ANALES DE MEDICINA Y CIRUCIA Vol. XXVI.-N.o 50' Las substancias simpaticotónicas, del tipo de la alendrina o vaponefrina, nos han dado buen resultado en forma de aerosol, e incluso pueden resolver pequeños problemas para el médico. El asma infeccioso, propiamente dicho, con temperatura elevada y disnea bronquial al mismo tiempo, no es excepcional. El asma nasal es alérgico, propiamente dicho, y de causa externa (polen, hongos, etc.), o infeccioso; éste en forma de rinitis hiperplásticas con pólipos: y sin pus, que obedecen al tratamiento quirúrgico más que al propiamente alérgico, y asmas infecciosas con tendencia a la supuración, ya recientes, que obedecen a la ,penicilina intranasal o antiguos, con pólipos y pus bien visible, en que el tratamiento quirúrgicO' es la elección. Hemos de citar las bronquitis asmáticas, antes tan descuidadas y que no. eran apenas citadas en las revistas de al,ergia, y en cambio hoy se habla de ellas, en las mismas, de un modo profuso con motivo de la aplicación de la'5 substancias antibióticas. En estas bronquitis asmáticas hay que dar vacunas de lO's esputos, o según simple reacción cutánea, penicilina o estreptomicina según los microbios sean Cram, positivos o negativos, o sulfamidas. Estas últimas, en fomna de aerosol, a veces producen intolerancias; la penicilina, si está indicada, mejora pronto, los microbios desaparecen y si reaparecen alguna.s semanas después, los sujetos pueden continuar en las mismas buenas condiciones. En catarros nasales descendentes de estas mismas bronquitis, la penicilina actúa favO'rabIemente; el status asmaticus aquí es menos aparatoso, excepto en bronquitis de asmas infecciosos antiguos, de origen nasal, cOn pólipos, pus por etmoiditis, que toman un carácter caquéctico~infeccioso. En los asmas pDopiamente tuberculosos la penicilina no hace nada; estos. asmas, que a veces es difícil de difer,enciar del asma verdadero, pueden mejorar pronto y bien a la tuberculina, y esta mejoría está en relación con la antigüedad y extensión de las lesiones pulmonares y de la disnea, y también según el comportamiento de la sedimentación globular; en estos sujeDos aún puede versedesaparecer con la tuberculina la disnea de esfuerzo, pero más pronto o más tarde vuelven los síntomas bronquiales de paroxísticos y sin que se establezcan. complicacionescaseosas visibles graves, al paso que en otros esta complicación tiene lugar por sí sola sin haber administrado tuberculina . • Aspectos neurológicos de las compresiones discales interverlebrales • Dr. 1. de GISPERT CRUZ D SCRIBE brevemente los mecanismos por los cuales se producen la he.rnia del disco y la compresión radicular consecutiva. Se ha comprobado repetidamente que la hernia del disco puede ocurrir a cualquier altura de la columna vertebral y en grados diversos, pudiendo dar lugar a distintos síndromes neurológicos. Entre ellos se considera la ciática * Publicada'íntegramente en la «Revista Clínica Española. 15·IX·1948, pág. 305 • ,. Agosto 1949 ANALES DE MEDICINA Y CIRUCIA 137 discal, la meralgia par,estésica discal, síndromes setidotumorales intrarraquídeos, la braquialgia o monorradiculalgia discocervical y las paraplejías o paraparesias oligosintomáticas crónicas por hernia disoodorsal moderada. Detalla la sintomatología general, sintomatología topográfica y formas díni~as de la ciática discal y los datos clínicos para el diagnóstico diferencial con la ciática neurítica. En la neuralgia del femorocutáneo o meralgia parestésica en que faltan signos clínicos de otras' afecciones irritativas del fémorocutáneo, hay que admitir la probabilidad de una compresión radicular por hernia del segund0' o tercer disco lumbar y si la sección del nervio no da el resultado apetecido, deberá practicarse la hemilaminectomía exploradora. Los tumores intfarraquídeos descritos como enc0'ndromas 0' enc0'ndrosis por los autores clásicos, en su mayoría son hernias discales que pueden localizarse a cualquier nivel de la columna vertebral; en muchos casos la sintomatología de compresión medular se establece con gran rapidez, en forma subaguda, c0'mo si se tratase de una mielitis tr~msversa 0' de un tumor medular de evolución muy rápida, siendo sumamente difícil establecer clínicamente el diagnóstico diferencial con tumor intrarraquídeo, sobre t0'do cuando falta el antecedente traumático. Cuando la hernia se localiza en algunos de lüs últimos discos cervicales, el cuadro puede presentar óerta similitud con la esclerosis lateral amiotrófica. Existe un grupo de paraplejías o paraparesiasespasmódicas oligosintomáticas de evolución muy lenta, debidas a hernia discal dorsal m0'derada y que fácilmente pueden confundirse con las debidas a la esclerosis múltiple 0' a 0'tras. esclerosis medulares. Finalmente, describe con extensión, los caracteres clínicos de la braquialgia por prolapso disco cervical, previas unas n0'ciones anat0'mo-fisi0'lógicas y acompañando algunas observaciones c0'mprobadas radiológicamente. (Publicada ínt1egramente en la «Revista Clínica Española», lS-IX-1918, página 30S). • Aneurisma venlricular Prof. Dr. M. SORIANO JIMÉNEZ y Dr. E. JUNCADELlA DE FERRER P ESENTAN el caso de un enfermo, el cual a partir de un síndrome de infarto de miocardio, fué desarrollando un aneurisma en ventrículo izquierdo, que le condujo a la muerte en un plazo de cerca de dos años. El síndrome inicial de infarto fué de sintomatología poco aparatosa, siguiéndole inmediatamente un síndrome de insuficiencia cardíaca, prácticamente irreductible hasta el final. Al mes del comienzo, podía ya apreciarse la imagen radiológica ,del aneurisma, en forma de abombamiento marcadO' del borde izquierdo cardíaCO, cercano a la punta. En el transcurso de su enfermedad, pudo apreciarse en sucesivas radiografías el progresivo aumentO' del aneurisma. La posición en que mayormente destacaba, era la oblícua posterior derecha, con ligero ángulo de inclinación. En el estudio tomográfico, aparecía la imagen con la mayor nitidez en el plano situado a una profundidad de 6 cms. El estudio electrocardiográfico seriado reveló datos de sumo interés. Existía 11