leipzig, lugar de encuentro

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OPINION
LEIPZIG, LUGAR DE ENCUENTRO
Por CAMINO CAÑÓN LOYES
E
N el mismo lugar en el que se escuchara
por primera vez la Pasión según San Mateo,
compuesta y dirigida por Johann Sebastian
Bach, en esa iglesia de san Nicolás de Leipzig,
comenzó y llegó a su cenit el movimiento por
la paz en la antigua República Democrática
Alemana, durante los meses y semanas anteriores a la caída del Muro. En estos últimos días
de mayo, este ha sido el espacio elegido, hoy
iglesia luterana, para la celebración de los actos más significativos de la 100 edición del Encuentro 2016, promovido por los católicos alemanes (Katholikentag).
dejan encontrar por el Dios que allí se anuncia
de múltiples maneras.
confesantes también han hablado: “No creo
en nada, no me falta nada”. Un mensaje claro
y sereno, sin miedos, sin reticencias, sin temores
de que los gobiernos de turno pudieran relegar la religión al ámbito privado. Pero, ¿no hay
nubes en este cielo alemán?
La respuesta de ZDK, la entidad organizadora,
a esa pregiunta es directa y sencilla: queremos
dar visibilidad a la fe cristiana que está encontrando caminos nuevos de encuentro con los
protestantes en este país. Queremos apoyar a
la pequeña comunidad católica de la zona.
Queremos mostrar lo que somos y ofrecerlo a
otros. Aquí oramos con otros que creen en el
Dios de Jesucristo o que invocan al Dios Uno y
con quienes nos unimos para pedir la paz para
este mundo herido. Queremos, en fin, mostrar
Este año, la ciudad elegida ha sido Leipzig, en la fuente del sentido de esta forma de vivir,
cuyas plazas y calles hay presencia del gran de nuestras convicciones y nuestros valores, y
filósofo y matemático Leibniz, de Goette, esta decir a quien desee saberlo que no es propievez en compañía de Mefistófeles, y por supues- dad privada de nadie, que está abierta a toto de Bach y su numerosa familia. También hay dos, que la alegría del Evangelio es una gracia
huellas de la historia más reciente, de los cua- cara, en expresión del teólogo luterano, tan
renta años vividos tras el telón de acero, en los querido en este país, Dietrich Bonhoeffer.
que la vida de los otros era observada por el
Gran Hermano del Comité Central del partido Para ello, compartimos las expresiones de
comunista en el poder. O de los meses previos nuestras producciones culturales, mostramos
a la caída del Muro, cuando las velas encen- nuestras realizaciones y búsquedas con las
didas recorrían las calles de Leipzig en las no- que hacer efectiva la solidaridad con los reches peligrosas,en las que el ojo omnipresente fugiados; debatimos nuestras visiones teóricas
vigilaba y detenía a los pacíficos que querían y políticas sobre la libertad, la justicia, la paz;
transformar la bienaventuranza de Jesús de cuestionamos con argumentos los nacionalisNazaret en una verdad de hecho. Habida mos y populismo emergentes. Algunos títulos
cuenta de que sólo el 4% de esta ciudad de de actividades lo expresan bien: “No olvides la
medio millón de habitantes es católico, esta hospitalidad” que pone a los refugiados en el
celebración con unos mil actos programa- punto de preocupación, o “Pongámonos de
dos lleva consigo la pregunta: ¿por qué aquí? pie contra la extrema derecha y la xenofobia”
60.000 personas llegadas de todo el país y, en que habla por sí mismo, “No hagamos de Euparticular de los lugares próximos que fueron ropa la jaula de oro del bienestar”. Escuchaterritorio de la DDR, buscan, encuentran y se mos a algunas figuras de la vida pública, ateos
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C RÍTICA
MAYO 2016 Nº 1008
La Constitución alemana es respetuosa -neutral- con las diferentes confesiones religiosas
y apoya a las que tienen reconocimiento
de entidad de derecho público como es el
caso de las iglesias cristianas o de la fe judía.
La expresión pública de la fe sigue viva hoy
en estas expresiones plurales de gentes que
comparten la fuente del sentido de sus vidas
con quienes lo buscan y ponen palabra a las
cuestiones permanentes del corazón humano y a las inquietudes de cómo crear condiciones materiales donde vivir en esperanza
no sea un sólo un sueño continuamente amenazado. Pero no todo está claro. La presencia
del Islam en sus múltiples tradiciones y formas,
encarnado ahora en los grandes contingentes de refugiados que llaman a las puertas
de los países de la Unión Europea, plantea un
nuevo desafío. El populismo antisistema tampoco augura paz en estos aspectos. En estos
días, muchos han abogado por usar la palabra y la argumentación, el diálogo y el debate, pero no sólo en los foros públicos, también
en las relaciones próximas, en la vida cotidiana. No caben los cordones sanitarios, los fosos
y los muros. Lo saben bien en esta ciudad de
Leipzig, donde las candelas sostenidas en noches peligrosas, cada día por nuevas manos
anónimas, lograron hacer creíble que la paz
estaba a las puertas.
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