enseñanzas sobre la decapitación del ego en diversas

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DIONISIO EL SANTO PATRONO DE PARIS Y DE JEREZ DE LA FRONTERA
ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICO, PSICOLÓGICOS
Y CULTURALES DE COLOMBIA. A. C.
ENSEÑANZAS SOBRE
LA DECAPITACIÓN DEL EGO
EN DIVERSAS CULTURAS
CUADERNO DE FORMACIÓN CULTURAL GNÓSTICA
Versión digital
ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS
GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y
CULTURALES DE COLOMBIA. A. C.
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
ENSE ANZAS SOBRE
LA DECAPITACI N DEL EGO
EN DIVERSAS CULTURAS
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SAMAEL AUN WEOR
Director General
ESTUDIOS Y TEMÁTICA
Departamento Cultural
REVISIÓN Y TEMÁTICA
Junta Directiva Nacional
ASESORÍA
Junta de Instructores Gnósticos
EDITOR
División del Comite Cultural Gnósticos
CCG
Indice
Introito............................................................................................................................
Pag.4
EN BÚSQUEDA DE LA DECAPITACIÓN DEL “YO” PSICOLÓGICO...................
Pag.5
EL RITUAL DE DECAPITACIÓN DEL “YO” EN EL PERÚ PREHISPÁNICO.......
Pag.8
LA DECAPITACIÓN Y EL CULTO A LAS CABEZAS TROFEO EN EL MUNDO
MAYA Y AZTECA.........................................................................................................
Pag.11
DECAPITACIÓN Y AGRICULTURA ..........................................................................
Pag.13
CAMAZOTZ: EL DIOS MURCIÉLAGO......................................................................
Pag.15
EL JUEGO DE PELOTA................................................................................................
Pag.17
VICTORIA ALADA de SAMOTRACIA.......................................................................
Pag.19
LA DECAPITACIÓN DE JUAN EL BAUTISTA..........................................................
Pag.21
PERSEO Y LA DECAPITACIÓN DE MEDUSA..........................................................
Pag.23
SAINT DENIS o DIONISIO: UNO DE LOS MUCHOS SANTOS QUE FUERON
DECAPITADOS..............................................................................................................
Pag.26
EL MONTE NEMRUT: HOGAR DE LOS DIOSES DECAPITADOS.........................
Pag.27
LOS NIÑOS INOCENTES DECAPITADOS POR HERODES.....................................
Pag.28
Ha llegado la hora en que debemos esforzarnos por
conocernos a sí mismos, profundamente, terriblemente,
hondamente…
ADVERTENCIA
Los artículos que a continuación presentamos a la opinión publica, no son artículos de fe inquebrantable, ni dogmática, porque ante todo
practicamos el principio que nadie tiene derecho a imponer sus creencias a otras personas, por eso estos escritos no son para convencerlo que
son las mejores ideas. Usted decide. Si encuentra información que le parecen conveniente, realice sus experimentos, si no le encuentra utilidad,
descartelos.
Introito
L
a enseñanza de la decapitación del “Yo”, se
ha convertido en el mayor aporte que el
Cristianismo Gnóstico ha entregado y viene
entregando a la humanidad.
Nos atrevemos a decir que es el mayor aporte porque
bien sabemos que con la muerte del Ego resucita el
alma, que con la muerte del Ego se emancipa la
conciencia para poder vivir todas las bienaventuranzas.
El Ego es realmente una cárcel terrible, una cárcel donde
pasamos toda clase de tragedias, toda clase de
sufrimientos, dolores, amarguras, etc., etc., etc.
Es necesario que toda esta humanidad comprenda lo
que es el Ego, porque muchos han oído hablar de él,
pero raros y muy escasos son las personas que han
tenido un contacto directo con esa terrible realidad.
A través de muchas representaciones, los antiguos nos
dejaron la enseñanza de la decapitación, entiéndase
que nadie puede lograr el despertar de la conciencia,
sino pasa por la decapitación del “Yo”.
Esta enseñanza nos deja claro que para poder
convertirnos en hombres, debemos decapitar y eliminar
completamente el Ego, el “Yo”, nuestros pecados.
Existen dos tipos de iluminación, la primera suele
llamarse agua muerta, porque tiene ataduras. Hay
adeptos que han llegado a la iluminación, pero se
encuentran desafortunadamente atados a ciertos
afectos, a ciertos eventos de la vida mundana; la
segunda es elogiada como la gran vida, porque no tiene
ataduras, es experiencia directa en el vacío iluminador. A
todas luces resalta que tenemos que hacernos primero
autoconscientes para experimentar en forma plena el
aspecto iluminado de la conciencia.
No será posible sumirnos en el vacío iluminador sin
haber vuelto pedazos fríamente las ligaduras que de una
u otra forma nos atan a la vida mecánica. Obviamente
estas ligaduras son el Ego que construye la raza, la
familia, el empleo, el dinero, los bienes, y todo aquello
que no queremos dejar, a lo cual nos atamos y que
originan nuestros sufrimientos.
Todos los sufrimientos deben ser eliminados,
decapitados, porque precisamente son esos
sufrimientos los que nos mantienen atados a la vida.
Es muy raro encontrar, pero claro que si los hay,
personas que renuncian a los sufrimientos por medio de
la decapitación del “Yo”, por medio de la eliminación de
los agregados psicológicos que los causan.
Con la decapitación del Ego transformamos el
subconsciente en conciente. El animal intelectual
equivocadamente llamado hombre, todavía no tiene los
auténticos vehículos astral, mental y causal, y en vez de
los mencionados cuerpos solares, solo poseen en
verdad tres perversos demonios que en el libro de Job
representan a sus tres amigos.
Es obvio que esta raza perversa del Adán de pecado, del
Adán de barro, es ciento por ciento diabólica, es
incuestionable que la pobre gente no tiene encarnado al
Ser, no mas vean el desastre en que se ha convertido
este mundo, esa es la prueba que indica que no hemos
encarnado a nuestro Real Ser.
Cuan difícil es fabricar los cuerpos gloriosos, esos
vehículos Crísticos en la fragua encendida de vulcano.
Es obvio que el Ser vestido con el taje de bodas del Alma,
constituye en sí mismo una entidad solar inefable y
terriblemente divina.
Es ostensible que Seth, el Ego entre los egipcios,
revestido con los cuerpos lunares de triple aspecto
tenebroso asume la forma indeseable de un mago negro
lunar abominable.
Cuando uno no ha fabricado los cuerpos existenciales
superiores del Ser, lo que tiene en su reemplazo son
cuerpos protoplasmáticos lunares que la madre natura
nos ha prestado con el fin de que nos podamos mover en
las dimensiones astral, mental y causal, pero inferiores.
Cada uno de estos cuerpos pertenece a cada uno de los
tres demonios o los tres traidores.
El cuerpo astral lunar es el demonio del deseo, Judas, el
mental lunar es Pilatos, y el causal lunar constituye al
demonio Caifás.
Eso hace que cada uno de nosotros sea en los mundos
internos un tenebroso mago negro, aunque
pertenezcamos a cualquier institución religiosa, a
cualquier creencia, etc. Esos son los hechos, y como
todos sabrán, los hechos pesan mas que nuestras
creencias, dogmas y demás artículos de fe
inquebrantable con los cuales aparentamos ser buenos.
En el mundo físico podemos ser mansas ovejas, pero
cuando se nos agotan las 108 existencias, nos vamos
con todas esas creencias y dogmas al abismo, porque
realmente no hicimos nada para liberarnos del pecado,
no logramos fusionar nuestra alma con Dios.
Este orden de concomitancias, nos invita a pensar en la
urgencia inevitable de una asepsia moral, radical y
definitiva desde un principio. Cada asepsia intima se
logra reduciendo a polvareda cósmica a todos esos
diablos rojos o “Yoes” tenebrosos que se expresan en
nosotros mediante esos tres malos amigos de Job, los
tres traidores de nuestro señor el Cristo, judas, Pilatos y
Caifás. Por secuela podemos enfatizar la idea irrefutable
de que sería totalmente absurdo intentar la eliminación
radical de los tres traidores, sin una previa muerte o
decapitación del “Yo” pluralizado.
A todas luces resulta fácil entender que cada defecto
psicológico ciertamente se encuentra personificado en
alguna forma tenebrosa. Con el sentido de la autoobservación, no con los sentidos físicos, porque eso
sería imposible, sino con la auto-observación, el sentido
del Alma, de la visión de nuestra Alma, de nuestra
conciencia, podemos percibir directamente las figuras
tenebrosas que constituyen el “Yo” de los afectos, de la
ira, del orgullo, del miedo, de la envidia, de la codicia, del
robo, de la mentira, etc., etc., etc.
Hablar sobre la decapitación, seguramente dejara un
4
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
ambiente de confusión en
aquellas personas
acostumbradas a creer todo lo
que la falsa ciencia del
anticristo con sus supuestos y
teorías ha ido sembrando en la
humanidad durante siglos.
Fueron muchas las culturas
antiguas que nos dejaron
plasmado en diversas
expresiones de Arte Regio, el
simbolismo de la decapitación
del “Yo”, que como muchos
saben, fue mas evidente en las
culturas indo americanas del
México y del Perú antiguo.
Estas culturas dejaron
plasmado el acto de la
decapitación del “Yo” en
diversos pictogramas y
códices, fáciles de observar en
diferentes museos, tanto de
Mesoamérica como de
Suramérica, inclusive, en
importantes museos del
continente europeo.
Pero la enseñanza sobre la
decapitación del “Yo” no fue
exclusiva de los aborígenes
americanos, también en
Europa, y con un lapso de
tiempo bastante significativo,
se enseñó sobre el acto de la
decapitación simbólica. Un
claro ejemplo, y quizás el mas
recordado por todos, fue la
decapitación de Juan el
bautista por orden de Salome,
a manera de retaliación por no
haber accedido a sus deseos
carnales.
En Europa encontramos
templos religiosos dedicados a
la decapitación, como lo es la
basílica de Saint-Denis, aquí,
fue dejada para la posteridad
dicha enseñanza de la
decapitación de los defectos
de tipo psicológico, la
decapitación de los pecados,
la decapitación del “Yo”.
Toda esa enseñanza sobre la
decapitación de nuestros
pecados que fuera dejada a
esta humanidad, será el objeto
de estudio en este Cuaderno
de Formación Gnóstica, que
esperamos sea de mucha
utilidad para todos ustedes,
nuestros caros lectores
EN BÚSQUEDA
DE LA DECAPITACIÓN
DEL “YO” PSICOLOGICO
A
medida que uno trabaja sobre sí mismo va comprendiendo cada
vez más y más, la necesidad de eliminar radicalmente de su
naturaleza interior, todo eso que nos hace tan abominables.
Las peores circunstancias de la vida las situaciones más críticas, los
hechos más difíciles, resultan siempre maravillosos para el autodescubrimiento íntimo.
En esos momentos insospechados, críticos, afloran siempre y cuando
menos lo pensemos, los “Yoes” más secretos; si estamos alertas
incuestionablemente nos descubrimos.
Las épocas más tranquilas de la vida, son precisamente las menos
favorables para el trabajo sobre sí mismo.
Existen momentos de la vida demasiado complicados en que uno tiene
marcada tendencia a identificarse fácilmente con los sucesos y a
olvidarse completamente de sí mismos; en esos instantes hace uno
tonterías que a nada conducen; si se estuviese alerta, si en esos mismos
momentos en vez de perder la cabeza, se acordase de sí mismo,
descubriría con asombro ciertos “Yoes” de los cuales jamás tuvo ni la más
mínima sospecha de su posible existencia.
El sentido de la auto-observación íntima, se encuentra atrofiado en todo
ser humano; trabajando seriamente, auto-observándose de momento en
momento; tal sentido se desarrollará en forma progresiva.
5
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
A medida que el sentido de auto-observación prosiga su
desarrollo mediante el uso continuo, nos iremos
haciendo cada vez más capaces de percibir en forma
directa aquellos “Yoes” sobre los cuales jamás tuvimos
dato alguno relacionado con su existencia.
Ante el sentido de auto-observación intima cada uno de
los “Yoes” que en nuestro interior habitan, asumen
realmente esta o aquella figura secretamente afín con el
defecto personificado por la misma. Indubitablemente la
imagen de cada uno de estos “Yoes” tiene cierto sabor
psicológico inconfundible mediante el cual
aprehendemos, capturamos, atrapamos instintivamente
su naturaleza íntima, y el defecto que le caracteriza.
En principio el esoterista no sabe por dónde empezar,
ante la necesidad de trabajar sobre sí mismo se halla
completamente desorientado.
Aprovechando los momentos críticos, las situaciones
más desagradables, los instantes más adversos, si
estamos alertas descubriremos nuestros defectos
sobresalientes, los “Yoes” que debemos desintegrar
urgentemente.
A veces puede empezarse por la ira o por el amor propio,
o por el desdichado segundo de lujuria, etc., etc., etc.
Es necesario tomar nota sobre todo en nuestros estados
psicológicos diarios, si es que de verdad queremos un
cambio definitivo.
Antes de acostarnos conviene que examinemos los
hechos ocurridos en el día, las situaciones
embarazosas, la carcajada estruendosa de Aristófanes y
la sonrisa sutil de Sócrates.
Puede que hayamos herido a alguien con una carcajada,
puede que hayamos enfermado a alguien con una
sonrisa o con una mirada fuera de lugar.
Recordemos que en esoterismo puro, bueno es todo lo
que está en su lugar, malo es todo lo que está fuera de
lugar.
El agua en su lugar es buena pero si ésta inundare la
casa estaría fuera, de lugar, causaría daños, sería mala
y perjudicial.
El fuego en la cocina y dentro de su lugar, además de ser
útil es bueno; fuera de su lugar quemando los muebles
de la sala, sería malo y perjudicial.
Cualquier virtud por santa que sea, en su lugar es buena,
fuera de lugar es mala y perjudicial. Con las virtudes
podemos dañar a otros. Es indispensable colocar las
virtudes en su lugar correspondiente.
¿Qué diríais de un sacerdote que estuviese predicando
la palabra del Señor dentro de un prostíbulo? ¿Qué
diríais de un varón manso y tolerante que estuviese
bendiciendo a una cuadrilla de asaltantes que intentasen
violarle la mujer y las hijas? ¿Qué diríais de esa clase de
tolerancia llevada al exceso? ¿Qué pensaríais sobre la
actitud caritativa de un hombre que en vez de llevar
comida a casa, repartiese el dinero entre mendicantes
del vicio? ¿Qué opinaríais sobre el hombre servicial que
en un instante dado prestase un puñal a un asesino?
Recordad querido lector que entre las cadencias del
verso también se esconde el delito. Hay mucha virtud en
los malvados y hay mucha maldad en los virtuosos.
Aunque parezca increíble dentro del mismo perfume de
la plegaria también se esconde el delito.
El delito se disfraza de santo, usa las mejores virtudes,
se presenta como mártir y hasta oficia en los templos
sagrados.
A medida que el sentido de la auto-observación intima se
desarrolla en nosotros mediante el uso continuo,
podremos ir viendo todos esos “Yoes” que sirven de
fundamento básico a nuestro temperamento individual,
ya sea este último, sanguíneo o nervioso, flemático o
bilioso.
Aunque usted no lo crea, querido lector, detrás del
temperamento que poseemos se esconde entre las más
remotas profundidades de nuestra psiquis, las
creaciones diabólicas mas execrables.
Ver tales creaciones, observar esas monstruosidades
del infierno dentro de las cuales se halla embotellada
nuestra mismísima conciencia, se hace posible con el
desarrollo siempre progresivo del sentido de autoobservación íntima.
En tanto un hombre no haya disuelto estas creaciones
del infierno, estas aberraciones de sí mismo,
Indubitablemente en lo más hondo, en lo más profundo,
continuará siendo algo que no debiera existir, una
deformidad, una abominación.
Lo más grave de todo esto es que el abominable no se da
cuenta de su propia abominación, se cree bello, justo,
buena persona, y hasta se queja de la incomprensión de
los demás, lamenta la ingratitud de sus semejantes, dice
que no le entienden, llora afirmando que le deben, que le
han pagado con moneda negra, etc., etc., etc.
6
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
El sentido de la auto-observación íntima nos permite
verificar por sí mismos y en forma directa el trabajo
secreto mediante el cual en tiempo dado estamos
disolviendo tal o cual “Yo” (tal o cual defecto psicológico),
posiblemente descubierto en condiciones difíciles y
cuando menos lo sospechábamos.
¿Habéis pensado tú alguna vez en la vida sobre lo que
más os agrada o desagrada? ¿Tú,
habéis reflexionado sobre los resortes secretos de la
acción? ¿Por qué queréis tener una bella casa? ¿Por
qué deseáis tener un coche último modelo? ¿Por qué
queréis estar siempre a la última moda? ¿Por qué
codiciáis no ser codicioso? ¿Qué es lo que más te
ofendió en un momento dado? ¿Qué es lo que más os
halagó ayer? ¿Por qué os sentisteis superior a fulano o a
fulana de tal, en determinado instante? ¿A qué hora te
sentisteis superior a alguien? ¿Por qué te engreísteis al
relatar tus triunfos? ¿No pudisteis callar cuando
murmuraban de otra persona conocida? ¿Recibisteis la
copa de licor por cortesía? ¿Aceptaste fumar tal vez no
teniendo el vicio, posiblemente por el concepto de
educación o de hombría? ¿Estáis tú seguro de haber
sido sincero en aquella conversación? ¿Y cuándo te
Justificas a ti mismo, y cuando te alabas, y cuando
cuentas tus triunfos y los relatas repitiendo lo que antes
dijiste a los demás, comprendiste que eras vanidoso?
El sentido de la auto-observación íntima, además de
permitirte ver claramente al “Yo” que estáis disolviendo,
te permitirá también ver los resultados patéticos y
definidos de tu trabajo interior.
En principio estas creaciones del infierno, estas
aberraciones psíquicas que desgraciadamente te
caracterizan, son más feas y monstruosas que las
bestias más horrendas que existen en el fondo de los
mares o en las selvas más profundas de la tierra;
conforme avancéis en vuestro trabajo podéis evidenciar
mediante el sentido de auto-observación interior el
hecho sobresaliente de que aquellas abominaciones
van perdiendo volumen, se van empequeñeciendo...
Resulta interesante saber que tales bestialidades
conforme decrecen en tamaño, conforme pierden
volumen y se empequeñecen, ganan en belleza,
asumen lentamente la figura infantil; por último se
desintegran, se convierten en polvareda cósmica,
entonces la Esencia enfrascada, se libera, se emancipa,
despierta.
Indubitablemente la mente no puede alterar
fundamentalmente ningún defecto psicológico;
obviamente el entendimiento puede darse el lujo de
rotular un defecto con tal o cual nombre, de justificarlo,
de pasarlo de un nivel a otro, etc., mas no podría por sí
mismo aniquilarlo, desintegrarlo.
Necesitamos urgentemente de un poder flamígero
superior a la mente, de un poder que sea capaz por si
mismo de reducir tal o cual defecto psicológico a mera
polvareda cósmica.
Afortunadamente existe en nosotros ese poder
serpentino, ese fuego maravilloso que los viejos
alquimistas medievales bautizaron con el nombre
misterioso de Stella Maris, la Virgen del Mar, el Azoe de
la Ciencia de Hermes, la Tonantzín del México Azteca,
esa derivación de nuestro propio ser íntimo, Dios Madre
en nuestro interior simbolizado siempre con la serpiente
sagrada de los Grandes Misterios.
Si después de haber observado y comprendido
profundamente tal o cual defecto psicológico (tal o cual
“Yo”), suplicamos a nuestra Madre Cósmica particular,
pues cada uno de nos tiene la suya propia, desintegre,
reduzca a polvareda cósmica, este o aquel defecto,
aquel Yo, motivo de nuestro trabajo interior, podéis estar
seguro de que el mismo perderá volumen y lentamente
se irá pulverizando.
Todo esto implica naturalmente sucesivos trabajos de
fondo, siempre continuos, pues ningún “Yo”, puede ser
desintegrado jamás instantáneamente. El sentido de
auto-observación íntima podrá ver el avance progresivo
del trabajo relacionado con la abominación que nos
interese verdaderamente desintegrar.
Stella Maris aunque parezca increíble es la signatura
astral de la potencia sexual humana. Obviamente Stella
Maris tiene el poder efectivo para desintegrar las
aberraciones que en nuestro interior psicológico
cargamos.
La decapitación de Juan Bautista es algo que nos invita a
la reflexión, no sería posible ningún cambio psicológico
radical si antes no pasáramos por la decapitación.
Nuestro propio ser derivado, Tonantzín, Stella Maris
como potencia eléctrica desconocida para la humanidad
entera y que se halla latente en el fondo mismo de
nuestra psiquis, ostensiblemente goza del poder que le
permite decapitar a cualquier “Yo” antes de la
desintegración final.
Stella Maris es ese fuego filosofal que se encuentra
latente en toda materia orgánica e inorgánica.
Los impulsos psicológicos pueden provocar la acción
intensiva de tal fuego y entonces la decapitación se hace
posible.
Algunos “Yoes” suelen ser decapitados al comienzo del
trabajo psicológico, otros en el medio y los últimos al
final. Stella Maris como potencia ígnea sexual tiene
conciencia plena del trabajo a realizar y realiza la
decapitación en el momento oportuno, en el instante
adecuado.
En tanto no se haya producido la desintegración de
todas estas abominaciones psicológicas, de todas estas
lascivias, de todas estas maldiciones, robo, envidia,
adulterio secreto o manifiesto, ambición de dinero o de
poderes psíquicos, etc., aún cuando nos creamos
personas honorables, cumplidoras de la palabra,
sinceras, corteses, caritativas, hermosas en el interior,
etc., obviamente no pasaremos de ser más que
sepulcros blanqueados, hermosos por fuera más por
dentro llenos de asqueante podredumbre.
La erudición libresca, la pseudo-sapiencia, la
información completa sobre las sagradas escrituras, ya
sean éstas de oriente o de occidente, del norte o del sur,
el pseudo-ocultismo, el pseudo-esoterismo, la absoluta
seguridad de estar bien documentados, el sectarismo
intransigente con pleno convencimiento, etc., de nada
sirve porque en realidad solo existe en el fondo eso que
7
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
ignoramos, creaciones del infierno,
maldiciones, monstruosidades que se
esconden tras la cara bonita, tras el
rostro venerable, bajo el ropaje
santísimo del líder sagrado, etc.
Tenemos que ser sinceros consigo
mismo, preguntamos qué es lo que
queremos, si hemos venido a la
E n s e ñ a n z a Gn ó s ti c a p o r m e r a
curiosidad, si de verdad no es pasar por
la decapitación lo que estamos
deseando, entonces nos estamos
engañando a sí mismos, estamos
defendiendo nuestra propia
podredumbre, estamos procediendo
hipócritamente.
En las escuelas más venerables de la
sapiencia esotérica y del ocultismo
existen muchos equivocados sinceros
que de verdad quieren auto-realizarse
pero que no están dedicados a la
desintegración de sus abominaciones
interiores.
Son muchas las gentes que suponen
que mediante las buenas intenciones es
posible llegar a la santificación.
Obviamente en tanto no se trabaje con
intensidad sobre esos “Yoes” que en
nuestro interior cargamos, ellos
continuarán existiendo bajo el fondo de
la mirada piadosa y de la buena
conducta.
Ha llegado la hora de saber que somos
unos malvados disfrazados con la túnica
de la santidad; ovejas con piel de lobo;
caníbales vestidos con traje de
caballero; verdugos escondidos tras del
signo sagrado de la cruz, etc.
Por muy majestuosos que aparezcamos
dentro de nuestros templos, o dentro de
nuestras aulas de luz y de armonía, por
muy serenos y dulces que nos vean
nuestros semejantes, por muy
reverendos y humildes que
parezcamos, en el fondo de nuestra
psiquis continúan existiendo todas las
abominaciones del infierno y todas las
monstruosidades de las guerras.
En Psicología Revolucionaria se nos
hace evidente la necesidad de una
transformación radical y ésta solo es
posible declarándonos a sí mismos una
guerra a muerte, despiadada y cruel.
Ciertamente nosotros todos no valemos
nada, somos cada uno de nos la
desgracia de la tierra, lo execrable.
Afortunadamente Juan Bautista nos
enseñó el camino secreto: MORIR EN
SÍ MISMOS MEDIANTE LA
DECAPITACIÓN PSICOLÓGICA.
EL RITUAL
DE DECAPITACIÓN
DEL “YO” EN EL
PERÚ PREHISPÁNICO
L
a decapitación es un simbolismo universal que
podemos encontrar en las expresiones artísticas y
culturales de los pueblos más antiguos de la
humanidad, tanto en oriente como en occidente.
Incuestionablemente, la decapitación es la representación de
la eliminación del “Yo”, del Ego, del mí mismo, del pecado,
etc., esto fue precisamente lo que quisieron indicar en su Arte
Regio muchas culturas prehispánicas.
Los diversos trabajos de Arte Regio dejado por las culturas
Solares donde se observan hombres decapitados, jamás
deben ser interpretados como la evidencia dejada por ellos de
la realización física de dicha práctica cruel e inhumana, sino
como una enseñanza esotérica que señala la eterna lucha
que debemos librar en contra de sí mismos, es decir, la lucha
constante de la eliminación de nuestros defectos
psicológicos.
El Ego que debemos decapitar es la representación de toda
nuestra podredumbre, de todos los vicios, costumbres,
condicionamientos, etc., que cargamos interiormente en
nuestro espacio psicológico.
Aquí en Occidente, esos defectos psicológicos son conocidos
como pecados: ira, lujuria, envidia, pereza, gula, etc.
En el Perú precolombino, por ejemplo, encontramos que la
cultura Moche dejo plasmada en muchas de sus
representaciones iconográficas la decapitación del “Yo”, esto
es algo que nos invita a la reflexión, porque bien sabemos que
no sería posible ningún cambio psicológico radical si antes no
pasáramos por la decapitación.
Nuestro propio ser derivado, Tonantzín, Stella Maris como
potencia eléctrica desconocida para la humanidad entera y
que se halla latente en el fondo mismo de nuestra psiquis,
8
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
ostensiblemente goza del poder que le permite decapitar
a cualquier “Yo” antes de la desintegración final.
Los pueblos aborígenes del Perú que habitaron la costa
norte de ese país, fueron las culturas que más
tempranamente registraron el ritual de la decapitación
de manera gráfica. Estudios de su arte muestran a cinco
deidades decapitadoras: una araña, un ave de presa, un
monstruo, un pez y un humano. Aunque la variedad de
deidades decapitadoras es pequeña, parece curioso
que las representaciones dejadas por las culturas
costeras del norte peruano cumplan una tarea, el corte
de cabezas. Es evidente que los Artistas Regios de
dichas culturas representaron a esas deidades
decapitadoras de acuerdo a cánones esotéricos
formales dictados por su tradición religiosa. Desde el
punto de vista del esoterismo, esa tradición nos está
señalando un culto, el culto a la muerte psicológica.
La presencia de diversas deidades decapitadoras,
señalan que cada una de ellas actuaba en un grupo
específico, determinado por su ubicación geográfica, es
así como en diversas excavaciones equidistantes, se
han encontrado e identificado las siguientes deidades
decapitadoras: En 1967 el Proyecto Huanchaco excavó
un Escorpión Decapitador Sobrenatural en el valle de
Moche. En 1968 el saqueo de Loma Negra en el valle de
Piura produjo un grupo de objetos metálicos de filiación
Moche, algunos con Arañas Decapitadoras. En 1987 el
Proyecto Sipán recuperó múltiples ejemplos de Arañas
Decapitadoras Sobrenaturales en el valle de
Lambayeque. En 1992 el Proyecto El Brujo en el valle
Chicama encontró un muro pintado con dos Arañas
Decapitadoras Sobrenaturales. En 1994 el Proyecto Dos
Cabezas excavó un tazón con representaciones de un
Pez Decapitador Sobrenatural en el valle de
Jequetepeque.
Hasta el momento se han podido identificar siete
deidades decapitadoras, donde la más común es la
Araña Decapitadora Sobrenatural. En la Plaza
ceremonial de la huaca de la Luna se pueden avistar en
las paredes, la representación de los Guerreros llevando
a los prisioneros atados entre sí, para ofrecerlos en
sacrificio a la Araña Decapitadora. Aquí podemos ver
como aquel hombre que ha trabajado sobre si,
descubriendo y comprendiendo sus defectos
psicológicos o “Yoes”, se gana el derecho de
presentarlos ante la madre para que sean decapitados.
La iconografía Moche nos muestra múltiples escenas de
un Humano Sobrenatural y un Monstruo en pleno
combate, cada uno con un patrono decapitador.
Claramente esta es la representación de la lucha que
debe librar el iniciado contra esa legión de “Yoes”. Ese es
el enemigo gigantesco al cual tenemos que cortarle la
cabeza para que florezca el Ser.
Un hallazgo inusual y que ha causado gran asombro, lo
constituye el descubrimiento de la tumba de un hombre
que fuera enterrado portando un Tumi o cuchillo
ceremonial fabricado en cobre, empuñado por su mano
izquierda, y la representación de una pequeña cabeza
de cerámica cerca de su mano derecha.
Excavaciones realizadas en el lugar conocido como
Dos Cabezas, en el año de 1994 permitieron encontrar
un Pez Decapitador Sobrenatural plasmado en un tazón,
pero aparte de ese descubrimiento, también hallaron un
pequeño templo, en una habitación. En el extremo sur de
una estrecha y larga cámara yacían dieciocho cabezas
humanas cortadas. Aunque las cabezas estaban
completamente libres de carne cuando fueron halladas,
la articulación de la mandíbula con el cráneo y algunas
vértebras cervicales en varios casos indicaban que ellas
pudieron haber estado recién cortadas cuando fueron
puestas en el cuarto. Un detallado estudio demostró que
las cabezas no habían sido movidas desde su
colocación en el cuarto. Las marcas de corte aparecen
sobre la porción anterior de la cuarta a la sexta vértebra
cervical, o alrededor de la ubicación de la manzana de
Adán. El arte Moche nos muestra claramente la
decapitación justo de esta manera – de adelante hacia
atrás. Los Artistas Regios ilustran el cuchillo apuntando
directamente al cuello de la víctima. Este hallazgo en
Dos Cabezas marca el primer episodio registrado del
ritual de decapitación Moche.
Mientras limpiaban una rampa que conducía a un piso
superior del complejo arquitectónico, exactamente al sur
del templo de 1994, se hizo un inesperado
9
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
descubrimiento: un entierro yacía ubicado en un
estrecho espacio debajo de un piso y entre dos muros.
Limpiando el desmonte, se encontró que el cuerpo no
estuvo ni en la posición flexionada vertical de los
entierros conocidos como tardíos, ni en la característica
posición extendida norte-sur de los Moche. El individuo
fue colocado con la cabeza al este y los pies al oeste.
Esta disposición tan poco común indica un entierro de
alguien especial. Los pectorales triangulares de cobre
dorado y los ornamentos de un elaborado tocado que se
encontró cerca, así lo confirman.
Una única pieza de cerámica yacía cerca del cuerpo en
el lado norte: el gollete de una pequeña jarra con una
pequeña cabeza humana modelada. El fragmento de
cerámica estuvo roto. Parecería de este modo un objeto
inconsecuente por ser el único objeto cerámico
enterrado con un individuo de esta categoría. Es claro
que el habitante de la tumba, un hombre viejo, había sido
de considerable importancia en vida por la cantidad de
ornamentos de cobre dorado que cubrieron su cabeza y
pecho.
El gollete circunstancialmente estaba casi justo, fuera de
la mano derecha del hombre. Por el espesor del objeto
de cobre que el difunto sostenía en su delgada mano
izquierda y sus dedos marcados con nudos artríticos,
demuestra que este era un Tumi – el cuchillo ceremonial
con hoja en media luna usado por los sacerdotes
decapitadores en sus rituales. Ningún otro Tumi ha sido
antes excavado atrapado en la mano de una persona
perteneciente a la cultura Moche.
Éste diminuto anciano, tan modesto en la muerte – con
sus huesos artríticos y pocos dientes restantes – fue sin
duda alguna en vida, un individuo formidable, de gran
desarrollo espiritual. El Tumi que este individuo sostenía
era pesado y fuerte. A diferencia de los Tumis blandos de
oro y plata que traía puesto en el cuello el Sacerdote
Guerrero de Sipán, el Tumi de cobre de este hombre
señala que era funcional.
El arte Moche ilustra que la decapitación era
acompañada de la sujeción de la víctima por el cabello,
tirando su cabeza hacia atrás para cortarla con un Tumi.
En otro importante hallazgo, al descifrar el mensaje en
los restos decapitadas del Señor de Sicán, cuya replica
de su tumba se expone en el museo Señor de Sicán, en
Ferreñafe, Perú, nos da una idea del desarrollo espiritual
del citado personaje.
Los restos del cuerpo del señor de Sicán fueron hallados
por el arqueólogo japonés Izumi Shimada en una
posición inusual, algo nunca antes visto. Los restos del
señor de Sicán estaban enterrados baca abajo, en
posición fetal, la evidencia señala que fue decapitado
post mortem y su cabeza colocada en el piso de la
tumba, fue orientada hacia el oeste, donde se encuentra
el océano pacifico, el agua, el símbolo de la fuente de
agua que da vida eterna.
Estas son señales, símbolos que nos indican que el Gran
señor de Sicán antes de su muerte física, logro la
desintegración de todos sus agregados psíquicos, es
decir, logro eliminar de si los pecados.
La iconografía dejada por el pueblo mochica nos
muestra la práctica del ritual de decapitación, donde la
deidad Ai-Apaec (dios degollador en la lengua muchik),
aparece sosteniendo un cuchillo ceremonial o Tumi en
su mano izquierda, y con la cabeza de un decapitado en
su mano derecha.
Ai-Apaec, era la principal deidad de la cultura mochica,
era uno de sus dioses castigadores (del “Yo”
psicológico), el más temido y adorado. Se le conocía
también como el decapitador. Ai-Apaec era adorado
como el dios creador, el protector de los mochicas,
proveedor de agua (de la vida eterna), de los alimentos
(del pan nuestro de cada día, la sabiduría que viene de lo
alto) y los triunfos militares (en la lucha contra el “Yo”
psicológico).
La representación más común y conocida de Ai-Apaec
es la que se puede apreciar en los murales del interior de
la Huaca de la luna, donde se ve representado con un
rostro antropomorfo, con boca felina, rodead de olas
marinas.
Ai-Apaec fue representado de varias formas. En la
cerámica es más antropomórfico, suele tener cabezas
en sus manos y en ocasiones dos serpientes que brotan
de su cabeza. Esta característica se ve en algunos
retratos murales. En la escultura se le puede observar
con un báculo, y una forma totalmente humanoide, con el
rostro severo y boca de felino.
El pueblo mochica, en su ritual de decapitación,
sacrificaba al Ego animal, y la cabeza de dichos
agregados se la ofrecían a Ai-Apaec.
En mucha de la cerámica del pueblo moche quedo
plasmada la decapitación del “Yo”. En algunas de ellas
es posible observar el evento donde la sacerdotisa
mochica le brinda a su señor, el sumo sacerdote, la
sangre de los prisioneros decapitados.
La Huaca de la Luna fue el centro ceremonial religioso de
la cultura mochica. Los centros Moche tenían su entrada
orientada hacia el Norte. En el Área de Sacrificios
esotéricos es posible observar una roca de grandes
dimensiones en la cual eran decapitados
simbólicamente los que se habían ganado tal honor.
10
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
LADECAPITACIÓN
YELCULTOA
LASCABEZAS
TROFEOENEL
MUNDOMAYA
YAZTECA
E
l sacrificio humano por decapitación, fue uno de
los rituales más propagados en Mesoamérica,
encontrándose desde las etapas más antiguas,
hasta las más nuevas, cuando ya este ritual cayera en la
involución, es decir, cuando ya la decapitación se
practicaba como una forma de asesinato ritual.
Hablando en términos esotéricos, esta práctica ritual de
la decapitación, era indispensable para el
mantenimiento de los dioses, el cosmos y la humanidad,
ya que aquellos necesitaron constantemente ser
alimentados por los hombres (a través de ellos) para así
poder mantener el equilibrio cósmico del universo y del
mundo.
El alimento vital de los dioses era la sangre y el corazón
humano, principalmente, los cuales se obtenían a través
de la muerte ritual de la víctima; a cambio de esto, los
dioses ayudaban a los hombres en distintos ámbitos:
buenas cosechas, lluvias, alimentos, éxito en las
guerras, protección de males y enfermedades, etc.
De hecho, el ritual de la decapitación en la zona maya, en
general, estuvo asociada a la cabeza trofeo, el ritual de la
agricultura esotérica, el mal llamado juego de pelota, y
en ocasiones al ritual del dios murciélago, al jaguar, la
serpiente, y en menor medida a los tzompantli (Hilera de
cráneos), cuando ya el ritual estaba en decadencia.
Entre los dioses asociados con la decapitación en esta
zona están el dios del maíz (símbolo de la simiente
humana), el cual aparece decapitado; el dios de la
muerte y todo su séquito del inframundo aparecen
directamente relacionados a esta práctica en el Popol
Vuh. El dios Chaahk, aparece sosteniendo una cabeza
cortada y una lanza. Esta deidad aparece comúnmente
participando en decapitaciones.
Entre los mexicas, aparece la decapitación como una
forma de sacrificio dedicado a Huitzilopochtli. No
obstante, en ambas zonas (maya y mexica) la
decapitación se relaciona con el mal llamado juego de
pelota y la agricultura esotérica (la agricultura celeste).
Estas asociaciones tienen un trasfondo más amplio, que
responden al simbolismo de la decapitación humana.
La decapitación, si la tomamos desde un punto de vista
exotérico, en forma literal, es el símbolo de una “muerte
digna”.
Incuestionablemente, más allá de ser la decapitación un
método de ejecución física, era la representación de la
eliminación del “Yo”, del Ego, del mí mismo. Esto fue lo
que quedo expresado en la iconografía dejada por los
antiguos habitantes de México, donde se muestran
figuras de decapitados o rituales de decapitación, no
como un testimonio de brutalidad, como se suele
interpretar en la actualidad, sino como la expresión de un
simbolismo claro de la lucha en contra de sí mismos, de
la decapitación y eliminación del Ego.
11
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
El Ego representa nuestros vicios, nuestros defectos
psicológicos, nuestros pecados capitales: ira, lujuria,
avaricia, odio… Imposible separar la decapitación, del
sabio uso de la energía sexual.
El Cristianismo Gnóstico nos enseña la doctrina de la
desintegración del Ego, del “Yo” de la psicología
experimental, del “pecado” en el cristianismo, esos
“cerdos” o demonios que nos tienen posesos, como son
la ira, el orgullo, la pereza, la gula, la envidia, la lujuria, la
codicia y sus miles de derivados; estos elementos
inhumanos en algunas culturas son conocidos como los
“agregados psicológicos”; o “agregados” porque no
pertenecen a nuestro Ser o Dios Íntimo, que está “en
medio de nosotros” o “dentro de nosotros” como dicen
los Evangelios Crísticos.
El ritual de la decapitación imperó en la cultura maya y a
la vez fue muy importante en otras culturas
mesoamericanas; por ejemplo, en Tlatelolco -a lo largo
de toda su historia, el ritual más común, tanto para
espacios religiosos como para las áreas urbanas, fue la
decapitación; lo mismo sucedió en el Templo Mayor de
Tenochtitlan, en donde la decapitación fue el tratamiento
mortuorio predominante para los adultos, los cuales
fueron “sacrificados” y depositados en las distintas
etapas constructivas de ese templo.
El ritual de la decapitación entre los mayas era una
ceremonia compuesta casi siempre por elementos
rituales heterogéneos que estaban encaminados a un fin
preciso, la eliminación del “Yo” psicológico.
La práctica del ritual de decapitación se llevaba a cabo
de dos formas, una en forma colectiva, y otra de forma
individual.
La antropología moderna no se equivoca cuando afirma
que el ritual de la decapitación iba dirigido a entes
sobrenaturales, ya sean estos dioses o fuerzas, como
un intento de comunicación, que pretendía afectar la
voluntad de los dioses con dicha expresión, pero olvidan
estos que, tal ritual tenía un carácter canónico, es decir,
exactamente regulado, lo cual lo hacía apropiado y
eficaz de acuerdo a sus principios religiosos.
La decapitación era un “paso ritual”, es decir, uno de los
elementos significantes de una forma ritual. Sin
embargo, suele ignorarse que existieron diversos ritos
directamente relacionados con la decapitación o
apropiación de la cabeza, que no han sido vinculados de
manera directa con la realización de la práctica ritual. La
decapitación y la apropiación de la cabeza/cráneo (o
sea, al acto en sí, físico o simbólico), era una forma ritual
que se insertó dentro de un ritual macro y muy extendido,
relacionado en general con el culto a las cabezas y/o
cráneos trofeos, llamados así, porque eran arrebatados
a esa legión de “Yoes” que moran en nuestro espacio
psicológico.
En un sentido amplio y muy general,
podemos
encontrar que los rituales relacionados con el culto a las
cabezas y/o cráneos trofeos, estaban dirigidos a la
extirpación de las diversas entidades anímicas malignas
que se alojaban en el cerebro, en la cabeza, en forma
continua y por espacios breves de tiempo.
El ritual de sacrificio humano por decapitación que se
practicara simbólicamente en el pasado, sobrevive
como legado cultural en algunas comunidades mayas
de Chiapas.
En Chiapas existe el pueblo de Tzinacatlán habitado por
los tzoctziles (gentes del murciélago) de la familia maya
y en el valle de Toluca el pueblo de Tzinacantepec. En el
Popol Vuh (la Biblia Maya) el murciélago es un ángel que
bajó del cielo para decapitar a los primeros hombres
mayas hechos de madera, el murciélago celeste que
aconsejó a Ixbalanqué y a Hunab Kú lo que debían hacer
para salir victoriosos de la prueba de la caverna del dios
murciélago.
Todo aquel que se decide a trabajar sobre sí mismo, todo
aquel que se decide a convertirse en hombre verdadero,
todo aquel que se decide a luchar contra todo lo que se lo
impida, tarde o temprano consigue el triunfo, tarde o
temprano se erige victorioso.
En el Museo Nacional de Antropología e Historia de la
ciudad de México se encuentra un monolito fálico que
representa a un hombre decapitado y el cual, como
todas las portentosas estelas Nahuas, contiene una
enseñanza trascendental. La cabeza ha sido
reemplazada por siete serpientes que se levantan con
las fauces abiertas y de las cuales salen bífidas lenguas
simbolizando a la luz; el hombre tiene el phalo en
erección. De su columna vertebral salen rayos de luz a
los cuales señala con su mano izquierda queriendo
indicar que a los izquierdos, los obscuros, es decir el
“Yo”, el sí mismo, el querido Ego, sólo puede ser
derrotado con la Luz del Fuego Sexual, este es El fuego
del Universo, el Fuego Sagrado de Pentecostés que cita
la Biblia en Hechos 2,14: “El fuego sagrado de
Pentecostés” salía como lenguas de fuego por sobre las
cabezas de los doce apóstoles”.
El monolito fálico Nahua con las siete serpientes
simboliza a Quetzalcóatl victorioso. Las siete serpientes
con bífidas lenguas son el fuego sexual del adepto de las
12
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
ciencias arcanas. Los
Yoguis nos hablan del
Kundalini, la serpiente
ígnea de los mágicos
poderes del rayo. Y es
que en realidad de
verdad, todo aquel que
aprende a manejar sus
Aguas de Vida, su fuego
Sexual, triunfa sobre sus
errores internos, errores
que la Biblia Cristiana
menciona como los 7
Pecados Capitales.
Esas Siete Serpientes
r e p r e s e n t a n
maravillosamente las
Siete virtudes que se
conquistan cuando
eliminamos de nuestra
naturaleza interior los
Siete Pecados Capitales:
Lujuria, Ira, Codicia,
Orgullo, Envidia, Pereza
y Gula. Debemos
cambiar, Lujuria por
castidad; Ira por
Serenidad Y dulzura de
carácter; Codicia por
caridad, altruismo,
desprendimiento,
filantropía; Orgullo por
humildad; Envidia por
alegría por el bien ajeno;
Pereza por acción,
trabajo, actividad; Gula
por moderación en todo
lo que hagamos.
En concordancia con la
Ley del 7, el phalo en
erección, en forma de
rama de palma que sale
del bajo vientre del
Decapitado, nos indica
que sólo por medio de la
magia amorosa, el sabio
uso de nuestras
Energías Creadoras, se
levantan las 7 serpientes,
se conquistan las 7
virtudes, entonces, los
hombres y las mujeres,
alcanzan en la vida, la
victoria. No hay nada
más grande que el Amor.
Dios resplandece sobre
la pareja perfecta.
La figura del decapitado,
es un tesoro grandioso
de sabiduría antigua.
DECAPITACIÓN
Y
AGRICULTURA
E
l tema de la muerte en la cosmovisión maya se ve asociado al
renacimiento espiritual, más que a una sobrevida del ser humano
muerto, es decir, se necesita la muerte del Ego para que surjan
los valores espirituales. Esto aparece de manera alegórica en el Popol
Vuh, en donde la cabeza decapitada de Hun-Hunahpú hace florecer el
árbol de jícaro, que nunca antes había dado frutos. Aquí se ve la relación
que existe entre la decapitación y los frutos del espíritu, lo cual podemos
observar en el Tablero de la Cruz Foliada de Palenque, donde de las
ramas del “árbol de maíz” aparecen cabezas cortadas en lugar de
mazorcas, lo cual también se ve en la parte inferior derecha de este
tablero, donde aparece Pakal ya muerto, sobre una planta de maíz que
tiene una cabeza cortada en vez de mazorca, junto a una concha de
caracol.
En estas representaciones, nuevamente encontramos la idea de la
decapitación y la muerte unida al nacimiento de las virtudes del Ser.
Una vez separada del cuerpo, la cabeza, en el esoterismo maya, es,
entre otras cosas, sinónimo del fruto, de aquello que brota del tallo, del
cuerpo. Y como tal debe ser tratada en los ciclos rituales, como el fruto
maduro y lleno de vida que debe ser cortado para enterrarlo y que vuelva
a la vida integrado en su cuerpo para repetir una y otra vez el ciclo dela
vida-muerte, muerte-vida .Esta idea también la encontramos entre los
mexicas, quienes al parecer en un sacrificio de primicias, decapitaban a
13
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
una joven y posteriormente al término de la cosecha, a
otra mujer. En el octavo mes (o veintena), cuando la
cosecha estaba madura, una muchacha que
representaba a la diosa del maíz nuevo, era decapitada;
sesenta días más tarde, cuando se terminaba la
cosecha, tenía lugar un nuevo sacrificio. Este sacrificio
se hacía en el undécimo mes, durante la fiesta de
Ochpaniztli, en honor a Teteuinnan o Toci, “nuestra
abuela”, la madre de todos los dioses, “la diosa del maíz
cosechado y utilizado” (la simiente transmutada).
El sentido evidente y más inmediato de la decapitación y
la muerte (psicológicamente hablando) en general es la
regeneración de la fuerza sagrada que obra en nuestro
interior.
Es así como se lleva a cabo un complejo ritual de
reciprocidad sacrificial, en donde el ser humano “mata
simbólicamente” al vegetal que necesita para subsistir y
a cambio de esto, le ofrece y entrega al dios la vida de
una o más personas de su comunidad (su Ego), para que
así aquél también se alimente.
En el mito de Jun Junajpu, el ser mitológico que debió ser
decapitado para que a través de su cabeza pudiera
florecer y dar frutos el árbol donde aquella fue
depositada, y posteriormente, su calavera fue la que
embarazó a Ixkik' con el chisguete de saliva que depositó
en su mano (símbolo del acto sexual). Es así como en
este mito encontramos a las cabezas cortadas
asociadas a la fertilidad vegetal, y a las calaveras
asociadas a la fertilidad humana, la sexualidad. De esta
forma, la apropiación violenta de la cabeza, a través de la
decapitación estaría relacionada a la fertilidad tanto
humana, como vegetal y animal.
Esta misma idea la encontramos con el dios del maíz,
quien también aparece decapitado en varias imágenes;
de esta forma, este dios y Jun Junajpu se asociarían a la
fertilidad, y ambos personajes míticos, serían deidades
dema, las cuales dieron origen al maíz y a las jícaras con
sus respectivas decapitaciones.
Estos mitos establecieron el vínculo directo de la muerte
humana simbólica y la germinación vegetal, razón por la
que los mayas representaron en numerosas ocasiones a
sus muertos, como la fuente por cual brotaba la vida
eterna.
Los alquimistas Medievales designaban a la Alquimia
Sexual con el nombre de “Agricultura Celeste”, porque
ofrece en sus leyes, en sus circunstancias y en sus
condiciones la mas estrecha relación con la agricultura
terrestre.
Los autores clásicos ven en la Alquimia Erótica los
mismos ejemplos y establecen sus demostraciones
sobre los trabajos campestres. La Analogía hermética
aparece así fundada en el arte del cultivador.
Incuestionablemente, así como en el mundo físico hay
que sembrar un grano para obtener una espiga, así
también es indispensable tener en primer lugar la semilla
metálica, que es el “En Seminis”, a fin de multiplicar, el
Metal, que es el Mercurio, procedimiento que se lleva a
cabo a través de la Transmutación Sexual.
Con esta operación alquímica se obtienen múltiples
Mercurios. Hay tres tipos de Mercurios, a saber: El
primero es el Mercurio en bruto o Azogue, que es aquel
que se encuentra en las Gónadas Sexuales. Luego,
mediante la clave de la Transmutación Sexual, se
obtiene el Segundo Mercurio, que es la Energía
Creadora conocida como el “Alma Metálica del Esperma
Sagrado”; mas tarde cuando este último se fusiona con
el Azufre o Fuego Sexual del Amor, se obtiene el tercer
Mercurio, conocido como “Mercurio Azufrado”. Con este
tipo de Mercurio se fabrican los Cuerpos Existenciales
Superiores del Ser: Astral, Mental y Causal; o Cuerpos
Celestiales según Pablo de Tarso, que él denomina
Natural, Espiritual y Divino.
Como cada fruto lleva en si su semilla, nuestro cuerpo
físico, posee la suya, que es el “Ens Seminis”. Y el punto
delicado, que algunos alquimistas llamaron “el Eje del
Arte”, es saber extraer del metal o primer Mercurio esta
primera semilla; en Gnosis conocemos el procedimiento
para llevar a cabo esta operación alquímica, varón y
mujer proceden a conectarse sexualmente sin llegar al
espasmo el primero y al orgasmo la fémina; el motor
activo de este proceso es un tipo de ascetismo
revolucionario que se fundamenta en la mezcla
extraordinaria del ansia sexual con el anhelo espiritual.
Pero todo grano capaz de germinar, de crecer y de
fructificar, reclama una tierra propicia, es decir, el
alquimista tiene necesidad de un terreno apropiado para
la especie y la naturaleza de su semilla, y en este punto
se debe tener en cuenta nuestra naturaleza física y
psíquica. En cuanto a la cuestión psíquica, es imposible
que el grano germine en los varones y mujeres
adúlteros, traidores, borrachos, afeminados, lesbianas,
drogadictos, asesinos, celosos, ladrones, mentirosos,
blasfemos, sacrílegos, etc.
Más tarde, con las tres calcinaciones por el hierro y por el
fuego, que están alegorizadas por los tres clavos de la
cruz, que son las tres montañas: 1° La montaña de la
Iniciación. 2° La Montaña de la Resurrección y, 3° La
Montaña de la Ascensión, se ven los frutos que señalan
la abundancia de los bienes celestiales, adquiridos por la
práctica hábil de la “Agricultura Celeste”, para provecho
y utilidad del alquimista, aquí es donde se recogen los
frutos.
14
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
CAMAZOTZ:
EL DIOS
MURCIÉLAGO
E
n la mitología maya quiché, Camazot era un dios
con forma de murciélago. Muchos antropólogos
debido a la falta de conocimiento esotérico,
aseguran que este dios tenía connotaciones maléficas.
Camazot era un dios que servía a la muerte y gobernaba
durante el crepúsculo. Algunos aseguran que el dios
murciélago habitaba en cavernas sangrientas y lugares
oscuros que la gente debía evitar para no molestarle. Se
decía que había cortado la cabeza de Hunapu, hermano
gemelo de Ixbalanqué, hijo del dios Hun-Hunahpú y la joven
Ixkik', pero este fue devuelto a la vida en forma de tortuga y
en esta forma consiguió derrotarle. Se le representaba
sosteniendo a una víctima y un cuchillo para decapitar a
dicha víctima.
Iconográficamente, encontramos al tzinacan (murciélago)
dibujado en estelas, códices, y vasijas mayas con la librea
del dios del aire. Se le ven el apéndice nasal y los dientes
triangulares saliendo hacia abajo desde las comisuras de
los labios. En los códices aztecas se le dibujaba en
braseros, vasos y silbatos, siempre como los vampiros de
tierra caliente del Sur de México.
La boca se caracteriza por los caninos y los incisivos
inferiores tapados por la lengua que, en las urnas
zapotecas, siempre aparece hacia afuera; las orejas
grandes y bien formadas. Saliendo de las orejas, en forma
de hojas, el tragus en jade; dedos cortos con garras hacia
arriba para poder utilizar las ventosas de las palmas de las
manos (las que le sirven al murciélago cuando se cuelga de
superficies lisas) y su apéndice nasal en forma de silla de
montar u hoja.
Los templos nahuas en forma de herradura estaban
dedicados al culto del dios murciélago. Sus altares eran de
oro puro y orientados hacia el Este. El dios murciélago tiene
15
poder para curar cualquier enfermedad, pero también
poder para cortar el cordón plateado de la vida que
une el cuerpo al alma. Los Maestros nahuas lo
invocaban para pedirle curación para sus discípulos o
para sus amigos profanos.
A la invocación asistían solamente iniciados que, en
el interior del templo, formaban cadena alternando en
ella hombres y mujeres sin tocarse las manos ni el
cuerpo. Los extremos de la cadena comenzaban a
ambos lados del altar y todos permanecían sentados
en cuclillas con la espalda contra la pared. En el altar,
flores recién cortadas, y a sus lados, sobre dos
pequeñas columnas talladas en basalto, sendos
braseros de barro pintados de rojo, símbolo de la vida
y de la muerte.
En los braseros ardían leños de ciprés (símbolo de
inmortalidad) cuyo aroma se mezclaba con el del
sahumerio de copalli, resinas olorosas y blancos
caracoles marinos molidos. El maestro vestía la librea
del dios del aire y maxtlatl alrededor de la cintura. De
frente, levantando las manos con las palmas
extendidas, vocalizaba tres veces el mantram ISIS,
dividiéndolo en dos largas sílabas, así:
ISSSSSSSSSSSSSSS ISSSSSSSSSSSSSSS
Después, con un cuchillo de obsidiana con
empuñadura de jade y oro, bendecía a los
concurrentes y en silencio hacía la invocación ritual:
«Señor de la vida y de la muerte, te invoco para que
bajes a sanar todas nuestras dolencias». Silencio
imponente sólo interrumpido por el crepitar del
sahumerio; de súbito, un batir de alas y un aroma de
rosas, de nardos, se extendía por todo el templo.
De los braseros salía una flama que se alargaba
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
como queriendo alcanzar el cielo, y el Maestro y los
asistentes se postraban hasta poner en tierra sus
frentes. La deidad nahua de la muerte (el dios
murciélago) bajaba ataviada con la librea del dios del
aire, o en forma de búho, a las pruebas fúnebres del
Arcano 13.
Trece escalones tenían las escalinatas de entrada a los
templos de misterios nahuas y Huehueteotl, el Dios
Viejo, tiene 13 mechones en su cabellera. Dentro del
recinto donde se levantaba el Templo Mayor de
Tenochtitlan existió un templo circular dedicado al Sol;
orientado hacia el Este, su techo permitía que el Sol
penetrara hasta su altar. En el muro interior del fondo de
ese templo se hallaba un gigantesco Sol de oro puro,
representación visible de la gran Deidad invisible,
Ipalnemoani.
Su puerta de entrada era la boca de una serpiente con
fauces abiertas; de sus comisuras, curvos y
amenazadores salían los colmillos y, en relieve, sobre el
piso, grande y bífida lengua salía de la puerta del templo.
En el frontispicio del templo, en relieve, abiertas fauces
de otra enorme serpiente de afilados colmillos
simbolizando al monstruo contra el cual tenían que
luchar los Adeptos de la augusta Orden de los
Comendadores del Sol.
Entre las cámaras secretas de este templo de misterios
existió el tzinacalli (la casa del murciélago), espacioso
salón con aspecto interior de sombría caverna donde
tenían lugar los rituales de iniciación para alcanzar los
altos grados de Caballero Ocelotl (tigre) y Caballero
Cuauhtli (águila).
Sobre el dintel de la pequeña puerta disimulada en el
muro interior del fondo de la caverna, la cual daba paso
al templo, colgaba un gran espejo de obsidiana y frente a
esa pequeña puerta ardía en el suelo una hoguera de
leña de pino.
El candidato a la iniciación era llevado al tzinacalli donde
quedaba solo a altas horas de la noche. Se le había
indicado que caminara a través de la obscuridad hacia la
luz de una hoguera y que, frente a ella, hablara al
guardián del umbral: «Soy un hijo de la Gran Luz;
tinieblas apártense de mí». Los murciélagos
comenzaban a revolotear y a chillar sobre la cabeza del
candidato.
La leña de pino se iba apagando, sólo quedaba en ella el
rescoldo, cuyo fuego se reflejaba en el espejo. De
repente, ruidoso batir de alas, un alarido aterrador y una
sombra humana, con alas de murciélago y maxtlatl
alrededor de la cintura, emergía de la obscuridad
amenazando con su pesada espada decapitar al
intrépido invasor de sus dominios.
¡Ay del candidato que retrocedía aterrado! Una puerta,
que hasta entonces había permanecido hábilmente
disimulada en la roca, se abría en silencio y en el quicio
aparecía un extraño señalando el camino del mundo de
los profanos de donde el candidato había venido.
Pero si el candidato tenía la presencia de ánimo
suficiente y resistía impávido la embestida de Camazotz
(el dios de los murciélagos), la pequeña puerta, oculta
frente a él, se abría suavemente y uno de los Maestros
se adelantaba a su encuentro para descubrir e incinerar
a la efigie del candidato modelada en papel de amate y
oculta entre las sombras de la caverna mientras los
demás Maestros daban al candidato la bienvenida y lo
invitaban a entrar en el templo.
Todo este ritual simboliza a la muerte de las pasiones de
la personalidad del iniciado en su paso de las sombras a
la luz (la decapitación del “Yo”). A través de las pruebas
de la ordalía a que eran sometidos los candidatos a
iniciados en las antiguas escuelas de misterios nahuas,
el alma animal de éstos se retrataba a veces como
murciélago porque, como el murciélago, el alma de ellos
estaba ciega y privada de poder por falta de luz
espiritual.
Como vampiros, los depravados y avaros se arrojan
sobre sus presas para devorar las substancias vivas que
hay en ellas y después, deambulando perezosamente,
regresan a las sombrías cavernas de los sentidos, donde
se ocultan de la luz del día como todos los que viven en
las sombras de la ignorancia, de la desesperación y del
mal.
El mundo de la ignorancia está gobernado por el temor,
el odio, la codicia, la lujuria, etc., etc., etc. En sus
sombrías cavernas vagan los hombres y mujeres que
sólo se mueven al vaivén de sus pasiones. Sólo cuando
el hombre experimenta las verdades espirituales de la
vida, escapa de ese subterráneo, de esa maldita
caverna de murciélagos donde Camazotz, que muchas
veces mata con su sola presencia, permanece oculto
acechando a sus víctimas.
El Sol de la Verdad se levanta en el hombre e ilumina a su
mundo cuando este eleva su mente desde la obscuridad
de la ignorancia y el egoísmo hacia la luz de la sabiduría
y el altruismo. Símbolo de este estado de conciencia en
el hombre son los ojos de águila que, sobre los dorsos de
los pies de Coatlicue, tratan de ver hacia el infinito.
16
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
ELJUEGODEPELOTA
L
as culturas precolombinas de Mesoamérica
dejaron para la posteridad, diversas zonas
arqueológicas extraordinarias, con un
simbolismo sorprendente que solo es posible entender
bajo la luz de la Gnosis.
Entre los mayas existió un ritual litúrgico, el cual se hacía
con una pelota de piedra. Cada movimiento era
cuidadosamente estudiado. Significaba, el ritual, la
lucha entre la luz y las tinieblas, entre los poderes de la
luz y los poderes de las tinieblas.
En los templos góticos de las catedrales de la Edad
Media, también se practicaron estos rituales. Es una
ceremonia religiosa debidamente estudiada.
El “juego de pelota”, es uno de los elementos comunes
de todas las culturas de Mesoamérica, entre los
Olmecas, habitantes de Olman, el país de hule en la
región selvática del Golfo de México, se encuentran las
primeras evidencias del “juego de pelota” o TACHTLI.
Las gentes actuales, que no ven más que la pelota de
aquel vagabundo londinense creador del football,
también quieren ver en las cosas sagradas lo mismo. La
simple lógica nos invita a reflexionar: ¿Jugar Football
con una bola de piedra?, ¿Cuántas rodillas rotas?,
¿Cuántas gentes muertas? Un solo golpe a la cabeza y
muertecito. Un solo golpe en la rodilla y fractura segura o
cojo para toda la vida. Sólo suponerlo es absurdo.
El “juego de pelota” era un ritual que generalmente
representaba la lucha del sol contra las fuerzas de los
dioses de la muerte y la oscuridad que habitaba en el
mundo subterráneo. Durante excavaciones realizadas
en la Zona Arqueológica de Plazuelas, en México, se
encontraron cuatro esculturas con rasgos de serpiente,
dos de ellas estuvieron empotradas en el centro de las
paredes laterales como marcadores del juego.
Así pues, el Campo de la Bola Religiosa, simboliza la
lucha constante y eterna entre las potencias del Bien
(LUZ) y del Mal (TINIEBLAS). Las potencias del Bien,
son los valores del Ser, la sabiduría gnóstica, la verdad,
el amor, la fraternidad, la ternura, el altruismo, la
sinceridad, etc. Las potencias del Mal, es lo que debe
morir en nosotros, lo que debe ser eliminado: El “Yo”:
nuestra ignorancia, nuestro fanatismo, la chismografía,
la violencia, la mala voluntad, la lujuria, etc.
Esa eterna lucha entre las potencias del bien y del mal,
es conocida como la gran batalla. En Jeremías capítulo
21, versículo 8, dice lo siguiente: “He aquí que yo pongo
delante de vosotros dos caminos: el de la vida y el de la
muerte”. El hombre y la mujer pueden utilizar el contacto
sexual y las delicias del amor y de los besos para
convertirse en dioses o en demonios.
Desde el amanecer de la vida existe una gran batalla
entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas.
La raíz secreta de esa batalla está en el sexo.
Existe la correcta interpretación de los Misterios del
Sexo. Los Magos Blancos nunca derraman el semen.
Los Magos Negros siempre derraman el semen. Los
Magos Blancos hacen subir la Serpiente Ígnea de
nuestros mágicos poderes por el canal medular. Los
Magos Negros hacen descender la Culebra hacia los
infiernos atómicos del hombre.
Los dioses y los demonios viven en eterna lucha. Los
dioses defienden la doctrina de la castidad. Los
17
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
demonios odian la castidad. En el sexo está la raíz del
conflicto entre dioses y demonios.
La gran batalla se realiza en la luz astral. La luz astral es
el depósito de todas las formas pasadas, presentes y
futuras de la gran Naturaleza. La luz astral es el Azoe y la
Magnesia de los viejos Alquimistas, el Dragón Volador
de Medea, el INRI de los cristianos, el Tarot de los
bohemios. La luz astral es un fuego terriblemente sexual
desprendido del nimbo del Sol, y fijado en la Tierra por la
fuerza de la gravedad y el peso de la atmósfera. El Sol es
quien atrae y repele esa luz encantadora y deliciosa. La
luz astral es la Palanca de Arquímedes. El viejo sabio
dijo: “Dadme un punto de apoyo y moveré el Universo”.
El semen es el astral líquido del hombre. En el semen
está la luz astral. El semen es la llave de todos los
poderes y la clave de todos los imperios.
La luz astral tiene dos polos, uno positivo, otro negativo.
La serpiente subiendo es positiva. La serpiente bajando,
es negativa. Cuando sube, es la serpiente de bronce que
sanaba a los israelitas en el desierto. Cuando baja, es la
serpiente tentadora del Edén.
Cuando sabemos adorar y besar con ternura infinita y
suprema castidad, la serpiente sube. Cuando gozamos
ardientemente de la lujuria, y derramamos la copa, la
serpiente se precipita embriagada por la locura, hacia los
infiernos atómicos del hombre.
En la región de la luz moran los seres que se adoran. En
la región de las tinieblas viven las Almas que se
embriagan con el cáliz de la lujuria, y que después de
haberse embriagado derraman la copa. Esas Almas se
consumen entre el fuego de su propia lujuria.
La Tierra está dirigida por Cristo y Yahvé, quienes viven
en eterna lucha. Cristo es el jefe de los dioses. Yahvé es
el jefe de los demonios.
Yahvé es aquel demonio terriblemente perverso que
tentó a Cristo en la montaña y tentándole le decía:
“Itababo”. “Todos estos reinos del mundo te los
entregaré si te arrodillas y me adoras”. Y Cristo le decía:
“Satán, Satán, escrito está: al Señor tu Dios no tentarás y
sólo a él obedecerás”.
Yahvé es un ángel caído terriblemente perverso. Yahvé
es el genio del mal. Cristo es el jefe de la Gran Logia
Blanca, y Yahvé, su antítesis, es el jefe de la Gran Logia
Negra. Los poderes de la luz y de las tinieblas viven en
eterna lucha, y esa lucha tiene su raíz en el sexo. El
semen es el campo de batalla. En el semen luchan a
muerte los ángeles y los demonios. El hueso medular del
gran conflicto entre ángeles y demonios es el sexo. Allí
está el problema. Allí está la raíz de todas las doctrinas
blancas y negras. Cristo tiene su programa de acción.
Yahvé tiene el suyo. Los escogidos siguen al Cristo. La
gran mayoría de seres humanos sigue fanáticamente a
Yahvé. Empero todos se esconden detrás de la cruz.
En la luz astral se combaten mutuamente las columnas
de ángeles y demonios. Frente a cada ángel, existe un
demonio.
Todo ser humano tiene su doble. He ahí uno de los
misterios de las Almas gemelas, Los Lamas dicen que
DEVAHDET fue hermano y rival de Budha. Es el rey del
infierno.
El doble es semejante en todo a su doble. Los dobles son
análogos, tienen las mismas tendencias, con las
diferencias de las analogías de los contrarios. Frente a
un astrólogo blanco existe un astrólogo negro. Si un
Maestro enseña Magia Sexual Blanca, su doble,
enseñará Magia Sexual Negra. Los dobles son
semejantes en todo, pero antitéticos.
La fisonomía y cuerpo de los dobles son semejantes
porque son gemelos. Este es uno de los grandes
misterios del Ocultismo. Cada Alma blanca tiene un
doble negro, un Alma contraria que antagoniza y
combate.
Llama mucho la atención la forma del campo de la bola
religiosa: cruz tao, templos alrededor. Todo esto es
profundamente simbólico. En los códices o libros
indígenas pintados sobre pieles, siempre representaron
el símbolo tradicional del Juego: una I latina horizontal
cruzada transversalmente por dos líneas que simbolizan
los cuatro rumbos del Universo y el centro lo que será la
estilización del Ollin, símbolo del movimiento.
Nos dicen las tradiciones que quien ganaba era
decapitado, pues así tenía el honor de ir con los Dioses o
seres superiores, cosa que sin la ayuda de la
Antropología Gnóstica seria entendida de la forma más
equivocada. Claro, quien en el campo de la vida diaria,
lucha contra sus entidades tenebrosas y sale victorioso,
obviamente muere en sí mismo, y nace para el espíritu,
es decir, queda decapitado, con la capacidad de poder
ver y oír lo que sucede en la naturaleza en todas sus
dimensiones. Despertará realmente a lo que es real. Esa
misma representación tiene la decapitación de Juan el
Bautista y el ahorcamiento de Judas. Sólo con la muerte
adviene lo nuevo.
La decapitación es un simbolismo universal, se
encuentra en las expresiones artísticas y culturales de
los pueblos antiguos, incluso como un signo de una
“muerte digna”.
En Tikal también existe ese pequeño recinto dedicado a
lo que comúnmente se llama campo de la pelota, pero su
nombre está equivocado. Esta es la evidencia que entre
los mayas existió un ritual litúrgico, el cual se hacía con
una pelota de piedra. Cada movimiento era
cuidadosamente estudiado.
El “juego de pelota” o campo de la bola religiosa
representa el origen del espíritu y el fin de la materia.
En la estructura del “juego de pelota”, encontramos una
forma de “I” latina con figuras esculpidas a lo largo de
ella, exponiendo jeroglíficos y esculturas en alto relieve
de luchas y escenas de oficios sacerdotales.
Al centro del campo de la bola religiosa hay dos círculos
a derecha e izquierda que representan el cero de la
numerología maya y el origen del mundo espiritual, en
dichos círculos o aros se hallan dos serpientes
enroscadas formando el símbolo del infinito.
Las batallas, luchas y enseñanzas representadas en el
mismo campo de la bola religiosa, contienen el proceso
de cada chispa divina revestida con su cuerpo humano
para alcanzar el origen de donde hemos venimos.
Podemos ver representada la transformación
psicológica del ser humano a través de la decapitación
18
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
de un guerrero triunfante, donde la
sabiduría de la muerte se encuentra en
plena manifestación, representada por
un cráneo de cuya mandíbula surge la
vulva de la palabra y del conocimiento
adquirido en base a la experiencia.
Así mismo, podemos ver el peregrinar
de las batallas a lo largo del “juego de
pelota” dirigiéndose hacia los
extremos, donde se encuentra a la
serpiente que representa la sabiduría,
el Ser, el fuego, entre otros símbolos
importantes, los cuales se alcanzan o
se van cristalizando en el mundo
interior del ser humano según su
trabajo interior.
Hay que ser muy cuidadosos en este
trabajo para no llegar a caer en la
egolatría y convertirnos en víctimas de
las falacias del Ego, pues el camino de
la iniciación exige mucha humildad y
capacidad para poder guardar los
secretos develados a la conciencia en
forma individual.
Es un deber del ser humano compartir
el conocimiento del Ser a través de la
Antropología Psicoanalítica y la
Psicología Revolucionaria. Ése es el
gran ritual que está representado en el
campo de la bola religiosa. Los
antiguos sacerdotes oficiantes, con
movimientos litúrgicos, pasaban la
esfera de piedra por los círculos para
representar el regreso de la esencia en
el mundo terrenal al mundo espiritual.
Perfectamente podemos ver los tres
factores de la revolución de la
conciencia: nacer, a través del culto al
fuego, que de hecho, la forma de “I”
latina nos recuerda el Ignis, el cual
aparece sobre la cabeza de las
serpientes esculpidas en piedra y que
se encuentran enroscadas tres vueltas
y media. El morir, por la decapitación, y
el sacrificio por la humanidad, en el que
la perfección de las perfecciones, el
Cristo, es sometido a las experiencias
humanas, verificándose así, los tres
factores de la revolución y
emancipación de la conciencia.
Cada uno de nosotros estamos en este
mundo para vivenciar las experiencias
de los mundos superiores, basándonos
en el dominio de las experiencias del
mundo inferior, es decir, que cuando
alguien decapita a la pereza, podrá
experimentar la alegría y felicidad en el
trabajo; cuando alguien decapita la ira,
conquistará entonces la dulzura en el
carácter y la paz hacia sus semejantes.
VICTORIAALADA
deSAMOTRACIA
L
a Victoria alada de Samotracia, también conocida como
Victoria de Samotracia o Niké de Samotracia, es una
escultura perteneciente a la escuela rodia del período
helenístico. Representa a Niké, la diosa de la victoria. Esta
maravillosa escultura procede del santuario de los Cabiros en
Samotracia, pequeña isla de Grecia localizada en el norte del mar
Egeo.
La figura femenina de la Victoria con alas se posa sobre la proa de
un navío, que actúa de pedestal de la figura femenina, cuyo cuerpo
presenta una leve y graciosa torsión. Va envuelta en un fino chitón y
un manto, ropajes que se adhieren al cuerpo dejando traslucir su
anatomía, tratamiento este que recuerda a la denominada técnica
de «paños mojados» atribuida a las obras de Fidias.
El manto forma un rollo sobre el muslo derecho para caer luego
entre las piernas, dando lugar a una composición muy característica
en otras figuras femeninas de la misma época. Las ropas agitadas
por el viento configuran el dramatismo, esta vez gozoso, tan
característico de la escuela escultórica rodia, una de las más
barrocas del helenismo. Hay que precisar que una de sus alas, al
19
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
menos en parte, no es original, sino producto de una
restauración.
Esta es una escultura con un gran mensaje esotérico,
que desafortunadamente muy pocos pueden
comprender.
Las enseñanzas del Cristianismo Gnóstico tienen un fin
específico, lograr el despertar de la conciencia por medio
de la muerte del “Yo”. Pero para poder liberarse del “Yo”,
es indispensable “Morir”, es imprescindible la muerte del
Ego, entonces, solo así, se dejará de “Retornar”. Si se
estudia el “Libro de los Muertos” de los Egipcios, es Isis
la llamada a dar muerte al “Ego”, sin la Madre Divina
resulta imposible la muerte del Ego.
Con la muerte del Ego la Esencia se libera y se pierde en
Osiris el Cristo Divino. La Esencia resucita en el corazón
de Osiris, donde quedan los afectos, los apegos,
nuestros deseos, etc., etc., etc. Tenemos que morir para
liberarnos de la Trágica Rueda del samsara, y hay que
eliminar las semillas para que no rebrote el Ego, y
bañarnos en las aguas del Leteo y el Eunoe y ser
confirmado en la Luz, matar al Caín que es la Mente
Lunar.
Esta Mente no sirve, hay que eliminarla, hay que darle
Muerte. Por eso los antiguos veían en la Luna la figura de
Caín; a la Mente se le llama Caín y este era cazador, y la
Mente anda cazando fortunas, posición social, fama,
subir siempre al tope de la escalera. Esta Mente la usan
los bribones para triunfar, se sienten sabios y poderosos
con esa Mente Animal Lunar bien cultivada.
La figura del Ángel Decapitado, conocida como el Ángel
de Samotracia, nos indica que después de haber logrado
la disolución del “Ego”, de haber incinerado sus semillas,
se tiene que pasar por la Decapitación. Falta la muerte
del Cuerpo Lunar y de la Mente Lunar, estos dos cuerpos
que forman el Caín, son los dos Elementos Subjetivos a
los que hay que decapitar. Después sólo queda Osiris y
la Esencia que queda en el corazón de Osiris, entonces
ya se tiene derecho de llevar el Áspid (la Serpiente) en la
frente y como dice el “Libro de los Muertos”: “ya puede
sentarse como los otros Osiris se sientan y llevar la
Serpiente en la frente”, porque ya tiene al Verbo, ha
triunfado, sus poderes no serán utilizados de ninguna
manera en forma egoísta.
Osiris es el Cristo Cósmico; un hombre Osirificado ya
tiene el Cristo Cósmico, ya no tiene Elementos
Subjetivos, ya se ha liberado de esa Rueda Trágica de
Vidas y de Muertes donde radica la causa del Dolor y el
sufrimiento.
La lucha más violenta para poder lograr la eliminación
del Ego se libra con la terrible Serpiente Tentadora del
edén,
representación del abominable Órgano
Kundartiguador, de la cola de Satán; ésta es la horrible
Pitón que Apolo hirió con sus dardos. Es la antítesis de la
Madre Divina, materia densa y espantosa contra la cual
debemos luchar. Mientras no estemos dentro de la
“Barca de Isis”, no serviremos para nada. Según la
Sabiduría Egipcia, Thot es Hermes y Hermes es
Mercurio, el Gran Hierofante, el Ministro, el Embajador
del Logos Solar, el Gran Instructor, el que nos eleva de
Iniciación en Iniciación. Pero ¿Quién es en nosotros? Él
es el “Ens Seminis”.
Solamente mediante La Gran Muerte nos podemos
escapar de esa Gran Rueda y del sufrimiento de este
Mundo que es totalmente pasajero y doloroso. Hay que
pasar más allá de los afectos de nuestros seres más
queridos, esto es algo que cuesta muchísimo trabajo.
Este mundo es terriblemente doloroso, para lo único que
vale la pena vivir es para Auto-Realizarse, porque todo lo
demás es vano.
El esoterismo universal nos enseña que para que nazca
lo nuevo, debe morir lo viejo, que para que nazcan en
nosotros las virtudes, deben ser decapitados los
pecados, aquellos considerados las cabezas de legión
de los agregados psicológicos. Tales agregados son
pecados, lo único que en nosotros asume aspecto
trascendental en la entidad, es el buda íntimo, o sea,
nuestro padre que está en secreto, el shesed de la
cábala. Este buda secreto es tan distinto al cuerpo, a la
mente y a los afectos más íntimos, como el aceite al
agua, como el día a la noche, como el invierno al verano,
etc. Resulta espantoso saber que el buda secreto sea de
nosotros mismos, de nuestros propios afectos,
sentimientos, pensamientos, deseos, pasiones, amores,
etc., etc., etc.
Resulta asombroso que nuestro ser sea de uno, eso es
terrible pero verdadero. De ninguna manera quiere
nuestro buda interior, nuestro padre que está en secreto,
que uno exista. El anhela nuestra muerte radical.
Necesitamos disolver el Ego para tener derecho al
éxtasis.
Cuando alguien comienza a eliminar el “Yo”, se
encuentra con tantos y tantos ayeres, es por eso que se
dice que en verdad el “Yo” es un libro de muchos tomos.
Cuan difícil es la eliminación del “Yo”, pero hay que
lograrlo.
Huyendo del mal, muchas veces caemos en el mal y
lloramos. ¿Para que las envidias viles y las lujurias
cuando retuercen como reptiles sus pálidas furias?,
¿para que los oídos funestos de los ingratos?, ¿para que
los libidos gestos de los Pilatos? En el fondo profundo de
los hombres mas castos vive el bíblico Adán ebrio de
pasión carnal, saboreando con deleite la fruta prohibida.
Trabajando internamente llegaremos a la muerte por el
camino del Amor.
Sí esos que buscan la eliminación comprendieran que
de verdad el Alma se encuentra embotellada en el “Yo”,
si ellos destruyeran el “Yo”, si redujesen a polvareda
cósmica a su querido Ego, entonces el Alma quedaría
libre de verdad, en éxtasis, en Shamadi continuo.
Así se experimentaría directamente eso que es la
verdad. El que quiera vivenciar lo real debe eliminar los
elementos subjetivos de las percepciones, porque
dentro de esos elementos duerme el alma
profundamente, ¡que dolor!
La victoria alada de samotracia nos enseña, que el Ángel
interior solo surge cuando pasamos por la decapitación
del “Yo”, así, de esa forma, quedo plasmada la
enseñanza de la decapitación, en la victoria alada de
samotracia. Así se expresa el arte regio, dejando
sabiduría para la conciencia.
20
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
LA DECAPITACIÓN
DE JUAN EL BAUTISTA
E
l Maravilloso simbolismo de la decapitación de
Juan el Bautista, lo podemos encontrar en las
Sagradas Escrituras. Al realizarse un análisis
comparativo con algunas culturas de los andes, de la
amazonia, de mesoamérica y de otras partes del mundo,
respecto a la decapitación, nos arroja que, la
decapitación simbólica fue un ritual celebrado por todas
las grandes culturas que han habitado en este planeta.
La decapitación de Juan el Bautista, es un evento
importante que se narra en el cristianismo,
desafortunadamente, este evento esotérico a perdido
todo su simbolismo a causa de los falsaos jerarcas del
cristianismo de garaje que reina por doquier.
El evento de la decapitación de Juan nos indica el
procedimiento a seguir si es que en verdad se quiere
erradicar definitivamente a la legión de “Yoes” que
dominan nuestra mente.
A medida que uno trabaja sobre sí mismo va
comprendiendo cada vez más y más, la necesidad de
eliminar radicalmente de su naturaleza interior, todo eso
que nos hace tan abominables, pero tenemos que ser
sinceros consigo mismo, preguntamos qué es lo que
queremos, si hemos venido a la Enseñanza Gnóstica por
mera curiosidad, si de verdad no es pasar por la
decapitación lo que estamos deseando, entonces nos
estamos engañando a sí mismos, estamos defendiendo
nuestra propia podredumbre, estamos procediendo
hipócritamente.
En las escuelas más venerables de la sapiencia
esotérica y del ocultismo existen muchos equivocados
sinceros que de verdad quieren auto-realizarse pero que
no están dedicados a la desintegración de sus
abominaciones interiores.
Son muchas las personas que suponen que mediante
las buenas intenciones es posible llegar a la
santificación.
Obviamente en tanto no se trabaje con intensidad sobre
esos “Yoes” que en nuestro interior cargamos, ellos
continuarán existiendo bajo el fondo de la mirada
piadosa y de la buena conducta.
Ha llegado la hora de saber que somos unos malvados
disfrazados con la túnica de la santidad; ovejas con piel
de lobo; caníbales vestidos con traje de caballero;
verdugos escondidos tras del signo sagrado de la cruz,
etc.
Por muy majestuosos que aparezcamos dentro de
21
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
nuestros templos, o dentro de nuestras aulas de luz y de
armonía, por muy serenos y dulces que nos vean
nuestros semejantes, por muy reverendos y humildes
que parezcamos, en el fondo de nuestra psiquis
continúan existiendo todas las abominaciones del
infierno y todas las monstruosidades de las guerras.
En Psicología Revolucionaria se nos hace evidente la
necesidad de una transformación radical y ésta solo es
posible declarándonos a sí mismos una guerra a muerte,
despiadada y cruel.
Ciertamente nosotros todos no valemos nada, somos
cada uno de nos la desgracia de la tierra, lo execrable.
Afortunadamente Juan Bautista nos enseñó el camino
secreto: MORIR EN SÍ MISMOS MEDIANTE LA
DECAPITACIÓN PSICOLÓGICA.
Juan el Bautista es decapitado y Cristo es crucificado
para salvar al mundo, porque es necesario que muera el
pecado para que nazca en nosotros el Cristo. Toda la
sabiduría de Juan el Bautista, está encerrada dentro del
cuerpo etérico del hombre. El degollamiento de Juan
Bautista es simbólico pertenece al primer cañón o
Vértebra cervical de la cabeza, situada en la nuca.
Cuando el segundo grado de poder del fuego, o
Kundalini del cuerpo etérico, (porque cada uno de los
siete cuerpos tiene su Kundalini), al llegar allí, entonces
el Iniciado pasa por la simbólica decapitación de Juan
Bautista; cambia su mente terrenal por una mente
etérica y celestial, le deja a Salomé (la humanidad) su
cabeza inmunda para que dance con ella delante del rey
Herodías (el mundo), y el Iniciado asume una nueva
mente, una mente celestial y divina. ¡Qué grandioso es
esto!... ¡Lástima que la humanidad no entienda estas
cosas!...
De esta manera se relata el acto de decapitación de Juan
el Bautista: “Resonaron los timbales y brotaron gritos en
la multitud. Pero el tetrarca dominó todo el estrépito con
su voz: ¡Ea! ¡Ea! ¡Tuyo será Cafarnaúm! ¡Y la vega del
Tiberíades! ¡La mitad de mi reino!”
“Entonces se arrojó ella al suelo y súbitamente se
balancearon sus talones en el aire y se adelantó varios
metros sobre las manos, como un gran escarabajo”.
“Luego saltó sobre sus pies, y miró ahora con fijeza a
Herodes. Tenía pintados de carmín los labios y negras
las cejas, y sus ojos destellaban con fulgor peligroso,
brotando en su frente gotitas titilantes”.
“De hito en hito se contemplaron Herodes y Salomé,
hasta que desde la galería castañeó sus dedos
Herodías”.
“Sonrió entonces Salomé mostrando sus blancos y
firmes dientes, susurró como una pudorosa y tímida
doncella”.
“Quiero... en una fuente la cabeza... (había olvidado el
nombre); mas volviendo a sonreír, dijo con claridad, ¡La
cabeza de Juan!”
“Hallábase acaso un tanto enojada con el amado, y lo
hizo decapitar; más cuando contempló la querida
cabeza sobre la fuente, lloró y enloqueció y pereció de
delirio erótico”.
Horripilante batalla íntima en la psiquis de Salomé; “Yo”
del despecho arrastrando en su decadencia abominable
a los demás “Yoes”.
Triunfo asqueante del diablo homicida... espanto...
horror.
Herodes temió a la multitud porque consideraba a Juan
como a un profeta.
En el capítulo XI del Evangelio de Mateo se habla de
Juan el Bautista como de un verdadero Jina, un Hombre
Celeste, un semidiós, superior a los profetas, pues que
Jesús mismo dice de él: “Ciertamente os digo que él es
mucho más que un profeta, pues que de él es de quien
está escrito: He aquí que yo envío mi ángel ante tu faz,
para que vaya delante de ti aparejándote y
desbrozándote el camino.
Entre los hombres nacidos de mujer, no se levantó otro
mayor que él, aunque él es menor que el que menor sea
en el reino de los Cielos y si le queréis pues, recibir,
sabed que él es aquel Elías que se nos dice ha de venir...
El que tenga oídos para oír que oiga”.
Estas palabras del gran Kabir Jesús enlazan a los dos
grandes personajes hebreos en uno solo.
Juan el Bautista decapitado por la lujuriosa Salomé, fue
en verdad la vivísima reencarnación de Elías, el Profeta
del Altísimo.
Por aquella época los nazarenos eran conocidos como
bautistas, sabeanos y cristianos de San Juan; el error de
tales gentes consistía en la absurda creencia de que el
Kabir Jesús no era el Hijo de Dios, sino sencillamente un
profeta que quiso seguir a Juan.
En orígenes (Vol. II, página 150) se observa que, “existe
algunos que dicen que Juan el Bautista era el Ungido
(Christus)”.
“Cuando las concepciones de los Gnósticos, que veían
en Jesús el Logos y el ungido, empezaron a ganar
terreno, los primitivos cristianos se separaron de los
nazarenos, los cuales acusaban injustamente al
Hierofante Jesús de pervertir las Doctrinas de Juan y de
cambiar por otro el Bautismo en el Jordán”. (Codex
Nazarenus, II Pág. 109).
Salomé desnuda, ebria de vino y de pasión, con la
cabeza inocente de Juan el Bautista entre sus eróticos
brazos, danzando delante del Rey Herodías, hizo
estremecer las tierras del Tiberíades, Jerusalén, Galilea
y Cafarnaúm...
Empero nosotros, no debemos escandalizarnos tanto:
Salomé yace muy oculta en el fondo íntimo de muchas
mujeres... tú lo sabes... Y que ningún varón presuma de
perfecto porque en cada uno se oculta un Herodes.
Matar es evidentemente el acto más destructivo y de
mayor corrupción que se conoce en el planeta Tierra.
Escrito está en el libro de todos los misterios que no solo
se mata con puñales, armas de fuego, horca o veneno,
son muchos los que matan con una mirada de desprecio,
con una sonrisa irónica o con una carcajada; con una
carta o con la ingratitud y la calumnia.
En verdad os digo que el mundo está lleno de uxoricidas,
matricidas, parricidas, fratricidas, etc., etc., etc.
Es necesario amar mucho y copular sabiamente con la
adorada si es que en verdad queremos reducir a
polvareda cósmica el diablo homicida, mediante la lanza
omnipotente de Eros.
22
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
PERSEO
Y LA DECAPITACIÓN DE MEDUSA
L
a belleza de Dánae hizo que Polidectes también
cayera enamorado de ella. Pensando que el
joven Perseo podía ser un estorbo en sus
planes intentó librarse de él mediante una estratagema.
Esta consistía en hacer creer a todo el mundo que
pretendía conquistar a la princesa Hipodamía (ilusión
samsarica). Polidectes pidió a los habitantes de la isla
que le entregasen un caballo cada uno como presente
para poder ofrecer como regalo a la princesa. Al no tener
ningún caballo que ofrecerle, Perseo le prometió traerle
la cabeza de Medusa, una de las tres Gorgonas (los tres
traidores) que podía convertir en piedra a los hombres
sólo con su mirada. Polidectes aceptó satisfecho el
ofrecimiento, pensando que la misión era un suicidio y el
joven nunca regresaría”.
Perseo, nacido de su madre, la virgen Dánae (la madre
divina Kundalini) y la intervención de Zeus, guarda en su
leyenda grandes paralelismos con la de Horus, Isis y
Osiris entre los egipcios: un rey genuino que es
destronado y muerto por un rey oscuro movido por sus
celos, una madre que entrega todo de sí al proteger la
vida de su hijo, y la intervención de una fuerza superior
para garantizar su supervivencia.
En el caso de Perseo, un oráculo había revelado a
Acrisio, rey de Argos, que moriría por culpa de su nieto.
Al conocer esta profecía, encerró a su hija Dánae en una
torre y no dejó que se casase para evitar que tuviese
hijos. Pero Zeus la quería, y se transformó en lluvia de
oro para descender hasta ella.
Así Dánae fue concebida. Meses después, Acrisio, al
escuchar el llanto del pequeño niño decidió arrojar a
ambos en el mar. Ayudados por Zeus, Perseo y su madre
serían rescatados de entre las aguas por un pescador
llamado Dictis, y llevados a la corte de su hermano, el rey
Polidectes (la falsa personalidad) en la isla de Séfiros.
Perseo fue entregado a los sacerdotes del templo de
Atenea (la sabiduría del Ser), para que lo cuidasen.
Polidectes se enamoró de Dánae y sus cortejos
acosantes la obligaron a casarse con él y asegurar así su
supervivencia y la de Perseo. Durante la fiesta nupcial,
Perseo le prometerá al rey traer la cabeza de la Gorgona
Medusa (la mente, uno de los tres traidores), a cambio
de poner fin al acecho que vivía su madre.
Con el fin de encontrar el escondite de Medusa, Perseo
fue en busca de las Grayas (el pasado, el presente y el
futuro), tres ancianas que sólo tenían un mismo ojo y un
mismo diente y que compartían pasándoselos una a la
otra. Perseo les arrebató el ojo y el diente, obligándolas a
confesar donde estaba situada la residencia de Medusa
a cambio de devolvérselos.
Medusa era un monstruo con apariencia femenina que
tenía cientos de serpientes en lugar de cabellos y su
mirada hipnótica convertía en piedra a los que la
miraban.
La Medusa es la viva representación del Ego o los siete
defectos principales en el hombre: ira, orgullo, lujuria,
codicia, pereza, envidia y gula.
Perseo, la conciencia humana; dio lugar a la oración y
pidió ayuda a los Dioses. De este modo Atenea le prestó
su escudo invulnerable, Vulcano, una espada de
diamantes, Hades (el señor de la muerte, el trabajo en la
muerte mística), su casco que lo volvería invisible y
Hermes sus sandalias aladas.
«Zeus los estaba observando desde lo alto y, orgulloso
de su hijo, dijo a los otros dioses que lo ayudasen. Hades
le regaló un yelmo que lo hacía invisible y Hermes unas
sandalias aladas para caminar veloz. El mejor regalo fue
el de Atenea: le dio un escudo tan bruñido que parecía un
23
espejo y le dijo: -Al llegar, mira a la Medusa reflejada en
el escudo, porque si la miras directamente te convertirás
en piedra.»
Perseo viajó hacia donde estaba la Medusa, y utilizó el
escudo de Atenea como un espejo (auto-observación,
meditación) para evitar verla a los ojos.
«Perseo se puso las sandalias aladas de Hermes y, al
llegar, se armó de una hoz afilada y se acercó a la
guarida de la Medusa. Tomó el escudo, regalo de
Atenea, y empezó a andar hacia atrás: las imágenes que
se reflejaban en el escudo le servían de guía.» De esta
manera fue como la venció y decapitó con su espada.
«En la superficie del escudo vio Perseo al monstruo en
todo su peligro. Luego comenzó a moverse, mientras las
serpientes de su cabeza despedían horrendos silbidos.
Perseo esperó hasta que notó el calor de la respiración
del monstruo en su hombro. El escudo reflejaba la boca y
sus enormes dientes. Fija siempre en el escudo la
mirada, asestó un tajo con todas sus fuerzas. Guardó la
cabeza de la Medusa en una alforja y se la echó al
hombro, dispuesto para el viaje de regreso.»
De la sangre de Medusa nació el caballo alado Pegaso y
también el gigante Crisaor (el Cristo íntimo).
Al llevar consigo la cabeza de Medusa (hacer conciente
lo inconciente) Perseo adquirió el arma que le haría
posible realizar sus futuras hazañas y rescatar a la
princesa Andrómeda, símbolo de la Esencia Divina del
hombre. Andrómeda se encontraba atrapada,
esperando ser devorada por Ceto, un nuevo rival que el
héroe Perseo lograría vencer.
«Después de muchos kilómetros, en una roca vio una
bellísima muchacha, encadenada a la roca por las
muñecas y los tobillos. No llevaba nada encima, salvo
una cadenita con joyas al cuello. Perseo la cubrió con su
capa, y mientras intentaba librarla, ella le contó su
historia (...) Al llegar a este punto del relato aparece un
monstruo enorme, con los ojos encendidos, el cuerpo
parecido al de una serpiente, grueso como el tronco de
un árbol y avanzando hacia ellos. Perseo alzó el vuelo, y
el monstruo levantó los ojos hacia el cielo. Entonces el
héroe descendió como un relámpago y lo hirió de muerte
con la hoz.»
La liberación de Andrómeda representa el ciclo de
integración del hombre con su verdadera Esencia, con
su Alma. Las potestades del héroe interno arriban
gradualmente al hombre, al enfrentar y superar las
pruebas que la vida le presenta. En esas etapas el
propósito central es el auto-conocimiento, el cual hace
posible deshacer las ataduras, propias y hasta allí
inconcientes, que estaban atrapando al alma
(Andrómeda), nuestros valores más importantes:
templanza, perseverancia, fortaleza, voluntad,
simplicidad, prudencia, fe.
Conocerse a sí mismo es la tarea asignada a ese héroe
interior, el cual representado en este mito de Perseo,
supo atribuir a Dios la causa de sus triunfos, y encontrar
la felicidad de hacer conciencia sobre la tarea para la
cual fue creado.
«Perseo regaló la cabeza de la Medusa a Atenea, que
desde entonces la lleva en su escudo y vivió feliz con
Andrómeda con quien tuvo una abundante y famosa
descendencia.»
Los viajes y travesías del héroe deben producirse dentro
del hombre, rumbo a sus zonas inconcientes. La vida es
un viaje de obstáculos y sorpresas en el cual los dones
divinos se nos prodigan para que cada uno pueda
cumplir la misión asignada.
En esta experiencia no marchamos solos, contamos con
la compañía de nuestro Real Ser, a quien a través de la
oración y la meditación, aprenderemos a conocer.
Para decapitar a la medusa, es necesario bajar con
castidad a la novena esfera, pues es nuestro Ser el que
debe tomar las riendas en esa práctica sagrada, no el
Ego, pues, el busca que bajemos a la novena esfera para
satisfacerse, para alimentarse con esa energía sexual
mal utilizada que le dio la vida.
Perseo baja a la Fragua Encendida de Vulcano para
decapitar al Adán de pecado (la Medusa) con su espada
flamígera. La novena esfera es el sexo. En la novena
esfera se encuentran el Fuego y el Agua, origen de
mundos, bestias, hombres y Dioses. Toda auténtica
iniciación blanca comienza por allí. En la novena esfera
se halla la fragua encendida de Vulcano, allí baja Marte
para retemplar su espada y conquistar el corazón de
Venus, Hermes para limpiar los establos de Augías y
Perseo para cortar la cabeza de la medusa con su
espada flamígera. Desde los antiguos tiempos, el
descenso a la novena esfera fue prueba máxima para la
suprema dignidad del Hierofante, Buddha, Hermes,
Jesús, Krishna, Dante, Zoroastro, Quetzalcóatl,
Mahoma, Moisés, pasaron por esa prueba. La lucha es
terrible, cerebro contra sexo, sexo contra cerebro y lo
que es más terrible y lo que es más amargo, es aquello
de corazón contra corazón.
Cuando liberamos la materia electrónica solar encerrada
en los Átomos Seminales, es cuando empuñamos la
espada flamígera.
24
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
Incuestionablemente, la Falsa Personalidad
pretende alcanzar los misterios Cristicos ignorando
que solo los iniciados autenticos tienen acceso a
ellos. La Falsa Personalidad le hace creer a la
persona y a los incautos que realmente se esta
interesado en la obra del padre, pero es pura ilusión
y fantasía.
La Falsa Personalidad siempre exige, es
caprichosa, es exigente con los demás y tolerante
consigo misma por eso reclama y pide inclusive lo
que ella misma no puede comprender.
El iniciado que transita por el filo de la navaja
demuestra con sus hechos y con su trabajo interno
lo que está haciendo. Y esto solo es posible
venciendo para siempre a la Mente Animal. Esta
Medusa interior petrifica a todos aquellos que son
víctimas de su influencia. Nada pueden
comprender los tenebrosos y la Falsa Personalidad
sobre la obra del Padre porque carecen de FE
Solar.
A pesar de todo y de todos, el iniciado recibe
siempre el auxilio de su Íntimo y a través de la
Sabiduría que solo concede el despertar y el trabajo
alquímico integrados en la muerte del “Yo”, puede
lograr el milagro trascendental de la Autodecapitación psicológica.
La Castidad le permite al iniciado al practicar el
Arcano A.Z.F. ganarse la espada Flamígera, la
espada de la VOLUNTAD CRISTO con la cual
podrá triunfar en su obra. Dicha espada está
representando al poder flamígero de la serpiente Mágica
Kundalini, la espantosa Víbora Divina. Atenea Minerva le
instruye sobre los misterios del Silencio Funeral con el
cual podrá auto-observarse en el escudo de la clave
SOL.
El Iniciado debe hacer trabajos profundos de
retrospección y arrepentimiento. El Mismo Ojo es el
instante y el mismo diente la Sapiencia del Pecado. El
Iniciado cabalgando los tres enigmas del Tiempo extrae
la sapiencia del pecado para poder ver con el ojo de la
comprensión de fondo donde se encuentra la Mente
Animal para aniquilarla.
En el camino angosto y peligroso de la auto-realización
íntima del Ser, el iniciado recibe el auxilio de los valores
atómicos transmutados en la forja de los cíclopes. El
Zurrón Mágico es el Corazón, de donde emerge la
comprensión creadora, el casco de Hades es el NOPENSAR con el cual se hace invisible para poder autoconocerse, las sandalias aladas representan el dominio
de la naturaleza inferior y los poderes Jinas.
Con la práctica de los Tres Factores de la Revolución de
la Conciencia ingreso a su propio abismo psicológico
para decapitar su propia medusa interior. Sin tener que
mirarla, representa sin identificarse con ella; Sin
Reprimirla, sin Justificarla.
Pegaso son los cuerpos existenciales del Ser, en
especial el Cuerpo Astral Solar y el Gigante Crisaor, es
su Cristo Intimo, su Alma Humana.
25
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
SAINT DENIS:
UNO DE LOS MUCHOS SANTOS QUE FUERON
DECAPITADOS
S
aint Denis fue el primer obispo de París,
evangelizador de la Galia y un mártir. Dionisio
etimológicamente proviene del griego y
significa: aquel que mantiene la fe en Dios.
La leyenda cuenta que Saint Denis fue ajusticiado en el
año 272 por la autoridad romana
que temía el avance del cristianismo. Fue torturado y
condenado a morir decapitado.
Después de su ejecución San Denis se levantó, recogió
su cabeza y anduvo seis kilómetros sujetándola en su
mano, atravesando Montmartre y la actual calle de los
mártires hasta que se encontró con una mujer piadosa
llamada Casulla. Esta mujer, nacida de una noble familia
romana, recibió la cabeza del santo para enterrarla. Fue
exactamente en ese punto dónde se levantó la iglesia de
San Denis.
San Denis se convirtió en el más célebre de los santos
decapitados en Francia. Está representado en Notre
Dame, en una escultura en el Pórtico de la Virgen.
La Basílica de Saint Denis fue la primera manifestación
del arte gótico en Francia; es también catedral y sigue
funcionando como abadía.
Su origen se remonta al siglo V, en el que Santa
Genoveva hace construir una iglesia sobre la tumba del
santo.
Esta iglesia aún existe en la actualidad. En 1122 se
construyó la basílica gótica que fue concebida por el
abad Suger. Las obras terminaron un siglo después. En
siglos posteriores se convierte en necrópolis de los
reyes de Francia.
Su colección de esculturas yacentes y tumbas que datan
desde el siglo XII al XVI es única en Europa.
La decapitación de Dionisio es el simbolismo de la
muerte de los pecados, del “Yo” psicológico. La muerte
psicológica implica la esperanza de un renacimiento. La
muerte psicológica nos indica que existe un paso de una
vida a la otra, el paso de una vida mundana a una vida
espiritual, que es una vida completamente diferente,
porque hay un renacimiento, y para renacer, es
necesario morir.
La decapitación de los santos es un ritual iniciático, pues
es necesario que muera la bestia humana para que
nazca el hijo del hombre.
Las ceremonias de iniciación, constituye un rito que se
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Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
inicia con la muerte; es un ritual de muerte
psicológica. Se trata de morir con respecto
al mundo. Se mata al hombre viejo para
que nazca el nuevo. Si continuara siendo
el mismo, la ceremonia de iniciación no
significaría nada.
No es posible cambiar sin renacer, no se
renace sin morir, y esto está claro en las
sagradas escrituras, en el pasaje cuando
Abran se convierte en Abraham. Es otro
hombre después de haber consentido el
sacrificio de su pariente mas querido, el
“Yo”, representado por su pequeño hijo.
Esto es algo que tiene un claro significado
de abandono de la vieja personalidad, un
cambio de mente, un cambio de pensar y
de sentir.
Ahora miraremos simbólicamente el
significado del número 6 (seis kilómetros):
El Arcano Seis es el Enamorado del Tarot,
significa Realización. Se encuentra el ser
humano entre el Vicio, la Virtud, la Virgen y
la Ramera, Urania-Venus y la Medusa. Se
encuentra uno en tener que elegir éste o
aquel camino, el de la vida eterna o el de la
muerte segunda.
Es encantamiento, equilibrio, unión
amorosa de Hombre y Mujer. Lucha
terrible entre el Amor y el Deseo. Ahí
encontramos los Misterios del LingamYoni. Es enlazamiento.
Es la lucha entre los Dos Ternarios, es la
Afirmación del Cristo Interno y la Suprema
Negación del Satán. Es la lucha entre el
Espíritu y la Bestia Animal. El número Seis
representa la lucha entre Dios y el Diablo.
Este Arcano está expresado por el Sello
de Salomón. El triángulo superior
representa el Kether, Chomah y Binah, el
resplandeciente Dragón de Sabiduría
(Padre, Hijo y Espíritu Santo); el triángulo
inferior representa a los Tres Traidores
que vienen a ser la antítesis de la Triada
Divina, y que son los Demonios del Deseo,
de la Mente y de la Mala Voluntad, que
traicionan al Cristo Interno momento a
momento y son las bases del Ego (Judas,
Caifás y Pilatos); este triángulo inferior es
el Dragón Negro.
El Arcano Seis está expresado por el Sello
de Salomón.
La Estrella de Belén es el Sello de
Salomón. Las seis puntas de la Estrella
son Masculinas. Las seis hondas entradas
que se forman entre punta y punta, son
Femeninas (en resumen esta Estrella
tiene 12 Rayos). Seis masculinos, seis
femeninos. En ellos están resumidos y
sintetizados los misterios del Arcano
A.Z.F. (la Magia Sexual).
EL MONTE NEMRUT:
HOGAR DE LOS DIOSES
DECAPITADOS
L
a provincia de Adiyaman en Turquía en el sureste del
país, está clasificada como una región rural en desarrollo.
Sin embargo, a 25 millas de la pequeña ciudad de Kahta
los que le visitan pueden admirar los restos de la riqueza, una vez
fabulosa. En lo alto de la cima del Monte Nemrut (o Nemrut Dağı
Milli Parkı) se puede encontrar una enorme pero a la vez poco
visitada necrópolis, a la que se le ha llamado “el hogar de los
dioses decapitados del pasado”.
Sesenta y dos años antes del nacimiento de Jesús, el rey Antíoco I
ordenó una enorme tumba convertida en santuario que se
construyó para sí mismo. Su lugar de entierro estaba flanqueado
por enormes estatuas, una de sí mismo, otras de animales y
dioses – un sincretismo iraní, armenio y griego, que dan
testimonio de la mezcla cultural de la zona hace dos mil años.
Hércules está ahí, al igual que Zeus, Tyche y Apolo. Sus nombres
fueron inscritos en ellos – aquellos griegos que reconocemos en
los libros, así como sus homólogos de Irán y de Armenia – Vahagn,
Aramazd y Ahura Mazda.
Antíoco era medio griego y medio armenio – otra razón por la cual
su tumba refleja más de una sola cultura. Esta zona fue una
verdadera encrucijada de pueblos, aunque no había más que un
solo enemigo en aquel momento – los romanos. Antíoco gestionó
para mantener su reino de Comagene independiente, incluso
mientras muchos territorios de Anatolia eran anexados. El
enemigo se convirtió en un aliado preciado.
Antíoco ya era parte de una dinastía, pero que quería ver ésta
preservada. Así que creó un culto real y su tumba fue construida
para que sus vasallos pudiesen adorarlo después de su muerte.
Una inscripción en griego revela que él fue enterrado aquí, en el
techo de su mundo, como un signo de su paridad con los dioses.
El complejo en el Monte Nemrut (Nemrut Dagi como se le conoce
localmente) fue construido de manera que muchos rituales
27
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
religiosos pudieran celebrarse allí. Él ordenó que su
cumpleaños se celebrase el día 16 de cada mes y su
coronación igualmente el día 10. Para permitirse ésto
compró fincas y propiedades generadoras de riqueza
que estaban jurídicamente unidas a los lugares.
Él puso a cargo familias enteras con algún tipo de interés
creado en mantener este status quo particular. Los
sacerdotes del complejo de la tumba debían de instruir a
sus hijos en la administración de las propiedades y así
asegurarse de que estas celebraciones durarían para
siempre.
Sin embargo, los tiempos cambian y la antropología
oficial cree que en algún momento de la historia hubo un
esfuerzo colectivo para derribar las estatuas – para
derrocar a los dioses de la antigüedad. Todas las
estatuas han sido decapitadas – sus cabezas
brutalmente removidas de sus cuerpos. Los
arqueólogos las colocaron en posición vertical, pero no
han intentado volver a conectar las cabezas a los
cuerpos. Por lo tanto, sus cabezas se encuentran
desmembradas donde cayeron.
No olvidemos aquellas palabras sabias del V. M. Samael
Aun Weor cuando dijo: “Si alguna vez, alguna pieza
artística, por incongruencia, resulta con algo diferente,
que fácilmente puede ser confundida con algún deterioro
ocasionado por el tiempo, se debe ello, precisamente, al
hecho de querer llamar la atención sobre la Ley Sagrada
Heptaparaparshinock”, y agregaremos nosotros, los
daños que se creen fueron infringidos por los hombres.
Recordemos que en los Templos de la antigüedad el Arte
nunca fue subjetivo; y entonces se instruía los tres
cerebros del ser humano: El Intelectual, el Emocional y el
Motor.
Bien sabemos nosotros que la Ley del Eterno
Heptaparaparshinock, es decir, la LEY DEL SIETE,
gobierna todo lo creado. Así que nunca faltaba en las
esculturas de las antiguas civilizaciones, la Sabiduría
Artística basada en el número Siete.
A través de los siglos la gente se olvidó de la tumba de
Antíoco. Luego, en 1883 un ingeniero de Alemania,
Charles Sester, estaba evaluando las rutas de transporte
para el Imperio Otomano. Descubrió más de lo que había
negociado. Conforme él y su equipo excavaban
redescubrieron los dioses decapitados para el mundo.
Algunos investigadores creen que el daño, refiriéndose a
la decapitación, fue malintencionado ya que hay un
patrón de daño, en particular a sus narices.
Cuándo y exactamente por qué se hizo, se pierde en la
historia. El área se encuentra bajo la nieve durante
varios meses al año y así las estatuas han resistido de
forma natural también, por lo que es difícil determinar
cuando sufrieron las lesiones los dioses del Monte
Nemrut.
Sin embargo, pese a la distancia de sus cuerpos, las
cabezas de estos dioses siguen siendo magníficas y sus
miradas divinamente heladas siguen exigiendo algo – si
no adoración, sin duda admiración. Las ruinas de la
tumba-santuario de Antíoco son una magnifica muestra
de Arte Regio. La verdad es que la zona, aunque
desierta, tiene su encanto.
28
LOS
NIÑOS INOCENTES
DECAPITADOS
POR
HERODES
C
uando Jesús tenía alrededor de un año y
medio de edad, se le apareció un ángel a la
Santísima Virgen, en Heliópolis y le hizo
saber de la matanza de los niños por Herodes.
José y Ella se afligieron mucho, y el Niño Jesús
lloró durante todo el día”.
“No habiendo vuelto a Jerusalén los tres Reyes, los
temores de Herodes, que en aquel momento
estaba resolviendo varios asuntos de familia, se
calmaron un poco; pero recrudecieron
nuevamente cuando, después del retorno de la
Sagrada Familia a Nazaret, llegaron hasta él mil
rumores relacionados con las predicciones hechas
por Simeón y por Ana durante la presentación de
Jesús en el Templo. Con diversos pretextos,
mandó soldados a diferentes lugares de los
alrededores de Jerusalén, a Gilgal, a Belén, y
hasta a Hebrón, e hizo hacer un censo de los niños.
Los soldados ocuparon aquellos sitios durante
nueve meses. Herodes, mientras tanto, se hallaba
en Roma, y sólo después de su vuelta, fueron
degollados los niños.
Juan tenía en aquella época dos años, y había
estado escondido en casa de sus padres desde
algún tiempo antes de que Herodes hubiera dado a
las madres la orden de presentar ante las
autoridades a sus hijos de dos años o menos de
edad.
Santa Isabel, advertida por un ángel, huyó
nuevamente al desierto con el pequeño San Juan.
Jesús tenía en aquel momento cerca de un año y
medio y ya podía correr”.
Este relato donde en detalle se muestra como
fueron los momentos previos a la decapitación de
los niños inocentes, no debe ser entendido a la
letra muerta. Los niños fueron degollados
simbólicamente, recordándonos los defectos
psicológicos que debemos decapitar, a los siete
pécados capitales: Lujuria, Gula, Avaricia/Codicia,
Pereza, Ira, Envidia, Soberbia/Orgullo. Esos
pecados, conocidos como cabeza de legión,
deben ser eliminados para que nazcan en nosotros
las siete virtudes del Alma.
En el Nuevo Testamento, los Santos Inocentes
Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica
fueron los niños de Belén condenados a muerte por
Herodes el Grande en su intento de matar al niño Jesús.
Este episodio en la narración de la infancia de Jesús,
tiene un paralelo en la masacre de los judíos, bebés
varones, que el faraón egipcio mando a sacrificar en el
momento del nacimiento de Moisés.
Herodes, viendo que era engañado por los magos, fue
superior al enojo, y decidió enviar a matar a todos los
niños varones que había en Belén, de dos años para
abajo, según el tiempo que había inquirido de los
hombres sabios. Entonces se cumplió lo que fue dicho
por Jeremías el profeta, cuando dijo: Una voz se oyó en
Rama, llanto y gran lamentación; Raquel llorando a sus
hijos, y no quiso ser consolada, porque no lo son.
La liturgia griega afirma que Herodes mató a 14.000
niños. Si analizamos 14.000 cabalísticamente,
encontraremos lo siguiente: 1+4 = 5. El arcano cinco en
el tarot es el jerarca: el rigor, la ley (El Karma, Marte,
Guerra).
El número 5 es grandioso, sublime, es el número del
rigor y de la Ley, es el número de Marte y de la guerra. El
Arcano Número cinco del Tarot nos indica: la Enseñanza,
el Karma. Simboliza el 5º Ciclo, la 5ª Raza, el 5º Sol, los 5
Tattwas, los 5 Evangelios, los 5 Sentidos, las 5 Celdillas
del cerebro y ovario, los 5 Aspectos de la Madre Divina.
La carta Número cinco del Tarot es la Iniciación,
Demostración, Enseñanza, Ley Kármica, Filosofía,
Ciencia; el retorno del iniciado hacia la Gran Luz, al seno
de su Padre-Madre.
La vida ha empezado a fluir de fuera hacia dentro,
estamos ante el dilema del Ser o no Ser, necesitamos
definirnos o Ángeles o Demonios, o Águilas o Reptiles,
enfrentarnos ante nuestro propio destino.
El Arcano Número cinco es el Hierofante, La Ley, el
Rigor, es el Pentagrama Flameante, la Estrella
Flamígera, el signo de la Omnipotencia Divina; éste es el
símbolo inefable del Verbo hecho carne, el Lucero
terrible de los Magos.
El Pentagrama representa al Hombre, al Microcosmos
Hombre que con los brazos y piernas abiertos, es la
Estrella de Cinco Puntas.
El Arcano número cinco nos indica el cambio que se
obtiene cuando somos verdaderos guerreros, nos
señala la guerra que debemos librar contra nuestros
enemigos mas íntimos, esos que nos mantienen
alejados del padre.
El degollamiento de los niños inocentes (los iniciados) es
la repetición de la iniciación. Entonces nacerá en
nosotros la conciencia solar, que contiene en si misma al
conocedor, al conocimiento y a la cosa conocida.
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BIBLIOGRAFÍA
CONSULTADA Y RECOMENDADA
Aun Weor, Samael: Apuntes Secretos de un Gurú. Colombia, 1952.
Aun Weor, Samael: El Magnus Opus. 1958.
Aun Weor, Samael: El Misterio del Áureo Florecer; Editorial Mercedes. Cali, Colombia, 1974.
Aun Weor, Samael: El Matrimonio Perfecto, Asociación Gnóstica. Monterrey. N. L. México, 1976.
Aun Weor, Samael: Voluntad Cristo, Costa Rica, 1959.
Aun Weor, Samael: Tratado de Alquimia Sexual, Séptima Edición, Editorial Ruiz. San Salvador, El Salvador, 1977.
Aun Weor, Samael: El Libro Amarillo, Séptima Edición, Editorial Ruiz. Bogotá, Colombia, 1975.
Valcárcel, Luis1959: “Símbolos mágico-religiosos en la cultura andina”, Revista del Museo Nacional, XXVIII. Lima, Perú.
Vogt, Evon1979: Ofrendas para los dioses. Fondo de Cultura Económica.
Stuart, David 2003: “La ideología del sacrificio entre los mayas”, Arqueología Mexicana, XI (63): 24-29. México: Raíces.
Pérez, Tomás 2007: “Dioses mayas”, Arqueología Mexicana, XV (88): 57-65. México: Raíces.
Olivier, Guilhem y Leonardo López Luján 2010: “El sacrificio humano en Mesoamérica: ayer, hoy y mañana”, El
sacrificiohumano en la tradición religiosa mesoamericana, pp. 19-42, Leonardo López Luján /Guilhem Olivier (coords.).
México: INAH / UNAM - IIH.
Matos, Eduardo 2008: Muerte a filo de obsidiana, prólogo de M. León-Portilla, 4ª reimp. México: FCE-Asociación de
Amigos del Templo Mayor, A.C. (Sección de Obras de Antropología).
María Longuena y Walter Alva, Perú Antiguo (Grandes civilizaciones del pasado). Ediciones Folio, S.A. Lima, Perú. 2007.
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estudiarlas, practicarlas y desarrollar los valores eternos del Ser.
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Cualquier persona puede cometer el error de "volarse la tapa de los sesos", como lo hace
cualquier suicida cobarde e imbécil, pero el famoso "Yo" de la psicología jamás podría
suicidarse.
Las gentes de todas las Escuelas pseudo-esotéricas y pseudo-ocultistas tienen magníficos
ideales y hasta sublimes intenciones, pero todo eso continúa existiendo en el pensamiento
subjetivo y miserable, porque todo eso es del "Yo".
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