Traducciones Delaguerra Tablas El 14 de septiembre de 1914, menos de una semana después de que Moltke aprobara la retirada alemana del Marne, Guillermo II lo substituyó como jefe del Estado Mayor por el general Erich von Falkenhayn. Al día siguiente, Falkenhayn ordenó una maniobra de flanqueo a lo largo de los británicos y la izquierda francesa. Las fuerzas aliadas respondieron con una tentativa de flanquearles a su vez, iniciando una generalizada y frenética “carrera hacia el mar”. Al cabo de unas semanas, estos contramovimientos crearon una línea de frente que se extendió de la costa belga a Suiza. Mucho antes del final de 1914 ambos lados habían erigido un inmenso sistema de trincheras y alambre de púas sostenido por ametralladoras y artillería. Así comenzó el período conocido como “guerra de trincheras”, enormes batallas de artillería en las cuales la infantería atacante quedaba clavada en el suelo por los proyectiles de artillería y el fuego de ametralladora. Contrapuesto a este Stellungskrieg, Falkenhayn tuvo que reexaminar la estrategia de guerra de Alemania. Durante sus dos años como comandante supremo, Falkenhayn creyó que Alemania sólo podría derrotar a los aliados occidentales por una guerra de extenuación. Con la utilización de una Ermattungsstrategie (estrategia de agotamiento) él esperaba que una serie de operaciones limitadas, orientadas a objetivos tácticos, gradualmente debilitaría al enemigo y forzaría a la Entente a demandar la paz. Su estrategia de extenuación culminó en la campaña de Verdún (1916). En febrero de 1916, el ejército alemán lanzó su mayor ofensiva desde la batalla del Marne. A diferencia de las anteriores operaciones militares alemanas, que habían sido concebidas para alcanzar batallas de movimientos, la Operación Gericht -como fue llamada la ofensiva- fue buscada desde el principio como un ejercicio de extenuación, no como una operación decisiva. Falkenhayn no quiso tomar Verdún, sino más bien ejercer la suficiente presión sobre la ciudad-fortaleza para que los franceses enviasen sus reservas para defenderla. Aunque los soldados franceses fueron batidos por la artillería alemana, Falkenhayn pronto perdió el control de la batalla. Como los franceses realizaron una serie de contraataques, su plan para un ataque a lo largo de un frente estrecho rápidamente derivó en una ofensiva general que abarcó a toda la región entera de Verdún. Por consiguiente, tanto los franceses como los alemanes sufrieron elevadas víctimas y la estrategia de extenuación de Falkenhayn fracasó. Mientras el frente occidental degeneraba en tablas, el ejército alemán ganó la partida en el frente de Este. En el verano 1914, utilizando su superior red ferroviaria así como el concepto de Auftragstaktik, el 8º Ejército alemán aplastó a los ejércitos rusos 1º y 2º en la campaña de Tannenberg. En mayo de 1915, el recién creado 11º Ejército alemán, comandado por el general August von Mackensen, encabezó una magnífica ofensiva en el saliente polaco. Hacia septiembre, los alemanes y las fuerzas austríacas habían avanzado 300 millas, capturado miles de armas rusas y habían infligido dos millones de bajas. Por supuesto que Alemania efectivamente también encontró problemas en el frente oriental, en gran parte debido a la inferioridad del ejército austrohúngaro. En contraste marcado con Alemania, Austria-Hungría no podía alcanzar victorias decisivas sin la ayuda de sus aliados. Cuando la guerra comenzó, las fuerzas de los Habsburgo se enfrentaron a cuatro ejércitos rusos en Galitzia y a dos en Serbia. El comandante supremo austriaco, el mariscal de campo Franz Conrad von Hötzendorf, había dividido sus ejércitos en las agrupaciones siguientes: A-Staffel, con tres ejércitos frente a Rusia; Minimalgruppe Balkan, con dos ejércitos contra Serbia; y B-Staffel, 20