Mire... Piense... y Haga su diagnóstico Arch. Argent. Dermatol. 56:241-243, 2006 Lesión ulcerada periostomal Verónica Garvie, Patricia Della Giovanna, Sandra M. García y Hugo N. Cabrera Figura 1 Figura 2 Figura 3 Figura 4 Caso clínico Mujer de 49 años, con antecedente de ostomía por colitis ulcerosa, un año previo a la consulta. En el primer examen se observa en el área periostomal una lesión eritemato-violácea, con pústulas aisladas, en sectores secretantes, de dos semanas de evolución, dolorosa. Fue tratada con cefadroxilo 500 mg cada 12 hs. y metronidazol 500 mg cada 8 hs. Recibido: 22-9-2006. Aceptado para publicación: 10-10-2006. A los 10 días concurre al control, habiendo evolucionado a una úlcera con bordes socavados, necróticos, irregulares, fondo limpio con fibrina, rodeado por un halo eritematovioláceo infiltrado. La paciente refería mayor dolor en dicha zona. Se efectúa biopsia del borde de la úlcera. Su diagnóstico es 241 Verónica Garvie y coiaboradores Haga su diagnóstico: Pioderma gangrenoso periostomía El pioderma gangrenoso es una enfermedad cutánea ulcerativa crónica, recurrente, de baja frecuencia y evolución tórpida, que tiene una presentación morfológica característica. El diagnóstico se basa en la correlación clínico-patológica. Desde el punto de visto histopatológico se clasifica dentro de las dermatosis neutrofílicas, siendo los hallazgos no patognomónicos. El pioderma gangrenoso es más frecuente en mujeres entre 20 y 50 años. El 50% se asocia a una enfermedad sistémica subyacente, siendo las más frecuentes enfermedad inflamatoria intestinal (20-30%), artritis (20%) o trastornos linfoproliferativos (15-25%). También se puede relacionar con afecciones pulmonares y cardiacas. Aunque la enfermedad es idiopática en el 2550% de los casos, en la actualidad se cree que existe una alteración inmunológica subyacente. Se han descrito defectos de la inmunidad celular, en la función de neutrófilos y monocitos y en la inmunidad humoral. La patergia no sólo inicia las lesiones cutáneas, sino que también las agrava, presentándose en el 20-30% de los casos. Teniendo en cuenta características clínicas, topográficas y enfermedades asociadas, se describen las siguientes variedades: Clásica o ulcerativa. Ampollar Pustulosa. Granulomatosa superficial. Dentro de la forma clásica, hay una forma particular: el pioderma gangrenoso periostomal, que es el motivo de nuestra presentación. Se observa en el 1,5-5% de los pacientes con colitis ulcerosa y en el 1 % de los pacientes con enfermedad de Crohn. El tiempo en que se desarrolla la úlcera varía entre pocas semanas a tres o cuatro años posteriores a la ostomía. Su aparición en dicho sitio puede deberse a factores de patergia, que está presente en más del 30% de los casos (teoría no aceptada por algunos autores). Otros factores que contribuyen a su desarrollo son: aumento de la tensión de la piel, dermatitis de contacto e infecciones previas, tanto locales como a distancia. Estos focos infecciosos podrían actuar como fuentes de macromoléculas infecciosas o de complejos inmunes, que desencadenarían procesos inflamatorios en la piel para o periostomal. 242 El pioderma gangrenoso periostomal no tiene preferencia por sexo, la edad media de aparición es a los 40 años, siendo poco frecuente en la infancia. Se inicia con una pústula que asienta sobre una base inflamatoria, eritematosa, que rápidamente se ulcera, con un borde eritematovioláceo rodeado por un halo inflamatorio cuyo tamaño varía entre 1 y 2 cm. El paciente comienza con dolor y hemorragia, hecho que provoca el cambio repetido de la bolsa de colostomía, aumentando el fenómeno de patergia. La anatomía patológica describe un infiltrado inflamatorio no específico, que compromete la dermis con predominio de neutrófilos. El diagnóstico se realiza mediante la correlación clínico histológica, debiendo descartar otras complicaciones que pueden presentarse en la zona tales como: abscesos en los puntos de sutura, dermatitis de contacto, irritación procedente de las heces o considerarse una extensión de la enfermedad de Crohn. Con respecto al tratamiento tópico, nuestra paciente evolucionó favorablemente con peróxido de benzoílo 10% (que ejerce su acción por generación de especies de oxígeno reactivo) y pasta de karaya perilesional (o goma de esterculiácea), por ser un polisacárido ácido, de origen vegetal, fuertemente acetilado, que ayuda a aumentar la adherencia de la bolsa ostomal a la piel, ya que al contactarse con fluidos se transforma en un gel viscoso e hipoalergénico. En forma sistémica recibió meprednisona 10 mg día con buena evolución. A nivel tópico, los apositos hidrocoloides con micromalla química como la carboximetilcelulosa sódica, pectina y gelatina, han demostrado ser muy eficaces en este tipo de úlceras. El tacrolimus 0,03% tópico utilizado durante 10 semanas sobre la úlcera es más efectivo que el propionato de clobetasol 0,05% y hace que en muchos casos no se necesiten tratamientos con corticoides sistémicos. Los corticoides sistémicos constituyen la primera elección terapéutica, a una dosis de 0,5-1,5 mg/ kg/día. Otra opción es la ciclosporina con una dosis de 5 mg/k/día hasta 3 meses, dependiendo de la respuesta del paciente. Existen publicaciones que describen la eficacia de la combinación de ciclosporina con prednisona o prednisolona más sulfadiazina con muy buena respuesta. Arch. Argent. Dermatol, Mire... Piense... y Haga su diagnóstico También se observó buena evolución de los pacientes con mofetil micofenolato 1-1,5 mg dos veces al día. La dapsona 100 mg día o tacrolimus 0. 15 mg/kg/día constituyen tratamientos alternativos. Otros trabajos citan la buena evolución de los pacientes con infliximab, en tres infusiones (5 mg/ kg) administradas en la semanas O, 2 y 10. Se puede utilizar para pacientes que no responden adecuadamente a los otros tratamientos ya mencionados. Hasta la fecha no existe suficiente experiencia como para que sea un tratamiento de primera elección. Referencias 1. Saraceno, E.F.; Simionato, C ; Sánchez, G.; Coradini, N.: Pioderma gangrenoso. A propósito de 6 casos. Arch Argent Dermatol 2002; 52: 143-152. 2. Simón, S.; Rivarola, E.; Abacá, H.: Pioderma gangrenoso periostomal. Dermatol Argent 2005; 11:31 -34. 3. Moschella, S.: Dermatosis neutrofíiicas. En: Bolognia, J.; Jorizzo, J.; Rapini, R.: Dermatología. Editorial Elsevier; 2004; págs. 415-418. 4. 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