14 de julio, apenas retornando de las vacaciones docentes observé que un cartel mostraba una convocatoria nueva, esta vez llamada “Fase 5” y lo dudé muchísimo sobre todo porque la inscripción era solo hasta julio 20; lo pensé mucho hasta que muy calladamente sin mencionarlo a nadie (ni siquiera a mi esposa e hija) me inscribí, presenté las pruebas y fui seleccionado para la capacitación. Gran logro, ¿mis expectativas cumplidas tal vez?....no, solo es un paso más pero aquí estoy. Lunes 3 de Agosto de 2015, que fecha más esperada, 6:30 am. Y yo ya estaba sentado frente al bloque 383 esperando que ingresáramos. La espera dio resultado, luego de cuatro (4) años de haber intentado ser Formador, estaba a la puerta del bloque 383 esperando para iniciar un proceso nuevo, que alegría. Llegó el momento esperado, las puertas se abrieron y nos dieron acceso al salón 1006, todo estaba organizado, el proyector preparado las sillas dispuestas y nosotros por supuesto. Caras nuevas, solo dos conocidos en el grupo. Al ingreso en una mesa se encontraban varios botones con el logotipo del programa y uno de ellos tenía mi nombre. Qué bueno, ya puedo saber el nombre de los participantes solo con mirar su botón y ellos podrán saber el mío. Nos presentaron el programa, y arrancamos, quizá con la expectativa de que nos hablarían de computadores y de programas pero no, fue algo mucho más importante que eso, algo que siempre nos olvidamos, “el ser”, nuestros miedos, nuestras capacidades, todo lo que rodea al hombre como ser social. Eso de pintarnos la mano e ir y juntar la mano pintada con la mano de otro compañero previamente pintada pero de un color diferente, saludarlo por su nombre (luego de observar su botón) y decirle algo; ¡qué manera de romper esquemas!, ¡excelente!, quizá todos nos habíamos enloquecido pero que locura tan bacana que forma de conocer el nombre de mis compañeros; mejor aún, que manera de darnos cuenta que hay que untarse del otro para conocerlo y saber realmente quien es y como es. Al plasmar la mano pintada en una hoja de papel ya no teníamos nuestro color, este se había combinado con otros y pudimos ver que al contacto con los otros nuestra esencia y la de ellos se transforma, ellos se llevaron parte nuestra y nosotros parte de ellos. Fue muy satisfactoria la actividad aunque duró poco pero aprendimos la lección, “antes de cualquier cosa en la vida estoy yo como ser sociable”. Adriana María Vélez, nuestra orientadora nos cuestionó acerca de algo, ¿quién de ustedes se va a lavar la mano o se va a ir con la mano pintada?, respondimos quizá sin pensar o pensando en “que dirán si me ven con la mano sucia” y nos enseñó que a nadie le importa la razón por la cual yo estoy así, y que deberíamos de sentirnos bien por el hecho de actuar sin pensar en lo que puedan estar pensando o diciendo de nosotros. El Mandala me hizo recordar mi niñez pues lo más que he hecho con colores es enseñarle a pintar a mi hija de seis (6) años. Una actividad desestresante, una buena manera de olvidar las cosas malas y/o dolorosas mientras me distraigo pintando. Mientras pintaba, mi mente se puso en blanco y solo pensaba en que color emplearía en los diferentes espacios a pintar. Pero mejor que esa actividad fue el mandala grupal, hecho con arena de colores y en el que cada participante mientras esparcía un poco de arena formando una figura y diciendo palabras de perdón, de tipo social o de autoformación. Algunos mencionaban perdonar a alguien, dejar ir un sentimiento que les afectaba o simplemente dejar su miedo. Me sentí muy bien con esta actividad y relajé mi mente, al culminar la actividad varios de mis compañeros mencionaron dejar ir algo y aunque no fue físicamente, si lo fue emocionalmente. La rueda de la vida y el pentágono de competencias fueron dos actividades que me permitieron saber e identificar en mi vida las cosas que realmente quiero dejar de lado. Algo que destaco de la formación es que al inicio de cada lección se desarrollen reflexiones pues el análisis de esas situaciones nos orientan nuestra vida en tanto alimentan nuestra mente y estimulan nuestro ser. En cuanto a las tabletas, nos muestran herramientas para desarrollar actividades básicas, pero para ello es necesario en ocasiones descargar e instalar Aplicaciones. El momento en el que nos facilitaron las tabletas para que fuésemos interactuando con ellas me permitió aportar desde mi conocimiento y experiencia algunos aspectos importantes de uso y configuración. La creación de un Ambiente de Aprendizaje Mediado por tics fue para mi un concepto nuevo y desarrollar paso a paso la formulación de un problema, las técnicas pedagógicas y nuevas estructuras de pensamiento crítico se convirtieron en un proceso formativo que fortaleció ampliamente mi desempeño docente ya que la innovación que se da en la implementación de recursos que fortalezcan y/o complementen un ambiente de aprendizaje me permite como maestro enseñar mejor y a los estudiantes, entender y aprender mejor. El trabajo en equipo desarrollado ha sido otro de los aspectos a destacar, ya que implementamos la técnica del ABP (aprendizaje basado en problemas) y mediante diversas técnicas de trabajo colaborativo he logrado comprender la importancia de estas técnicas en el proceso de aprendizaje y el aporte que brindan en un AAMTIC. Dificultades presentadas muchas, pero con el apoyo y colaboración del equipo pedagógico dispuesto siempre a ayudarnos y a aportarnos se logró la claridad necesaria para el alcance de objetivos. La premura y el tiempo escaso afectaron notablemente el desempeño nuestro en la elaboración y diligenciamiento del planificador y de los informes requeridos en la evaluación del proceso, pero, esas trasnochadas ayudan a forjar el temple que requiere el maestro formador y su responsabilidad en y para el trabajo con otros maestros en futuros procesos, por lo tanto, no cuestiono ninguna de las actividades, antes al contrario, agradezco el haberme permitido participar de ellas. Como reflexión de este proceso formativo, destaco la labor del maestro que desea ser maestro, del maestro que fue capaz de transformar su práctica para adaptarla a los nuevos esquemas, del maestro que rompe paradigmas y acepta e integra nuevos elementos a su práctica pedagógica y sobre todo del maestro que nunca deja de estudiar porque eso garantiza la actualización permanente y la posibilidad de ofrecer más y mejores herramientas a los formados, llámense estudiantes o maestros-estudiantes. Llegó el 14 de agosto, “llegó el final”, es el momento de recopilar experiencias y de recoger lo sembrado, es el momento de partir con el morral más lleno de conocimientos de lo que lo traía cuando inicié, ahora que culminé el proceso es el momento de empezar y la puerta está abierta. ¡Soy Maestro Formador!