Siglo nuevo cuarzo rosa Ideas largas Cecilia Lavalle L as mujeres son animales de cabellos largos e ideas cortas. Eso escribió hacia 1819 Arthur Shopenhauer, filósofo alemán que nació a fines del siglo XVIII y murió en el siglo XIX. Pues bien, siglo y medio después, ciento ochenta y nueve años de por medio, dos Guerras Mundiales en el camino, conquistas feministas por doquier, varias mu- mación con un remedo de onomatopeya jeres dirigiendo naciones enteras ahora que representa una estruendosa sorpremismo, premios Nobel en distintos cam- sa, me parece francamente insultante. pos, científicas, inventoras, creadoras, as¿Acaso este lector nunca ha oído hatronautas por el mundo entero, y no falta blar de la politóloga Denisse Dresser o la quien siga pensando que Shopenhauer te- periodista Blanche Petrich?, por hablar nía razón. de mujeres que para mi gusto escriben “¡Me pareció fantástico su escrito!”, me textos periodísticos brillantes. ¿Acaso no dijo un joven lector en un correo electró- ha escuchado alguna vez mencionar a esnico. “Y cras (sic) al final me di cuenta que critoras extraordinarias como Rosario la firmante era una mujer, lo cual es aún Castellanos, Elena Poniatowska, Ángeles más fantástico”. Mastreta? Para acabar rápido, ¿no sabe ¿Qué tiene, me pregunto, de prodigio- que J. K. Rowling, escribió el mayor éxito so, increíble, milagroso –sinónimos todos editorial de la humanidad con sus novelas de fantástico- que una mujer escriba al- –ésas sí literalmente fantásticas- cuyo pergo? ¿Qué tiene de maravilloso, fenomenal, sonaje central era el mago Harry Potter? extraordinario, que una mujer escriba alEste joven lector, ¿de dónde sacaría, go que puede ser digno de admiración? entonces, que es increíble que una mujer Porque desde luego a cualquiera le pue- escriba? Sólo que haya sido educado para de o no gustar mi manera de escribir o el pensar que somos seres de cabellos largos modo en que desarrollo un tema sobre el e ideas cortas. cual reflexiono. Pero, calificar de fantásti¿Cuánto más es necesario hacer para co que una mujer firmara un escrito que que se tenga la absoluta certeza de que no le parece fenomenal, y anteceder esa afir- importa el cabello, las mujeres podemos ¿Cuánto más es necesario hacer para que se tenga la absoluta certeza de que no importa el cabello, las mujeres podemos tener las ideas largas? tener las ideas largas? Y, en todo caso, al igual que los varones, podemos tener ideas largas, cortas, o ninguna idea. ¿Cuánto falta para que exista la absoluta, irrefutable, indudable convicción de que las mujeres ni venimos de otro plantea, ni somos seres inferiores en la escala evolutiva? Cuánto tiempo será necesario para que deje de considerarse que lo nuestro, lo nuestro, lo nuestro, es tener hijitos, hacer la comidita y cuidar de la casita. Y tooooooodo lo demás es propio del ser masculino. A juzgar por comentarios como el que recibí nos falta avanzar un buen trecho. Porque este muchacho seguramente no rebasa los 20 años. Parece que más a menudo habrá que traer a la memoria lo que una vez dijo Patricia Schroeder, congresista norteamericana nacida en 1940: “Tengo un cerebro y un útero, y utilizo los dos”. § Correo-e: cecilialavalle@hotmail.com