GRIPE A (H1N1) MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD Ante la alarma creada como consecuencia de la posibilidad de contagio de las personas por el virus de la influenza A (H1N1), existen numerosas consultas relativas a las medidas de bioseguridad que deberían adoptarse para evitar la propagación del agente infeccioso. Al respecto es importante tener en cuenta que: No existe una sola medida que por sí sola permita prevenir completamente la infección, es decir el riesgo de infección puede disminuirse mediante una combinación de medidas. Se recomienda lavarse las manos con frecuencia, con agua y jabón, especialmente después de toser y/o estornudar al toser y/o estornudar, cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo descartable o con el antebrazo en lugar de hacerlo con la mano desechar los pañuelos en dos bolsas (doble bolsa), cada una con un nudo para minimizar la contaminación del entorno tratar de no tocarse los ojos, la nariz ni la boca limpiar las superficies, especialmente las más expuestas, con una solución de desinfectante apropiada, como hipoclorito de sodio al 1% (4 partes de agua y una parte de lavandina comercial) si se detectan síntomas de gripe, eludir el contacto con otras personas, para no infectarlas. Recordar que: El virus se propaga por contacto directo de secreciones respiratorias (cuando el paciente tose o estornuda). También se transmite por contacto indirecto, transferencia del agente infeccioso a través de un objeto intermedio como son las manos u otros elementos de uso. La supervivencia del virus es de 24 a 48 h en superficies no porosas, de 8 a 12 h en telas, tejidos y papel y 5 minutos en las manos. Cualquier persona que está en estrecho contacto (aproximadamente 1 metro) con alguien que tiene síntomas de tipo gripal (fiebre, estornudos, tos, rinorrea, escalofríos, dolores musculares) corre el riesgo de exponerse a las microgotas respiratorias potencialmente infecciosas. Lavado de manos El lavado de manos se debe realizar con agua y jabón. Si no se dispone de jabón líquido podrá utilizarse una solución de agua y jabón blanco neutro rallado. La higiene de manos con alcohol gel no invalida el lavado de manos con agua y jabón. Cada diez lavados con alcohol debe realizarse un lavado con agua y jabón. Los profesionales de la salud deben lavarse las manos antes y después de la atención de cada paciente y después del contacto con artículos personales del mismo. Técnica de lavado con agua y jabón 1)- Remover anillos, relojes y pulseras. Subir las mangas hasta el codo 2)- Mojar completamente las manos 3)- Aplicar solución jabonosa 4)- friccionar toda la superficie de las manos, entre los dedos, por lo menos entre 10 y 15 segundos, poniendo especial atención en el lavado de uñas 5)- Enjuagar concienzudamente 6)- Secar las manos con toallas descartables de primer uso 7)- en caso de canillas accionadas a mano, utilizar la toalla descartable para cerrarla una vez culminado el lavado. Técnica de lavado seco 1)- Aplicar una dosis de solución alcohólica (alcohol isopropílico o etílico 60% - 70% con emolientes) 2)- Distribuir por toda la superficie de la mano y dedos 3)- Friccionar hasta que la piel de las manos quede seca. La piel de las manos no debe quedar mojada con alcohol; si es así, la asepsia no fue efectiva. En lugares donde no hay fuentes o suministro de agua, las soluciones alcohólicas están indicadas y alcanzan una buena acción antiséptica. Respiradores y mascarillas La información sobre la eficacia de los respiradores y de las mascarillas para disminuir el riesgo de infección por el virus de la influenza en la comunidad es muy limitada, por ello es difícil evaluar su potencial reducción del riesgo de la transmisión del virus de influenza tipo A (H1N1) en estos entornos. En cuanto a los ámbitos de atención de la salud, su uso podría disminuir la transmisión del virus de la gripe. La orientación sobre el uso de mascarillas en esos sitios se debe acompañar de información sobre otras medidas que pueden influir en su eficacia, como la capacitación en el uso correcto, el suministro regular y los medios adecuados para desecharlas. Existen diferencias significativas entre las mascarillas y los respiradores. Respiradores: se refiere a un respirador N° 95 o a uno con pieza facial de filtración más elevada, a menos que se indique lo contrario. Tiene como propósito evitar que la persona que lo utiliza respire partículas de aerosol muy pequeñas que puedan tener virus. Se debe ajustar bien a la cara para que no se filtren las partículas que pueden ser generadas por la persona infectada. A diferencia de las mascarillas, la respiración con el respirador se hace más difícil durante períodos largos. No se recomiendan para los niños ni para las personas que tengan vello facial. Mascarillas: incluye las mascarillas quirúrgicas, dentales, de procedimientos médicos, de aislamiento o máscaras para protección láser. Tienen varios diseños, un tipo de mascarilla se ajusta en la cara mediante dos tiras, se adapta a la cara con la ayuda de un ajuste flexible para el área de la nariz y puede ser plisada o plana o con forma de pico plano. Otro tipo viene con una curva premoldeada y se adhiere a la cara con una banda elástica y se ajusta de manera flexible al tabique de la nariz. Hay un tercer tipo de mascarillas que son planas o plisadas y se ajustan a la cara con dos tiras que se enganchan en las orejas. Están diseñadas para ayudar a prevenir la contaminación del ambiente de trabajo de partículas grandes generadas por el usuario (por ejemplo saliva, moco, etc.), para reducir el riesgo de salpicaduras o la atomización de fluidos corporales y evitar que alcancen la nariz o boca del usuario. Las mascarillas no están diseñadas para proteger contra partículas de aerosol muy pequeñas que puedan contener virus. No se deben volver a usar y después de un solo uso se deben tirar a la basura. Uso correcto de la mascarilla colocarse la mascarilla cuidadosamente de modo que cubra la boca y la nariz, y ajustarla ceñidamente para que no haya huecos entre la cara y la mascarilla no tocar la mascarilla mientras se lleva puesta lavarse las manos con agua y jabón o con antisépticos para manos a base de alcohol, siempre que toque una mascarilla, por ejemplo, al quitársela cambiarse la mascarilla cuando se humedezca por otra que esté limpia y seca no reutilizar las mascarillas desechables, se deben usar una sola vez y eliminarlas correctamente El uso incorrecto de la mascarilla puede aumentar el riesgo de transmisión del virus en vez de reducirlo. Antes de elegir un respirador o una mascarilla hay que evaluar la intención de uso: los respiradores están diseñados para ayudar a reducir la exposición respiratoria del usuario a contaminantes suspendidos en el ambiente, tales como partículas, gases, vapores y material biológico como hongos, bacterias o virus, ya que éstos son lo suficientemente pequeños como para ser inhalados. En cambio, los barbijos y las mascarillas quirúrgicas no tienen atributos de filtración o retención como para proveer protección respiratoria frente a este tipo de contaminantes. Bibliografía: - Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades - Recomendaciones provisionales para el uso de respiradores y mascarillas en ciertas áreas de la comunidad donde se ha detectado la transmisión del virus de la influenza H1N1. Disponible en: http://www.cdc.gov/h1n1flu/espanol/mascarillas.htm - Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe Disponible en: http://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/ download/72923/353872/file/recomendaciones%20de%20bioseguridad.pdf - Organización Panamericana de la Salud orientación sobre uso de mascarillas. Disponible en: http://new.paho.org/hq/index.php?option= com_content&task=blogcategory&id=805&Itemid=569&lang=es - Ministerio de Trabajo e Inmigración de España-Disponible en: http://www.msc.es/servCiudadanos/alertas/gripeAH1N1.htm