FORMACIÓN Y EXPANSIÓN DE LOS REINOS PENINSULARES (SIGLOS VIII-XI) OBJETIVOS Identificar la evolución de las fronteras entre el mundo cristiano y musulmán en la Península Ibérica en los inicios del siglo X. Conocer la creación y la evolución del primer reino independiente aparecido dentro del dominio islámico: el reino de Asturias. Exponer el desarrollo del reino de León y del reino de Castilla. Reconocer la función de la Marca Hispánica. Conocer la creación y la evolución del reino de Navarra, el condado de Aragón y los condados catalanes. Exponer la ofensiva de los reinos cristianos entre los siglos XI y XII y la reacción islámica con la entrada de los almorávides y almohades. Comprender qué eran las repoblaciones, cómo se realizaron y evolucionaron. Conocer la base de la economía de los reinos cristianos. Entender la importancia del Camino de Santiago en la Edad Media como un medio de intercambio cultural y económico. Analizar el arte románico de la Península Ibérica. Reconocer la aportación cultural y artística que realizaron en la Península diversas comunidades: cristianos, musulmanes y judíos. CONTENIDOS SIGLO VIII El dominio musulmán sobre la Península no fue total. En el Norte, galaicos, astures, cántabros y vascones, protegidos por la Cordillera Cantábrica mantuvieron su independencia frente a Al-Andalus. ORIGEN DE LOS REINOS CANTÁBRICOS Entre los pueblos que vivían en la zona montañosa de la Cordillera Cantábrica debieron refugiarse algunos nobles visigodos huidos después de la batalla de Guadalete. Uno de ellos, Pelayo, parece ser que hacia el año 722, obtuvo una primera victoria contra los musulmanes junto a la cueva de Covadonga, en Asturias. Este hecho ha sido considerado tradicionalmente como el inicio de la Reconquista, es decir, de la conquista por los reinos cristianos de las tierras de la Península Ibérica que habían sido ocupadas por los musulmanes. Los sucesores de Pelayo, sobre todo Alfonso I y Alfonso II, crearon un reino alrededor de Oviedo, que se llamó reino de Asturias. Este reino se expandió hacia el Oeste y llegó a dominar buena parte de Galicia. ZONA PIRENAICA Mientras el reino de Asturias se consolidaba, en los Pirineos surgieron otros núcleos cristianos independientes. En el siglo VIII, Carlomagno, rey de los francos, realizó varias expediciones en territorio hispánico contra los musulmanes de Al-Andalus. Conquistaron importantes ciudades y crearon una franja protectora fuertemente fortificada a lo largo de los Pirineos. A esta franja la llamaron Marca Hispánica y la dividieron en condados, gobernados por marqueses y condes, que dependían del monarca carolingio. SIGLO IX REINO DE LEÓN En la segunda mitad del siglo IX, los reyes de Asturias, y en particular Alfonso III, aprovecharon la debilidad de los emires cordobeses y ocuparon los territorios que se extendían hasta el río Duero. Se trataba de una zona deshabitada que había sido abandonada por las guarniciones militares musulmanas. Con esta ocupación, el reino asturiano aumentó su territorio y un buen número de campesinos se asentaron en estas tierras. Para controlar mejor su territorio y proteger a los campesinos, los monarcas astures trasladaron la capital a León. El reino pasó a denominarse reino de León. ZONA PIRENAICA Tras la muerte de Carlomagno, los condes que gobernaban los diferentes territorios de la Marca Hispánica (Pamplona, Aragón y Cataluña) comenzaron a desvincularse del reino franco. SIGLO X ORIGEN DE CASTILLA Durante el siglo X, con la proclamación del Califato, Al-Andalus había aumentado su fuerza militar. Las expediciones musulmanas, encabezadas por al-Mansur, saquearon numerosas ciudades leonesas. Entonces, la expansión leonesa se vio frenada y sus reyes tuvieron que defender su territorio de las razias andalusíes. La frontera oriental del reino de León era una tierra escasamente poblada y una zona muy expuesta a los ataques musulmanes. Para protegerse, sus habitantes levantaron una línea defensiva de castillos frente a los ejércitos árabes. Ésta zona empezó a denominarse Castilla y a ser gobernada por condes que dependían del rey de León. Con Fernando I se convirtió en reino independiente. SIGLO XI Después de la ocupación del valle del Duero, el reino castellano-leonés conquistó el valle del Tajo. Paralelamente, aragoneses y catalanes se expandieron hasta el valle del Ebro. Cuando, en el año 1031, el califato de Córdoba se descompuso en taifas, desapareció la inferioridad militar de los reinos cristianos frente al Estado musulmán. Entonces, a lo largo del siglo XI, los reyes cristianos iniciaron una fuerte presión militar sobre las taifas. Los gobernantes de las taifas intentaron detener los ataques comprometiéndose a entregarles anualmente una cantidad de oro y objetos preciosos: las parias. Éstas eran, por tanto, una especie de tributo con el que los jefes militares pretendían comprar la paz. Con los ingresos de las parias, los reinos cristianos reforzaron su poder militar construyendo nuevos castillos y fortificaciones, y dispusieron de un mayor número de guerreros que estaban mejor equipados. El avance de los reyes cristianos atemorizó a las taifas islámicas, que vieron que ni con el pago de las parias podían detenerlos. Para defenderse, llamaron en su auxilio a guerreros del Norte de África: los almorávides y los almohades. REPOBLACIÓN DEL TERRITORIO Se denomina repoblación a la ocupación de las tierras que se habían mantenido deshabitadas o que los reyes cristianos habían arrebatado a los musulmanes. Las tierras conquistadas se convertían en propiedad del rey, que las entregaba a nobles en pago de sus servicios militares, a monjes para que fundaran monasterios o las repartía entre campesinos libres. Los nuevos repobladores procedían de los primeros núcleos cristianos, aunque también había muchos cristianos mozárabes atraídos por los privilegios otorgados por los reyes: libertad, exención de impuestos, permiso de comercio…Estos beneficios quedaban recogidos en una carta de poblamiento. A mediados del siglo IX se realizó la primera repoblación masiva del valle del Duero y del sur de los condados pirenaicos. A partir del siglo XI, la necesidad de defender y gobernar el territorio fortaleció a los nobles y a los monjes, que poseían castillos y monasterios amurallados, donde los campesinos podían refugiarse, y ejércitos capaces de luchar. Por ello, fueron recibiendo del monarca el derecho a ejercer como señores sobre sus tierras (jurisdicción). Muchos campesinos libres acabaron sometiéndose a un señor para verse protegidos, con lo que perdieron el dominio de sus tierras y se convirtieron en siervos. ECONOMÍA La riqueza de los reinos cristianos a lo largo de los siglos IX-XII se fundamentó en la ganadería, la agricultura y la explotación de los bosques. La actividad agrícola era de subsistencia, destinada básicamente a la producción de alimentos para el autoconsumo. Se practicaba la rotación bienal y los principales cultivos eran los cereales (trigo, avena…), el viñedo y el olivo, y en las zonas más irrigadas, el arroz y los productos de la huerta. La ganadería, esencial en las zonas de montaña, adquirió una creciente importancia a partir de la colonización del valle del Tajo. Los rebaños podían contar con extensos pastos en zonas poco pobladas. Se criaban, sobre todo, cabras y ovejas para el consumo de carne y leche y para la producción de lana. EL CAMINO DE SANTIAGO A partir del siglo XI, la iglesia construida en honor del Apóstol Santiago se convirtió en uno de los principales centros de peregrinación de la Cristiandad y dio origen al Camino de Santiago. Por el camino circulaban centenares de peregrinos y para atender sus necesidades se crearon hospederías, hospitales y una gran cantidad de iglesias. También surgieron núcleos fijos de artesanos y mercaderes, que contribuyeron al florecimiento de las ciudades del Camino (Jaca, Estella, Pamplona, Logroño, Burgos, León, Santiago…) El fuerte flujo de viajeros propició el intercambio de ideas, costumbres, estilos artísticos, música… Por esta vía se expandieron en la Península los nuevos estilos arquitectónicos, el Románico y el Gótico que triunfaban en Europa. LA PENÍNSULA IBÉRICA: ENCUENTRO DE CULTURAS A lo largo de la Edad Media, en la Península Ibérica convivieron, con época de paz y periodos de enfrentamientos, culturas, religiones y pueblos diversos: cristianos, musulmanes y judíos. Como resultado de esa convivencia se produjo un influjo de unas culturas sobre otras. Muchas de las obras filosóficas y científicas de los autores griegos y latinos llegaron a Europa a través de Al-Andalus, ya que habían sido traducidas al árabe. El interés de los países europeos por conocerlas fomentó la creación en la España cristiana de escuelas de traductores. Estas escuelas fueron un verdadero punto de encuentro cultural entre árabes, judíos y cristianos, que trabajaban en un ambiente de tolerancia. Traducían textos literarios y tratados de medicina, matemáticas y astronomía. La más destacada fue la Escuela de Traductores de Toledo. VOCABULARIO Agricultura de subsistencia: es una agricultura destinada básicamente al autoconsumo, y que usaba métodos muy rudimentarios: rotación bienal e instrumentos como azada, hoces y sencillos arados, para talar los árboles, remover la tierra, plantar o segar. Fueros: conjunto de normas, derechos y privilegios otorgados por el rey a los habitantes de un municipio Marcas: territorios defensivos localizados en las fronteras del Imperio Carolingio. Estaban gobernadas por duques o marqueses, que tenían el mando de un ejército. Moriscos: mudéjares obligados a convertirse al cristianismo. Mudéjares: musulmanes que habitan en territorios gobernados por reyes cristianos. Parias: dinero y objetos preciosos que pagaban los reyes musulmanes a los reyes cristianos anualmente para detener los ataques. Era un tributo con lo que los jefes musulmanes pretendían comprar la paz. Reconquista: conquista por los reinos cristianos de las tierras que habían sido ocupadas por los musulmanes Repoblación: ocupación de las tierras que se habían mantenido deshabitadas o que los reyes cristianos habían conquistado a los musulmanes. Sinagoga: edificio destinado al culto e instrucción religiosa judía. Villa: conjunto de pequeños caseríos aislados, pero cercanos entre sí que forman los campesinos libres, que poseen pequeñas parcelas de tierra (llamadas alodios)