121-EMQCM-11 EN LA SALA DE AUDIENCIAS DE LA CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San Salvador, a las once horas treinta minutos de uno de septiembre de dos mil once. Siendo estos el lugar, día y hora señalados para la celebración de la AUDIENCIA ESPECIAL en el presente incidente de apelación del auto definitivo pronunciado por el señor Juez Quinto de lo Civil y Mercantil, a las once horas cinco minutos de uno de julio del presente año, en el Proceso Mercantil Ejecutivo promovido por “BANCO PROCREDIT, SOCIEDAD ANÓNIMA”, que se abrevia BANCO PROCREDIT, S.A., por medio de los abogados Haldys Cristina Asunción Godinez Vides y Roberto Oliva de la Cotera; contra “SEGURIDAD SALVADOREÑA, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE”, que puede abreviarse “SEGURSA, S.A. DE C.V.”, y los señores CÉSAR IVÁN RIVAS GUEVARA y NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS, conocida por NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS CAÑAS. Presentes los señores Magistrados de esta Cámara licenciados ELSA IRMA GONZÁLEZ DE HENRÍQUEZ y EDUARDO JAIME ESCALANTE DÍAZ, acompañados de su Secretaria de Actuaciones licenciada Eleonora Maristela Cabrera Herrera y con la asistencia del licenciado Roberto Oliva de la Cotera, mayor de edad, abogado, de este domicilio, quien se identifican con su Tarjeta de Abogado número once mil quinientos sesenta y cinco, quien pretende intervenir en su calidad de apoderado general judicial de “Banco Procredit, S.A.”, únicamente, por no existir aún parte contraria en el proceso; LA PRESIDENTA DE LA CÁMARA DECLARA ABIERTA LA PRESENTE AUDIENCIA, a continuación la Secretaria de Actuaciones de este colegiado hace un resumen de la demanda y del auto definitivo por medio del cual se declaró improponible la demanda, lo que motivó el recurso que hoy nos ocupa; descrito que ha sido el sublitem se procede a escuchar los alegatos del apelante, manifestando el abogado Oliva de la Cotera que: “Está recurriendo como abogado de Banco Procredit, por la infracción a las normas que rigen el mandato, pues se ha aplicado el Art. 1923 ord. 8° CC, no obstante que al final de dicho numeral establece un régimen diferente para el mandato judicial, eso era regulado por el Código de Procedimientos Civiles en el Art. 121, pero ahora se encuentra regulado en el Art. 73 CPCM, donde enumera una cláusula cerrada de los motivos por los cuales se entenderá terminado el mandato; es decir, las reglas generales del mandato no se pueden aplicar a las especiales del poder judicial ni aún por analogía, señalando doctrina sobre este tema de los procesalistas René Alfonso Padilla y Velasco y Roberto Mantilla Molina, tal situación va en contra de la practica forense, la ley no establece esa causal de terminación, por lo tanto el poder general judicial se encuentra vigente, pero no debería aplicarse el Art. 1923 CC porque no estamos frente a un mandato sino un nombramiento por tiempo indefinido y mientras éste no se revoque sigue vigente; además según consta en autos no ha habido un nombramiento de una nueva junta directiva sino que lo que ha habido es una reestructuración en sus cargos y no se podía aplicar el 1923 del CC, en todo caso esta no es una causal de improponibilidad, lo que debió haber realizado el Juez A quo era una prevención con plazo de caducidad, no una improponibilidad sobrevenida, es decir, que se ha dado con posterioridad, es decir, por hechos que se hayan dado después, que no es el caso, al contrario se debe aplicar el Art. 73 CPCM y no el Art. 1923 CC, y continuando en vigencia el nombramiento de la junta directiva a todas luces el mandato sigue vigente.”. Concluidos sus alegatos, esta Cámara hace un receso para proceder a deliberar conforme los Arts. 219 y 220 C.P.C.M. Presentes nuevamente los magistrados de esta Cámara, y continuando con la asistencia de la Secretaria de Actuaciones y el licenciado Oliva de la Cotera, se reanuda la presente audiencia; estimando pertinente dictar de inmediato el auto definitivo, tal como lo establece el artículo 515 del Código Procesal Civil y Mercantil, en consecuencia: CONSIDERANDO: I) ANTECEDENTES DE HECHO: En el caso que nos ocupa, el ejecutante BANCO PROCREDIT, S.A., por medio de los abogados Haldys Cristina Asunción Godinez Vides y Roberto Oliva de la Cotera; promueve Proceso Mercantil Ejecutivo contra “SEGURIDAD SALVADOREÑA, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE”, que puede abreviarse “SEGURSA, S.A. DE C.V.”, y los señores CÉSAR IVÁN RIVAS GUEVARA y NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS, conocida por NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS CAÑAS, a fin que en sentencia se ordene pagar la cantidad de dinero adeudada y accesorios de ley que se relacionan en la demanda. II) SUSTANCIACION DEL PROCESO: A) EN PRIMERA INSTANCIA. 1) Por resolución de las quince horas diez minutos de quince de octubre del año anterior, fs. 92 p.p., se previno a la parte ejecutante que presentara las Diligencias de Notificación de Título Ejecutivo de acuerdo a lo establecido en el Art. 1257 C.C., en caso de que estén determinados los herederos, de lo contrario deberán iniciarse las diligencias respectivas que señala el Art. 1164 C.C. 2) Por auto de las quince horas veinte minutos de cuatro de noviembre del año anterior, fs. 99 p.p., el Juez A quo declaró inadmisible la demanda presentada por la licenciada Haldys Cristina Asunción Godinez Vides. 3) Mediante resolución de las ocho horas treinta minutos de veintidós de noviembre del año anterior, fs. 107 p.p., se tuvo por presentado el escrito de apelación interpuesto por la licenciada Godinez Vides, del cual conoció esta Cámara y cuya certificación del auto pronunciado obra de fs. 114 a 118 p.p.. 4) Por auto de las quince horas y diez minutos de seis de enero del presente año, fs. 119 p.p., se previno a la licenciada Haldys Cristina Asunción Godinez Vides presentara credencial expedida por el Registro de Comercio que acredite al actual Representante Legal, así como los Estatutos de la sociedad demandada. 5) Por resolución de las quince horas diez minutos de diecisiete de enero de dos mil once, fs. 152 p.p., se tuvo por parte a “BANCO PROCREDIT, SOCIEDAD ANÓNIMA”, a través de su apoderada general judicial licenciada Haldys Cristina Asunción Godinez Vides, se tuvo por subsanada la prevención anterior; se admitió la demanda y se decretó embargo en bienes propios de los ejecutados “SEGURIDAD SALVADOREÑA, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE”, que puede abreviarse “SEGURSA, S.A. DE C.V.”, y los señores CÉSAR IVÁN RIVAS GUEVARA y NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS, conocida por NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS CAÑAS, librándose para tal efecto el respectivo mandamiento de embargo, el cual se encuentra diligenciado de fs. 178 a 205 p.p. 6) Por auto de las catorce horas treinta y cinco minutos de catorce de marzo del presente año se concedió el plazo de cincuenta días para diligenciar mandamiento de embargo. 7) En providencia de las nueve horas trece minutos de doce de mayo del presente año, fs. 174 p.p., se previno al licenciado Roberto Oliva de la Cotera que legitimara la personería con la que pretendía actuar y aclarase si sustituía a la licenciada Godinez Vides. 8) Conforme resolución de las once horas cinco minutos de uno de julio del presente año -fs. 209 p.p.-, se declaró improponible de forma sobrevenida la demanda por no haberse legitimado suficientemente la personería con la que pretendían actuar los abogados Oliva de la Cotera y Godinez Vides, como apoderados de “Banco Procredit, Sociedad Anónima”. 9) Finalmente, a fs. 246 p.p., se tuvo por presentado el escrito de apelación interpuesto por los abogados Oliva de la Cotera y Godinez Vides. B) EN ESTA INSTANCIA. Conforme resolución de las nueve horas quince minutos de dieciséis de agosto del presente año, una vez examinada la procedencia del presente recurso, se admitió la apelación interpuesta por los abogados Oliva de la Cotera y Godinez Vides y se señaló lugar, hora y fecha para la práctica de la presente audiencia. La reflexión sentada en el auto definitivo recurrido es que los abogados Roberto Oliva de la Cotera y Haldys Cristina Asunción Godinez Vides, no han legitimado de manera suficiente la personería con la que pretendían actuar como apoderados de “Banco Procredit, Sociedad Anónima”, por lo que se declaró improponible de forma sobrevenida la demanda. III) FUNDAMENTACION DOCTRINARIA Y DE DERECHO: Respecto de la premisa sentada por el Juez A quo y los agravios expuestos por los recurrentes que se circunscriben a que: “La cesación de funciones del mandante provoca la terminación del mandato civil y mercantil en el que se confiere al mandatario las facultades de administración y disposición respecto a determinados bienes; pero el yerro jurídico de la resolución impugnada reside en extender su aplicación y efectos al mandato judicial, ya que el Art. 1923 n° 8 C.C. (sic), en que se fundamenta el Juez A quo no es aplicable, sino el Art. 73 del CPCM, el que instaura un sistema cerrado de causas de terminación del mandato judicial, lo que nos lleva a concluir que la terminación de la representación judicial no tiene por causa la cesación de las funciones del mandante, por lo que debe revocarse la resolución impugnada; asimismo, que debe diferenciarse entre el Gerente General que es nombrado por la Junta Directiva y otros gerentes a quienes éste organismo confiere poder para administrar, pues en la Credencial inscrita al número treinta y seis, libro dos mil quinientos veintitrés del Registro de Sociedades consta que por sesión de Junta Directiva celebrada el dieciocho de febrero de dos mil diez, se nombró al Gerente General de Banco Procredit, S.A., licenciado Benedikt Gabriel Hoffmann, a partir del uno de marzo de dos mil diez, por lo tanto se trata de un nombramiento y no de un mandato o poder, puesto que sus atribuciones se encuentran en la Escritura Social, por lo tanto se aplicó erróneamente el Art. 1923 N° 8 C.C. (sic); finalmente, que se aplicó indebidamente el Art. 277 CPCM, pues la falta de postulación no produce la improponibilidad sobrevenida de la demanda, puesto que la legitimatio ad proccesum constituye un presupuesto procesal y no material, que no afecta la pretensión sino la validez de los actos del proceso, y al haber aplicado indebidamente las normas que rigen los actos se ha negado el acceso a la jurisdicción”. Al respecto, esta Cámara estima procedente analizar los mismos así: en relación al primer y segundo agravio, que se describen en la aplicación indebida del Art. 1923 ordinal 8º C.C., es menester referirnos a lo dispuesto en la disposición en comento la cual en lo pertinente expresa: “El mandato termina: (…) 8º Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado en ejercicio de ellas; pero las gestiones iniciadas o llevadas a cabo por el mandatario mientras se haya podido ignorar la relevación de las funciones del mandante, serán válidos respecto de terceros de buena fe. En cuanto a los asuntos judiciales en que haya intervenido el mandatario, se observará lo dispuesto en el Código de Procedimientos Civiles.” El cese del procurador, que es lo que se discute en el presente proceso, es regulado en el Art. 73 CPCM, en vista de la derogación del Código de Procedimientos Civiles, expresándose cuales son los únicos motivos en que se entenderá cesado el poder; sin embargo, esta Cámara considera aclarar que en el caso que nos ocupa, si bien es cierto, como manifiesta el juez A quo en su resolución, la Junta Directiva de “Banco Procredit, S.A.”, que nombró al licenciado Benedikt Gabriel Hoffmann, como Gerente General, ya no se encontraba en funciones al momento que se le otorgó el Poder General Judicial al abogado Roberto Oliva de la Cotera, ello no significa que el licenciado Hoffmann haya cesado también en sus funciones, en primer lugar, porque su nombramiento es de carácter indefinido, y sus atribuciones son la de representar judicial y extrajudicialmente a la versada sociedad, además, es parte del Órgano de Administración, pues es la persona que asume funciones de gobierno, gestión y la administración directa de la Sociedad, tal como se desprende de las fotocopias certificadas por notario de escritura pública de poder general judicial agregadas de fs. 31 a 33 y de fs. 171 a 173 p.p., quien tiene la facultad de otorgar poderes judiciales y administrativos, y esto es así porque las funciones que ejerce la Sociedad Mercantil continúan en el tiempo, no importando si se nombra o no una nueva Junta Directiva, por lo que no es atinado aplicar el Art. 1923 ordinal 8º C.C., al caso de marras, por tanto, no existe en la ley dicha causal de terminación de la representación, debiendo acogerse el presente agravio, es más, dable es aclarar, que la legitimidad, entendida ésta como la capacidad de actuar y la titularidad para ejercer los derechos procesales que le corresponden a las partes, es decir, a “Banco Procredit, S.A.” (mandante), ha sido debidamente acreditada por el actor en el proceso, en razón de que el Poder General Judicial con que actúan los abogados Haldys Cristina Asunción Godinez Vides y Roberto Oliva de la Cotera, agregados a fs. 21 a 23 y de fs. 171 a 173 p.p., respectivamente, han sido otorgados por el licenciado Benedikt Gabriel Hoffmann, en su calidad de Gerente General, con facultades de Representación de Banco Procredit, S.A., de cuya personería dio fe de ser legitima el Notario Ciro Eduardo Escobar López, porque tuvo a la vista la Certificación de la Credencial de nombramiento de Gerente General, en donde se relaciona que es legítima y suficiente la personería con que actúa el mismo, y que su nombramiento estaba vigente; en tal sentido, en dicho instrumento se ha legitimado la personería con que actúa el poderdante, y siendo que éste está investido de fe publica notarial, mientras no se demuestre su falsedad, constituye prueba suficiente para acreditar la legitimación con que actúan los abogados Oliva de la Cotera y Godinez Vides. Finalmente en relación a la aplicación indebida del Art. 277 CPCM, es necesario referirnos a que la figura de la improponibilidad como lo ha sostenido esta Cámara en reiteradas ocasiones procede por la omisión de circunstancias de orden procesal, que pueden ser de dos tipos: a) Ausencia de un presupuesto de la litis: sea de alguno de los de carácter subjetivo, como la falta de competencia objetiva y funcional del órgano judicial o el sometimiento a compromiso pendiente (lo que hace en este caso al asunto, no jurisdiccional). A esos ejemplos legales habrá que añadir la posible falta de jurisdicción de los tribunales salvadoreños por razones materiales o territoriales, o los defectos de personalidad de las partes; y falta de presupuestos objetivos: ilicitud o imposibilidad de la tutela jurisdiccional reclamada, falta de competencia en razón del territorio. b) Aparición de un óbice procesal impeditivo de una sentencia de fondo: El artículo 277 CPCM, menciona concretamente la litispendencia y la cosa juzgada, sin excluir otros. Por ello mismo a este grupo de los óbices se une por su naturaleza la caducidad de la acción por transcurso del plazo previsto para su ejercicio y otros. De allí que se considere a la improponibilidad como la facultad que tiene el Juzgador de rechazar de plano las pretensiones que no pueden ser acogidas, ni siquiera tramitadas por el aparato jurisdiccional, en atención a la legalidad, al debido proceso y al derecho de defensa de las partes. Inclusive, si la pretensión escapa del ámbito jurisdiccional o se basa en un objeto que carece de controlador jurisdiccional, cabría el rechazo por improponibilidad, y es que tal rechazo se traduciría en que la demanda no constituye el medio idóneo para que el proceso continúe su marcha en pos de la sentencia definitiva; en consecuencia, tenemos que la improponibilidad está reservada solo para casos de vicios que, por su naturaleza, no admiten corrección o subsanación, pues la pretensión no es judiciable, implicando un defecto absoluto en la facultad de juzgar de parte del tribunal. Y así en el caso de marras, el motivo del rechazo, no es causal de improponibilidad, es más ni siquiera se trata de un “defecto subsanable”, pues la prevención realizada no tiene asidero legal, ya que en el Código Procesal Civil y Mercantil no se encuentra contemplada tal como lo regulaba el derogado Código de Procedimientos Civiles, debiendo acogerse también éste agravio. Por lo tanto, no existe motivo válido para sostener la improponibilidad sobrevenida de la demanda, pues, negar el trámite de la misma por esa razón es en detrimento al acceso de la protección jurisdiccional. Y es que debemos recordar que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en la sentencia de fecha 27-IV-2009 pronunciada en proceso de Amparo 441-2007 expresó que: “el derecho a la protección jurisdiccional conlleva, entonces, la posibilidad de que un supuesto titular del derecho o interés legítimo pueda acceder a los órganos jurisdiccionales a plantear su pretensión, a oponerse a la ya incoada, a ejercer todos los actos procesales en defensa de su posición y a que el proceso se tramite y decida de conformidad a la Constitución y a las leyes correspondientes. De la anterior noción se advierte que esta protección jurisdiccional se manifiesta a través de cuatro grandes rubros: (a) acceso a la jurisdicción; (b) el proceso constitucionalmente configurado o debido proceso; (c) el derecho a una resolución de fondo motivada y congruente; y, (d) el derecho a la ejecución de las resoluciones.” Lo anterior implica que las causas legales del rechazo al trámite de la demanda deben interpretarse en el sentido más favorable a la efectividad del derecho de acceso. Razón por la cual si no existe una causa legal para prevenir a la actora, denegarle el acceso a los tribunales de justicia es un contrasentido. En base a lo antes relacionado, el motivo expuesto en la resolución apelada no es suficiente para rechazar la demanda, y no estando acorde el auto definitivo recurrido con lo expuesto en la presente audiencia, se impone revocarlo. POR TANTO: de conformidad a lo antes expuesto y a los artículos1, 2, 11, 15, 18, 172 inc. 3º, 182 ord. 5º Cn.; 1, 2, 3, 14, 15, 216, 217, 514 y 515 CPCM, EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR ESTA CÁMARA FALLA: A) REVÓCASE en todas sus partes, el auto definitivo venido en apelación, pronunciado por el señor Juez Quinto de lo Civil y Mercantil, a las once horas cinco minutos de uno de julio del presente año, por no estar arreglado a derecho, habida cuenta de lo considerado en la presente; B) CONTINÚESE CON EL TRÁMITE CORRESPONDIENTE en el Proceso Mercantil Ejecutivo, promovido por BANCO PROCREDIT, SOCIEDAD ANÓNIMA, que se abrevia BANCO PROCREDIT, S.A., por medio de sus apoderados abogados Haldys Cristina Asunción Godinez Vides y Roberto Oliva de la Cotera, contra “SEGURIDAD SALVADOREÑA, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE”, que puede abreviarse “SEGURSA, S.A. DE C.V.”, y los señores CÉSAR IVÁN RIVAS GUEVARA y NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS, conocida por NELLY CONCEPCIÓN GUEVARA DE RIVAS CAÑAS; y C) No hay especial condenación en costas. En este estado, el licenciado Oliva de la Cotera, queda notificado de este auto definitivo que se ha pronunciado de forma oral, quien a la vez manifiesta que no interpondrá ningún recurso contra él; en consecuencia, esta Cámara en este acto lo declara firme, por lo que deberá procederse a su cumplimiento, devolviéndose la pieza principal al Juzgado de su origen, con certificación de lo resuelto en la presente audiencia, para los fines de rigor. No habiendo nada más que hacer constar damos por terminada la presente acta y previa lectura firmamos.