DIONISIO EL SANTO PATRONO DE PARIS Y DE JEREZ DE LA FRONTERA ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICO, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES DE COLOMBIA. A. C. ENSEÑANZAS SOBRE LA DECAPITACIÓN DEL EGO EN DIVERSAS CULTURAS CUADERNO DE FORMACIÓN CULTURAL GNÓSTICA Versión digital ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES DE COLOMBIA. A. C. Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica ENSE ANZAS SOBRE LA DECAPITACI N DEL EGO EN DIVERSAS CULTURAS www.acegap.org www.facebook.com/Acegap acegap1 acegap@hotmail.com 3226065323 SAMAEL AUN WEOR Director General ESTUDIOS Y TEMÁTICA Departamento Cultural REVISIÓN Y TEMÁTICA Junta Directiva Nacional ASESORÍA Junta de Instructores Gnósticos EDITOR División del Comite Cultural Gnósticos CCG Indice Introito............................................................................................................................ Pag.4 EN BÚSQUEDA DE LA DECAPITACIÓN DEL “YO” PSICOLÓGICO................... Pag.5 EL RITUAL DE DECAPITACIÓN DEL “YO” EN EL PERÚ PREHISPÁNICO....... Pag.8 LA DECAPITACIÓN Y EL CULTO A LAS CABEZAS TROFEO EN EL MUNDO MAYA Y AZTECA......................................................................................................... Pag.11 DECAPITACIÓN Y AGRICULTURA .......................................................................... Pag.13 CAMAZOTZ: EL DIOS MURCIÉLAGO...................................................................... Pag.15 EL JUEGO DE PELOTA................................................................................................ Pag.17 VICTORIA ALADA de SAMOTRACIA....................................................................... Pag.19 LA DECAPITACIÓN DE JUAN EL BAUTISTA.......................................................... Pag.21 PERSEO Y LA DECAPITACIÓN DE MEDUSA.......................................................... Pag.23 SAINT DENIS o DIONISIO: UNO DE LOS MUCHOS SANTOS QUE FUERON DECAPITADOS.............................................................................................................. Pag.26 EL MONTE NEMRUT: HOGAR DE LOS DIOSES DECAPITADOS......................... Pag.27 LOS NIÑOS INOCENTES DECAPITADOS POR HERODES..................................... Pag.28 Ha llegado la hora en que debemos esforzarnos por conocernos a sí mismos, profundamente, terriblemente, hondamente… ADVERTENCIA Los artículos que a continuación presentamos a la opinión publica, no son artículos de fe inquebrantable, ni dogmática, porque ante todo practicamos el principio que nadie tiene derecho a imponer sus creencias a otras personas, por eso estos escritos no son para convencerlo que son las mejores ideas. Usted decide. Si encuentra información que le parecen conveniente, realice sus experimentos, si no le encuentra utilidad, descartelos. Introito L a enseñanza de la decapitación del “Yo”, se ha convertido en el mayor aporte que el Cristianismo Gnóstico ha entregado y viene entregando a la humanidad. Nos atrevemos a decir que es el mayor aporte porque bien sabemos que con la muerte del Ego resucita el alma, que con la muerte del Ego se emancipa la conciencia para poder vivir todas las bienaventuranzas. El Ego es realmente una cárcel terrible, una cárcel donde pasamos toda clase de tragedias, toda clase de sufrimientos, dolores, amarguras, etc., etc., etc. Es necesario que toda esta humanidad comprenda lo que es el Ego, porque muchos han oído hablar de él, pero raros y muy escasos son las personas que han tenido un contacto directo con esa terrible realidad. A través de muchas representaciones, los antiguos nos dejaron la enseñanza de la decapitación, entiéndase que nadie puede lograr el despertar de la conciencia, sino pasa por la decapitación del “Yo”. Esta enseñanza nos deja claro que para poder convertirnos en hombres, debemos decapitar y eliminar completamente el Ego, el “Yo”, nuestros pecados. Existen dos tipos de iluminación, la primera suele llamarse agua muerta, porque tiene ataduras. Hay adeptos que han llegado a la iluminación, pero se encuentran desafortunadamente atados a ciertos afectos, a ciertos eventos de la vida mundana; la segunda es elogiada como la gran vida, porque no tiene ataduras, es experiencia directa en el vacío iluminador. A todas luces resalta que tenemos que hacernos primero autoconscientes para experimentar en forma plena el aspecto iluminado de la conciencia. No será posible sumirnos en el vacío iluminador sin haber vuelto pedazos fríamente las ligaduras que de una u otra forma nos atan a la vida mecánica. Obviamente estas ligaduras son el Ego que construye la raza, la familia, el empleo, el dinero, los bienes, y todo aquello que no queremos dejar, a lo cual nos atamos y que originan nuestros sufrimientos. Todos los sufrimientos deben ser eliminados, decapitados, porque precisamente son esos sufrimientos los que nos mantienen atados a la vida. Es muy raro encontrar, pero claro que si los hay, personas que renuncian a los sufrimientos por medio de la decapitación del “Yo”, por medio de la eliminación de los agregados psicológicos que los causan. Con la decapitación del Ego transformamos el subconsciente en conciente. El animal intelectual equivocadamente llamado hombre, todavía no tiene los auténticos vehículos astral, mental y causal, y en vez de los mencionados cuerpos solares, solo poseen en verdad tres perversos demonios que en el libro de Job representan a sus tres amigos. Es obvio que esta raza perversa del Adán de pecado, del Adán de barro, es ciento por ciento diabólica, es incuestionable que la pobre gente no tiene encarnado al Ser, no mas vean el desastre en que se ha convertido este mundo, esa es la prueba que indica que no hemos encarnado a nuestro Real Ser. Cuan difícil es fabricar los cuerpos gloriosos, esos vehículos Crísticos en la fragua encendida de vulcano. Es obvio que el Ser vestido con el taje de bodas del Alma, constituye en sí mismo una entidad solar inefable y terriblemente divina. Es ostensible que Seth, el Ego entre los egipcios, revestido con los cuerpos lunares de triple aspecto tenebroso asume la forma indeseable de un mago negro lunar abominable. Cuando uno no ha fabricado los cuerpos existenciales superiores del Ser, lo que tiene en su reemplazo son cuerpos protoplasmáticos lunares que la madre natura nos ha prestado con el fin de que nos podamos mover en las dimensiones astral, mental y causal, pero inferiores. Cada uno de estos cuerpos pertenece a cada uno de los tres demonios o los tres traidores. El cuerpo astral lunar es el demonio del deseo, Judas, el mental lunar es Pilatos, y el causal lunar constituye al demonio Caifás. Eso hace que cada uno de nosotros sea en los mundos internos un tenebroso mago negro, aunque pertenezcamos a cualquier institución religiosa, a cualquier creencia, etc. Esos son los hechos, y como todos sabrán, los hechos pesan mas que nuestras creencias, dogmas y demás artículos de fe inquebrantable con los cuales aparentamos ser buenos. En el mundo físico podemos ser mansas ovejas, pero cuando se nos agotan las 108 existencias, nos vamos con todas esas creencias y dogmas al abismo, porque realmente no hicimos nada para liberarnos del pecado, no logramos fusionar nuestra alma con Dios. Este orden de concomitancias, nos invita a pensar en la urgencia inevitable de una asepsia moral, radical y definitiva desde un principio. Cada asepsia intima se logra reduciendo a polvareda cósmica a todos esos diablos rojos o “Yoes” tenebrosos que se expresan en nosotros mediante esos tres malos amigos de Job, los tres traidores de nuestro señor el Cristo, judas, Pilatos y Caifás. Por secuela podemos enfatizar la idea irrefutable de que sería totalmente absurdo intentar la eliminación radical de los tres traidores, sin una previa muerte o decapitación del “Yo” pluralizado. A todas luces resulta fácil entender que cada defecto psicológico ciertamente se encuentra personificado en alguna forma tenebrosa. Con el sentido de la autoobservación, no con los sentidos físicos, porque eso sería imposible, sino con la auto-observación, el sentido del Alma, de la visión de nuestra Alma, de nuestra conciencia, podemos percibir directamente las figuras tenebrosas que constituyen el “Yo” de los afectos, de la ira, del orgullo, del miedo, de la envidia, de la codicia, del robo, de la mentira, etc., etc., etc. Hablar sobre la decapitación, seguramente dejara un 4 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica ambiente de confusión en aquellas personas acostumbradas a creer todo lo que la falsa ciencia del anticristo con sus supuestos y teorías ha ido sembrando en la humanidad durante siglos. Fueron muchas las culturas antiguas que nos dejaron plasmado en diversas expresiones de Arte Regio, el simbolismo de la decapitación del “Yo”, que como muchos saben, fue mas evidente en las culturas indo americanas del México y del Perú antiguo. Estas culturas dejaron plasmado el acto de la decapitación del “Yo” en diversos pictogramas y códices, fáciles de observar en diferentes museos, tanto de Mesoamérica como de Suramérica, inclusive, en importantes museos del continente europeo. Pero la enseñanza sobre la decapitación del “Yo” no fue exclusiva de los aborígenes americanos, también en Europa, y con un lapso de tiempo bastante significativo, se enseñó sobre el acto de la decapitación simbólica. Un claro ejemplo, y quizás el mas recordado por todos, fue la decapitación de Juan el bautista por orden de Salome, a manera de retaliación por no haber accedido a sus deseos carnales. En Europa encontramos templos religiosos dedicados a la decapitación, como lo es la basílica de Saint-Denis, aquí, fue dejada para la posteridad dicha enseñanza de la decapitación de los defectos de tipo psicológico, la decapitación de los pecados, la decapitación del “Yo”. Toda esa enseñanza sobre la decapitación de nuestros pecados que fuera dejada a esta humanidad, será el objeto de estudio en este Cuaderno de Formación Gnóstica, que esperamos sea de mucha utilidad para todos ustedes, nuestros caros lectores EN BÚSQUEDA DE LA DECAPITACIÓN DEL “YO” PSICOLOGICO A medida que uno trabaja sobre sí mismo va comprendiendo cada vez más y más, la necesidad de eliminar radicalmente de su naturaleza interior, todo eso que nos hace tan abominables. Las peores circunstancias de la vida las situaciones más críticas, los hechos más difíciles, resultan siempre maravillosos para el autodescubrimiento íntimo. En esos momentos insospechados, críticos, afloran siempre y cuando menos lo pensemos, los “Yoes” más secretos; si estamos alertas incuestionablemente nos descubrimos. Las épocas más tranquilas de la vida, son precisamente las menos favorables para el trabajo sobre sí mismo. Existen momentos de la vida demasiado complicados en que uno tiene marcada tendencia a identificarse fácilmente con los sucesos y a olvidarse completamente de sí mismos; en esos instantes hace uno tonterías que a nada conducen; si se estuviese alerta, si en esos mismos momentos en vez de perder la cabeza, se acordase de sí mismo, descubriría con asombro ciertos “Yoes” de los cuales jamás tuvo ni la más mínima sospecha de su posible existencia. El sentido de la auto-observación íntima, se encuentra atrofiado en todo ser humano; trabajando seriamente, auto-observándose de momento en momento; tal sentido se desarrollará en forma progresiva. 5 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica A medida que el sentido de auto-observación prosiga su desarrollo mediante el uso continuo, nos iremos haciendo cada vez más capaces de percibir en forma directa aquellos “Yoes” sobre los cuales jamás tuvimos dato alguno relacionado con su existencia. Ante el sentido de auto-observación intima cada uno de los “Yoes” que en nuestro interior habitan, asumen realmente esta o aquella figura secretamente afín con el defecto personificado por la misma. Indubitablemente la imagen de cada uno de estos “Yoes” tiene cierto sabor psicológico inconfundible mediante el cual aprehendemos, capturamos, atrapamos instintivamente su naturaleza íntima, y el defecto que le caracteriza. En principio el esoterista no sabe por dónde empezar, ante la necesidad de trabajar sobre sí mismo se halla completamente desorientado. Aprovechando los momentos críticos, las situaciones más desagradables, los instantes más adversos, si estamos alertas descubriremos nuestros defectos sobresalientes, los “Yoes” que debemos desintegrar urgentemente. A veces puede empezarse por la ira o por el amor propio, o por el desdichado segundo de lujuria, etc., etc., etc. Es necesario tomar nota sobre todo en nuestros estados psicológicos diarios, si es que de verdad queremos un cambio definitivo. Antes de acostarnos conviene que examinemos los hechos ocurridos en el día, las situaciones embarazosas, la carcajada estruendosa de Aristófanes y la sonrisa sutil de Sócrates. Puede que hayamos herido a alguien con una carcajada, puede que hayamos enfermado a alguien con una sonrisa o con una mirada fuera de lugar. Recordemos que en esoterismo puro, bueno es todo lo que está en su lugar, malo es todo lo que está fuera de lugar. El agua en su lugar es buena pero si ésta inundare la casa estaría fuera, de lugar, causaría daños, sería mala y perjudicial. El fuego en la cocina y dentro de su lugar, además de ser útil es bueno; fuera de su lugar quemando los muebles de la sala, sería malo y perjudicial. Cualquier virtud por santa que sea, en su lugar es buena, fuera de lugar es mala y perjudicial. Con las virtudes podemos dañar a otros. Es indispensable colocar las virtudes en su lugar correspondiente. ¿Qué diríais de un sacerdote que estuviese predicando la palabra del Señor dentro de un prostíbulo? ¿Qué diríais de un varón manso y tolerante que estuviese bendiciendo a una cuadrilla de asaltantes que intentasen violarle la mujer y las hijas? ¿Qué diríais de esa clase de tolerancia llevada al exceso? ¿Qué pensaríais sobre la actitud caritativa de un hombre que en vez de llevar comida a casa, repartiese el dinero entre mendicantes del vicio? ¿Qué opinaríais sobre el hombre servicial que en un instante dado prestase un puñal a un asesino? Recordad querido lector que entre las cadencias del verso también se esconde el delito. Hay mucha virtud en los malvados y hay mucha maldad en los virtuosos. Aunque parezca increíble dentro del mismo perfume de la plegaria también se esconde el delito. El delito se disfraza de santo, usa las mejores virtudes, se presenta como mártir y hasta oficia en los templos sagrados. A medida que el sentido de la auto-observación intima se desarrolla en nosotros mediante el uso continuo, podremos ir viendo todos esos “Yoes” que sirven de fundamento básico a nuestro temperamento individual, ya sea este último, sanguíneo o nervioso, flemático o bilioso. Aunque usted no lo crea, querido lector, detrás del temperamento que poseemos se esconde entre las más remotas profundidades de nuestra psiquis, las creaciones diabólicas mas execrables. Ver tales creaciones, observar esas monstruosidades del infierno dentro de las cuales se halla embotellada nuestra mismísima conciencia, se hace posible con el desarrollo siempre progresivo del sentido de autoobservación íntima. En tanto un hombre no haya disuelto estas creaciones del infierno, estas aberraciones de sí mismo, Indubitablemente en lo más hondo, en lo más profundo, continuará siendo algo que no debiera existir, una deformidad, una abominación. Lo más grave de todo esto es que el abominable no se da cuenta de su propia abominación, se cree bello, justo, buena persona, y hasta se queja de la incomprensión de los demás, lamenta la ingratitud de sus semejantes, dice que no le entienden, llora afirmando que le deben, que le han pagado con moneda negra, etc., etc., etc. 6 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica El sentido de la auto-observación íntima nos permite verificar por sí mismos y en forma directa el trabajo secreto mediante el cual en tiempo dado estamos disolviendo tal o cual “Yo” (tal o cual defecto psicológico), posiblemente descubierto en condiciones difíciles y cuando menos lo sospechábamos. ¿Habéis pensado tú alguna vez en la vida sobre lo que más os agrada o desagrada? ¿Tú, habéis reflexionado sobre los resortes secretos de la acción? ¿Por qué queréis tener una bella casa? ¿Por qué deseáis tener un coche último modelo? ¿Por qué queréis estar siempre a la última moda? ¿Por qué codiciáis no ser codicioso? ¿Qué es lo que más te ofendió en un momento dado? ¿Qué es lo que más os halagó ayer? ¿Por qué os sentisteis superior a fulano o a fulana de tal, en determinado instante? ¿A qué hora te sentisteis superior a alguien? ¿Por qué te engreísteis al relatar tus triunfos? ¿No pudisteis callar cuando murmuraban de otra persona conocida? ¿Recibisteis la copa de licor por cortesía? ¿Aceptaste fumar tal vez no teniendo el vicio, posiblemente por el concepto de educación o de hombría? ¿Estáis tú seguro de haber sido sincero en aquella conversación? ¿Y cuándo te Justificas a ti mismo, y cuando te alabas, y cuando cuentas tus triunfos y los relatas repitiendo lo que antes dijiste a los demás, comprendiste que eras vanidoso? El sentido de la auto-observación íntima, además de permitirte ver claramente al “Yo” que estáis disolviendo, te permitirá también ver los resultados patéticos y definidos de tu trabajo interior. En principio estas creaciones del infierno, estas aberraciones psíquicas que desgraciadamente te caracterizan, son más feas y monstruosas que las bestias más horrendas que existen en el fondo de los mares o en las selvas más profundas de la tierra; conforme avancéis en vuestro trabajo podéis evidenciar mediante el sentido de auto-observación interior el hecho sobresaliente de que aquellas abominaciones van perdiendo volumen, se van empequeñeciendo... Resulta interesante saber que tales bestialidades conforme decrecen en tamaño, conforme pierden volumen y se empequeñecen, ganan en belleza, asumen lentamente la figura infantil; por último se desintegran, se convierten en polvareda cósmica, entonces la Esencia enfrascada, se libera, se emancipa, despierta. Indubitablemente la mente no puede alterar fundamentalmente ningún defecto psicológico; obviamente el entendimiento puede darse el lujo de rotular un defecto con tal o cual nombre, de justificarlo, de pasarlo de un nivel a otro, etc., mas no podría por sí mismo aniquilarlo, desintegrarlo. Necesitamos urgentemente de un poder flamígero superior a la mente, de un poder que sea capaz por si mismo de reducir tal o cual defecto psicológico a mera polvareda cósmica. Afortunadamente existe en nosotros ese poder serpentino, ese fuego maravilloso que los viejos alquimistas medievales bautizaron con el nombre misterioso de Stella Maris, la Virgen del Mar, el Azoe de la Ciencia de Hermes, la Tonantzín del México Azteca, esa derivación de nuestro propio ser íntimo, Dios Madre en nuestro interior simbolizado siempre con la serpiente sagrada de los Grandes Misterios. Si después de haber observado y comprendido profundamente tal o cual defecto psicológico (tal o cual “Yo”), suplicamos a nuestra Madre Cósmica particular, pues cada uno de nos tiene la suya propia, desintegre, reduzca a polvareda cósmica, este o aquel defecto, aquel Yo, motivo de nuestro trabajo interior, podéis estar seguro de que el mismo perderá volumen y lentamente se irá pulverizando. Todo esto implica naturalmente sucesivos trabajos de fondo, siempre continuos, pues ningún “Yo”, puede ser desintegrado jamás instantáneamente. El sentido de auto-observación íntima podrá ver el avance progresivo del trabajo relacionado con la abominación que nos interese verdaderamente desintegrar. Stella Maris aunque parezca increíble es la signatura astral de la potencia sexual humana. Obviamente Stella Maris tiene el poder efectivo para desintegrar las aberraciones que en nuestro interior psicológico cargamos. La decapitación de Juan Bautista es algo que nos invita a la reflexión, no sería posible ningún cambio psicológico radical si antes no pasáramos por la decapitación. Nuestro propio ser derivado, Tonantzín, Stella Maris como potencia eléctrica desconocida para la humanidad entera y que se halla latente en el fondo mismo de nuestra psiquis, ostensiblemente goza del poder que le permite decapitar a cualquier “Yo” antes de la desintegración final. Stella Maris es ese fuego filosofal que se encuentra latente en toda materia orgánica e inorgánica. Los impulsos psicológicos pueden provocar la acción intensiva de tal fuego y entonces la decapitación se hace posible. Algunos “Yoes” suelen ser decapitados al comienzo del trabajo psicológico, otros en el medio y los últimos al final. Stella Maris como potencia ígnea sexual tiene conciencia plena del trabajo a realizar y realiza la decapitación en el momento oportuno, en el instante adecuado. En tanto no se haya producido la desintegración de todas estas abominaciones psicológicas, de todas estas lascivias, de todas estas maldiciones, robo, envidia, adulterio secreto o manifiesto, ambición de dinero o de poderes psíquicos, etc., aún cuando nos creamos personas honorables, cumplidoras de la palabra, sinceras, corteses, caritativas, hermosas en el interior, etc., obviamente no pasaremos de ser más que sepulcros blanqueados, hermosos por fuera más por dentro llenos de asqueante podredumbre. La erudición libresca, la pseudo-sapiencia, la información completa sobre las sagradas escrituras, ya sean éstas de oriente o de occidente, del norte o del sur, el pseudo-ocultismo, el pseudo-esoterismo, la absoluta seguridad de estar bien documentados, el sectarismo intransigente con pleno convencimiento, etc., de nada sirve porque en realidad solo existe en el fondo eso que 7 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica ignoramos, creaciones del infierno, maldiciones, monstruosidades que se esconden tras la cara bonita, tras el rostro venerable, bajo el ropaje santísimo del líder sagrado, etc. Tenemos que ser sinceros consigo mismo, preguntamos qué es lo que queremos, si hemos venido a la E n s e ñ a n z a Gn ó s ti c a p o r m e r a curiosidad, si de verdad no es pasar por la decapitación lo que estamos deseando, entonces nos estamos engañando a sí mismos, estamos defendiendo nuestra propia podredumbre, estamos procediendo hipócritamente. En las escuelas más venerables de la sapiencia esotérica y del ocultismo existen muchos equivocados sinceros que de verdad quieren auto-realizarse pero que no están dedicados a la desintegración de sus abominaciones interiores. Son muchas las gentes que suponen que mediante las buenas intenciones es posible llegar a la santificación. Obviamente en tanto no se trabaje con intensidad sobre esos “Yoes” que en nuestro interior cargamos, ellos continuarán existiendo bajo el fondo de la mirada piadosa y de la buena conducta. Ha llegado la hora de saber que somos unos malvados disfrazados con la túnica de la santidad; ovejas con piel de lobo; caníbales vestidos con traje de caballero; verdugos escondidos tras del signo sagrado de la cruz, etc. Por muy majestuosos que aparezcamos dentro de nuestros templos, o dentro de nuestras aulas de luz y de armonía, por muy serenos y dulces que nos vean nuestros semejantes, por muy reverendos y humildes que parezcamos, en el fondo de nuestra psiquis continúan existiendo todas las abominaciones del infierno y todas las monstruosidades de las guerras. En Psicología Revolucionaria se nos hace evidente la necesidad de una transformación radical y ésta solo es posible declarándonos a sí mismos una guerra a muerte, despiadada y cruel. Ciertamente nosotros todos no valemos nada, somos cada uno de nos la desgracia de la tierra, lo execrable. Afortunadamente Juan Bautista nos enseñó el camino secreto: MORIR EN SÍ MISMOS MEDIANTE LA DECAPITACIÓN PSICOLÓGICA. EL RITUAL DE DECAPITACIÓN DEL “YO” EN EL PERÚ PREHISPÁNICO L a decapitación es un simbolismo universal que podemos encontrar en las expresiones artísticas y culturales de los pueblos más antiguos de la humanidad, tanto en oriente como en occidente. Incuestionablemente, la decapitación es la representación de la eliminación del “Yo”, del Ego, del mí mismo, del pecado, etc., esto fue precisamente lo que quisieron indicar en su Arte Regio muchas culturas prehispánicas. Los diversos trabajos de Arte Regio dejado por las culturas Solares donde se observan hombres decapitados, jamás deben ser interpretados como la evidencia dejada por ellos de la realización física de dicha práctica cruel e inhumana, sino como una enseñanza esotérica que señala la eterna lucha que debemos librar en contra de sí mismos, es decir, la lucha constante de la eliminación de nuestros defectos psicológicos. El Ego que debemos decapitar es la representación de toda nuestra podredumbre, de todos los vicios, costumbres, condicionamientos, etc., que cargamos interiormente en nuestro espacio psicológico. Aquí en Occidente, esos defectos psicológicos son conocidos como pecados: ira, lujuria, envidia, pereza, gula, etc. En el Perú precolombino, por ejemplo, encontramos que la cultura Moche dejo plasmada en muchas de sus representaciones iconográficas la decapitación del “Yo”, esto es algo que nos invita a la reflexión, porque bien sabemos que no sería posible ningún cambio psicológico radical si antes no pasáramos por la decapitación. Nuestro propio ser derivado, Tonantzín, Stella Maris como potencia eléctrica desconocida para la humanidad entera y que se halla latente en el fondo mismo de nuestra psiquis, 8 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica ostensiblemente goza del poder que le permite decapitar a cualquier “Yo” antes de la desintegración final. Los pueblos aborígenes del Perú que habitaron la costa norte de ese país, fueron las culturas que más tempranamente registraron el ritual de la decapitación de manera gráfica. Estudios de su arte muestran a cinco deidades decapitadoras: una araña, un ave de presa, un monstruo, un pez y un humano. Aunque la variedad de deidades decapitadoras es pequeña, parece curioso que las representaciones dejadas por las culturas costeras del norte peruano cumplan una tarea, el corte de cabezas. Es evidente que los Artistas Regios de dichas culturas representaron a esas deidades decapitadoras de acuerdo a cánones esotéricos formales dictados por su tradición religiosa. Desde el punto de vista del esoterismo, esa tradición nos está señalando un culto, el culto a la muerte psicológica. La presencia de diversas deidades decapitadoras, señalan que cada una de ellas actuaba en un grupo específico, determinado por su ubicación geográfica, es así como en diversas excavaciones equidistantes, se han encontrado e identificado las siguientes deidades decapitadoras: En 1967 el Proyecto Huanchaco excavó un Escorpión Decapitador Sobrenatural en el valle de Moche. En 1968 el saqueo de Loma Negra en el valle de Piura produjo un grupo de objetos metálicos de filiación Moche, algunos con Arañas Decapitadoras. En 1987 el Proyecto Sipán recuperó múltiples ejemplos de Arañas Decapitadoras Sobrenaturales en el valle de Lambayeque. En 1992 el Proyecto El Brujo en el valle Chicama encontró un muro pintado con dos Arañas Decapitadoras Sobrenaturales. En 1994 el Proyecto Dos Cabezas excavó un tazón con representaciones de un Pez Decapitador Sobrenatural en el valle de Jequetepeque. Hasta el momento se han podido identificar siete deidades decapitadoras, donde la más común es la Araña Decapitadora Sobrenatural. En la Plaza ceremonial de la huaca de la Luna se pueden avistar en las paredes, la representación de los Guerreros llevando a los prisioneros atados entre sí, para ofrecerlos en sacrificio a la Araña Decapitadora. Aquí podemos ver como aquel hombre que ha trabajado sobre si, descubriendo y comprendiendo sus defectos psicológicos o “Yoes”, se gana el derecho de presentarlos ante la madre para que sean decapitados. La iconografía Moche nos muestra múltiples escenas de un Humano Sobrenatural y un Monstruo en pleno combate, cada uno con un patrono decapitador. Claramente esta es la representación de la lucha que debe librar el iniciado contra esa legión de “Yoes”. Ese es el enemigo gigantesco al cual tenemos que cortarle la cabeza para que florezca el Ser. Un hallazgo inusual y que ha causado gran asombro, lo constituye el descubrimiento de la tumba de un hombre que fuera enterrado portando un Tumi o cuchillo ceremonial fabricado en cobre, empuñado por su mano izquierda, y la representación de una pequeña cabeza de cerámica cerca de su mano derecha. Excavaciones realizadas en el lugar conocido como Dos Cabezas, en el año de 1994 permitieron encontrar un Pez Decapitador Sobrenatural plasmado en un tazón, pero aparte de ese descubrimiento, también hallaron un pequeño templo, en una habitación. En el extremo sur de una estrecha y larga cámara yacían dieciocho cabezas humanas cortadas. Aunque las cabezas estaban completamente libres de carne cuando fueron halladas, la articulación de la mandíbula con el cráneo y algunas vértebras cervicales en varios casos indicaban que ellas pudieron haber estado recién cortadas cuando fueron puestas en el cuarto. Un detallado estudio demostró que las cabezas no habían sido movidas desde su colocación en el cuarto. Las marcas de corte aparecen sobre la porción anterior de la cuarta a la sexta vértebra cervical, o alrededor de la ubicación de la manzana de Adán. El arte Moche nos muestra claramente la decapitación justo de esta manera – de adelante hacia atrás. Los Artistas Regios ilustran el cuchillo apuntando directamente al cuello de la víctima. Este hallazgo en Dos Cabezas marca el primer episodio registrado del ritual de decapitación Moche. Mientras limpiaban una rampa que conducía a un piso superior del complejo arquitectónico, exactamente al sur del templo de 1994, se hizo un inesperado 9 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica descubrimiento: un entierro yacía ubicado en un estrecho espacio debajo de un piso y entre dos muros. Limpiando el desmonte, se encontró que el cuerpo no estuvo ni en la posición flexionada vertical de los entierros conocidos como tardíos, ni en la característica posición extendida norte-sur de los Moche. El individuo fue colocado con la cabeza al este y los pies al oeste. Esta disposición tan poco común indica un entierro de alguien especial. Los pectorales triangulares de cobre dorado y los ornamentos de un elaborado tocado que se encontró cerca, así lo confirman. Una única pieza de cerámica yacía cerca del cuerpo en el lado norte: el gollete de una pequeña jarra con una pequeña cabeza humana modelada. El fragmento de cerámica estuvo roto. Parecería de este modo un objeto inconsecuente por ser el único objeto cerámico enterrado con un individuo de esta categoría. Es claro que el habitante de la tumba, un hombre viejo, había sido de considerable importancia en vida por la cantidad de ornamentos de cobre dorado que cubrieron su cabeza y pecho. El gollete circunstancialmente estaba casi justo, fuera de la mano derecha del hombre. Por el espesor del objeto de cobre que el difunto sostenía en su delgada mano izquierda y sus dedos marcados con nudos artríticos, demuestra que este era un Tumi – el cuchillo ceremonial con hoja en media luna usado por los sacerdotes decapitadores en sus rituales. Ningún otro Tumi ha sido antes excavado atrapado en la mano de una persona perteneciente a la cultura Moche. Éste diminuto anciano, tan modesto en la muerte – con sus huesos artríticos y pocos dientes restantes – fue sin duda alguna en vida, un individuo formidable, de gran desarrollo espiritual. El Tumi que este individuo sostenía era pesado y fuerte. A diferencia de los Tumis blandos de oro y plata que traía puesto en el cuello el Sacerdote Guerrero de Sipán, el Tumi de cobre de este hombre señala que era funcional. El arte Moche ilustra que la decapitación era acompañada de la sujeción de la víctima por el cabello, tirando su cabeza hacia atrás para cortarla con un Tumi. En otro importante hallazgo, al descifrar el mensaje en los restos decapitadas del Señor de Sicán, cuya replica de su tumba se expone en el museo Señor de Sicán, en Ferreñafe, Perú, nos da una idea del desarrollo espiritual del citado personaje. Los restos del cuerpo del señor de Sicán fueron hallados por el arqueólogo japonés Izumi Shimada en una posición inusual, algo nunca antes visto. Los restos del señor de Sicán estaban enterrados baca abajo, en posición fetal, la evidencia señala que fue decapitado post mortem y su cabeza colocada en el piso de la tumba, fue orientada hacia el oeste, donde se encuentra el océano pacifico, el agua, el símbolo de la fuente de agua que da vida eterna. Estas son señales, símbolos que nos indican que el Gran señor de Sicán antes de su muerte física, logro la desintegración de todos sus agregados psíquicos, es decir, logro eliminar de si los pecados. La iconografía dejada por el pueblo mochica nos muestra la práctica del ritual de decapitación, donde la deidad Ai-Apaec (dios degollador en la lengua muchik), aparece sosteniendo un cuchillo ceremonial o Tumi en su mano izquierda, y con la cabeza de un decapitado en su mano derecha. Ai-Apaec, era la principal deidad de la cultura mochica, era uno de sus dioses castigadores (del “Yo” psicológico), el más temido y adorado. Se le conocía también como el decapitador. Ai-Apaec era adorado como el dios creador, el protector de los mochicas, proveedor de agua (de la vida eterna), de los alimentos (del pan nuestro de cada día, la sabiduría que viene de lo alto) y los triunfos militares (en la lucha contra el “Yo” psicológico). La representación más común y conocida de Ai-Apaec es la que se puede apreciar en los murales del interior de la Huaca de la luna, donde se ve representado con un rostro antropomorfo, con boca felina, rodead de olas marinas. Ai-Apaec fue representado de varias formas. En la cerámica es más antropomórfico, suele tener cabezas en sus manos y en ocasiones dos serpientes que brotan de su cabeza. Esta característica se ve en algunos retratos murales. En la escultura se le puede observar con un báculo, y una forma totalmente humanoide, con el rostro severo y boca de felino. El pueblo mochica, en su ritual de decapitación, sacrificaba al Ego animal, y la cabeza de dichos agregados se la ofrecían a Ai-Apaec. En mucha de la cerámica del pueblo moche quedo plasmada la decapitación del “Yo”. En algunas de ellas es posible observar el evento donde la sacerdotisa mochica le brinda a su señor, el sumo sacerdote, la sangre de los prisioneros decapitados. La Huaca de la Luna fue el centro ceremonial religioso de la cultura mochica. Los centros Moche tenían su entrada orientada hacia el Norte. En el Área de Sacrificios esotéricos es posible observar una roca de grandes dimensiones en la cual eran decapitados simbólicamente los que se habían ganado tal honor. 10 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica LADECAPITACIÓN YELCULTOA LASCABEZAS TROFEOENEL MUNDOMAYA YAZTECA E l sacrificio humano por decapitación, fue uno de los rituales más propagados en Mesoamérica, encontrándose desde las etapas más antiguas, hasta las más nuevas, cuando ya este ritual cayera en la involución, es decir, cuando ya la decapitación se practicaba como una forma de asesinato ritual. Hablando en términos esotéricos, esta práctica ritual de la decapitación, era indispensable para el mantenimiento de los dioses, el cosmos y la humanidad, ya que aquellos necesitaron constantemente ser alimentados por los hombres (a través de ellos) para así poder mantener el equilibrio cósmico del universo y del mundo. El alimento vital de los dioses era la sangre y el corazón humano, principalmente, los cuales se obtenían a través de la muerte ritual de la víctima; a cambio de esto, los dioses ayudaban a los hombres en distintos ámbitos: buenas cosechas, lluvias, alimentos, éxito en las guerras, protección de males y enfermedades, etc. De hecho, el ritual de la decapitación en la zona maya, en general, estuvo asociada a la cabeza trofeo, el ritual de la agricultura esotérica, el mal llamado juego de pelota, y en ocasiones al ritual del dios murciélago, al jaguar, la serpiente, y en menor medida a los tzompantli (Hilera de cráneos), cuando ya el ritual estaba en decadencia. Entre los dioses asociados con la decapitación en esta zona están el dios del maíz (símbolo de la simiente humana), el cual aparece decapitado; el dios de la muerte y todo su séquito del inframundo aparecen directamente relacionados a esta práctica en el Popol Vuh. El dios Chaahk, aparece sosteniendo una cabeza cortada y una lanza. Esta deidad aparece comúnmente participando en decapitaciones. Entre los mexicas, aparece la decapitación como una forma de sacrificio dedicado a Huitzilopochtli. No obstante, en ambas zonas (maya y mexica) la decapitación se relaciona con el mal llamado juego de pelota y la agricultura esotérica (la agricultura celeste). Estas asociaciones tienen un trasfondo más amplio, que responden al simbolismo de la decapitación humana. La decapitación, si la tomamos desde un punto de vista exotérico, en forma literal, es el símbolo de una “muerte digna”. Incuestionablemente, más allá de ser la decapitación un método de ejecución física, era la representación de la eliminación del “Yo”, del Ego, del mí mismo. Esto fue lo que quedo expresado en la iconografía dejada por los antiguos habitantes de México, donde se muestran figuras de decapitados o rituales de decapitación, no como un testimonio de brutalidad, como se suele interpretar en la actualidad, sino como la expresión de un simbolismo claro de la lucha en contra de sí mismos, de la decapitación y eliminación del Ego. 11 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica El Ego representa nuestros vicios, nuestros defectos psicológicos, nuestros pecados capitales: ira, lujuria, avaricia, odio… Imposible separar la decapitación, del sabio uso de la energía sexual. El Cristianismo Gnóstico nos enseña la doctrina de la desintegración del Ego, del “Yo” de la psicología experimental, del “pecado” en el cristianismo, esos “cerdos” o demonios que nos tienen posesos, como son la ira, el orgullo, la pereza, la gula, la envidia, la lujuria, la codicia y sus miles de derivados; estos elementos inhumanos en algunas culturas son conocidos como los “agregados psicológicos”; o “agregados” porque no pertenecen a nuestro Ser o Dios Íntimo, que está “en medio de nosotros” o “dentro de nosotros” como dicen los Evangelios Crísticos. El ritual de la decapitación imperó en la cultura maya y a la vez fue muy importante en otras culturas mesoamericanas; por ejemplo, en Tlatelolco -a lo largo de toda su historia, el ritual más común, tanto para espacios religiosos como para las áreas urbanas, fue la decapitación; lo mismo sucedió en el Templo Mayor de Tenochtitlan, en donde la decapitación fue el tratamiento mortuorio predominante para los adultos, los cuales fueron “sacrificados” y depositados en las distintas etapas constructivas de ese templo. El ritual de la decapitación entre los mayas era una ceremonia compuesta casi siempre por elementos rituales heterogéneos que estaban encaminados a un fin preciso, la eliminación del “Yo” psicológico. La práctica del ritual de decapitación se llevaba a cabo de dos formas, una en forma colectiva, y otra de forma individual. La antropología moderna no se equivoca cuando afirma que el ritual de la decapitación iba dirigido a entes sobrenaturales, ya sean estos dioses o fuerzas, como un intento de comunicación, que pretendía afectar la voluntad de los dioses con dicha expresión, pero olvidan estos que, tal ritual tenía un carácter canónico, es decir, exactamente regulado, lo cual lo hacía apropiado y eficaz de acuerdo a sus principios religiosos. La decapitación era un “paso ritual”, es decir, uno de los elementos significantes de una forma ritual. Sin embargo, suele ignorarse que existieron diversos ritos directamente relacionados con la decapitación o apropiación de la cabeza, que no han sido vinculados de manera directa con la realización de la práctica ritual. La decapitación y la apropiación de la cabeza/cráneo (o sea, al acto en sí, físico o simbólico), era una forma ritual que se insertó dentro de un ritual macro y muy extendido, relacionado en general con el culto a las cabezas y/o cráneos trofeos, llamados así, porque eran arrebatados a esa legión de “Yoes” que moran en nuestro espacio psicológico. En un sentido amplio y muy general, podemos encontrar que los rituales relacionados con el culto a las cabezas y/o cráneos trofeos, estaban dirigidos a la extirpación de las diversas entidades anímicas malignas que se alojaban en el cerebro, en la cabeza, en forma continua y por espacios breves de tiempo. El ritual de sacrificio humano por decapitación que se practicara simbólicamente en el pasado, sobrevive como legado cultural en algunas comunidades mayas de Chiapas. En Chiapas existe el pueblo de Tzinacatlán habitado por los tzoctziles (gentes del murciélago) de la familia maya y en el valle de Toluca el pueblo de Tzinacantepec. En el Popol Vuh (la Biblia Maya) el murciélago es un ángel que bajó del cielo para decapitar a los primeros hombres mayas hechos de madera, el murciélago celeste que aconsejó a Ixbalanqué y a Hunab Kú lo que debían hacer para salir victoriosos de la prueba de la caverna del dios murciélago. Todo aquel que se decide a trabajar sobre sí mismo, todo aquel que se decide a convertirse en hombre verdadero, todo aquel que se decide a luchar contra todo lo que se lo impida, tarde o temprano consigue el triunfo, tarde o temprano se erige victorioso. En el Museo Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México se encuentra un monolito fálico que representa a un hombre decapitado y el cual, como todas las portentosas estelas Nahuas, contiene una enseñanza trascendental. La cabeza ha sido reemplazada por siete serpientes que se levantan con las fauces abiertas y de las cuales salen bífidas lenguas simbolizando a la luz; el hombre tiene el phalo en erección. De su columna vertebral salen rayos de luz a los cuales señala con su mano izquierda queriendo indicar que a los izquierdos, los obscuros, es decir el “Yo”, el sí mismo, el querido Ego, sólo puede ser derrotado con la Luz del Fuego Sexual, este es El fuego del Universo, el Fuego Sagrado de Pentecostés que cita la Biblia en Hechos 2,14: “El fuego sagrado de Pentecostés” salía como lenguas de fuego por sobre las cabezas de los doce apóstoles”. El monolito fálico Nahua con las siete serpientes simboliza a Quetzalcóatl victorioso. Las siete serpientes con bífidas lenguas son el fuego sexual del adepto de las 12 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica ciencias arcanas. Los Yoguis nos hablan del Kundalini, la serpiente ígnea de los mágicos poderes del rayo. Y es que en realidad de verdad, todo aquel que aprende a manejar sus Aguas de Vida, su fuego Sexual, triunfa sobre sus errores internos, errores que la Biblia Cristiana menciona como los 7 Pecados Capitales. Esas Siete Serpientes r e p r e s e n t a n maravillosamente las Siete virtudes que se conquistan cuando eliminamos de nuestra naturaleza interior los Siete Pecados Capitales: Lujuria, Ira, Codicia, Orgullo, Envidia, Pereza y Gula. Debemos cambiar, Lujuria por castidad; Ira por Serenidad Y dulzura de carácter; Codicia por caridad, altruismo, desprendimiento, filantropía; Orgullo por humildad; Envidia por alegría por el bien ajeno; Pereza por acción, trabajo, actividad; Gula por moderación en todo lo que hagamos. En concordancia con la Ley del 7, el phalo en erección, en forma de rama de palma que sale del bajo vientre del Decapitado, nos indica que sólo por medio de la magia amorosa, el sabio uso de nuestras Energías Creadoras, se levantan las 7 serpientes, se conquistan las 7 virtudes, entonces, los hombres y las mujeres, alcanzan en la vida, la victoria. No hay nada más grande que el Amor. Dios resplandece sobre la pareja perfecta. La figura del decapitado, es un tesoro grandioso de sabiduría antigua. DECAPITACIÓN Y AGRICULTURA E l tema de la muerte en la cosmovisión maya se ve asociado al renacimiento espiritual, más que a una sobrevida del ser humano muerto, es decir, se necesita la muerte del Ego para que surjan los valores espirituales. Esto aparece de manera alegórica en el Popol Vuh, en donde la cabeza decapitada de Hun-Hunahpú hace florecer el árbol de jícaro, que nunca antes había dado frutos. Aquí se ve la relación que existe entre la decapitación y los frutos del espíritu, lo cual podemos observar en el Tablero de la Cruz Foliada de Palenque, donde de las ramas del “árbol de maíz” aparecen cabezas cortadas en lugar de mazorcas, lo cual también se ve en la parte inferior derecha de este tablero, donde aparece Pakal ya muerto, sobre una planta de maíz que tiene una cabeza cortada en vez de mazorca, junto a una concha de caracol. En estas representaciones, nuevamente encontramos la idea de la decapitación y la muerte unida al nacimiento de las virtudes del Ser. Una vez separada del cuerpo, la cabeza, en el esoterismo maya, es, entre otras cosas, sinónimo del fruto, de aquello que brota del tallo, del cuerpo. Y como tal debe ser tratada en los ciclos rituales, como el fruto maduro y lleno de vida que debe ser cortado para enterrarlo y que vuelva a la vida integrado en su cuerpo para repetir una y otra vez el ciclo dela vida-muerte, muerte-vida .Esta idea también la encontramos entre los mexicas, quienes al parecer en un sacrificio de primicias, decapitaban a 13 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica una joven y posteriormente al término de la cosecha, a otra mujer. En el octavo mes (o veintena), cuando la cosecha estaba madura, una muchacha que representaba a la diosa del maíz nuevo, era decapitada; sesenta días más tarde, cuando se terminaba la cosecha, tenía lugar un nuevo sacrificio. Este sacrificio se hacía en el undécimo mes, durante la fiesta de Ochpaniztli, en honor a Teteuinnan o Toci, “nuestra abuela”, la madre de todos los dioses, “la diosa del maíz cosechado y utilizado” (la simiente transmutada). El sentido evidente y más inmediato de la decapitación y la muerte (psicológicamente hablando) en general es la regeneración de la fuerza sagrada que obra en nuestro interior. Es así como se lleva a cabo un complejo ritual de reciprocidad sacrificial, en donde el ser humano “mata simbólicamente” al vegetal que necesita para subsistir y a cambio de esto, le ofrece y entrega al dios la vida de una o más personas de su comunidad (su Ego), para que así aquél también se alimente. En el mito de Jun Junajpu, el ser mitológico que debió ser decapitado para que a través de su cabeza pudiera florecer y dar frutos el árbol donde aquella fue depositada, y posteriormente, su calavera fue la que embarazó a Ixkik' con el chisguete de saliva que depositó en su mano (símbolo del acto sexual). Es así como en este mito encontramos a las cabezas cortadas asociadas a la fertilidad vegetal, y a las calaveras asociadas a la fertilidad humana, la sexualidad. De esta forma, la apropiación violenta de la cabeza, a través de la decapitación estaría relacionada a la fertilidad tanto humana, como vegetal y animal. Esta misma idea la encontramos con el dios del maíz, quien también aparece decapitado en varias imágenes; de esta forma, este dios y Jun Junajpu se asociarían a la fertilidad, y ambos personajes míticos, serían deidades dema, las cuales dieron origen al maíz y a las jícaras con sus respectivas decapitaciones. Estos mitos establecieron el vínculo directo de la muerte humana simbólica y la germinación vegetal, razón por la que los mayas representaron en numerosas ocasiones a sus muertos, como la fuente por cual brotaba la vida eterna. Los alquimistas Medievales designaban a la Alquimia Sexual con el nombre de “Agricultura Celeste”, porque ofrece en sus leyes, en sus circunstancias y en sus condiciones la mas estrecha relación con la agricultura terrestre. Los autores clásicos ven en la Alquimia Erótica los mismos ejemplos y establecen sus demostraciones sobre los trabajos campestres. La Analogía hermética aparece así fundada en el arte del cultivador. Incuestionablemente, así como en el mundo físico hay que sembrar un grano para obtener una espiga, así también es indispensable tener en primer lugar la semilla metálica, que es el “En Seminis”, a fin de multiplicar, el Metal, que es el Mercurio, procedimiento que se lleva a cabo a través de la Transmutación Sexual. Con esta operación alquímica se obtienen múltiples Mercurios. Hay tres tipos de Mercurios, a saber: El primero es el Mercurio en bruto o Azogue, que es aquel que se encuentra en las Gónadas Sexuales. Luego, mediante la clave de la Transmutación Sexual, se obtiene el Segundo Mercurio, que es la Energía Creadora conocida como el “Alma Metálica del Esperma Sagrado”; mas tarde cuando este último se fusiona con el Azufre o Fuego Sexual del Amor, se obtiene el tercer Mercurio, conocido como “Mercurio Azufrado”. Con este tipo de Mercurio se fabrican los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser: Astral, Mental y Causal; o Cuerpos Celestiales según Pablo de Tarso, que él denomina Natural, Espiritual y Divino. Como cada fruto lleva en si su semilla, nuestro cuerpo físico, posee la suya, que es el “Ens Seminis”. Y el punto delicado, que algunos alquimistas llamaron “el Eje del Arte”, es saber extraer del metal o primer Mercurio esta primera semilla; en Gnosis conocemos el procedimiento para llevar a cabo esta operación alquímica, varón y mujer proceden a conectarse sexualmente sin llegar al espasmo el primero y al orgasmo la fémina; el motor activo de este proceso es un tipo de ascetismo revolucionario que se fundamenta en la mezcla extraordinaria del ansia sexual con el anhelo espiritual. Pero todo grano capaz de germinar, de crecer y de fructificar, reclama una tierra propicia, es decir, el alquimista tiene necesidad de un terreno apropiado para la especie y la naturaleza de su semilla, y en este punto se debe tener en cuenta nuestra naturaleza física y psíquica. En cuanto a la cuestión psíquica, es imposible que el grano germine en los varones y mujeres adúlteros, traidores, borrachos, afeminados, lesbianas, drogadictos, asesinos, celosos, ladrones, mentirosos, blasfemos, sacrílegos, etc. Más tarde, con las tres calcinaciones por el hierro y por el fuego, que están alegorizadas por los tres clavos de la cruz, que son las tres montañas: 1° La montaña de la Iniciación. 2° La Montaña de la Resurrección y, 3° La Montaña de la Ascensión, se ven los frutos que señalan la abundancia de los bienes celestiales, adquiridos por la práctica hábil de la “Agricultura Celeste”, para provecho y utilidad del alquimista, aquí es donde se recogen los frutos. 14 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica CAMAZOTZ: EL DIOS MURCIÉLAGO E n la mitología maya quiché, Camazot era un dios con forma de murciélago. Muchos antropólogos debido a la falta de conocimiento esotérico, aseguran que este dios tenía connotaciones maléficas. Camazot era un dios que servía a la muerte y gobernaba durante el crepúsculo. Algunos aseguran que el dios murciélago habitaba en cavernas sangrientas y lugares oscuros que la gente debía evitar para no molestarle. Se decía que había cortado la cabeza de Hunapu, hermano gemelo de Ixbalanqué, hijo del dios Hun-Hunahpú y la joven Ixkik', pero este fue devuelto a la vida en forma de tortuga y en esta forma consiguió derrotarle. Se le representaba sosteniendo a una víctima y un cuchillo para decapitar a dicha víctima. Iconográficamente, encontramos al tzinacan (murciélago) dibujado en estelas, códices, y vasijas mayas con la librea del dios del aire. Se le ven el apéndice nasal y los dientes triangulares saliendo hacia abajo desde las comisuras de los labios. En los códices aztecas se le dibujaba en braseros, vasos y silbatos, siempre como los vampiros de tierra caliente del Sur de México. La boca se caracteriza por los caninos y los incisivos inferiores tapados por la lengua que, en las urnas zapotecas, siempre aparece hacia afuera; las orejas grandes y bien formadas. Saliendo de las orejas, en forma de hojas, el tragus en jade; dedos cortos con garras hacia arriba para poder utilizar las ventosas de las palmas de las manos (las que le sirven al murciélago cuando se cuelga de superficies lisas) y su apéndice nasal en forma de silla de montar u hoja. Los templos nahuas en forma de herradura estaban dedicados al culto del dios murciélago. Sus altares eran de oro puro y orientados hacia el Este. El dios murciélago tiene 15 poder para curar cualquier enfermedad, pero también poder para cortar el cordón plateado de la vida que une el cuerpo al alma. Los Maestros nahuas lo invocaban para pedirle curación para sus discípulos o para sus amigos profanos. A la invocación asistían solamente iniciados que, en el interior del templo, formaban cadena alternando en ella hombres y mujeres sin tocarse las manos ni el cuerpo. Los extremos de la cadena comenzaban a ambos lados del altar y todos permanecían sentados en cuclillas con la espalda contra la pared. En el altar, flores recién cortadas, y a sus lados, sobre dos pequeñas columnas talladas en basalto, sendos braseros de barro pintados de rojo, símbolo de la vida y de la muerte. En los braseros ardían leños de ciprés (símbolo de inmortalidad) cuyo aroma se mezclaba con el del sahumerio de copalli, resinas olorosas y blancos caracoles marinos molidos. El maestro vestía la librea del dios del aire y maxtlatl alrededor de la cintura. De frente, levantando las manos con las palmas extendidas, vocalizaba tres veces el mantram ISIS, dividiéndolo en dos largas sílabas, así: ISSSSSSSSSSSSSSS ISSSSSSSSSSSSSSS Después, con un cuchillo de obsidiana con empuñadura de jade y oro, bendecía a los concurrentes y en silencio hacía la invocación ritual: «Señor de la vida y de la muerte, te invoco para que bajes a sanar todas nuestras dolencias». Silencio imponente sólo interrumpido por el crepitar del sahumerio; de súbito, un batir de alas y un aroma de rosas, de nardos, se extendía por todo el templo. De los braseros salía una flama que se alargaba Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica como queriendo alcanzar el cielo, y el Maestro y los asistentes se postraban hasta poner en tierra sus frentes. La deidad nahua de la muerte (el dios murciélago) bajaba ataviada con la librea del dios del aire, o en forma de búho, a las pruebas fúnebres del Arcano 13. Trece escalones tenían las escalinatas de entrada a los templos de misterios nahuas y Huehueteotl, el Dios Viejo, tiene 13 mechones en su cabellera. Dentro del recinto donde se levantaba el Templo Mayor de Tenochtitlan existió un templo circular dedicado al Sol; orientado hacia el Este, su techo permitía que el Sol penetrara hasta su altar. En el muro interior del fondo de ese templo se hallaba un gigantesco Sol de oro puro, representación visible de la gran Deidad invisible, Ipalnemoani. Su puerta de entrada era la boca de una serpiente con fauces abiertas; de sus comisuras, curvos y amenazadores salían los colmillos y, en relieve, sobre el piso, grande y bífida lengua salía de la puerta del templo. En el frontispicio del templo, en relieve, abiertas fauces de otra enorme serpiente de afilados colmillos simbolizando al monstruo contra el cual tenían que luchar los Adeptos de la augusta Orden de los Comendadores del Sol. Entre las cámaras secretas de este templo de misterios existió el tzinacalli (la casa del murciélago), espacioso salón con aspecto interior de sombría caverna donde tenían lugar los rituales de iniciación para alcanzar los altos grados de Caballero Ocelotl (tigre) y Caballero Cuauhtli (águila). Sobre el dintel de la pequeña puerta disimulada en el muro interior del fondo de la caverna, la cual daba paso al templo, colgaba un gran espejo de obsidiana y frente a esa pequeña puerta ardía en el suelo una hoguera de leña de pino. El candidato a la iniciación era llevado al tzinacalli donde quedaba solo a altas horas de la noche. Se le había indicado que caminara a través de la obscuridad hacia la luz de una hoguera y que, frente a ella, hablara al guardián del umbral: «Soy un hijo de la Gran Luz; tinieblas apártense de mí». Los murciélagos comenzaban a revolotear y a chillar sobre la cabeza del candidato. La leña de pino se iba apagando, sólo quedaba en ella el rescoldo, cuyo fuego se reflejaba en el espejo. De repente, ruidoso batir de alas, un alarido aterrador y una sombra humana, con alas de murciélago y maxtlatl alrededor de la cintura, emergía de la obscuridad amenazando con su pesada espada decapitar al intrépido invasor de sus dominios. ¡Ay del candidato que retrocedía aterrado! Una puerta, que hasta entonces había permanecido hábilmente disimulada en la roca, se abría en silencio y en el quicio aparecía un extraño señalando el camino del mundo de los profanos de donde el candidato había venido. Pero si el candidato tenía la presencia de ánimo suficiente y resistía impávido la embestida de Camazotz (el dios de los murciélagos), la pequeña puerta, oculta frente a él, se abría suavemente y uno de los Maestros se adelantaba a su encuentro para descubrir e incinerar a la efigie del candidato modelada en papel de amate y oculta entre las sombras de la caverna mientras los demás Maestros daban al candidato la bienvenida y lo invitaban a entrar en el templo. Todo este ritual simboliza a la muerte de las pasiones de la personalidad del iniciado en su paso de las sombras a la luz (la decapitación del “Yo”). A través de las pruebas de la ordalía a que eran sometidos los candidatos a iniciados en las antiguas escuelas de misterios nahuas, el alma animal de éstos se retrataba a veces como murciélago porque, como el murciélago, el alma de ellos estaba ciega y privada de poder por falta de luz espiritual. Como vampiros, los depravados y avaros se arrojan sobre sus presas para devorar las substancias vivas que hay en ellas y después, deambulando perezosamente, regresan a las sombrías cavernas de los sentidos, donde se ocultan de la luz del día como todos los que viven en las sombras de la ignorancia, de la desesperación y del mal. El mundo de la ignorancia está gobernado por el temor, el odio, la codicia, la lujuria, etc., etc., etc. En sus sombrías cavernas vagan los hombres y mujeres que sólo se mueven al vaivén de sus pasiones. Sólo cuando el hombre experimenta las verdades espirituales de la vida, escapa de ese subterráneo, de esa maldita caverna de murciélagos donde Camazotz, que muchas veces mata con su sola presencia, permanece oculto acechando a sus víctimas. El Sol de la Verdad se levanta en el hombre e ilumina a su mundo cuando este eleva su mente desde la obscuridad de la ignorancia y el egoísmo hacia la luz de la sabiduría y el altruismo. Símbolo de este estado de conciencia en el hombre son los ojos de águila que, sobre los dorsos de los pies de Coatlicue, tratan de ver hacia el infinito. 16 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica ELJUEGODEPELOTA L as culturas precolombinas de Mesoamérica dejaron para la posteridad, diversas zonas arqueológicas extraordinarias, con un simbolismo sorprendente que solo es posible entender bajo la luz de la Gnosis. Entre los mayas existió un ritual litúrgico, el cual se hacía con una pelota de piedra. Cada movimiento era cuidadosamente estudiado. Significaba, el ritual, la lucha entre la luz y las tinieblas, entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas. En los templos góticos de las catedrales de la Edad Media, también se practicaron estos rituales. Es una ceremonia religiosa debidamente estudiada. El “juego de pelota”, es uno de los elementos comunes de todas las culturas de Mesoamérica, entre los Olmecas, habitantes de Olman, el país de hule en la región selvática del Golfo de México, se encuentran las primeras evidencias del “juego de pelota” o TACHTLI. Las gentes actuales, que no ven más que la pelota de aquel vagabundo londinense creador del football, también quieren ver en las cosas sagradas lo mismo. La simple lógica nos invita a reflexionar: ¿Jugar Football con una bola de piedra?, ¿Cuántas rodillas rotas?, ¿Cuántas gentes muertas? Un solo golpe a la cabeza y muertecito. Un solo golpe en la rodilla y fractura segura o cojo para toda la vida. Sólo suponerlo es absurdo. El “juego de pelota” era un ritual que generalmente representaba la lucha del sol contra las fuerzas de los dioses de la muerte y la oscuridad que habitaba en el mundo subterráneo. Durante excavaciones realizadas en la Zona Arqueológica de Plazuelas, en México, se encontraron cuatro esculturas con rasgos de serpiente, dos de ellas estuvieron empotradas en el centro de las paredes laterales como marcadores del juego. Así pues, el Campo de la Bola Religiosa, simboliza la lucha constante y eterna entre las potencias del Bien (LUZ) y del Mal (TINIEBLAS). Las potencias del Bien, son los valores del Ser, la sabiduría gnóstica, la verdad, el amor, la fraternidad, la ternura, el altruismo, la sinceridad, etc. Las potencias del Mal, es lo que debe morir en nosotros, lo que debe ser eliminado: El “Yo”: nuestra ignorancia, nuestro fanatismo, la chismografía, la violencia, la mala voluntad, la lujuria, etc. Esa eterna lucha entre las potencias del bien y del mal, es conocida como la gran batalla. En Jeremías capítulo 21, versículo 8, dice lo siguiente: “He aquí que yo pongo delante de vosotros dos caminos: el de la vida y el de la muerte”. El hombre y la mujer pueden utilizar el contacto sexual y las delicias del amor y de los besos para convertirse en dioses o en demonios. Desde el amanecer de la vida existe una gran batalla entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas. La raíz secreta de esa batalla está en el sexo. Existe la correcta interpretación de los Misterios del Sexo. Los Magos Blancos nunca derraman el semen. Los Magos Negros siempre derraman el semen. Los Magos Blancos hacen subir la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes por el canal medular. Los Magos Negros hacen descender la Culebra hacia los infiernos atómicos del hombre. Los dioses y los demonios viven en eterna lucha. Los dioses defienden la doctrina de la castidad. Los 17 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica demonios odian la castidad. En el sexo está la raíz del conflicto entre dioses y demonios. La gran batalla se realiza en la luz astral. La luz astral es el depósito de todas las formas pasadas, presentes y futuras de la gran Naturaleza. La luz astral es el Azoe y la Magnesia de los viejos Alquimistas, el Dragón Volador de Medea, el INRI de los cristianos, el Tarot de los bohemios. La luz astral es un fuego terriblemente sexual desprendido del nimbo del Sol, y fijado en la Tierra por la fuerza de la gravedad y el peso de la atmósfera. El Sol es quien atrae y repele esa luz encantadora y deliciosa. La luz astral es la Palanca de Arquímedes. El viejo sabio dijo: “Dadme un punto de apoyo y moveré el Universo”. El semen es el astral líquido del hombre. En el semen está la luz astral. El semen es la llave de todos los poderes y la clave de todos los imperios. La luz astral tiene dos polos, uno positivo, otro negativo. La serpiente subiendo es positiva. La serpiente bajando, es negativa. Cuando sube, es la serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto. Cuando baja, es la serpiente tentadora del Edén. Cuando sabemos adorar y besar con ternura infinita y suprema castidad, la serpiente sube. Cuando gozamos ardientemente de la lujuria, y derramamos la copa, la serpiente se precipita embriagada por la locura, hacia los infiernos atómicos del hombre. En la región de la luz moran los seres que se adoran. En la región de las tinieblas viven las Almas que se embriagan con el cáliz de la lujuria, y que después de haberse embriagado derraman la copa. Esas Almas se consumen entre el fuego de su propia lujuria. La Tierra está dirigida por Cristo y Yahvé, quienes viven en eterna lucha. Cristo es el jefe de los dioses. Yahvé es el jefe de los demonios. Yahvé es aquel demonio terriblemente perverso que tentó a Cristo en la montaña y tentándole le decía: “Itababo”. “Todos estos reinos del mundo te los entregaré si te arrodillas y me adoras”. Y Cristo le decía: “Satán, Satán, escrito está: al Señor tu Dios no tentarás y sólo a él obedecerás”. Yahvé es un ángel caído terriblemente perverso. Yahvé es el genio del mal. Cristo es el jefe de la Gran Logia Blanca, y Yahvé, su antítesis, es el jefe de la Gran Logia Negra. Los poderes de la luz y de las tinieblas viven en eterna lucha, y esa lucha tiene su raíz en el sexo. El semen es el campo de batalla. En el semen luchan a muerte los ángeles y los demonios. El hueso medular del gran conflicto entre ángeles y demonios es el sexo. Allí está el problema. Allí está la raíz de todas las doctrinas blancas y negras. Cristo tiene su programa de acción. Yahvé tiene el suyo. Los escogidos siguen al Cristo. La gran mayoría de seres humanos sigue fanáticamente a Yahvé. Empero todos se esconden detrás de la cruz. En la luz astral se combaten mutuamente las columnas de ángeles y demonios. Frente a cada ángel, existe un demonio. Todo ser humano tiene su doble. He ahí uno de los misterios de las Almas gemelas, Los Lamas dicen que DEVAHDET fue hermano y rival de Budha. Es el rey del infierno. El doble es semejante en todo a su doble. Los dobles son análogos, tienen las mismas tendencias, con las diferencias de las analogías de los contrarios. Frente a un astrólogo blanco existe un astrólogo negro. Si un Maestro enseña Magia Sexual Blanca, su doble, enseñará Magia Sexual Negra. Los dobles son semejantes en todo, pero antitéticos. La fisonomía y cuerpo de los dobles son semejantes porque son gemelos. Este es uno de los grandes misterios del Ocultismo. Cada Alma blanca tiene un doble negro, un Alma contraria que antagoniza y combate. Llama mucho la atención la forma del campo de la bola religiosa: cruz tao, templos alrededor. Todo esto es profundamente simbólico. En los códices o libros indígenas pintados sobre pieles, siempre representaron el símbolo tradicional del Juego: una I latina horizontal cruzada transversalmente por dos líneas que simbolizan los cuatro rumbos del Universo y el centro lo que será la estilización del Ollin, símbolo del movimiento. Nos dicen las tradiciones que quien ganaba era decapitado, pues así tenía el honor de ir con los Dioses o seres superiores, cosa que sin la ayuda de la Antropología Gnóstica seria entendida de la forma más equivocada. Claro, quien en el campo de la vida diaria, lucha contra sus entidades tenebrosas y sale victorioso, obviamente muere en sí mismo, y nace para el espíritu, es decir, queda decapitado, con la capacidad de poder ver y oír lo que sucede en la naturaleza en todas sus dimensiones. Despertará realmente a lo que es real. Esa misma representación tiene la decapitación de Juan el Bautista y el ahorcamiento de Judas. Sólo con la muerte adviene lo nuevo. La decapitación es un simbolismo universal, se encuentra en las expresiones artísticas y culturales de los pueblos antiguos, incluso como un signo de una “muerte digna”. En Tikal también existe ese pequeño recinto dedicado a lo que comúnmente se llama campo de la pelota, pero su nombre está equivocado. Esta es la evidencia que entre los mayas existió un ritual litúrgico, el cual se hacía con una pelota de piedra. Cada movimiento era cuidadosamente estudiado. El “juego de pelota” o campo de la bola religiosa representa el origen del espíritu y el fin de la materia. En la estructura del “juego de pelota”, encontramos una forma de “I” latina con figuras esculpidas a lo largo de ella, exponiendo jeroglíficos y esculturas en alto relieve de luchas y escenas de oficios sacerdotales. Al centro del campo de la bola religiosa hay dos círculos a derecha e izquierda que representan el cero de la numerología maya y el origen del mundo espiritual, en dichos círculos o aros se hallan dos serpientes enroscadas formando el símbolo del infinito. Las batallas, luchas y enseñanzas representadas en el mismo campo de la bola religiosa, contienen el proceso de cada chispa divina revestida con su cuerpo humano para alcanzar el origen de donde hemos venimos. Podemos ver representada la transformación psicológica del ser humano a través de la decapitación 18 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica de un guerrero triunfante, donde la sabiduría de la muerte se encuentra en plena manifestación, representada por un cráneo de cuya mandíbula surge la vulva de la palabra y del conocimiento adquirido en base a la experiencia. Así mismo, podemos ver el peregrinar de las batallas a lo largo del “juego de pelota” dirigiéndose hacia los extremos, donde se encuentra a la serpiente que representa la sabiduría, el Ser, el fuego, entre otros símbolos importantes, los cuales se alcanzan o se van cristalizando en el mundo interior del ser humano según su trabajo interior. Hay que ser muy cuidadosos en este trabajo para no llegar a caer en la egolatría y convertirnos en víctimas de las falacias del Ego, pues el camino de la iniciación exige mucha humildad y capacidad para poder guardar los secretos develados a la conciencia en forma individual. Es un deber del ser humano compartir el conocimiento del Ser a través de la Antropología Psicoanalítica y la Psicología Revolucionaria. Ése es el gran ritual que está representado en el campo de la bola religiosa. Los antiguos sacerdotes oficiantes, con movimientos litúrgicos, pasaban la esfera de piedra por los círculos para representar el regreso de la esencia en el mundo terrenal al mundo espiritual. Perfectamente podemos ver los tres factores de la revolución de la conciencia: nacer, a través del culto al fuego, que de hecho, la forma de “I” latina nos recuerda el Ignis, el cual aparece sobre la cabeza de las serpientes esculpidas en piedra y que se encuentran enroscadas tres vueltas y media. El morir, por la decapitación, y el sacrificio por la humanidad, en el que la perfección de las perfecciones, el Cristo, es sometido a las experiencias humanas, verificándose así, los tres factores de la revolución y emancipación de la conciencia. Cada uno de nosotros estamos en este mundo para vivenciar las experiencias de los mundos superiores, basándonos en el dominio de las experiencias del mundo inferior, es decir, que cuando alguien decapita a la pereza, podrá experimentar la alegría y felicidad en el trabajo; cuando alguien decapita la ira, conquistará entonces la dulzura en el carácter y la paz hacia sus semejantes. VICTORIAALADA deSAMOTRACIA L a Victoria alada de Samotracia, también conocida como Victoria de Samotracia o Niké de Samotracia, es una escultura perteneciente a la escuela rodia del período helenístico. Representa a Niké, la diosa de la victoria. Esta maravillosa escultura procede del santuario de los Cabiros en Samotracia, pequeña isla de Grecia localizada en el norte del mar Egeo. La figura femenina de la Victoria con alas se posa sobre la proa de un navío, que actúa de pedestal de la figura femenina, cuyo cuerpo presenta una leve y graciosa torsión. Va envuelta en un fino chitón y un manto, ropajes que se adhieren al cuerpo dejando traslucir su anatomía, tratamiento este que recuerda a la denominada técnica de «paños mojados» atribuida a las obras de Fidias. El manto forma un rollo sobre el muslo derecho para caer luego entre las piernas, dando lugar a una composición muy característica en otras figuras femeninas de la misma época. Las ropas agitadas por el viento configuran el dramatismo, esta vez gozoso, tan característico de la escuela escultórica rodia, una de las más barrocas del helenismo. Hay que precisar que una de sus alas, al 19 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica menos en parte, no es original, sino producto de una restauración. Esta es una escultura con un gran mensaje esotérico, que desafortunadamente muy pocos pueden comprender. Las enseñanzas del Cristianismo Gnóstico tienen un fin específico, lograr el despertar de la conciencia por medio de la muerte del “Yo”. Pero para poder liberarse del “Yo”, es indispensable “Morir”, es imprescindible la muerte del Ego, entonces, solo así, se dejará de “Retornar”. Si se estudia el “Libro de los Muertos” de los Egipcios, es Isis la llamada a dar muerte al “Ego”, sin la Madre Divina resulta imposible la muerte del Ego. Con la muerte del Ego la Esencia se libera y se pierde en Osiris el Cristo Divino. La Esencia resucita en el corazón de Osiris, donde quedan los afectos, los apegos, nuestros deseos, etc., etc., etc. Tenemos que morir para liberarnos de la Trágica Rueda del samsara, y hay que eliminar las semillas para que no rebrote el Ego, y bañarnos en las aguas del Leteo y el Eunoe y ser confirmado en la Luz, matar al Caín que es la Mente Lunar. Esta Mente no sirve, hay que eliminarla, hay que darle Muerte. Por eso los antiguos veían en la Luna la figura de Caín; a la Mente se le llama Caín y este era cazador, y la Mente anda cazando fortunas, posición social, fama, subir siempre al tope de la escalera. Esta Mente la usan los bribones para triunfar, se sienten sabios y poderosos con esa Mente Animal Lunar bien cultivada. La figura del Ángel Decapitado, conocida como el Ángel de Samotracia, nos indica que después de haber logrado la disolución del “Ego”, de haber incinerado sus semillas, se tiene que pasar por la Decapitación. Falta la muerte del Cuerpo Lunar y de la Mente Lunar, estos dos cuerpos que forman el Caín, son los dos Elementos Subjetivos a los que hay que decapitar. Después sólo queda Osiris y la Esencia que queda en el corazón de Osiris, entonces ya se tiene derecho de llevar el Áspid (la Serpiente) en la frente y como dice el “Libro de los Muertos”: “ya puede sentarse como los otros Osiris se sientan y llevar la Serpiente en la frente”, porque ya tiene al Verbo, ha triunfado, sus poderes no serán utilizados de ninguna manera en forma egoísta. Osiris es el Cristo Cósmico; un hombre Osirificado ya tiene el Cristo Cósmico, ya no tiene Elementos Subjetivos, ya se ha liberado de esa Rueda Trágica de Vidas y de Muertes donde radica la causa del Dolor y el sufrimiento. La lucha más violenta para poder lograr la eliminación del Ego se libra con la terrible Serpiente Tentadora del edén, representación del abominable Órgano Kundartiguador, de la cola de Satán; ésta es la horrible Pitón que Apolo hirió con sus dardos. Es la antítesis de la Madre Divina, materia densa y espantosa contra la cual debemos luchar. Mientras no estemos dentro de la “Barca de Isis”, no serviremos para nada. Según la Sabiduría Egipcia, Thot es Hermes y Hermes es Mercurio, el Gran Hierofante, el Ministro, el Embajador del Logos Solar, el Gran Instructor, el que nos eleva de Iniciación en Iniciación. Pero ¿Quién es en nosotros? Él es el “Ens Seminis”. Solamente mediante La Gran Muerte nos podemos escapar de esa Gran Rueda y del sufrimiento de este Mundo que es totalmente pasajero y doloroso. Hay que pasar más allá de los afectos de nuestros seres más queridos, esto es algo que cuesta muchísimo trabajo. Este mundo es terriblemente doloroso, para lo único que vale la pena vivir es para Auto-Realizarse, porque todo lo demás es vano. El esoterismo universal nos enseña que para que nazca lo nuevo, debe morir lo viejo, que para que nazcan en nosotros las virtudes, deben ser decapitados los pecados, aquellos considerados las cabezas de legión de los agregados psicológicos. Tales agregados son pecados, lo único que en nosotros asume aspecto trascendental en la entidad, es el buda íntimo, o sea, nuestro padre que está en secreto, el shesed de la cábala. Este buda secreto es tan distinto al cuerpo, a la mente y a los afectos más íntimos, como el aceite al agua, como el día a la noche, como el invierno al verano, etc. Resulta espantoso saber que el buda secreto sea de nosotros mismos, de nuestros propios afectos, sentimientos, pensamientos, deseos, pasiones, amores, etc., etc., etc. Resulta asombroso que nuestro ser sea de uno, eso es terrible pero verdadero. De ninguna manera quiere nuestro buda interior, nuestro padre que está en secreto, que uno exista. El anhela nuestra muerte radical. Necesitamos disolver el Ego para tener derecho al éxtasis. Cuando alguien comienza a eliminar el “Yo”, se encuentra con tantos y tantos ayeres, es por eso que se dice que en verdad el “Yo” es un libro de muchos tomos. Cuan difícil es la eliminación del “Yo”, pero hay que lograrlo. Huyendo del mal, muchas veces caemos en el mal y lloramos. ¿Para que las envidias viles y las lujurias cuando retuercen como reptiles sus pálidas furias?, ¿para que los oídos funestos de los ingratos?, ¿para que los libidos gestos de los Pilatos? En el fondo profundo de los hombres mas castos vive el bíblico Adán ebrio de pasión carnal, saboreando con deleite la fruta prohibida. Trabajando internamente llegaremos a la muerte por el camino del Amor. Sí esos que buscan la eliminación comprendieran que de verdad el Alma se encuentra embotellada en el “Yo”, si ellos destruyeran el “Yo”, si redujesen a polvareda cósmica a su querido Ego, entonces el Alma quedaría libre de verdad, en éxtasis, en Shamadi continuo. Así se experimentaría directamente eso que es la verdad. El que quiera vivenciar lo real debe eliminar los elementos subjetivos de las percepciones, porque dentro de esos elementos duerme el alma profundamente, ¡que dolor! La victoria alada de samotracia nos enseña, que el Ángel interior solo surge cuando pasamos por la decapitación del “Yo”, así, de esa forma, quedo plasmada la enseñanza de la decapitación, en la victoria alada de samotracia. Así se expresa el arte regio, dejando sabiduría para la conciencia. 20 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica LA DECAPITACIÓN DE JUAN EL BAUTISTA E l Maravilloso simbolismo de la decapitación de Juan el Bautista, lo podemos encontrar en las Sagradas Escrituras. Al realizarse un análisis comparativo con algunas culturas de los andes, de la amazonia, de mesoamérica y de otras partes del mundo, respecto a la decapitación, nos arroja que, la decapitación simbólica fue un ritual celebrado por todas las grandes culturas que han habitado en este planeta. La decapitación de Juan el Bautista, es un evento importante que se narra en el cristianismo, desafortunadamente, este evento esotérico a perdido todo su simbolismo a causa de los falsaos jerarcas del cristianismo de garaje que reina por doquier. El evento de la decapitación de Juan nos indica el procedimiento a seguir si es que en verdad se quiere erradicar definitivamente a la legión de “Yoes” que dominan nuestra mente. A medida que uno trabaja sobre sí mismo va comprendiendo cada vez más y más, la necesidad de eliminar radicalmente de su naturaleza interior, todo eso que nos hace tan abominables, pero tenemos que ser sinceros consigo mismo, preguntamos qué es lo que queremos, si hemos venido a la Enseñanza Gnóstica por mera curiosidad, si de verdad no es pasar por la decapitación lo que estamos deseando, entonces nos estamos engañando a sí mismos, estamos defendiendo nuestra propia podredumbre, estamos procediendo hipócritamente. En las escuelas más venerables de la sapiencia esotérica y del ocultismo existen muchos equivocados sinceros que de verdad quieren auto-realizarse pero que no están dedicados a la desintegración de sus abominaciones interiores. Son muchas las personas que suponen que mediante las buenas intenciones es posible llegar a la santificación. Obviamente en tanto no se trabaje con intensidad sobre esos “Yoes” que en nuestro interior cargamos, ellos continuarán existiendo bajo el fondo de la mirada piadosa y de la buena conducta. Ha llegado la hora de saber que somos unos malvados disfrazados con la túnica de la santidad; ovejas con piel de lobo; caníbales vestidos con traje de caballero; verdugos escondidos tras del signo sagrado de la cruz, etc. Por muy majestuosos que aparezcamos dentro de 21 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica nuestros templos, o dentro de nuestras aulas de luz y de armonía, por muy serenos y dulces que nos vean nuestros semejantes, por muy reverendos y humildes que parezcamos, en el fondo de nuestra psiquis continúan existiendo todas las abominaciones del infierno y todas las monstruosidades de las guerras. En Psicología Revolucionaria se nos hace evidente la necesidad de una transformación radical y ésta solo es posible declarándonos a sí mismos una guerra a muerte, despiadada y cruel. Ciertamente nosotros todos no valemos nada, somos cada uno de nos la desgracia de la tierra, lo execrable. Afortunadamente Juan Bautista nos enseñó el camino secreto: MORIR EN SÍ MISMOS MEDIANTE LA DECAPITACIÓN PSICOLÓGICA. Juan el Bautista es decapitado y Cristo es crucificado para salvar al mundo, porque es necesario que muera el pecado para que nazca en nosotros el Cristo. Toda la sabiduría de Juan el Bautista, está encerrada dentro del cuerpo etérico del hombre. El degollamiento de Juan Bautista es simbólico pertenece al primer cañón o Vértebra cervical de la cabeza, situada en la nuca. Cuando el segundo grado de poder del fuego, o Kundalini del cuerpo etérico, (porque cada uno de los siete cuerpos tiene su Kundalini), al llegar allí, entonces el Iniciado pasa por la simbólica decapitación de Juan Bautista; cambia su mente terrenal por una mente etérica y celestial, le deja a Salomé (la humanidad) su cabeza inmunda para que dance con ella delante del rey Herodías (el mundo), y el Iniciado asume una nueva mente, una mente celestial y divina. ¡Qué grandioso es esto!... ¡Lástima que la humanidad no entienda estas cosas!... De esta manera se relata el acto de decapitación de Juan el Bautista: “Resonaron los timbales y brotaron gritos en la multitud. Pero el tetrarca dominó todo el estrépito con su voz: ¡Ea! ¡Ea! ¡Tuyo será Cafarnaúm! ¡Y la vega del Tiberíades! ¡La mitad de mi reino!” “Entonces se arrojó ella al suelo y súbitamente se balancearon sus talones en el aire y se adelantó varios metros sobre las manos, como un gran escarabajo”. “Luego saltó sobre sus pies, y miró ahora con fijeza a Herodes. Tenía pintados de carmín los labios y negras las cejas, y sus ojos destellaban con fulgor peligroso, brotando en su frente gotitas titilantes”. “De hito en hito se contemplaron Herodes y Salomé, hasta que desde la galería castañeó sus dedos Herodías”. “Sonrió entonces Salomé mostrando sus blancos y firmes dientes, susurró como una pudorosa y tímida doncella”. “Quiero... en una fuente la cabeza... (había olvidado el nombre); mas volviendo a sonreír, dijo con claridad, ¡La cabeza de Juan!” “Hallábase acaso un tanto enojada con el amado, y lo hizo decapitar; más cuando contempló la querida cabeza sobre la fuente, lloró y enloqueció y pereció de delirio erótico”. Horripilante batalla íntima en la psiquis de Salomé; “Yo” del despecho arrastrando en su decadencia abominable a los demás “Yoes”. Triunfo asqueante del diablo homicida... espanto... horror. Herodes temió a la multitud porque consideraba a Juan como a un profeta. En el capítulo XI del Evangelio de Mateo se habla de Juan el Bautista como de un verdadero Jina, un Hombre Celeste, un semidiós, superior a los profetas, pues que Jesús mismo dice de él: “Ciertamente os digo que él es mucho más que un profeta, pues que de él es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi ángel ante tu faz, para que vaya delante de ti aparejándote y desbrozándote el camino. Entre los hombres nacidos de mujer, no se levantó otro mayor que él, aunque él es menor que el que menor sea en el reino de los Cielos y si le queréis pues, recibir, sabed que él es aquel Elías que se nos dice ha de venir... El que tenga oídos para oír que oiga”. Estas palabras del gran Kabir Jesús enlazan a los dos grandes personajes hebreos en uno solo. Juan el Bautista decapitado por la lujuriosa Salomé, fue en verdad la vivísima reencarnación de Elías, el Profeta del Altísimo. Por aquella época los nazarenos eran conocidos como bautistas, sabeanos y cristianos de San Juan; el error de tales gentes consistía en la absurda creencia de que el Kabir Jesús no era el Hijo de Dios, sino sencillamente un profeta que quiso seguir a Juan. En orígenes (Vol. II, página 150) se observa que, “existe algunos que dicen que Juan el Bautista era el Ungido (Christus)”. “Cuando las concepciones de los Gnósticos, que veían en Jesús el Logos y el ungido, empezaron a ganar terreno, los primitivos cristianos se separaron de los nazarenos, los cuales acusaban injustamente al Hierofante Jesús de pervertir las Doctrinas de Juan y de cambiar por otro el Bautismo en el Jordán”. (Codex Nazarenus, II Pág. 109). Salomé desnuda, ebria de vino y de pasión, con la cabeza inocente de Juan el Bautista entre sus eróticos brazos, danzando delante del Rey Herodías, hizo estremecer las tierras del Tiberíades, Jerusalén, Galilea y Cafarnaúm... Empero nosotros, no debemos escandalizarnos tanto: Salomé yace muy oculta en el fondo íntimo de muchas mujeres... tú lo sabes... Y que ningún varón presuma de perfecto porque en cada uno se oculta un Herodes. Matar es evidentemente el acto más destructivo y de mayor corrupción que se conoce en el planeta Tierra. Escrito está en el libro de todos los misterios que no solo se mata con puñales, armas de fuego, horca o veneno, son muchos los que matan con una mirada de desprecio, con una sonrisa irónica o con una carcajada; con una carta o con la ingratitud y la calumnia. En verdad os digo que el mundo está lleno de uxoricidas, matricidas, parricidas, fratricidas, etc., etc., etc. Es necesario amar mucho y copular sabiamente con la adorada si es que en verdad queremos reducir a polvareda cósmica el diablo homicida, mediante la lanza omnipotente de Eros. 22 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica PERSEO Y LA DECAPITACIÓN DE MEDUSA L a belleza de Dánae hizo que Polidectes también cayera enamorado de ella. Pensando que el joven Perseo podía ser un estorbo en sus planes intentó librarse de él mediante una estratagema. Esta consistía en hacer creer a todo el mundo que pretendía conquistar a la princesa Hipodamía (ilusión samsarica). Polidectes pidió a los habitantes de la isla que le entregasen un caballo cada uno como presente para poder ofrecer como regalo a la princesa. Al no tener ningún caballo que ofrecerle, Perseo le prometió traerle la cabeza de Medusa, una de las tres Gorgonas (los tres traidores) que podía convertir en piedra a los hombres sólo con su mirada. Polidectes aceptó satisfecho el ofrecimiento, pensando que la misión era un suicidio y el joven nunca regresaría”. Perseo, nacido de su madre, la virgen Dánae (la madre divina Kundalini) y la intervención de Zeus, guarda en su leyenda grandes paralelismos con la de Horus, Isis y Osiris entre los egipcios: un rey genuino que es destronado y muerto por un rey oscuro movido por sus celos, una madre que entrega todo de sí al proteger la vida de su hijo, y la intervención de una fuerza superior para garantizar su supervivencia. En el caso de Perseo, un oráculo había revelado a Acrisio, rey de Argos, que moriría por culpa de su nieto. Al conocer esta profecía, encerró a su hija Dánae en una torre y no dejó que se casase para evitar que tuviese hijos. Pero Zeus la quería, y se transformó en lluvia de oro para descender hasta ella. Así Dánae fue concebida. Meses después, Acrisio, al escuchar el llanto del pequeño niño decidió arrojar a ambos en el mar. Ayudados por Zeus, Perseo y su madre serían rescatados de entre las aguas por un pescador llamado Dictis, y llevados a la corte de su hermano, el rey Polidectes (la falsa personalidad) en la isla de Séfiros. Perseo fue entregado a los sacerdotes del templo de Atenea (la sabiduría del Ser), para que lo cuidasen. Polidectes se enamoró de Dánae y sus cortejos acosantes la obligaron a casarse con él y asegurar así su supervivencia y la de Perseo. Durante la fiesta nupcial, Perseo le prometerá al rey traer la cabeza de la Gorgona Medusa (la mente, uno de los tres traidores), a cambio de poner fin al acecho que vivía su madre. Con el fin de encontrar el escondite de Medusa, Perseo fue en busca de las Grayas (el pasado, el presente y el futuro), tres ancianas que sólo tenían un mismo ojo y un mismo diente y que compartían pasándoselos una a la otra. Perseo les arrebató el ojo y el diente, obligándolas a confesar donde estaba situada la residencia de Medusa a cambio de devolvérselos. Medusa era un monstruo con apariencia femenina que tenía cientos de serpientes en lugar de cabellos y su mirada hipnótica convertía en piedra a los que la miraban. La Medusa es la viva representación del Ego o los siete defectos principales en el hombre: ira, orgullo, lujuria, codicia, pereza, envidia y gula. Perseo, la conciencia humana; dio lugar a la oración y pidió ayuda a los Dioses. De este modo Atenea le prestó su escudo invulnerable, Vulcano, una espada de diamantes, Hades (el señor de la muerte, el trabajo en la muerte mística), su casco que lo volvería invisible y Hermes sus sandalias aladas. «Zeus los estaba observando desde lo alto y, orgulloso de su hijo, dijo a los otros dioses que lo ayudasen. Hades le regaló un yelmo que lo hacía invisible y Hermes unas sandalias aladas para caminar veloz. El mejor regalo fue el de Atenea: le dio un escudo tan bruñido que parecía un 23 espejo y le dijo: -Al llegar, mira a la Medusa reflejada en el escudo, porque si la miras directamente te convertirás en piedra.» Perseo viajó hacia donde estaba la Medusa, y utilizó el escudo de Atenea como un espejo (auto-observación, meditación) para evitar verla a los ojos. «Perseo se puso las sandalias aladas de Hermes y, al llegar, se armó de una hoz afilada y se acercó a la guarida de la Medusa. Tomó el escudo, regalo de Atenea, y empezó a andar hacia atrás: las imágenes que se reflejaban en el escudo le servían de guía.» De esta manera fue como la venció y decapitó con su espada. «En la superficie del escudo vio Perseo al monstruo en todo su peligro. Luego comenzó a moverse, mientras las serpientes de su cabeza despedían horrendos silbidos. Perseo esperó hasta que notó el calor de la respiración del monstruo en su hombro. El escudo reflejaba la boca y sus enormes dientes. Fija siempre en el escudo la mirada, asestó un tajo con todas sus fuerzas. Guardó la cabeza de la Medusa en una alforja y se la echó al hombro, dispuesto para el viaje de regreso.» De la sangre de Medusa nació el caballo alado Pegaso y también el gigante Crisaor (el Cristo íntimo). Al llevar consigo la cabeza de Medusa (hacer conciente lo inconciente) Perseo adquirió el arma que le haría posible realizar sus futuras hazañas y rescatar a la princesa Andrómeda, símbolo de la Esencia Divina del hombre. Andrómeda se encontraba atrapada, esperando ser devorada por Ceto, un nuevo rival que el héroe Perseo lograría vencer. «Después de muchos kilómetros, en una roca vio una bellísima muchacha, encadenada a la roca por las muñecas y los tobillos. No llevaba nada encima, salvo una cadenita con joyas al cuello. Perseo la cubrió con su capa, y mientras intentaba librarla, ella le contó su historia (...) Al llegar a este punto del relato aparece un monstruo enorme, con los ojos encendidos, el cuerpo parecido al de una serpiente, grueso como el tronco de un árbol y avanzando hacia ellos. Perseo alzó el vuelo, y el monstruo levantó los ojos hacia el cielo. Entonces el héroe descendió como un relámpago y lo hirió de muerte con la hoz.» La liberación de Andrómeda representa el ciclo de integración del hombre con su verdadera Esencia, con su Alma. Las potestades del héroe interno arriban gradualmente al hombre, al enfrentar y superar las pruebas que la vida le presenta. En esas etapas el propósito central es el auto-conocimiento, el cual hace posible deshacer las ataduras, propias y hasta allí inconcientes, que estaban atrapando al alma (Andrómeda), nuestros valores más importantes: templanza, perseverancia, fortaleza, voluntad, simplicidad, prudencia, fe. Conocerse a sí mismo es la tarea asignada a ese héroe interior, el cual representado en este mito de Perseo, supo atribuir a Dios la causa de sus triunfos, y encontrar la felicidad de hacer conciencia sobre la tarea para la cual fue creado. «Perseo regaló la cabeza de la Medusa a Atenea, que desde entonces la lleva en su escudo y vivió feliz con Andrómeda con quien tuvo una abundante y famosa descendencia.» Los viajes y travesías del héroe deben producirse dentro del hombre, rumbo a sus zonas inconcientes. La vida es un viaje de obstáculos y sorpresas en el cual los dones divinos se nos prodigan para que cada uno pueda cumplir la misión asignada. En esta experiencia no marchamos solos, contamos con la compañía de nuestro Real Ser, a quien a través de la oración y la meditación, aprenderemos a conocer. Para decapitar a la medusa, es necesario bajar con castidad a la novena esfera, pues es nuestro Ser el que debe tomar las riendas en esa práctica sagrada, no el Ego, pues, el busca que bajemos a la novena esfera para satisfacerse, para alimentarse con esa energía sexual mal utilizada que le dio la vida. Perseo baja a la Fragua Encendida de Vulcano para decapitar al Adán de pecado (la Medusa) con su espada flamígera. La novena esfera es el sexo. En la novena esfera se encuentran el Fuego y el Agua, origen de mundos, bestias, hombres y Dioses. Toda auténtica iniciación blanca comienza por allí. En la novena esfera se halla la fragua encendida de Vulcano, allí baja Marte para retemplar su espada y conquistar el corazón de Venus, Hermes para limpiar los establos de Augías y Perseo para cortar la cabeza de la medusa con su espada flamígera. Desde los antiguos tiempos, el descenso a la novena esfera fue prueba máxima para la suprema dignidad del Hierofante, Buddha, Hermes, Jesús, Krishna, Dante, Zoroastro, Quetzalcóatl, Mahoma, Moisés, pasaron por esa prueba. La lucha es terrible, cerebro contra sexo, sexo contra cerebro y lo que es más terrible y lo que es más amargo, es aquello de corazón contra corazón. Cuando liberamos la materia electrónica solar encerrada en los Átomos Seminales, es cuando empuñamos la espada flamígera. 24 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica Incuestionablemente, la Falsa Personalidad pretende alcanzar los misterios Cristicos ignorando que solo los iniciados autenticos tienen acceso a ellos. La Falsa Personalidad le hace creer a la persona y a los incautos que realmente se esta interesado en la obra del padre, pero es pura ilusión y fantasía. La Falsa Personalidad siempre exige, es caprichosa, es exigente con los demás y tolerante consigo misma por eso reclama y pide inclusive lo que ella misma no puede comprender. El iniciado que transita por el filo de la navaja demuestra con sus hechos y con su trabajo interno lo que está haciendo. Y esto solo es posible venciendo para siempre a la Mente Animal. Esta Medusa interior petrifica a todos aquellos que son víctimas de su influencia. Nada pueden comprender los tenebrosos y la Falsa Personalidad sobre la obra del Padre porque carecen de FE Solar. A pesar de todo y de todos, el iniciado recibe siempre el auxilio de su Íntimo y a través de la Sabiduría que solo concede el despertar y el trabajo alquímico integrados en la muerte del “Yo”, puede lograr el milagro trascendental de la Autodecapitación psicológica. La Castidad le permite al iniciado al practicar el Arcano A.Z.F. ganarse la espada Flamígera, la espada de la VOLUNTAD CRISTO con la cual podrá triunfar en su obra. Dicha espada está representando al poder flamígero de la serpiente Mágica Kundalini, la espantosa Víbora Divina. Atenea Minerva le instruye sobre los misterios del Silencio Funeral con el cual podrá auto-observarse en el escudo de la clave SOL. El Iniciado debe hacer trabajos profundos de retrospección y arrepentimiento. El Mismo Ojo es el instante y el mismo diente la Sapiencia del Pecado. El Iniciado cabalgando los tres enigmas del Tiempo extrae la sapiencia del pecado para poder ver con el ojo de la comprensión de fondo donde se encuentra la Mente Animal para aniquilarla. En el camino angosto y peligroso de la auto-realización íntima del Ser, el iniciado recibe el auxilio de los valores atómicos transmutados en la forja de los cíclopes. El Zurrón Mágico es el Corazón, de donde emerge la comprensión creadora, el casco de Hades es el NOPENSAR con el cual se hace invisible para poder autoconocerse, las sandalias aladas representan el dominio de la naturaleza inferior y los poderes Jinas. Con la práctica de los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia ingreso a su propio abismo psicológico para decapitar su propia medusa interior. Sin tener que mirarla, representa sin identificarse con ella; Sin Reprimirla, sin Justificarla. Pegaso son los cuerpos existenciales del Ser, en especial el Cuerpo Astral Solar y el Gigante Crisaor, es su Cristo Intimo, su Alma Humana. 25 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica SAINT DENIS: UNO DE LOS MUCHOS SANTOS QUE FUERON DECAPITADOS S aint Denis fue el primer obispo de París, evangelizador de la Galia y un mártir. Dionisio etimológicamente proviene del griego y significa: aquel que mantiene la fe en Dios. La leyenda cuenta que Saint Denis fue ajusticiado en el año 272 por la autoridad romana que temía el avance del cristianismo. Fue torturado y condenado a morir decapitado. Después de su ejecución San Denis se levantó, recogió su cabeza y anduvo seis kilómetros sujetándola en su mano, atravesando Montmartre y la actual calle de los mártires hasta que se encontró con una mujer piadosa llamada Casulla. Esta mujer, nacida de una noble familia romana, recibió la cabeza del santo para enterrarla. Fue exactamente en ese punto dónde se levantó la iglesia de San Denis. San Denis se convirtió en el más célebre de los santos decapitados en Francia. Está representado en Notre Dame, en una escultura en el Pórtico de la Virgen. La Basílica de Saint Denis fue la primera manifestación del arte gótico en Francia; es también catedral y sigue funcionando como abadía. Su origen se remonta al siglo V, en el que Santa Genoveva hace construir una iglesia sobre la tumba del santo. Esta iglesia aún existe en la actualidad. En 1122 se construyó la basílica gótica que fue concebida por el abad Suger. Las obras terminaron un siglo después. En siglos posteriores se convierte en necrópolis de los reyes de Francia. Su colección de esculturas yacentes y tumbas que datan desde el siglo XII al XVI es única en Europa. La decapitación de Dionisio es el simbolismo de la muerte de los pecados, del “Yo” psicológico. La muerte psicológica implica la esperanza de un renacimiento. La muerte psicológica nos indica que existe un paso de una vida a la otra, el paso de una vida mundana a una vida espiritual, que es una vida completamente diferente, porque hay un renacimiento, y para renacer, es necesario morir. La decapitación de los santos es un ritual iniciático, pues es necesario que muera la bestia humana para que nazca el hijo del hombre. Las ceremonias de iniciación, constituye un rito que se 26 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica inicia con la muerte; es un ritual de muerte psicológica. Se trata de morir con respecto al mundo. Se mata al hombre viejo para que nazca el nuevo. Si continuara siendo el mismo, la ceremonia de iniciación no significaría nada. No es posible cambiar sin renacer, no se renace sin morir, y esto está claro en las sagradas escrituras, en el pasaje cuando Abran se convierte en Abraham. Es otro hombre después de haber consentido el sacrificio de su pariente mas querido, el “Yo”, representado por su pequeño hijo. Esto es algo que tiene un claro significado de abandono de la vieja personalidad, un cambio de mente, un cambio de pensar y de sentir. Ahora miraremos simbólicamente el significado del número 6 (seis kilómetros): El Arcano Seis es el Enamorado del Tarot, significa Realización. Se encuentra el ser humano entre el Vicio, la Virtud, la Virgen y la Ramera, Urania-Venus y la Medusa. Se encuentra uno en tener que elegir éste o aquel camino, el de la vida eterna o el de la muerte segunda. Es encantamiento, equilibrio, unión amorosa de Hombre y Mujer. Lucha terrible entre el Amor y el Deseo. Ahí encontramos los Misterios del LingamYoni. Es enlazamiento. Es la lucha entre los Dos Ternarios, es la Afirmación del Cristo Interno y la Suprema Negación del Satán. Es la lucha entre el Espíritu y la Bestia Animal. El número Seis representa la lucha entre Dios y el Diablo. Este Arcano está expresado por el Sello de Salomón. El triángulo superior representa el Kether, Chomah y Binah, el resplandeciente Dragón de Sabiduría (Padre, Hijo y Espíritu Santo); el triángulo inferior representa a los Tres Traidores que vienen a ser la antítesis de la Triada Divina, y que son los Demonios del Deseo, de la Mente y de la Mala Voluntad, que traicionan al Cristo Interno momento a momento y son las bases del Ego (Judas, Caifás y Pilatos); este triángulo inferior es el Dragón Negro. El Arcano Seis está expresado por el Sello de Salomón. La Estrella de Belén es el Sello de Salomón. Las seis puntas de la Estrella son Masculinas. Las seis hondas entradas que se forman entre punta y punta, son Femeninas (en resumen esta Estrella tiene 12 Rayos). Seis masculinos, seis femeninos. En ellos están resumidos y sintetizados los misterios del Arcano A.Z.F. (la Magia Sexual). EL MONTE NEMRUT: HOGAR DE LOS DIOSES DECAPITADOS L a provincia de Adiyaman en Turquía en el sureste del país, está clasificada como una región rural en desarrollo. Sin embargo, a 25 millas de la pequeña ciudad de Kahta los que le visitan pueden admirar los restos de la riqueza, una vez fabulosa. En lo alto de la cima del Monte Nemrut (o Nemrut Dağı Milli Parkı) se puede encontrar una enorme pero a la vez poco visitada necrópolis, a la que se le ha llamado “el hogar de los dioses decapitados del pasado”. Sesenta y dos años antes del nacimiento de Jesús, el rey Antíoco I ordenó una enorme tumba convertida en santuario que se construyó para sí mismo. Su lugar de entierro estaba flanqueado por enormes estatuas, una de sí mismo, otras de animales y dioses – un sincretismo iraní, armenio y griego, que dan testimonio de la mezcla cultural de la zona hace dos mil años. Hércules está ahí, al igual que Zeus, Tyche y Apolo. Sus nombres fueron inscritos en ellos – aquellos griegos que reconocemos en los libros, así como sus homólogos de Irán y de Armenia – Vahagn, Aramazd y Ahura Mazda. Antíoco era medio griego y medio armenio – otra razón por la cual su tumba refleja más de una sola cultura. Esta zona fue una verdadera encrucijada de pueblos, aunque no había más que un solo enemigo en aquel momento – los romanos. Antíoco gestionó para mantener su reino de Comagene independiente, incluso mientras muchos territorios de Anatolia eran anexados. El enemigo se convirtió en un aliado preciado. Antíoco ya era parte de una dinastía, pero que quería ver ésta preservada. Así que creó un culto real y su tumba fue construida para que sus vasallos pudiesen adorarlo después de su muerte. Una inscripción en griego revela que él fue enterrado aquí, en el techo de su mundo, como un signo de su paridad con los dioses. El complejo en el Monte Nemrut (Nemrut Dagi como se le conoce localmente) fue construido de manera que muchos rituales 27 Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica religiosos pudieran celebrarse allí. Él ordenó que su cumpleaños se celebrase el día 16 de cada mes y su coronación igualmente el día 10. Para permitirse ésto compró fincas y propiedades generadoras de riqueza que estaban jurídicamente unidas a los lugares. Él puso a cargo familias enteras con algún tipo de interés creado en mantener este status quo particular. Los sacerdotes del complejo de la tumba debían de instruir a sus hijos en la administración de las propiedades y así asegurarse de que estas celebraciones durarían para siempre. Sin embargo, los tiempos cambian y la antropología oficial cree que en algún momento de la historia hubo un esfuerzo colectivo para derribar las estatuas – para derrocar a los dioses de la antigüedad. Todas las estatuas han sido decapitadas – sus cabezas brutalmente removidas de sus cuerpos. Los arqueólogos las colocaron en posición vertical, pero no han intentado volver a conectar las cabezas a los cuerpos. Por lo tanto, sus cabezas se encuentran desmembradas donde cayeron. No olvidemos aquellas palabras sabias del V. M. Samael Aun Weor cuando dijo: “Si alguna vez, alguna pieza artística, por incongruencia, resulta con algo diferente, que fácilmente puede ser confundida con algún deterioro ocasionado por el tiempo, se debe ello, precisamente, al hecho de querer llamar la atención sobre la Ley Sagrada Heptaparaparshinock”, y agregaremos nosotros, los daños que se creen fueron infringidos por los hombres. Recordemos que en los Templos de la antigüedad el Arte nunca fue subjetivo; y entonces se instruía los tres cerebros del ser humano: El Intelectual, el Emocional y el Motor. Bien sabemos nosotros que la Ley del Eterno Heptaparaparshinock, es decir, la LEY DEL SIETE, gobierna todo lo creado. Así que nunca faltaba en las esculturas de las antiguas civilizaciones, la Sabiduría Artística basada en el número Siete. A través de los siglos la gente se olvidó de la tumba de Antíoco. Luego, en 1883 un ingeniero de Alemania, Charles Sester, estaba evaluando las rutas de transporte para el Imperio Otomano. Descubrió más de lo que había negociado. Conforme él y su equipo excavaban redescubrieron los dioses decapitados para el mundo. Algunos investigadores creen que el daño, refiriéndose a la decapitación, fue malintencionado ya que hay un patrón de daño, en particular a sus narices. Cuándo y exactamente por qué se hizo, se pierde en la historia. El área se encuentra bajo la nieve durante varios meses al año y así las estatuas han resistido de forma natural también, por lo que es difícil determinar cuando sufrieron las lesiones los dioses del Monte Nemrut. Sin embargo, pese a la distancia de sus cuerpos, las cabezas de estos dioses siguen siendo magníficas y sus miradas divinamente heladas siguen exigiendo algo – si no adoración, sin duda admiración. Las ruinas de la tumba-santuario de Antíoco son una magnifica muestra de Arte Regio. La verdad es que la zona, aunque desierta, tiene su encanto. 28 LOS NIÑOS INOCENTES DECAPITADOS POR HERODES C uando Jesús tenía alrededor de un año y medio de edad, se le apareció un ángel a la Santísima Virgen, en Heliópolis y le hizo saber de la matanza de los niños por Herodes. José y Ella se afligieron mucho, y el Niño Jesús lloró durante todo el día”. “No habiendo vuelto a Jerusalén los tres Reyes, los temores de Herodes, que en aquel momento estaba resolviendo varios asuntos de familia, se calmaron un poco; pero recrudecieron nuevamente cuando, después del retorno de la Sagrada Familia a Nazaret, llegaron hasta él mil rumores relacionados con las predicciones hechas por Simeón y por Ana durante la presentación de Jesús en el Templo. Con diversos pretextos, mandó soldados a diferentes lugares de los alrededores de Jerusalén, a Gilgal, a Belén, y hasta a Hebrón, e hizo hacer un censo de los niños. Los soldados ocuparon aquellos sitios durante nueve meses. Herodes, mientras tanto, se hallaba en Roma, y sólo después de su vuelta, fueron degollados los niños. Juan tenía en aquella época dos años, y había estado escondido en casa de sus padres desde algún tiempo antes de que Herodes hubiera dado a las madres la orden de presentar ante las autoridades a sus hijos de dos años o menos de edad. Santa Isabel, advertida por un ángel, huyó nuevamente al desierto con el pequeño San Juan. Jesús tenía en aquel momento cerca de un año y medio y ya podía correr”. Este relato donde en detalle se muestra como fueron los momentos previos a la decapitación de los niños inocentes, no debe ser entendido a la letra muerta. Los niños fueron degollados simbólicamente, recordándonos los defectos psicológicos que debemos decapitar, a los siete pécados capitales: Lujuria, Gula, Avaricia/Codicia, Pereza, Ira, Envidia, Soberbia/Orgullo. Esos pecados, conocidos como cabeza de legión, deben ser eliminados para que nazcan en nosotros las siete virtudes del Alma. En el Nuevo Testamento, los Santos Inocentes Cuaderno de Formación Cultural Gnóstica fueron los niños de Belén condenados a muerte por Herodes el Grande en su intento de matar al niño Jesús. Este episodio en la narración de la infancia de Jesús, tiene un paralelo en la masacre de los judíos, bebés varones, que el faraón egipcio mando a sacrificar en el momento del nacimiento de Moisés. Herodes, viendo que era engañado por los magos, fue superior al enojo, y decidió enviar a matar a todos los niños varones que había en Belén, de dos años para abajo, según el tiempo que había inquirido de los hombres sabios. Entonces se cumplió lo que fue dicho por Jeremías el profeta, cuando dijo: Una voz se oyó en Rama, llanto y gran lamentación; Raquel llorando a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque no lo son. La liturgia griega afirma que Herodes mató a 14.000 niños. Si analizamos 14.000 cabalísticamente, encontraremos lo siguiente: 1+4 = 5. El arcano cinco en el tarot es el jerarca: el rigor, la ley (El Karma, Marte, Guerra). El número 5 es grandioso, sublime, es el número del rigor y de la Ley, es el número de Marte y de la guerra. El Arcano Número cinco del Tarot nos indica: la Enseñanza, el Karma. Simboliza el 5º Ciclo, la 5ª Raza, el 5º Sol, los 5 Tattwas, los 5 Evangelios, los 5 Sentidos, las 5 Celdillas del cerebro y ovario, los 5 Aspectos de la Madre Divina. La carta Número cinco del Tarot es la Iniciación, Demostración, Enseñanza, Ley Kármica, Filosofía, Ciencia; el retorno del iniciado hacia la Gran Luz, al seno de su Padre-Madre. La vida ha empezado a fluir de fuera hacia dentro, estamos ante el dilema del Ser o no Ser, necesitamos definirnos o Ángeles o Demonios, o Águilas o Reptiles, enfrentarnos ante nuestro propio destino. El Arcano Número cinco es el Hierofante, La Ley, el Rigor, es el Pentagrama Flameante, la Estrella Flamígera, el signo de la Omnipotencia Divina; éste es el símbolo inefable del Verbo hecho carne, el Lucero terrible de los Magos. El Pentagrama representa al Hombre, al Microcosmos Hombre que con los brazos y piernas abiertos, es la Estrella de Cinco Puntas. El Arcano número cinco nos indica el cambio que se obtiene cuando somos verdaderos guerreros, nos señala la guerra que debemos librar contra nuestros enemigos mas íntimos, esos que nos mantienen alejados del padre. El degollamiento de los niños inocentes (los iniciados) es la repetición de la iniciación. Entonces nacerá en nosotros la conciencia solar, que contiene en si misma al conocedor, al conocimiento y a la cosa conocida. 29 BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Y RECOMENDADA Aun Weor, Samael: Apuntes Secretos de un Gurú. Colombia, 1952. Aun Weor, Samael: El Magnus Opus. 1958. Aun Weor, Samael: El Misterio del Áureo Florecer; Editorial Mercedes. Cali, Colombia, 1974. Aun Weor, Samael: El Matrimonio Perfecto, Asociación Gnóstica. Monterrey. N. L. México, 1976. Aun Weor, Samael: Voluntad Cristo, Costa Rica, 1959. Aun Weor, Samael: Tratado de Alquimia Sexual, Séptima Edición, Editorial Ruiz. San Salvador, El Salvador, 1977. Aun Weor, Samael: El Libro Amarillo, Séptima Edición, Editorial Ruiz. Bogotá, Colombia, 1975. Valcárcel, Luis1959: “Símbolos mágico-religiosos en la cultura andina”, Revista del Museo Nacional, XXVIII. Lima, Perú. Vogt, Evon1979: Ofrendas para los dioses. Fondo de Cultura Económica. Stuart, David 2003: “La ideología del sacrificio entre los mayas”, Arqueología Mexicana, XI (63): 24-29. México: Raíces. Pérez, Tomás 2007: “Dioses mayas”, Arqueología Mexicana, XV (88): 57-65. México: Raíces. Olivier, Guilhem y Leonardo López Luján 2010: “El sacrificio humano en Mesoamérica: ayer, hoy y mañana”, El sacrificiohumano en la tradición religiosa mesoamericana, pp. 19-42, Leonardo López Luján /Guilhem Olivier (coords.). México: INAH / UNAM - IIH. Matos, Eduardo 2008: Muerte a filo de obsidiana, prólogo de M. León-Portilla, 4ª reimp. México: FCE-Asociación de Amigos del Templo Mayor, A.C. (Sección de Obras de Antropología). María Longuena y Walter Alva, Perú Antiguo (Grandes civilizaciones del pasado). Ediciones Folio, S.A. Lima, Perú. 2007. Estimado lector si deseas seguir consultando y estudiando los temas contenidos en estas publicaciones te invitamos a que sigas visitando el sitio web www.acegap.com de donde los podrás descargar. Nuestras publicaciones son libres, pueden reproducirse y compartirse con quien tenga el anhelo de estudiarlas, practicarlas y desarrollar los valores eternos del Ser. 30 Cualquier persona puede cometer el error de "volarse la tapa de los sesos", como lo hace cualquier suicida cobarde e imbécil, pero el famoso "Yo" de la psicología jamás podría suicidarse. Las gentes de todas las Escuelas pseudo-esotéricas y pseudo-ocultistas tienen magníficos ideales y hasta sublimes intenciones, pero todo eso continúa existiendo en el pensamiento subjetivo y miserable, porque todo eso es del "Yo". 31