c) Grandes Lagos y África Central Contexto del conflicto D esde su independencia de Bélgica, en 1962, se produjeron varios estallidos de violencia, en especial en los años 1965, 1972 y 1988, que fueron reprimidos por las Fuerzas Armadas controladas por la minoría tutsi (13% de la población). En 1993, por primera vez se escogió un Presidente hutu para el país, Melchior Ndadaye, pero fue asesinado el mismo año, hecho que desencadenó un nuevo episodio de violencia entre los grupos armados opositores hutus, las FDD y las FNL, por un lado, y el Gobierno (controlado por las élites tutsi, aunque también participaban sectores hutus), por otro. Desde entonces, el país se vio golpeado por una guerra que ya ha provocado más de 300.000 muertos, la mitad de los cuales durante el primer año de enfrentamientos. En 1996, un nuevo golpe de Estado llevó de nuevo a la presidencia a Pierre Buyoya, que ya había sido Presidente golpista en 1987. En 2008 sólo las Fuerzas Nacionales de Liberación (FNL), fundadas en 1979 por hutus refugiados en Tanzania, lideradas por Agathon Rwasa desde el 2001, y con unos efectivos estimados entre 1.500 y 3.000 combatientes, permanecían militarmente activas contra el Gobierno de coalición, aunque existía una proceso de negociación en fase muy avanzada. Antecedentes del proceso de paz E n 1998 empezaron las conversaciones de paz en Arusha (Tanzania), facilitadas inicialmente por el Presidente de Tanzania, Julius Nyerere, y más adelante por el de Sudáfrica, Nelson Mandela. Las conversaciones cristalizaron en el Acuerdo de Paz de Arusha, en agosto del 2000, que comportó reformas constitucionales y el establecimiento de un período de transición de 36 meses. Dos importantes grupos armados de oposición, el CNDD-FDD y las FNL, rechazaron los acuerdos y siguieron la lucha armada. Ambos grupos sufrieron escisiones, lo que complicó la negociación con cada uno de ellos. Entre el 2000 y el 2003 tuvieron lugar varias rondas de negociación que culminaron con la firma de acuerdos de paz entre los diversos grupos armados, principalmente con el CNDD-FDD y el Gobierno de transición establecido con el Acuerdo de Arusha. A pesar de ello, quedaron las FNL, que no aceptaron las negociaciones de paz, pese a los primeros intentos hechos de Gabón. En octubre del 2002, se mantuvieron unas conversaciones en Tanzania, seguidas de una reunión en Suiza en junio del 2003, unas conversaciones en Nairobi en diciembre del 2003, unas primeras conversaciones directas en los Países Bajos, en enero del 2004, y una reunión en Tanzania, en abril del mismo año, donde las FNL se mostraron dispuestas a celebrar conversaciones con la facilitación de la ONU, la UE y los EEUU. En junio del 2004, se celebró una nueva reunión en Sudáfrica, después de que las FNL celebraran un encuentro con el Vicepresidente de este país. Los negociadores les ofrecieron tres meses de plazo para iniciar negociaciones formales, con la amenaza de incluir el grupo en las listas de grupos terroristas. Hay que mencionar, igualmente, que en abril del 2003, se creó la Misión Africana en Burundi (AMIB) y que, en mayo del 2004, el Consejo de Seguridad aprobó el despliegue de la Operación de Naciones Unidas en Burundi (ONUB). En febrero de 2005, las FNL anunciaron, por una parte, su disposición a entablar negociaciones sin condiciones previas y, por otro, su rechazo a la mediación, tanto del Vicepresidente sudafricano y mediador oficial, Jacob Zuma (a quien acusaba de no ser neutral), como del Presidente ugandés y líder de la Iniciativa Regional de Paz, Yoweri Museveni. En abril se produjo un encuentro entre una delegación de este grupo y el ministro de Exteriores de Tanzania. A pesar de estos contactos y del compromiso de no interferir en el proceso electoral, las FNL no cesaron en sus ataques contra la población Población: 8 millones de habitantes Superficie: 28.000 Km2 PIB: 800 millones de $ Renta por habitante: 100 $ IDH: 167 (de 177) Muertos por el conflicto: 300.000 personas Población desplazada: 100.000 Población refugiada: 260.000 Actores armados: FNL Facilitaciones: Sudáfrica, Tanzania, ONU, Iniciativa Regional de Paz para Burundi Análisis por países | Burundi 69 BURUNDI 70 Análisis por países | Burundi civil ni en los enfrentamientos con las FFAA. Aún así, el Presidente del Gobierno Nacional de Transición (GNT) Domitien Ndayizeye y el líder de las FNL Aghaton Rwasa, acordaron en mayo cesar las hostilidades y entablar conversaciones de paz, después de los encuentros en Dar es Salaam (Tanzania), con la presencia del ministro de Exteriores de este último país. La Representante Especial del Secretario General de la ONU en el país, Caroline McAskie, apoyó estos diálogos y se comprometió a apoyar el proceso en marcha, principalmente respecto a las cuestiones de desarme de las FNL. El Presidente también señaló que una Comisión Internacional de Paz y Reconciliación podría ser el mejor espacio para poder superar la situación del país. A mediados de junio, se reanudaron las conversaciones en la capital tanzana sin conseguir avances significativos, ya que se centraron en las acusaciones mutuas de violación del alto al fuego acordado a mediados de mayo. Aparte de Tanzania, participaron en las conversaciones representantes de EEUU, Países Bajos, Sudáfrica y Uganda, así como de la Iniciativa Regional para la Paz en Burundi, la UA y la ONUB. El GNT aprobó un plan de la ONU para crear una comisión de verdad y reconciliación, y un tribunal especial que investigará y juzgará las violaciones de los derechos humanos cometidas desde la independencia, del año 1962 al 2000. A pesar de esto y de las invitaciones del nuevo Gobierno liderado por el partido hutu CNDD-FDD (surgido de los varios procesos electorales celebrados entre junio y septiembre, acabando con la fase de transición), los intentos por iniciar una negociación formal no fructificaron de momento. Las FNL anunciaron que no reconocían al actual ejecutivo de Pierre Nkurunziza, pues lo consideraban un Gobierno impuesto por la comunidad internacional, y reiteraron su exigencia histórica de negociar directamente con la comunidad tutsi, solicitando la presencia de la comunidad internacional como garante del proceso. A mediados de octubre, las FNL sufrieron una disidencia cuando 260 efectivos de este grupo anunciaron que rechazaban la autoridad del líder histórico, Agathon Rwasa, a quien acusaron de numerosas violaciones de los derechos humanos, y se manifestaron a favor de un diálogo con el Gobierno. Varios analistas consideraron que esta facción, liderada por JeanBosco Sindayigaya, estaba siendo instrumentalizada por el propio Gobierno. sin embargo, la misión de mantenimiento de la paz en el país (ONUB) hizo un llamamiento a las FNL para que depusieran las armas sin condiciones, ya que no era la primera vez que las FNL hacían declaraciones de este tipo sin que después se lograran concretar. Naciones Unidas, además, y a raíz de la resolución 1653, modificó su discurso sobre dicho grupo armado, ya que hasta entonces solicitaba que entablaran negociaciones de paz con el Gobierno, y ahora exigía que procedieran a su desarme sin condiciones. A mediados de marzo, la Representante Especial del Secretario General de la ONU visitó Tanzania y manifestó su apoyo a los esfuerzos para lograr unas negociaciones. La visita coincidió con la estancia en dicho país del líder de las FNL, quien reiteró de nuevo su disposición a entablar conversaciones. Días después, el Gobierno de Burundi envió una delegación a Tanzania para explorar el inicio de unas posibles conversaciones. Los intentos de reabrir negociaciones de paz desde Tanzania sufrieron no obstante varios retrasos al producirse un cambio de los países facilitadores. A petición de Tanzania, y ante el temor del Gobierno burundés de que la mediación tanzana no fuera imparcial debido a que diversos líderes de las FNL habían buscado a menudo refugio en este país, las partes acordaron en mayo solicitar la participación de Sudáfrica en las tareas de facilitación oficial, que recayeron en su Ministro de Protección y Seguridad, Charles Nqakula, que a los pocos días mantuvo en Dar es Salaam unos primeros contactos con el Gobierno y con la facción disidente de las FNL dirigidas por Jean-Bosco Sindayigaya. El Ministro también visitó Kampala para discutir sobre el proceso de paz con el Presidente ugandés, y después se reunió en Dar es Salaam con representantes del Gobierno burundés y el líder de las FNL, Agathon Rwasa. A mediados de junio, ambas partes firmaron en la capital tanzana un acuerdo de cese de hostilidades por dos semanas, durante las cuales se negoció un acuerdo de cese al fuego permanente. El acuerdo de cese de hostilidades estipulaba la posibilidad de que las FNL pudieran convertirse en un partido político, la inmunidad provisional para sus miembros y la liberación de sus presos políticos. A finales de junio, no obstante, las FNL interrumpieron las negociaciones, acusando a Sudáfrica de ponerse de acuerdo con el Gobierno de Burundi. El portavoz del grupo, Pasteur Habimana, insistió en que entre los mandos de las FFAA del país todavía no había una suficiente representación de la mayoría hutu. Después de los esfuerzos para impulsar desde Tanzania un proceso de paz con las FNL dirigidas por Agathon Rwasa, a principios del 2006 el Presidente del país anunció que dicho grupo había manifestado su voluntad de entablar negociaciones de paz y que se había puesto en contacto de nuevo con el Gobierno tanzano en este sentido, a través del embajador de Tanzania en Burundi. En febrero, El 7 de septiembre de 2006, finalmente, el Gobierno y las FNL firmaron en la capital tanzana un Acuerdo General de Alto al fuego. El acuerdo definitivo, respaldado por la ONU, se basó en el Acuerdo de Principios hacia una Paz, Seguridad y Estabilidad Duradera, alcanzado el 18 de junio, que establecía lo siguiente: 1) corrección de la cuestión étnica, identificada como una de las principales Después de alto al fuego firmado en septiembre de 2006 entre el Gobierno de Burundi y las FNL, los miembros de este grupo que permanecían acantonados manifestaron a primeros de 2007 su descontento por las condiciones de vida en el campamento de Randa y solicitaron ser desmovilizados con mayor celeridad para poder retornar a la vida civil. El Mecanismo Conjunto de Verificación y Seguimiento del acuerdo, encargado de la supervisión del alto el fuego entre el Gobierno y las FNL de Agathon Rwasa, formado por representantes de los Gobiernos de Burundi, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, representantes de Naciones Unidas y de las FNL, empezó sus operaciones en febrero, tras cinco meses de inactividad, después de que se hubiera garantizado la amnistía para los excombatientes y el Gobierno hubiera empezado a liberar a los combatientes que permanecían encarcelados. Las FNL deberían designar las zonas de reagrupamiento de sus miembros y hacer propuestas al Gobierno. En febrero, Naciones Unidas sustituyó oficialmente su misión de mantenimiento de la paz en el país El proceso de paz en 2008 E l año empezó con acusaciones de violación del alto al fuego decretado en septiembre de 2006 entre el Gobierno y las FNL de Agathon Rwasa, que rechazaron de nuevo la mediación sudafricana. Además se produjo una división en el partido gubernamental, CND-FDD, ante el tipo de sanciones que habría que imponer a las FNL para que no obtuvieran cuotas de poder excesivas en las elecciones de 2010, posibilidad a la que se negó el partido opositor FRODEBU, en una auténtica batalla para ver quién tendría más derechos para obtener mayores parcelas de poder, y que acusó al Gobierno de promover a las milicias progubernamentales de aterrorizar a la población civil para que apoyaran a las FNL. En las FNL también se produjeron tensiones entre los que ya se desmovilizaron y los 71 (ONUB) por la BINUB. A mediados de mayo el Gobierno acordó el establecimiento de una comisión de verdad y reconciliación y un tribunal para juzgar a los responsables de haber cometido crímenes de guerra, genocidio, crímenes contra la humanidad y otras graves violaciones de los derechos humanos. Las FNL decidieron reintegrarse al equipo de monitoreo del acuerdo de alto el fuego alcanzado en septiembre de 2006, lo que en principio supuso un importante avance hacia la consolidación de la paz en el país. En junio, el Presidente del país se comprometió a liberar a todos los prisioneros políticos y de guerra de las FNL (entre 2.000 y 3.000) mediante una amnistía general que iría seguida de un proceso de desmovilización. El Presidente y Agathon Rwasa se intercambiaron sus números de teléfono móvil para acelerar la implementación del acuerdo de cese de hostilidades. Los miembros de las FNL, sin embargo, abandonaron el equipo de monitoreo del alto al fuego a finales de julio, argumentando razones de inseguridad y en medio de rumores sobre un posible rearme de dicho grupo. En septiembre, las FNL acusaron a Sudáfrica de no ser parcial y pidieron un cambio en la mediación. Según algunos medios, una facción de las FNL favorable a implementar el acuerdo de alto al fuego estaría intentando expulsar a Agathon Rwasa del liderazgo del grupo. En octubre, aunque persistía el cese de hostilidades, las dos partes todavía no habían acordado el acantonamiento de los combatientes, la liberación de los presos y el diseño de la hoja de ruta para la integración de los mandos de las FNL. La creación tan esperada de una Comisión para la Verdad y la Reconciliación (TRC por sus siglas en inglés) y del Tribunal Especial de Burundi, fue objeto de un debate que ocasionó serias tensiones políticas y sociales. El portavoz de las FNL, Pasteur Habimana, manifestó que Agathon Rwasa estaría dispuesto a viajar a Dar es Salaam (Tanzania) a raíz de la invitación del Gobierno tanzano. Así, aunque Tanzania trabajaba conjuntamente con Sudáfrica en la facilitación del proceso, en paralelo se estaban llevando a cabo esfuerzos de mediación separados. Análisis por países | Burundi causas del conflicto; 2) inmunidad provisional para los miembros de las FNL y su transformación en un partido político; 3) repatriación de la población refugiada y retorno de la población desplazada y reagrupada; 4) revisión de la composición de las fuerzas de seguridad y defensa. Semanas después, los mediadores en el proceso de paz se reunieron en la capital para concretar cómo y cuándo se produciría el acantonamiento y el desarme de las FNL. Representantes de las FNL llegaron a Bujumbura para preparar el retorno de sus líderes tras la firma del acuerdo de paz. Centenares de miembros del grupo empezaron a emerger de sus refugios como parte del alto al fuego, y se estimó que unos 3.000 miembros se acantonarían en diversos campos antes de decidir si se integrarían en los cuerpos de seguridad o se desmovilizarían. Sin embargo, el proceso acumuló diversas semanas de retraso. Días después, el facilitador del proceso de paz en Burundi, el Ministro surafricano C. Nqakula, presentó oficialmente el Mecanismo Conjunto de Observación y Verificación (JVMM, por sus siglas en inglés), sin contar con la presencia de los representantes de las FNL, debido a la detención en Bujumbura de uno de sus representantes en dicho Comité. También en octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución por la que estableció una Oficina integrada de Naciones Unidas en el país (BINUB) por un período inicial de un año, y que relevó a la misión de mantenimiento de la paz de la ONU que culminaba su mandato a finales del año. En noviembre, el Parlamento aprobó la ley que garantizaba la inmunidad a los miembros de las FNL, excepto por crímenes por genocidio y de lesa humanidad. Esta inmunidad permanecerá vigente a la espera de la puesta en marcha de la comisión de verdad y reconciliación apoyada por Naciones Unidas como parte del proceso de paz. 72 Análisis por países | Burundi que no lo hicieron, pero a pesar de ello, las FNL se reincorporaron al mecanismo de verificación del ato al fuego y acordaron con el mediador sudafricano un plan en dos fases: los primeros seis meses se centrarían exclusivamente en la finalización de la desmovilización, desarme y reintegración de los combatientes de las FNL en los cuerpos y fuerzas de seguridad. La segunda fase consistirá en la asistencia con mecanismos con el objetivo de implementar el acuerdo sobre Principios Militares y Políticos adoptado el pasado 18 de julio en Dar es Salaam (Tanzania). La segunda fase también significará el inicio de la reconstrucción y el desarrollo posconflicto en el país. En febrero, las dos partes acordaron que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación Conjunto (JVMM) reanudaría sus actividades tan pronto se permita el retorno de la cúpula de las FNL a Burundi. El JVMM será discutido por el Directorio Político establecido por el mediador Nqakula. Este Directorio Político, presidido por el Enviado especial sudafricano y embajador para los Grandes Lagos, Kingsley Mamabolo, estará formado por representantes de Naciones Unidas, de la UA, de la embajada sudafricana en Burundi y su homóloga tanzana. Nqakula anunció que pretendía ampliar este Directorio a la UE y a otros actores clave del Gobierno y de las FNL. A finales de febrero, el Gobierno de Burundi afirmó que los líderes de las FNL retomarían las negociaciones en mayo para finalizar el acuerdo de paz alcanzado en septiembre de 2006. Las FNL, por su parte, señalaron que estaban dispuestas a volver a las negociaciones si su seguridad quedaba garantizada y el parlamento aprobara una amnistía para todos los miembros del grupo, ya que sin esta condición no se unirían al equipo de monitoreo de la tregua. En marzo, no obstante, las FNL de Agathon Rwasa, acusaron al Gobierno de haber ejecutado a cinco comandantes del grupo y haber capturado a otros cinco miembros en enfrentamientos que podían amenazar con socavar el frágil proceso de paz. El incidente se produjo después de que los mediadores anunciaran el retorno de los líderes de las FNL en mayo para finalizar el acuerdo de paz firmado en septiembre de 2006. En el segundo trimestre, y después de meses de enfrentamientos y de incumplimiento de los acuerdos firmados en 2006, a mediados de mayo el Gobierno y las FNL retomaron oficialmente la puesta en marcha de la aplicación del acuerdo del alto el fuego firmado el año 2006, por lo que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación Conjunta del alto el fuego reinició sus actividades, aunque el día anterior todavía se estaban produciendo combates entre las partes. En paralelo a la persistencia de combates esporádicos en las colinas que rodean la capital, una delegación de 12 líderes de las FNL decidieron acatar el ultimátum del Gobierno y retornaron al país procedentes de su exilio en Tanzania, aunque Agathon Rwasa, el líder del grupo, no lo hizo hasta al cabo de unos días, acompañado del mediador, el ministro surafricano Charles Nkaqula, y tras la ratificación del cese de hostilidades. En junio, el Gobierno y las FNL, reunidos en Sudáfrica, firmaron un comunicado conjunto en el que se comprometían a renunciar a la violencia y a resolver sus diferencias mediante el diálogo. También se acordó que las FNL serían incluidas en las instituciones políticas y sus combatientes se integrarían en los cuerpos de seguridad del Estado. El grupo reivindicó que estaba formado por 15.000 combatientes, mientras que diversas fuentes constataron que no superaban los 3.000, incluyendo centenares de menores, lo que podría implicar problemas en el momento de la desmovilización. En lo relativo al reconocimiento como partido político, desde el lado gubernamental se advirtió que el grupo debería primero cambiar su nombre, ya que la actual constitución prohíbe que los partidos tengan una etiqueta étnica. Las FNL mantuvieron una actitud negativa hacia esta condición. Al empezar el tercer trimestre las FNL empezaron a acantonar a 3.500 combatientes en tres diferentes campos como primera fase antes de la desmovilización y desarme, afirmando que contaban con unos 15.000 combatientes. Al cabo de dos meses, sin embargo, apenas se habían entregado armas. El líder del último grupo armado de oposición del país, Agathon Rwasa, rechazó que desapareciera la primera parte del nombre del grupo armado, PALIPEHUTU, como requisito para que su organización fuera reconocida como un partido político. Sin embargo, prometió que cambiaría de idea si el Gobierno organizaba un referéndum sobre esta cuestión y los burundeses rechazaran esta idea. Además, propuso ampliar dicho referéndum sobre la reforma de la Constitución a otros supuestos, como el trato que recibe la comunidad pigmea del país. En la segunda quincena de agosto se celebró una entrevista entre el Presidente Pierre Nkurunziza y el líder de las FNL, Agathon Rwasa, por primera vez en un año. Los dos líderes decidieron reunirse dos veces por semana, martes y jueves, para poner en marcha una comisión que se reunirá cada vez que surja un problema. Las FNL exigieron en los últimos días un reparto de poder al 50% con el Gobierno en relación a las instituciones políticas y las Fuerzas Armadas, pero el Gobierno rechazó categóricamente negociar con las FNL sobre estas cuestiones. Concretamente, las FNL reclamaron una vicepresidencia, algunos de los principales ministerios, el reparto de los altos cargos en las Fuerzas Armadas y en la policía, el puesto de procurador general de la República, nueve de los 17 puestos de gobernador de las provincias del país y la presidencia de una decena de empresas y bancos públicos. Fuentes diplomáticas tacharon de totalmente irreales estas propuestas, aunque supondrían una base para el inicio del diálogo entre las partes. A finales de agosto, en un nuevo encuentro entre el Presidente y el líder de las FNL, ambos acordaron la liberación de un número En noviembre fracasó nuevamente una reunión celebrada en Bujumbura entre el Presidente Pierre Nkurunziza y el líder de las FNL, Agathon Rwasa, en la que participaron representantes de la Iniciativa Regional de Paz para Burundi. La razón principal del estancamiento del debate fue la cuestión del nombre del grupo armado FNL, que pretendía transformarse en partido político con su nombre completo, incluyendo el término Palipehutu. En cuanto a la consulta sobre la creación de mecanismos de justicia transicional en Burundi, la previsión era a finales de año que se podría llevar a cabo a partir de enero del 2009. Françoise Ngendahayo, portavoz del Gobierno, informó que en el mecanismo participarían aproximadamente 4.792 personas y que las consultas se realizarán en formato de conferencias, grupos focales y reuniones comunitarias. A principios de diciembre, el Gobierno burundés y las FNL alcanzaron un acuerdo de paz como resultado de la cumbre regional celebrada en Bujumbura. A la cumbre asistieron, además del Presidente Pierre Nkurunziza y el líder de las FNL, Agathon Rwasa, el Presidente ugandés y líder de la Iniciativa Regional de Paz (que agrupa a una veintena de países), Yoweri Museveni, y otros líderes de la región y actores clave en el proceso de paz, como el Presidente de Zambia, Rupiah Banda, los primeros ministros de Rwanda y Tanzania, el Vicepresidente de Kenya y participante en el proceso mediador, Kalonzo Musyoka, el Presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, y el mediador principal surafricano, Charles Nkaqula, entre otros. Según el comunicado anunciado tras la cumbre ambas partes se comprometieron a un alto al fuego definitivo, a la modificación del nombre del grupo armado para evitar las connotaciones étnicas, como requisito para que las FNL puedan registrarse como partido político, tal y como establece la Constitución, a un reparto del poder y al desarme del grupo armado. Además, el comunicado destacó que el Presidente Pierre Nkurunziza se comprometía a integrar a las FNL, a ceder 33 cargos en el Gobierno a miembros de las FNL, y a proceder a la liberación de todos los prisioneros políticos y a los combatientes que haya entre ellos, que deberán dirigirse a las áreas de acantonamiento. El comunicado añadía que la implementación del acuerdo alcanzado tenía que ponerse en marcha antes del 31 de diciembre, Hechos más significativos del año • • • • Las FNL se reincorporaron al mecanismo de verificación del ato al fuego y acordaron con el mediador sudafricano un plan en dos fases: los primeros seis meses se centrarían exclusivamente en la finalización de la desmovilización, desarme y reintegración de los combatientes de las FNL en los cuerpos y fuerzas de seguridad. En lo relativo al reconocimiento como partido político, desde el lado gubernamental se advirtió que el grupo debería primero cambiar su nombre, ya que la actual constitución prohíbe que los partidos tengan una etiqueta étnica. Las FNL mantuvieron inicialmente una actitud negativa hacia esta condición. Se celebró una entrevista entre el Presidente Pierre Nkurunziza y el líder de las FNL, Agathon Rwasa, por primera vez en un año. Los dos líderes decidieron reunirse dos veces por semana. A principios de diciembre, el Gobierno burundés y el las FNL alcanzaron un acuerdo de paz como resultado de la cumbre regional celebrada en Bujumbura. Ambas partes se comprometieron a un alto el fuego definitivo, a la modificación del nombre del grupo armado para evitar las connotaciones étnicas, como requisito para que las FNL puedan registrarse como partido político, tal y como establece la Constitución, a un reparto del poder y al desarme del grupo armado. Páginas Web • • • • • • • • • • Alertnet (www.alertnet.org) All Africa (allafrica.com) BINUB (binub.turretdev.com) Burundi Information (www.burundi-info.com) Burundi Online (www.burundi-online.org) Gobierno (www.burundi.gov.bi) ICG (www.crisisgroup.org) ONU (www.un.org) ONUB (www.un.org/Depts/dpko/missions/onub) Reliefweb (www.reliefweb.int) 73 según remarcaba un calendario previo establecido por la Iniciativa Regional de Paz para Burundi, Iniciativa que amenazó con el establecimiento de sanciones al actor del conflicto que fuera responsable del bloqueo del proceso. Análisis por países | Burundi no especificado de detenidos sospechosos de ser miembros de las PALIPEHUTU-FNL. Según varias fuentes, esta liberación supondría la desaparición de uno de los principales impedimentos al cumplimiento del alto el fuego entre el grupo y el Gobierno. Análisis por países | Burundi 74 Principales actores del proceso: JVMM : Burundi, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, ONU, FNL, gobierno de Burundi Gobierno de BURUNDI Equipo Negociador (S. Ntacobamaze) (E. Ndayishimiye) (P.Nkurunziza) FNL de J.B. Sindayigaya Sudáfrica (C. Nqakula) (K. Mamabulo) FNL Tanzania Iniciativa Regional para la Paz de Burundi (presidida por Uganda) BINUB RESG (Youssef Mahmoud) ONUB ONU El espacio de intermediación Repres. (M.Bah) UA (Agathon Rwasa) (J.B. Ndayishimiye) (Pasteur Habimana)