Vincularidad en el campo pasional * Carlos Antar (coord.), Silvia Chajud, Daniel Kitainik, Cristina Pouso, Silvia Reisfeld, Mónica Schmajuk, Gilberto Valdéz Herrera "En algún lugar entre el miedo y el amor. en algún lugar entre el pantano y las montañas. en algún lugar entre el miedo y el sexo, en algún lugar entre Dios .Y el Diablo está la pasión: el camino a la pasión es súbito y el regreso es peor. " Jeanette Winterson Introducción En el lenguaje común hablar de pasión alude en general a un fuerte compromiso con determinado sentir, abrazar una causa y entregarse por entero a ella, a los que luchan por una idea o un deseo. Se llama apasionados a estos audaces que afrontan la vida como una aventura infinita y tentadora y para quienes la mejor empresa es la imposible. Los términos pasión, apasionado, referidos a la relación amorosa pasional, sugieren ideas diferentes e incluso podrían parecer opuestas, ya que remiten a un vínculo de intenso placer y, al mismo tiempo, están asociados al sufrimiento y dolor psíquico. Este supuesto contraste lo observamos también entre el saber popular y los estudios psicoanalíticos. Ni un deseo exacerbado, ni un gran amor, ni un intenso erotismo, nos terminan de dar cuenta de la pasión, salvo en la ideología corriente. Etimológicamente pasión, del latín passio, deriva de padecer. Refiere a sufrir, soportar, pasivo, paciente (el que soporta males), impaciente, impasible. (Diccionario de la Lengua Española, 1992, Corominas, 1996). , Direcciones: Migueletes 1203, 80 "60", (1426); Rep. Arabe Siria 3144, 60 "A", (1425); El Salvador 4232, (1414); Paraná 1132, 100, (1018); Avda. Cnel. Díaz 1725,40 "A", (1425), todos de Capital Federal; Wineberg 2281, (1636) Olivos, Pcia. de Buenos Aires; Rodríguez Peña 507, 30, (1425) Capital Federal. R. Argentina, respectivamente. 1000 Antar y otros Estas distintas acepciones nos dicen del nivel de padecimiento presente en los estados pasionales. Empero, la pasión está presente más allá de las palabras. El testimonio de su fuerza en la experiencia humana se muestra en creaciones esenciales del arte y la cultura. Podríamos simplemente recordar "La Piedad" de Miguel Angel, síntesis acabada del padecer, pero también el hecho de que la pasión atraviesa toda la creación literaria, sobre todo en sus obras maestras. Son los poetas y los literatos, los que para el deleite del público, expresan a cabalidad y sin disimulo, las fantasías más recónditas del ser humano, las mismas que al ser abordadas por el hombre de ciencia, generan rechazo. En el decir de Freud, "el tema del drama son todas las variedades del sufrimiento" (Freud, 1942 [1905]). Si tomamos los poetas griegos hasta William Shakespeare y Friedrich Schiller, esta modalidad literaria es esencialmente pasional, desde su inicio ominoso hasta su desenlace de muerte. destino casi inexorable de la pasión en su desarrollo natural. Nos encontramos con una permanente oscilación entre el placer y el sufrimiento, entre el erotismo y lo destructivo, entre la vida y la muerte. Quizás surja como reflejo de la intensa lucha entre Eros y Tánatos. Freud no ha desarrollado en forma expresa el concepto de pasión, dedicándose a estudiar el estado de enamoramiento y la relación de amor. Pero dice al respecto: en la "conducta amorosa plenamente normal (confluyen) dos corrientes que podemos distinguir entre ellas, como la tierna y la sensual" (Freud, 1912). Más adelante afirma que el amor: "es la relación del Yo con sus fuentes de placer" (Freud, 1915). Si la fuente es el mismo cuerpo estamos ante el autoerotismo, si la fuente de placer es el Yo y la libido se vuelca a él, estaremos ante el amor narcisista y si la libido se vuelca al objeto externo y la fuente de placer está fuera del Yo estaremos ante el amor objetal, que constituye "el amor por excelencia". (Valls, 1995). La pasión no corresponde a ninguno de estos tipos, pero seguramente recoge elementos de todos ellos. Es así que nos preguntamos si la pasión es una forma de amor ya que encontramos en ella sensaciones tan intensas que podríamos llamar "lo máximo" y al mismo tiempo aparece siendo distinto. "Hay en la pasión algo que, por una parte, lleva el amor a su paroxismo y por la otra, lo subvierte, al punto que cabe preguntarse si todavía se trata [de amor!" (Assoun, 1993). Partimos de la concepción de Freud, acerca de la vida amorosa, para delimitar y precisar la relación amorosa pasional como una modalidad con características propias, que se despliegan dentro de un espacio que denominamos "campo pasional" y que da lugar a una dinámica vincular específica. Al hablar de vínculo hacemos referencia a una relación intersubjetiva en la que existe una articulación de aspectos inconscientes de cada uno Vincularidad en el campo pasional 1001 de los participantes que determina las particularidades de dicha unión. Estas se expresan en un nivel que llamamos relacional que remiten al lenguaje y la interacción, y determinan conductas acorde a una causalidad circular. Intentamos diferenciar la vincularidad pasional del sadomasoquismo, el amor y el enamoramiento en sus aspectos comparativos. Vincularidad Pasional La pasión amorosa se despliega con un otro fuertemente investido, que se torna totalmente necesario e indispensable para la subsistencia del sujeto apasionado. Se establece un vínculo con un objeto dotado de inmenso poder, todo está concentrado en él, es la fuente de absoluto placer y absoluto sufrimiento; ya no es objeto de amor sino de necesidad. (Aulagnier, 1994) Relación adictiva, extrema dependencia con un objeto exclusivo y al mismo tiempo, de algún modo inaccesible. El apasionado se siente desprovisto y dominado por la pasión. La padece, lo posee, lo aliena y así su capacidad racional queda anulada. El sujeto en quien recae la pasión y que caracterizamos como "prescindente", no sólo acepta el lugar idealizado en que se lo ubica sino que lo induce de diferentes modos. Generalmente aparece como alguien que "está y no está". Doble discurso que da cuenta de una cierta y sutil promesa de presencia y, al mismo tiempo, un distanciamiento que lo vuelve inalcanzable. De acuerdo a nuestra experiencia clínica proponemos la existencia de distintas modalidades de vínculo pasional. Los sujetos implicados participan de una relación de tipo narcisista: 1. 2. 3. el Relación pasional "apasionado" - "prescindente". Relación pasional mutua: los lugares son intercambiables. La pasión delirante de la psicosis, como en la erotomanía, donde amado no es un objeto posible en la realidad. En este desarrollo nos centramos en los puntos 1 y 2, dado que ambos implican vincularidad. 1. Relación apasionado - prescindente: Piera Aulagnier (1994) plantea la pasión como una relación de asimetría entre un sujeto destinado a sufrir y otro posicionado en la obtención de placer. Uno de ellos busca "desesperadamente" a otro que funcione como una parte de sí, con 1002 Antar y otros quien espera frenar sus angustias más primarias. El otro, al que describimos como "prescindente" por su distancia afectiva, quien cree no necesitar ni desear. Es una persona que tiende a la autosuficiencia y a negar su dependencia. Teme necesitar irremediablemente al otro, ya que su miedo es perder sus propios límites y su individualidad. Lo paradójico es que ambos pueden incluirse en un tipo de vínculo donde el otro juegue los aspectos tan rechazados y temidos de sí mismo. Mientras el apasionado busca un tipo de relación fusional y dependiente, su partenaire levanta barricadas contra lo que siente como esclavitud. Como el apasionado garantiza que el otro le será siempre imprescindible, el prescindente puede negar su propia necesidad: ser "todo" para alguien. En este interjuego de dos modalidades opuestas, cada uno intenta llevar al extremo su posición; así se generan mutuamente. Cuanto más anhelo de posesión en uno, más alejamiento del otro y viceversa. Queremos remarcar un "ir y venir", un tipo de inducción en la que uno estimula y acentúa la posición del otro. A modo de Narciso, el apasionado ama a su partenaire como éste se ama a sí mismo, quien ve en el rostro y en el sufrimiento del otro el acuoso espejo donde se refleja y puede verse perfecto. En apariencia, el conflicto del prescindente se resuelve: es el apasionado quien puede morir frente a la imposibilidad de acceder a Narciso y no Narciso mismo. Este mito se despliega y se juega entre dos personas. En el mito de Narciso (Kristeva, 1987) queda explicitado el sufrimiento que es parte de la pasión amorosa: todos los sufrientes enamorados de Narciso, frente a su indiferencia, le piden a la diosa Ramnunte que lo castigue con el mismo sufrimiento; que "cuando ame se desespere como yo desespero", así Narciso muere al enamorarse de sí mismo. Este es el riesgo que corre el apasionado cuando va a la búsqueda del objeto de su pasión. 2. Relación pasional mutua: a diferencia de la anterior se produce una alternancia de roles, no discriminada por sus integrantes. Cada uno se ha convertido en apasionado y, al mismo tiempo, en prescindente para el otro. Ambos reclaman simultáneamente desde el lugar del necesitado, sin percibir que también funcionan como prescindentes. Hay una tendencia a establecer un tipo de vínculo donde cada uno siente que "no puede vivir sin el otro". La unión pasional reasegura, al modo de un objeto fetiche, el cubrimiento de la falta. "Lo que los liga y subyuga, por el tiempo que dura la pasión, es ese "objeto falta" ante el cual dejan de angustiarse por un acuerdo tácito; lo que quiere decir que la angustia funda aquí el vínculo pasional". (Assoun, 1993). Vincularidad en el campo pasional 1003 Acerca de la Teoría A. En relación al objeto. Green (1990) afirma que la intensidad de la pasión y el apego a su objeto darán la medida de la fuerza de las pulsiones y la naturaleza de la fijación. A semejanza del temprano vínculo madre-hijo, en la relación pasional el objeto es "único e irreemplazable"; aunque de todos modos, el desplazamiento ha tenido su lugar ("objeto desplazado y metaforizado"). A nuestro criterio, Green explica el fundamento de la experiencia pasional y brinda una concepción que permite entender la relación pasional en la vida amorosa ulterior. La pasión está dirigida siempre hacia un objeto que cumple con determinadas características para el sujeto que la vive. Hay un intenso anhelo de fusión, recreando un ilusorio estado de plenitud con "ese" y únicamente ese objeto. La pasión se despliega en una relación especular donde el otro adquiere las características de un Yo Ideal y es dotado de atributos omnipotentes. En este vínculo, ambos comparten una ilusión: la de completud. Predomina un narcisismo que ya no es trófico sino consecuencia de una regresión y retracción libidinal. Conduce a un Yo convertido en Yo Ideal, grandioso y todopoderoso, que no reconoce los objetos del mundo externo y que en esencia se relaciona consigo mismo. La condición patológica de este narcisismo es resultado de esta doble enajenación: la del Yo y la de la realidad. En la relación pasional se constituye un universo con leyes propias, donde está presente la transgresión. Se hallan privados de toda individualidad o subjetividad. No reconocen la autonomía de uno ni del otro, no aceptan límites, falta, ni frustración, espera o ausencia del objeto. B. Lo Pulsional Piera Aulagnier, (Aulagnier, 1994) en sus consideraciones metapsicológicas acerca de la pasión amorosa, expresa que el objeto y la meta están catectizados por dos pulsiones que siguen siendo antinómicas y paralelas. En el encuentro con el cuerpo del otro se produce una fusión momentánea. El sujeto apasionado catectiza el Yo del otro con la intención de hacerlo capaz de satisfacer la demanda infantil; quiere ser amado y protegido como lo harían sus padres y que al mismo tiempo, se le proporcione placer sexual. 1004 Antar y otros Esta demanda, imposible de satisfacer, hace que se produzca una defusión; una parte de la agresividad se desprende de lo sexual y se dirige al otro o a sí mismo; la agresión está inducida por el rechazo del otro, por la frustración que se impone. La pulsión de muerte aprovecha esta decepción ya que la fusión sólo es posible si Eros halla objetos para catectizar, objetos acordes con la satisfacción narcisista de ciertos ideales. Es esta imposibilidad la que deja libre a Tánatos. La pulsión sexual domina a la pulsión de muerte a través de la ligadura pulsional, que a su vez se fortalece en la relación objetal. Toda regresión a una fijación a nivel primario favorece la desmezcla pulsional, esto es, la predominancia de la pulsión de muerte. (Aulagnier, 1994). En "Más allá del Principio del Placer" (Freud, 1920), se enuncia el principio de Nirvana como una tendencia a la reducción, a la constancia, a la supresión de la tensión de excitación interna. "El término 'Nirvana', difundido en Occidente por Schopenhauer, está tomado de la religión budista en la cual designa la 'extinción' del deseo humano, la aniquilación de la individualidad que se funde en el alma colectiva, un estado de quietud y felicidad perfectas". (Laplanche-Pontalis, 1971). Freud encuentra en él una correspondencia con la noción de pulsión de muerte. "El principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsión de muerte" (Freud, 1924). Esta idea de quietud, de deseo de fundirse, de borrar lo individual, juega en las fantasías del sujeto apasionado. El deseo es más allá del principio del placer que regula la meta de Eros, lo tan ático se presenta en esta búsqueda del goce absoluto. En tanto que la necesidad del objeto conduce a una dependencia extrema, existe una alienación del sujeto a su pasión por el objeto. Esto da cuenta del carácter regresivo, su compulsividad y el ingrediente masoquista en cuanto al sufrimiento en juego. Para Freud, toda regresión comporta una desagregación de componentes libidinales, lo que se observa en el papel que adquieren en la relación pasional las manifestaciones pregenitales. Decimos entonces que se produce una situación en la que Eros va agotando sus posibilidades de ofrecer medios de descarga pulsional y Tánatos sale al encuentro con variantes teñidas de sufrimiento que imprimen a la relación un valor altamente erógeno. El amor pasional es la perpetuación regresionada de un amor a sí mismo, encubierto en un encuentro con el otro. Predominan el despliegue motor o la acción, probablemente como un intento reiterado y fallido de erotizar la relación. Vincularidad en el campo pasional 1005 Se trata de una sexualidad dañada en el crucial momento de apuntalamiento que busca una y otra vez, en medio de un despliegue de acción establecer una ligadura sin lograrla. Es así que la relación pasional generalmente no arma una historia con proyección de futuro, no tiene continuidad en el tiempo y cada experiencia se agota en sí misma o quizás más precisamente, en una repetición de la anterior, a la manera de una compulsión repetitiva que no se traduce en experiencia. Pasión, Enamoramiento, Amor y Sadomasoquismo: aspectos comparativos Pasión y Enamoramiento: El enamoramiento, en su fase inicial, puede transitar por una etapa pasional. En el pasaje del enamoramiento al amor es donde encontramos las diferencias. Se considera al enamoramiento como un estado narcisista y al amor como objetal. En cambio, resulta más complejo diferenciar enamoramiento y pasión al ser ambos pasibles de ser consideradas relaciones narcisistas. El siguiente cuadro comparativo muestra las diferencias entre ambos: PASION ENAMORAMIENTO-AMOR Elección de objeto Elección narcisista de objeto Gradiente que va de elección narcisista a elección analítica u objetal. Tipo de vínculo Grado máximo de indiscriminación en el "apasionado". Grado máximo de discriminación en el "prescindente". (Hiperdiscriminación defensiva). Gradiente que va desde la indiscriminación a la altoridad. Cualidad del vínculo Vínculo imposible ante la inaccesibilidad del objeto. Posible pasaje del enamoramiento inicial al amor, acorde a gradientes anteriores. 1006 Antar y otros Modalidad de funcionamiento Asimetría intercambiaElección y enamoramiento ble. Uno elige, el otro se mutuo. deja elegir. Uno ama, el otro ama ser amado. Posicionamiento Un "apasionado" y un sujeto "prescindente". Dos enamorados. Temporalidad Relación atemporal. No hay historia ni proyecto compartido. Existe un proyecto aunque pueda fracasar. Interjuego pulsional Pulsión de muerte ligada durante el apasionamiento. Se defusiona con la consolidación de la pasión misma y/o con el alejamiento del partenaire, provocando autodesinvestidura o agresión hacia el objeto. Pulsión de muerte ligada. Si se defusiona, produce desinvesti-dura del otro y/o del proyecto. Mectividad Uno cree amar en función del sufrimiento. El otro muestra distanciamiento emocional. Amo, por lo tanto siento placer. Se ama en función del placer de compartir con el otro. Sexualidad Lo sexual como modo de poseer y controlar al otro. Lo sexual como placer cornpartido. Tipo de objeto Para el "apasionado", el otro es objeto de necesidad y para el "prescindente" objeto de poder. Básicamente. objeto erótico (aunque sea transitoriamente) Amor: La relación amorosa presenta características claramente diferen- ciables. Podemos mencionar: discriminación sujeto-objeto, reconocimiento de la situación triangular y aceptación de la castración, un funcionamiento acorde al principio de realidad, afectos ambivalentes, sentimiento de autoestima que no depende exclusivamente del objeto, reconocimiento de la alteridad, menor idealización en el vínculo (no todo el Ideal del Yo se coloca en el objeto), autonomía junto a flexibilidad de roles y funciones y por último, aceptación de la indefensión y muerte. Vincularidad en el campo pasional 1007 Pasión y Relación sadomasoquista: en ambos vínculos está presente la expectativa de la relación sexual, contienen en su conformación aspectos destructivos y degradantes de la subjetividad; buscan sostener un imposible. Tanto uno como otro intentan afirmar que poseen todo si el objeto está "ahí". Para conseguirlo, apelan a cualquier recurso, incluso la muerte. Aunque el vínculo pasional y el perverso pertenezcan en su esencia a entidades psi cap ato lógicas distintas, debemos señalar que en la pasión intervienen algunas modalidades similares a la perversión, especialmente por los contenidos sadomasoquistas que se perciben en el vínculo. El siguiente cuadro comparativo muestra las diferencias entre ambos: VINCULO PASIONAL VINCULO SADOMASOQUISTA Modo de funcionamiento Asimetría intercambiable: uno elige y el otro se deja elegir. Simetría: Ambos se comprometen en el vínculo. Mectividad El sufrimiento o el maltraApasionado: Cree to como condición del piaamar en función del cero sufrimiento. Prescindente: Muestra distanciamiento emocional. Temporalidad Pueden tener una historia Atemporalidad: no hay historia ni proyecto y un proyecto en común. compartido. Interjuego La pulsión de muerte aparece ligada en el momento del apasionamiento, luego se defusiona. Amalgama entre pulsión de muerte y libido con predominio tanático. Posicionamiento Un apasionado y un prescindente (con posible alternancia). Mayor esterotipia y fijeza. Tipo de objeto Apasionado: el otro está investido por el ideal proyectado y convertido en un objeto de necesidad. El otro es impulsado a la división subjetiva y converti do en un objeto "fetiche". Pulsional 1008 Antar y otros Prescindente: el otro es un objeto de poder y dominio. Sexualidad El componente sexual El componente sexual es está presente pero si no condiciónindispensable. se realiza se sostiene con la expectativa futura. Mecanismos de defensa Identificación proyectiva. Renegación. Conflictiva edípica Relación dual: el tercero no tiene lugar. Importancia del lugar del tercero en el vínculo: hay un intento de desafiarlo. Campo Pasional En la pareja pasional se observan distintos aspectos: activo-pasivo, sometedor-sometido, víctima-victimario. Creemos que desde la dinámica vincular latente estas polaridades quedan relativizadas, existe un interjuego de proyecciones mutuas dentro de un funcionamiento circular, constituyéndose un espacio que denominamos campo pasional. Definimos campo como una situación témporoespacial donde se desarrollan una serie de conductas observables que se repiten, sostenidas por el vínculo, dando una determinada singuralidad a la relación. Entendemos por relación a las múltiples posibilidades de interacción humana.* Este campo pasional está conformado por: 1. La mirada: Ocupa un lugar de privilegio desde el momento inicial. El "amor a primera vista" juega un papel muy importante, con carácter de "evidencia enceguecedora, en contraste con esas otras variantes del guión amoroso que requieren tiempo y rodeos". (Assoun, 1994). * El concepto de campo referido a la situación analítica fue desarrollado por Willy y Madeleine Baranger y definido como "... una situación nueva, ahistórica, recorrida por líneas de fuerzas que tanto parten de uno de los componentes como del otro". Tomamos algunos aspectos de su definición. Vincularidad en el campo pasional 1009 Freud(1917) utiliza la expresión coup de foudre referido a lo intelectual, advirtiendo del riesgo de una rápida adhesión al psicoanálisis. Este "amor a primera vista" aparece como "convicciones súbitas", "conversiones fulminantes" y "repulsiones instantáneas". Para nosotros, "flechazo", a la manera de una descarga, es también lo que Freud nos traía como "súbito", "fulminante" e "instantáneo". Alcanza una mirada para que un sujeto sea embargado; un poderoso atractivo lo ata, lo captura y ya no puede desviar la mirada. Una paciente decía: "Lo vi y supe que era él. No me pregunte por qué, no podía sacarle los ojos de encima". Ella está segura que es "él", certeza, convicción que anula su capacidad de pensar y produce un "enajenamiento erótico", donde no hay duda ni mediación. Se produce una enorme descarga de afecto en ese amor a primera vista que genera una total adhesión a ese objeto. Si este flechazo da lugar a una relación pasional, sabemos que fulmina el pensamiento. Mientras se encuentre bajo este efecto de atracción irresistible, el sujeto pierde su capacidad racional. La mirada tiene un lugar importante, no sólo en el primer encuentro, sino a lo largo de la relación. Una paciente expresó que, luego del encuentro con el hombre que tanto la hacía "desear y sufrir", se llevaba una imagen de él en sus ojos y esto la mantenía viva para poder esperar el próximo encuentro. En otra ocasión, tras una violenta pelea, relató que sentía su "mirada llena de odio". La mirada puede llevar en sí el recuerdo de lo placentero, el odio, una escena detenida o una acción repetida infinitas veces. 2. La voz: También es de la voz que la pasión se prende. "Sucede que la pasión se declara en un verdadero flechazo vocal". (Assoun, 1993). No quiere decir que la voz sea melodiosa o especialmente bella, sino aquello capaz de despertar en el sujeto "algo" que será sostén de su propia existencia. Podría decirse que es de esa voz que el sujeto queda capturado, voz como objeto parcial que luego se desplaza al otro en toda su persona. Primera mirada, primera voz en el lenguaje amoroso, el "quiero verte", "necesito escucharte". Una paciente relató: "Llamo por teléfono sólo para escuchar su voz y luego corto. Sólo así puedo dormirme; es como un somnífero para mí". El bebé viene al mundo con una gran sensibilidad perceptiva a la voz humana y con una capacidad sorprendente para reconocer la voz maternal. Esa voz calma al bebé y él ama la voz de su madre mucho antes de amarla a ella toda. Escenas: Generalmente fugaces y de alto contenido erótico, pueden o no acompañarse de actividad sexual. Se da predominantemente en el inicio de la relación, cuando todavía Eros tiene fuerza pulsional y la 3. 1010 Antar y otros pareja puede lograr encuentros jubilosos y creativos a pesar de su fragilidad. El fantaseo es aún intenso. 4. Actos: A medida que lo deseado no ocurre, la espera se torna en angustia, las expectativas no cumplidas en cada encuentro resultan intolerables y Tánatos va ganando terreno. Es en este tiempo donde están dadas las condiciones para un desenlace trágico. Falla el fantaseo y surge el acto. La pasión siempre implica acción, es escena actuada, es puesta en acto. No es discursivo, no hay reflexión, es del orden del hacer, de la pulsión en juego. Desde el primer momento, en las miradas, en las voces, en el primer encuentro, la pasión tiene toda esa fuerza que, de un modo arrasador, desencadenará la aventura pasional. 5. Atracción sexual: Estado de insaciabilidad con respecto al placer sexual, que incluye la fantasía de apoderamiento a través de la relación sexual. El intercambio es agresivo, el contacto compulsivo, la "sexualidad adictiva" (Me Dougall, 1993), los componentes sadomasoquistas están siempre presentes. La posesión del otro es a través de una suerte de "todo vale" y desde esa posición regresiva las pulsiones pregenitales están a la orden del día. Existe una prevalencia de lo pulsional que se actúa en exceso; un plus, un "más allá", un poner en juego las pulsiones en bruto. 6. Violencia: El odio surge frente a la demanda no satisfecha en esta posición narcisista. Los actos no pueden dejar de presentarse sin violencia, componente insoslayable en el campo pasional y que se da como respuesta a la frustración. "Hablar de pasión impide ignorar uno de sus componentes esenciales: la violencia. Violencia que ya a veces se expresa incluso contra uno mismo y entonces se desea morir ..." (Ollier - de Sagastizabal, 1994). Otras veces el odio y la violencia se dirigen hacia el otro. Aparece entonces la venganza como uno de los recursos para ponerse en acción, y buscar castigarlo para reparar así, ilusoriamente, la injuria o el daño recibido. Los sentimientos son intensos: amor loco, odio mortífero, indiferencia abismal. La venganza canaliza la violencia y entra en juego como Ley del Talión. Es un modo que instrumenta el que se siente víctima para invertir la posición y ubicarse como victimario. 7. La amenaza de un desenlace: siempre está presente, ya sea como: al Un hecho a ocurrir, "algo va a pasar". Aunque no suceda siempre se teme; es corpóreo como el acto. b) Una intimidación al otro como posibilidad del abandono. Produce angustia y sufrimiento por miedo a perder el objeto que se ha tornado Vincularidad en el campo pasional 1011 imprescindible. Es la "amenaza de un desenlace" en un doble sentido: - Acto final: momento de cierre, un "no va más". - Es la ruptura de un enlace. Ambos significados refieren a una defusión en la que se advierte el despliegue de Tánatos. La mirada, la voz, las escenas, los actos, la atracción sexual, la violencia y la amenaza de un desenlace, conforman el conjunto de elementos presentes en el "campo pasional". Sus articulaciones, y no cada una de ellas por separado, constituyen este espacio conformado por dos sujetos en un vínculo singular. Los aspectos individuales (activo-pasivo, sometedor-sometido, víctimavictimario) prestan elementos a los interjuegos, pero el resultado final no es una sumatoria; es una articulación que da lugar al vínculo, y constituye el campo. En sus orígenes ... Connotada de este modo, la pasión marca el estigma de un trágico destino y un desenlace signado por un estado de servidumbre, aunque quizás las cosas no se presenten siempre de ese modo. En sus orígenes, en el "primer encuentro" podríamos decir que el ser humano establece una relación a modo pasional, sin ninguna otra posibilidad: objeto de necesidad, objeto de placer, dependencia absoluta, incondicionalidad, relación especular. Momento necesario en la constitución del sujeto. De ese encuentro "pasional", según pueda atravesarse y desasirse, quedará o no expuesto a este tipo de ligazón. Si se ha producido un déficit, una marca, una injuria narcisista por falta de respuesta del objeto, quedará como algo enquistado y abierta la posibilidad de repetirse en un intento de hallar "ese objeto maravilloso" con el que fusionarse. Podría entonces ser éste uno de los destinos posibles en los sujetos signados por una fragilidad narcisista. Por el contrario, de esa estrecha relación, si se produjo un logrado investímiento libidinal, quedará inscripta como una capacidad amorosa, como un capital a desplegarse en un interjuego erotizado en su relación con el mundo. Una experiencia inicial de "carácter apasionado" dejará como saldo una capacidad que, en su posibilidad de ligarse en su componente vital, hará espacio al encuentro de diferentes tipos de relaciones intensas y placenteras. 1012 Antar y otros Consideraciones finales Nuestro propósito en este trabajo ha sido investigar una particular temática de la relación amorosa y delimitar su especificidad en el marco de las interacciones vinculares. Hemos destacado que los sujetos implicados participan de una elección y de un tipo especial de relación narcisista. Si bien es frecuente observar que uno aparece como el "apasionado" mientras que el otro se conduce como "prescindente", entendemos que existe un funcionamiento circular e incluso intercambiable, donde ambos se necesitan mutuamente y comparten una misma ilusión de completud. Sugerimos la hipótesis de un fallido encuentro entre el bebé y la madre en la temprana constitución de su psiquismo, marca que dejará la huella de una herida narcisista con consecuencias variables en la disposición del sujeto para desplegar su capacidad amorosa. Si bien toda relación pasional admite aspectos sadomasoquistas, la diferenciamos de la estructura perversa masoquista. Asimismo, intentamos distinguir la pasión del enamoramiento y el amor. Algunos cuadros comparativos dan cuenta de ello. El estudio de la pasión aplicado a las relaciones vinculares nos lleva a un conjunto de observables que conforman un espacio específico. Cada uno de estos observables, no tendría, por sí mismo, fuerza suficiente para darle singularidad, pero sí todos o varios de ellos articulados otorgarían su especificidad. A este conjunto de observables lo hemos denominado campo pasional porque describe la constancia de un espacio en sus múltiples posibilidades de interacción amorosa. Sus características son: 1) la mirada, 2) la voz, 3) escenas, 4) actos, 5) atracción sexual, 6) violencia y 7) la amenaza de un desenlace. Consideramos que el concepto de campo pasional es un aporte al abordaje clínico psicoanalítico tanto individual como de pareja. Aún cuando la pasión comporta un potencial riesgo destructivo, no deja de ser cierto que también están presentes las tendencias libidinales. Dicho de otro modo, en un proceso pasional el final no está escrito. Resumen Nuestro propósito en este trabajo ha sido investigar la relación amorosa pasional y delimitar su especificidad, como una entidad con características propias en el marco de las interacciones vinculares. Hemos destacado que los sujetos implicados participan de una elección y de un tipo especial de relación narcisista. Si bien es frecuente observar que uno aparece como el Vincularidad en el campo pasional 1013 "apasionado" mientras que el otro se conduce como "prescindente", entendemos que existe un funcionamiento circular e incluso intercambiable, donde ambos se necesitan mutuamente y comparten una misma ilusión de completud. Sugerimos la hipótesis de un fallido encuentro entre el bebé y la madre en la temprana constitución de su psiquismo, marca que dejará la huella de una herida narcisista con consecuencias variables en la disposición del sujeto para desplegar su capacidad amorosa. Si bien toda relación pasional admite aspectos sadomasoquistas, la diferenciamos de la estructura perversa masoquista. El estudio de la pasión aplicado a las relaciones vinculares nos lleva a un conjunto de observables que conforman un campo específico. Cada uno de estos observables no tendría, por sí mismo, fuerza suficiente para darle singularidad, pero sí todos o varios de ellos articulados otorgarían su especificidad. A este conjunto de observables lo hemos denominado campo pasional porque describiría la constancia de un espacio en sus múltiples posibilidades de interacción amorosa. Sus características son: la mirada, la voz, las escenas, actos, atracción sexual, violencia y la amenaza de un desenlace. DESCRIPTORES: PASION / VINCULO / ENAMORAMIENTO / SADISMO-MASOQUISMO Summary BONDS IN THE FIELD OF PASSIONS The aim of this paper is to research into passion and define its specific nature as an entity with its own characteristics within interaction in human bonds. We underscore the fact that the subjects involved partake of a choice and a certain type of narcissistic relationship. Although it is often observed that one of the two is "impassioned" while the other behaves dispassionately so to say, we understand that there is a circular, or even exchangeable pattern of behaviour between the two where both need each other and share the same illusion of completeness. We hypothesize the existence of an unsuccessful encounter between a baby and its mother in the early constitution of the psyche, whose mark shall leave the traces of a narcissistic injury, which has variable consequences upon the subject's disposition to develop his or her capacity to love. Although every passionate relationship includes masochistic aspects, we draw a line between passionate relationships and the perverse masochistic structures. The study of passion as applied to bonds has led us to find a set of observable facts that make up a specific field. Each one ofthese observable facts seems to lack sufficient force in itself to make this kind of relationship unique, yet when all or several of these features hinge upon each other, they render this kind of relationship unique. We cal! this set of observable factors "the field of passion" beca use it seems to describe the continuity of a space in its manifold potential forms of amorous interaction. Its characteristics are: the regard, the voice, scenes, actions, sexual attraction, violence and the threat of its coming to an end. 1014 Antar y otros Bibliografía Antar, Chajud, Kitainik, Pouso, Reisfeld, Schmajuk. Valdez Herrera, Vecslir: "Del triángulo a la triangularidad" - (Trabajo libre presentado) 12 Congreso Internacional de Psicoterapia de Grupo. 1995. Aulagnier, Piera: Los destinos del placer. Paidós, Buenos Aires, 1990. - (1967): "Observaciones sobre la femineidad y sus avatares". En: El deseo y la perversión., Sudamericana, Buenos Aires, 1984. 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