OPINIÓN | 13 El Peruano | Miércoles 7 de diciembre de 2011 PLAN NACIONAL DE ACCIÓN CONTRA LA TRATA DE PERSONAS Combatamos las nuevas formas de esclavitud Jorge E. Castro Tamayo Bachiller en Historia de la UNMSM " A pesar de los esfuerzos considerables desplegados por los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional todavía vivimos en un mundo atacado por la esclavitud y prácticas análogas... Millones de seres humanos están sometidos a una existencia que casi escapa a nuestra comprensión por su degradación e inhumanidad." Estas fueron las palabras iniciales del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki–moon, en su discurso por el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud (2 de diciembre) con el fin de concientizarnos y sensibilizarnos ante este cáncer que corrompe la moral de las naciones. La esclavitud o trata de personas tiene una larga data en la historia de la humanidad. Repasemos, de manera sucinta, la historia de la esclavitud y su abolición en nuestro país para reflexionar al respecto. Muchas sociedades, desde la antigüedad, e incluso países modernos practicaron, antaño, la explotación y vejación de seres humanos que, de alguna manera, consideraron inferiores (subhumanos o, simplemente, criaturas animadas). Desde el siglo XVI, España, por ejemplo, inició la trata de personas provenientes del continente africano a quienes sacaron de sus hogares secuestrándolas y sometiéndolas a condiciones de vida insanas. Los esclavos africanos que fueron traídos a las colonias del vasto imperio español se convirtieron en el motor de la producción de las haciendas de ultramar. En nuestro caso, la mano de obra esclava contribuyó notablemente a la producción agrícola de las haciendas costeñas del virreinato del Perú durante trescientos años, hasta que en 1821 el general don José de San Martín mediante la Ley de Vientres abolió, parcialmente, la esclavitud. La Ley de Vientres en el Perú –que se había realizado primero en Chile en 1811, convirtiéndolo, luego de Haití (1794), en el segundo país americano en abolir la esclavitud– dejaba libre a todo hijo de esclavos nacido después de la proclamación de la independencia. No obstante, la esclavitud se prolongó para estas personas "libres" por tres décadas más, hasta que, en 1854, el presidente Ramón Castilla les dio la plena y absoluta libertad, mediante un decreto supremo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 6 de febrero de 1855 que dice a la letra: "Artículo único. Los varones y las mujeres tenidos hasta ahora, en el Perú, por esclavos ó siervos–libertos, sea que su condición provenga de haber sido enajenados como tales, ó de haber nacido de vientres esclavos, sea que de cualquier modo se hallen sujetos á servidumbre perpetua ó temporal; todos, sin distinción de edad, son desde hoy para siempre enteramente libres...". Sin embargo, la esclavitud aún se mantuvo en la joven república peruana al recaer sobre los pobladores chinos que fueron traídos del Asia con contratos que los condenaban a un sistema de enganche con sus patrones, de quienes no podían desprenderse. Estos fueron los intentos por acabar con la esclavitud en el siglo XIX peruano. Como se puede apreciar, se trata de un problema social difícil de solucionar porque tiene que ver con la toma de conciencia de respetar la vida, de entender que más importante que mi ambición personal (de lucro) es la vida humana y que todos somos iguales, por lo tanto no hay personas inferiores a quienes someter y explotar. En ese sentido, reflexionemos sobre las nuevas formas de esclavitud y explotación que actualmente se dan en el mundo y en nuestro país, y que han sido incluidas por las Naciones Unidas en este día conmemorativo: la trata de mujeres y niños, la explotación sexual y el trabajo infantil. En ciudades como Madre de Dios, Pucallpa e Iquitos la trata de mujeres y menores de edad para explotarlas en la prostitución es un problema que viene de antigua data y que, felizmente, ahora será combatido por el Estado con el Plan Nacional de Acción contra la Trata de Personas 2011–2016 (revisar:http:// www.mininter.gob.pe/userfiles/DSMIN-004-2011(1).pdf) aprobado por el Ministerio del Interior en octubre de este año. Con este plan se percibe la preocupación y el compromiso asumidos por el Estado para acabar con la esclavitud (en este caso sexual) de mujeres y menores, mas, seamos conscientes que es una batalla que nos atañe a todos los ciudadanos y ciudadanas –incluido el sector empresarial– que q u er e m o s q u e n u e s t r o Perú (y el mundo) sea un mejor lugar donde poder vivir y convivir en paz, tolerancia y respeto a la vida. POR UN PROYECTO NACIONAL Tarea histórica para todos los peruanos César A. Sandoval Nizama Abogado L os peruanos necesitamos saber adónde queremos ir o llegar, cuál es el objetivo, qué tipo de país y modelo de Estado queremos, entre otros aspectos. Es decir, se requiere trazar el camino que vamos a recorrer para llegar a un buen destino. Este año, el pueblo eligió presidente de la República a Ollanta Humala Tasso por enarbolar las banderas de "la gran transformación", la "inclusión social y la equidad en la distribución de la riqueza" con otros grandes objetivos, como revertir la corrupción, el entreguismo, la pobreza, la delincuencia y otros males sociales. El Gobierno ha definido una nueva política de Estado para replantear los Programas Sociales y convertirlos en instrumentos eficaces de desarrollo sostenible, inclusión social con equidad y oportunidades para los más pobres. Se espera que muy pronto sean definidas otras políticas en los diversos campos de la vida nacional. Sin embargo, hay que recordar que la "cuestión social" en el Perú y las mencionadas políticas no son responsabilidad exclusiva del Gobierno o de un solo Poder del Estado, sino que es una tarea nacional en la que están comprometidos agentes económicos, gremios laborales, universidades, intelectuales, y la sociedad civil en su conjunto. Este es el primer paso democrático para construir las bases de la transformación social, política, económica y cultural en la que está empeñado el Gobierno. Se trata de abrir un debate nacional sobre la construcción de un verdadero Proyecto Nacional con visión de futuro sobre puntos trascendentales, como la reforma integral. Igualmente, la reforma tributaria justa y equitativa, participación de la sociedad civil en la fiscalización de los recursos públicos, política anticorrupción, garantías para la inversión pública, privada o mixta, las políticas sobre la pequeña y mediana agricultura, seguridad alimentaria, comunidades campesinas, problemas pesqueros, entre otros. Proyectos mineros como Conga y otros nos señalan la necesidad de plantear un gran debate en el que las reglas sean claras para la inversión minera, zonificación ecológica, participación ciudadana en los Estudios de Impacto Ambiental, responsabilidad social del Estado y de los inversionistas, antes y después de la explotación, sin causar daños irreversibles a la naturaleza y a la población habitante.