PIEL-280; No. of Pages 6 Piel (Barc., Ed. impr.) 2011;xx(xx):xxx–xxx PIEL FORMACION CONTINUADA EN DERMATOLOGIA www.elsevier.es/piel Original Tratamiento del sı́ndrome de boca ardiente con clonacepam tópico Marı́a Eugenia Rodrı́guez de Rivera-Campillo *, José López-López y Eduardo Chimenos-Küstner Departamento de Medicina Bucal, Facultad de Odontologı́a, Universidad de Barcelona, Barcelona, España información del ar tı́cu lo resumen Historia del artı́culo: El sı́ndrome de boca ardiente (SBA) es una enfermedad que, a pesar de conocerse desde hace Recibido el 28 de enero de 2011 muchos años, sigue planteando serias dificultades tanto a los pacientes, como a los Aceptado el 14 de febrero de 2011 profesionales que lo tratan. En la actualidad no existe ningún tratamiento que resulte On-line el xxx totalmente efectivo. Se manifiesta clı́nicamente como sensación de ardor o escozor en alguna zona de la mucosa oral, no existiendo ninguna lesión que pueda justificar dicha Palabras clave: sintomatologı́a. Se presenta fundamentalmente en mujeres posmenopáusicas, que suelen Sı́ndrome de boca ardiente presentar sus molestias durante periodos prolongados. El ardor bucal puede acompañarse Estomatodinia de otras alteraciones sensitivas, como sensación de sequedad o alteraciones gustativas. Clonacepam Objetivos: Valorar el resultado del tratamiento con clonacepam tópico, en una muestra de pacientes con SBA y describir los factores epidemiológicos, las enfermedades que padecen y los fármacos que consumen. Pacientes y métodos: La muestra estaba formada por 66 pacientes que consultaban por ardor bucal, en la Clı́nica Odontológica de la Universidad de Barcelona. Se realizó un estudio a doble ciego: 33 pacientes fueron tratados con comprimidos de clonacepam disueltos en la boca y el otro grupo de 33 fue tratado con un placebo. Los sı́ntomas fueron evaluados al mes y a los 6 meses del inicio del tratamiento y registrados en una escala analógica de 0 a 10. Resultados: De los 33 pacientes tratados con clonacepam, 23 presentaron una mejorı́a de más del 50% de la sintomatologı́a al mes de tratamiento. Por el contrario, de los tratados con el placebo, sólo 4 refirieron dicha mejorı́a. A los 6 meses también se obtuvieron diferencias significativas, 23 de los 33 pacientes tratados con clonacepam habı́an mejorado, mientras que sólo lo hicieron 2 de los tratados con el placebo. Sin embargo, cuando se evaluó la curación completa (ausencia de sı́ntomas), las diferencias no fueron significativas. Sólo 5 pacientes de los tratados con clonacepam se habı́an curado por completo y 1 del grupo placebo. Conclusiones: En nuestra muestra de pacientes, el clonacepam de aplicación tópica ha conseguido reducir la sintomatologı́a en un gran número de pacientes. # 2011 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. * Autor para correspondencia. Correo electrónico: 20254err@gmail.com (M.E. Rodrı́guez de Rivera-Campillo). 0213-9251/$ – see front matter # 2011 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.piel.2011.02.001 Cómo citar este artı́culo: Rodrı́guez de Rivera-Campillo ME, et al. Tratamiento del sı́ndrome de boca ardiente con clonacepam tópico. Piel (Barc., Ed. impr.). 2011. doi:10.1016/j.piel.2011.02.001 PIEL-280; No. of Pages 6 2 Piel (Barc., Ed. impr.) 2011;xx(xx):xxx–xxx Treatment of burning mouth syndrome with topical clonazepam abstract Keywords: Burning mouth syndrome (BMS) was first identified many years ago but is still a difficult Burning mouth syndrome disease for patients and clinicians. Moreover, there is no completely effective treatment. Stomatodynia Clinically, BMS manifests as burning or pain in an area of the oral mucosa not caused by any Clonazepam apparent lesion that could explain these symptoms. BMS occurs mainly in postmenopausal women, who are usually affected for prolonged periods. This syndrome can be accompanied by other alterations such as a sensation or dryness or alterations in taste. Objectives: To evaluate the response to topical clonazepam treatment in a sample of patients with BMS and describe the epidemiological factors, diseases and drugs administered in these patients. Patients and methods: The sample was composed of 66 patients who consulted for burning mouth at the Dental Clinic of the University of Barcelona. A double-blind study was performed: 33 patients were treated with sublingual clonazepam tablets and another group of 33 patients was treated with placebo. Symptoms were evaluated after 1 and 6 months of treatment and were scored on an analogical scale from 0 to 10. Results: After 1 month of treatment, symptoms were reduced by more than 50% in 23 of the 33 patients treated with clonazepam. In contrast, significant improvement was found in only four patients in the placebo group. After 6 months, significant differences were obtained again: improvement was found in 23 of the 33 patients treated with clonazepam and in only two of those treated with placebo. However, when measured in terms of complete cure (lack of symptoms), these differences were not significant. Only five of the patients treated with clonazepam and only one in the placebo group were asymptomatic. Conclusions: In our sample, topical clonazepam was useful in reducing the symptoms of BMS in a high proportion of patients. # 2011 Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción El sı́ndrome de boca ardiente (SBA), también llamado glosodinia, estomatodinia o estomatopirosis, es una enfermedad que, a pesar de haber sido descrita desde hace muchos años, sigue planteando aún hoy en dı́a problemas de diagnóstico y tratamiento1–5. Se caracteriza por la presencia de ardor o escozor en alguna zona de la mucosa oral, especialmente en la lengua y en los labios, no existiendo ningún tipo de lesión que la justifique. La mayorı́a de los pacientes son mujeres posmenopáusicas, que suelen presentar un cuadro de ansiedad y/o depresión. Estas pacientes tienen un perfil caracterı́stico: se encuentran entre los 50 y 60 años de edad, padecen estas molestias desde hace bastante tiempo y han sido visitadas y tratadas por diferentes especialistas, sin que se haya solucionado su problema. Es frecuente que se acompañe de un cuadro emocional importante y que refieran cancerofobia4,6,7. Junto al ardor bucal, es frecuente que refieran otras alteraciones sensitivas, como sensación de sequedad o alteraciones gustativas (percepción de gusto metálico o amargo)7,8. En algunos casos también se acompaña de otras disestesias en la boca, como sensación de tener arenilla o de hinchazón8–10. En la actualidad la verdadera etiopatogenia de esta entidad sigue siendo desconocida, lo que dificulta el avance en la investigación del tratamiento. De hecho, con ninguno de los tratamientos publicados hasta la actualidad se han obtenido resultados totalmente satisfactorios11–20. La mayorı́a de estos pacientes son mujeres posmenopáusicas, con sı́ntomas importantes de ansiedad o depresión, que han sido tratadas con ansiolı́ticos, antidepresivos, hipnóticos o psicoterapia8,9,15–18,21. Además de estos fármacos, es frecuente que consuman otros, como hipotensores y diuréticos, que tienen efecto xerostomizante, por lo que pueden agravar la sensación de sequedad22,23. Las pacientes suelen quejarse de boca seca, sin embargo, la mayorı́a de estudios que miden la saliva no han podido demostrar alteraciones cuantitativas, aunque sı́ cualitativas en algunos casos24–26. En lo que respecta al tratamiento, las últimas investigaciones demuestran mejorı́as importantes con el empleo de un fármaco, el clonacepam, administrado por vı́a oral8 o disuelto en la boca27,28. El objetivo principal de nuestro trabajo fue evaluar la respuesta al tratamiento con clonacepam tópico, en un grupo de pacientes afectos de SBA. Material y métodos Pacientes La muestra estaba formada por 66 pacientes, que consultaban por sı́ntomas de ardor bucal, en la Unidad de Medicina Bucal, de la Facultad de Odontologı́a, de la Universidad de Barcelona, desde enero de 2009 a julio de 2010. Algunos de ellos acudı́an por primera vez a la Clı́nica Odontológica para realizar tratamiento odontológico; otros solicitaban tratamiento para su patologı́a y, en algunos casos, eran pacientes remitidos por otros profesionales, que no conseguı́an mejorar su sintomatologı́a. Cómo citar este artı́culo: Rodrı́guez de Rivera-Campillo ME, et al. Tratamiento del sı́ndrome de boca ardiente con clonacepam tópico. Piel (Barc., Ed. impr.). 2011. doi:10.1016/j.piel.2011.02.001 PIEL-280; No. of Pages 6 Piel (Barc., Ed. impr.) 2011;xx(xx):xxx–xxx Se incluyeron en el estudio todos los pacientes que referı́an ardor bucal, en ausencia de lesiones orales que lo justificaran, y que llevaran por lo menos un mes sin efectuar ningún tratamiento especı́fico. Se excluyeron del estudio los pacientes que presentaban algún tipo de lesión en la mucosa oral, los que ya estaban recibiendo tratamiento para el SBA y los que no podı́an acudir a las visitas de control por problemas personales o médicos. Los pacientes en los que descubrimos en la exploración alguna patologı́a (como úlceras traumáticas, lesiones de liquen plano oral o candidiasis) fueron tratados de su enfermedad y sólo se incluyeron en el estudio si, una vez curadas sus lesiones, persistı́a la sintomatologı́a. No se excluyó del estudio ningún paciente que presentase alguna enfermedad sistémica acompañante, ni tampoco los que estaban recibiendo tratamiento para otras alteraciones. Las personas que estaban tomando psicotropos, como ansiolı́ticos y antidepresivos, no fueron descartadas, al demostrarse en la literatura la gran prevalencia de esta enfermedad en los pacientes con antecedentes psiquiátricos. Métodos Para llevar a cabo la investigación, se realizó un estudio doble ciego. Los pacientes fueron tratados y controlados por profesores de la Unidad de Medicina Bucal, de la Universidad de Barcelona. En todos los pacientes se realizó una historia clı́nica detallada, insistiendo en los antecedentes patológicos (especialmente psiquiátricos) y en los fármacos que consumı́an en el momento de la visita, o con anterioridad. Se indagó especialmente el consumo de ansiolı́ticos o antidepresivos. Se realizó una hoja de protocolo donde se recogieron los datos más significativos de la historia clı́nica, agrupados en 6 apartados: - Datos de filiación del paciente. Antecedentes patológicos. Fármacos. Exploración bucal: presencia de lesiones en la mucosa oral, caries, enfermedad periodontal y uso de prótesis. - Analı́tica sanguı́nea. - Caracterı́sticas clı́nicas del dolor. En la primera visita se registró el ardor que presentaban los pacientes, mediante una escala analógica visual (EAV), de 0 a 10, donde 0 representaba ausencia de molestias y 10 el máximo de molestias. El protocolo fue revisado y aprobado por el comité ético de la Facultad de Odontologı́a de la Universidad de Barcelona. Se informó a los pacientes sobre las caracterı́sticas del estudio y, tras firmar el consentimiento, se les entregaron los comprimidos. Diseño del estudio Se establecieron al azar 2 grupos de pacientes. A los 33 pacientes del grupo A se les administraron 32 comprimidos de clonacepam en un sobre sellado. Se les informó que debı́an administrarse un comprimido de clonacepam, dejándolo 3 disolver en la boca durante 3 minutos, cuando presentaran los primeros sı́ntomas, por la mañana. Si notaban mejorı́a, debı́an anotarlo y, cuando los sı́ntomas volvı́an a empeorar, debı́an administrarse un nuevo comprimido, sin pasar nunca de 4 comprimidos al dı́a. A los 33 pacientes del grupo B de les administraron 32 comprimidos de lactosa, de igual tamaño y forma que los comprimidos de clonacepam, también en un sobre sellado. Se les dieron las mismas instrucciones que a los pacientes del grupo A. Se citó a todos los pacientes a la semana de iniciar el tratamiento, para controlar los posibles efectos secundarios, y al mes y a los 6 meses para comprobar la evolución de la sintomatologı́a. En todas las visitas se registró el ardor que presentaban, mediante una EAV de 0 a 10. Análisis estadı´stico de los datos Los datos fueron analizados mediante el programa SPSS 11.0 para Windows y fueron analizados mediante el test de Chi cuadrado. Para analizar los resultados, se crearon 2 nuevas variables: - Mejorı́a de la sintomatologı́a del 50% o más al mes y a los 6 meses. - Curación completa al mes y a los 6 meses, entendiendo por tal la ausencia total de sı́ntomas, es decir del valor 0 en la EAV. Resultados Tras efectuar el análisis estadı́stico de los datos se obtuvieron los resultados que se exponen a continuación. De los 66 pacientes de la muestra, 61 fueron mujeres (el 90,4%) y únicamente 5 fueron varones (el 9,6%). La media de edad de la muestra fue de 64,9 años. En lo que respecta a la presencia de enfermedades sistémicas, de los 66 pacientes, 41 de ellos (el 62%) presentaban trastornos psicológicos, siendo los más frecuentes la ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño. El 39% de los pacientes presentaban alteraciones endocrinas como diabetes o alteraciones tiroideas. En el 47% de ellos se habı́a diagnosticado alguna patologı́a cardiovascular y el 54% de los pacientes padecı́an algún tipo de patologı́a gastrointestinal, como gastritis, hernia de hiato o colon irritable (tabla 1). Uno de cada 4 pacientes (el 25,3%) presentaba lesiones de la mucosa oral (LMO), el 26,5% presentaron patologı́a dental y periodontal (PDP) y más de la mitad (53%) utilizaban prótesis. Se preguntó a los pacientes por los factores que coincidieron con el inicio de la enfermedad, y se observó que en muchos de ellos los sı́ntomas se habı́an iniciado tras un periodo de sobrecarga emocional o tras algún tratamiento odontológico. Más de la mitad de los pacientes de nuestro estudio consumı́a algún tipo de fármaco psicoactivo, llegando casi al 75% en el caso de los ansiolı́ticos (tabla 2). Otros fármacos consumidos con gran frecuencia eran los destinados al aparato digestivo, que tomaban más de la mitad de los pacientes, analgésicos o antiinflamatorios (45,8%) y fármacos para el aparato cardiovascular (44%) (tabla 3). Cómo citar este artı́culo: Rodrı́guez de Rivera-Campillo ME, et al. Tratamiento del sı́ndrome de boca ardiente con clonacepam tópico. Piel (Barc., Ed. impr.). 2011. doi:10.1016/j.piel.2011.02.001 PIEL-280; No. of Pages 6 4 Piel (Barc., Ed. impr.) 2011;xx(xx):xxx–xxx Tabla 1 – Enfermedades sistémicas que presentaban los pacientes del estudio Enfermedades sistémicas Grupo placebo (n = 33) Grupo fármaco (n = 33) Toda la muestra (n = 66) Trastornos psicológicos Alteraciones endocrinas Alteraciones cardiocirculatorias Alteraciones gastrointestinales 20 21 41 (62%) 15 11 26 (39%) 16 15 31 (47%) 19 17 36 (36%) Tabla 2 – Consumo de fármacos psicoactivos Fármacos psicoactivos Grupo placebo (n = 33) Grupo fármaco (n = 33) Toda la muestra (n = 66) Hipnóticos Ansiolı́ticos Antidepresivos 23 23 46 (70%) 25 24 49 (74%) 18 15 33 (50%) Tabla 3 – Consumo de otros fármacos Otros fármacos Grupo placebo (n = 33) Grupo fármaco (n = 33) Toda la muestra (n = 66) Fármacos aparato digestivo Fármacos aparato cardiocirculatorio Antidiabéticos orales Tratamiento hormonal Analgésicos Hipolipidemiantes Vitaminas 16 14 4 1 16 6 3 18 15 3 3 14 9 2 34 (52%) 29 (44%) 7 (11%) 4 (6%) 30 (45%) 15 (23%) 5 (8%) En lo que respecta a las caracterı́sticas clı́nicas, todos los pacientes referı́an ardor en la lengua, el 64% lo presentaban también en los labios, especialmente en el inferior, y más de la mitad en el paladar. La encı́a y la orofaringe fueron localizaciones menos frecuentes. El 88% referı́an sequedad bucal y alteraciones del gusto, como percepción de gusto metálico o amargo. A los pocos minutos de disolverse el comprimido de clonacepam en la boca, el ardor desaparecı́a o mejoraba mucho en un buen número de pacientes La sensación de sequedad y las alteraciones gustativas también mejoraban en muchos casos. Sin embargo, la mayorı́a explicaban que, a las 3 o 4 horas, los sı́ntomas volvı́an a empeorar y entonces es cuando se administraban el nuevo comprimido. De esta forma conseguı́an pasar casi la totalidad del dı́a con molestias leves. El único efecto secundario que referı́an era cierto grado de adormecimiento que presentaron 3 pacientes de los que se trataron con clonacepam, pero que no obligó a dejar el tratamiento. Cuando se analizaron los datos recogidos en la EAV al inicio, al mes y a los 6 meses del tratamiento, se observó que, de los 33 pacientes que se habı́an tratado con clonacepam, 23 habı́an mejorado más del 50%, al mes, mientras que sólo 4 de los tratados con el placebo lo habı́an hecho. Este resultado fue estadı́sticamente significativo (p < 0,05) (fig. 1). A los 6 meses los resultados fueron similares, 23 pacientes de los que se trataban con clonacepam seguı́an con una mejorı́a del 50%, y sólo 2 de los que recibı́an el placebo (fig. 2). Sin embargo, en lo que respecta a la curación, es decir a la desaparición completa de los sı́ntomas, los resultados no fueron estadı́sticamente significativos: 5 pacientes de los que se trataban con clonacepam estaban asintomáticos al mes de tratamiento, pero sólo 1 de los que recibı́an el placebo (p > 0,05) (fig. 3). A los 6 meses los resultados fueron similares, 3 de los 33 pacientes tratados con clonacepam permanecı́an asintomáticos, mientras que ninguno de los que estaban recibiendo el placebo lo estaba. Discusión Tras analizar los resultados obtenidos en el estudio, podemos decir que ambos grupos son homogéneos y que nuestra población es comparable a las presentadas en otros trabajos23,29,30. 30 25 20 SÍ NO 15 10 5 0 Placebo Fármaco Figura 1 – Mejorı́a del 50% de la sintomatologı́a al mes de tratamiento. Cómo citar este artı́culo: Rodrı́guez de Rivera-Campillo ME, et al. Tratamiento del sı́ndrome de boca ardiente con clonacepam tópico. Piel (Barc., Ed. impr.). 2011. doi:10.1016/j.piel.2011.02.001 PIEL-280; No. of Pages 6 5 Piel (Barc., Ed. impr.) 2011;xx(xx):xxx–xxx 35 25 30 20 25 15 SÍ NO 10 20 SÍ NO 15 10 5 5 0 0 Placebo Fármaco Figura 2 – Mejorı́a del 50% de la sintomatologı́a a los 6 meses de tratamiento. Al mes de tratamiento con clonacepam, el 70% de los pacientes presentaban una mejorı́a de más del 50% de la sintomatologı́a. Sin embargo, el porcentaje de pacientes que se curaron por completo es muy inferior: 15%. Aunque la mayorı́a de pacientes presentaban ardor bucal desde hacı́a más de un año, se obtuvieron mejores resultados en los pacientes con menor tiempo de evolución. Estos resultados coinciden con los obtenidos en otros estudios22,27. También resultó significativo que los pacientes que no padecı́an ningún trastorno psicológico se curaron en mayor proporción. Numerosos autores han descrito con anterioridad que, a pesar de que el SBA es más frecuente en pacientes ansiosos o depresivos, los mejores resultados terapéuticos se obtienen en pacientes sin trastornos psicológicos23–26,30–33. Por otra parte, la rápida mejorı́a de los sı́ntomas, que aparece a los pocos minutos de disolverse el comprimido de clonacepam en la boca, parece indicar que el fármaco actúa localmente, interfiriendo en alguno de los mecanismos etiopatogénicos periféricos responsables del SBA. Esta misma hipótesis fue planteada en el estudio de Gremeau-Richard et al, donde, tras efectuar un estudio a doble ciego, obtuvieron resultados similares28. Grushka ya planteaba en 1998 que, en la etiopatogenia del SBA, podı́a intervenir una alteración neurológica periférica8. La mayorı́a de pacientes refieren, junto al ardor, una sensación intensa y desagradable de sequedad, sin que se evidencie clı́nicamente un déficit de saliva. Esta autora describió que existen relaciones anatómicas entre las estructuras responsables de la percepción del gusto, de la sensación de sequedad y del dolor oral. La sensación gustativa es captada por las papilas fungiformes, que se encuentran en los 2/3 anteriores de la lengua. Cada papila fungiforme contiene por término medio 6 receptores gustativos y cada receptor está rodeado por un conjunto de terminaciones sensitivas responsables de la percepción del dolor. Por tanto, las personas ‘‘supercatadoras’’ (más frecuentes entre las mujeres) son más susceptibles también de padecer dolor oral. Esto puede justificar el hecho de que, en los pacientes tratados con clonacepam, el ardor bucal, la sensación de sequedad y las alteraciones del gusto, mejoran o desaparecen por completo a los pocos minutos de disolverse el comprimido en la boca. Aunque hay que tener en cuenta que parte del efecto del clonacepam pueda deberse a su absorción por vı́a sublingual, ya que algunos pacientes referı́an somnolencia, sin embargo, Placebo Fármaco Figura 3 – Curación al mes de tratamiento. el rápido alivio de los sı́ntomas (en menos de 10 minutos) y la duración de su efecto (de 3 a 5 horas) no se corresponde con las propiedades farmacocinéticas del fármaco. Cuando se administra por vı́a oral, el clonacepam tarda de 3 a 4 horas en ejercer su efecto y éste permanece durante 7 a 8 horas. En ambos grupos de pacientes se han obtenido mejorı́as, y esto puede ser debido al efecto de la psicoterapia. El manejo de los pacientes con SBA debe basarse en 2 aspectos. Por una parte, se deben tratar los sı́ntomas, y por otra parte se debe hacer psicoterapia. No siempre es necesario remitir al paciente a un psicólogo o a un psiquiatra. Muchas veces puede ser el dentista, el médico de familia o el dermatólogo el que realice una psicoterapia sencilla en su consulta, escuchando al paciente, demostrándole afectividad y explicándole que, aunque el tratamiento sea difı́cil, conocemos perfectamente la enfermedad. Según nuestra experiencia, si conseguimos trasmitir al paciente confianza y tranquilidad, los resultados terapéuticos serán mucho más satisfactorios, sobre todo si son pacientes emocionalmente estables. Algunas personas mayores son portadoras de prótesis removibles en mal estado y poco higiénicas, que determinan la aparición de candidiasis subplaca o úlceras traumáticas34,35. En estos casos, los sı́ntomas mejoran al retirarlas, o al ajustarlas y pulirlas. También es frecuente encontrar, en la exploración oral, dientes con grandes destrucciones coronarias, reconstrucciones rotas y enfermedad periodontal avanzada. Todas estas patologı́as deben ser tratadas, ya que actúan como factores irritantes crónicos. En otras ocasiones se aprecian lesiones en la mucosa yugal, debido al hábito de mordisqueo de dicha mucosa, y lesiones eritematosas en la punta de la lengua, asociadas al hábito de empuje lingual21,35– 39 . Se debe informar al paciente sobre la necesidad de corregir dichos hábitos y, en estos casos, puede ser útil la realización de una férula de resina blanda para proteger la lengua del roce con la arcada dentaria inferior. La mayorı́a de pacientes de nuestro estudio mejoraron al principio y, posteriormente, se alternaban periodos de bienestar, con otros de empeoramiento. La exacerbación de los sı́ntomas solı́a coincidir con periodos de sobrecarga emocional. A partir de los resultados obtenidos en este trabajo, podemos concluir que el clonacepam de aplicación tópica ha resultado beneficioso para el tratamiento de nuestros pacientes con SBA. Cómo citar este artı́culo: Rodrı́guez de Rivera-Campillo ME, et al. Tratamiento del sı́ndrome de boca ardiente con clonacepam tópico. Piel (Barc., Ed. impr.). 2011. doi:10.1016/j.piel.2011.02.001 PIEL-280; No. of Pages 6 6 Piel (Barc., Ed. impr.) 2011;xx(xx):xxx–xxx En nuestra opinión, deben llevarse a cabo nuevas investigaciones para esclarecer por completo la etiopatogenia del SBA. Sólo de esta forma se podrá investigar la existencia de nuevos y más efectivos tratamientos. b i b l i o g r a f í a 1. Santoro V, Caputo G, Peluso F. Clinical and therapeutic experience in twenty eight patients with burning mouth syndrome. Minerva Stomatol. 2005;54:489–96. 2. Mock D, Chugh D. Burning mouth syndrome. Int J Oral Sci. 2010;2:1–4. 3. Glazar I, Urek MM, Brumini G, Pezelj-Ribaric S. Oral sensorial complaints, salivary flow rate and mucosal lesions in the institutionalized elderly. J Oral Rehabil. 2010;37:93–9. 4. Gao J, Chen L, Zhou J, Peng J. A case-control study on etiological factors involved in patients with burning mouth syndrome. J Oral Pathol Med. 2009;38:24–8. 5. Sardella A, Lodi G, Demarosi F, Bez C, Cassano S, Carrassi A. Burning mouth syndrome: a retrospective study investigating spontaneous remission and response to treatments. Oral Diseases. 2006;12:152–5. 6. Klasser GD, Fisher DJ, Epstein JB. Burning mouth syndrome: recognition, understanding, and management. Oral Maxillofac Surg Clin North Am. 2008;20:255–71. 7. El-Etr M. Critical commentary: steroid dysregulation and stomatodynia (burning mouth syndrome). J Orofac Pain. 2009;23:219–22. 8. Grushka M, Epstein J, Mott A. An open-label, dose escalation pilot study of the effect of clonazepam in burning mouth syndrome. Oral Surg Oral Med Oral Pathol. 1998;86:557–61. 9. Patton LL, Siegel MA, Benoliel R, De Laat A. Management of burning mouth syndrome: systematic review and management recommendations. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod. 2007;103:1–13. 10. Brailo V, Vuêiaeeviae-Boras V, Alajbeg I, Lukenda J, Aeurkoviae M. Oral burning symptoms and burning mouth syndrome-significance of different variables in 150 patients. Med Oral Patol Oral Cir Bucal. 2006;11:E252–255. 11. Scardina GA, Carini F, Valenza V, Messina P. Topical capsaicin application and axon reflex vasodilatation of the tongue: neurogenic involvement in burning mouth syndrome. Methods Find Exp Clin Pharmacol. 2006;28:707–11. 12. Yilmaz Z, Renton T, Yiangou Y, Zakrzewska J, Chessell IP, Bountra C, et al. Burning mouth syndrome as a trigeminal small fibre neuropathy: increased heat and capsaicin receptor TRPV1 in nerve fibres correlates with pain score. J Clin Neurosci. 2007;14:864–71. 13. Torgerson RR. Burning mouth syndrome. Dermatol Ther. 2010;23:291–8. 14. Cavalcanti DR, da Silveira FR. Alpha lipoic acid in burning mouth syndrome: a randomized double-bind placebocontrolled trial. J Oral Pathol Med. 2009;38:254–61. 15. López-D’Alessandro E, Escovich L. Combination of alpha lipoic acid and gabapentin, its efficacy in the treatment of Burning Mouth Syndrome. A randomized, double-blind, placebo controlled trial. Med Oral Patol Oral Cir Bucal. 2010;15:15–7. 16. López-Jornet P, Camacho-Alonso F, Leon-Espinosa S. Efficacy of alpha lipoic acid in burning mouth syndrome: a randomized, placebo-treatment study. J Oral Rehabil. 2009;36:52–7. 17. Marino R, Torreta S, Capaccio P, Pignataro L, Spadari F. Different therapeutic strategies for burning mouth syndrome: preliminary data. J Oral Pathol Med. 2010;39:2–7. 18. Grushka M, Bartashuk LM. Burning mouth syndrome and oral dysesthesias. Oral Health J. 2001;27–33. 19. Cervigón González I, Torres LM, Palomo A. Burning mouth syndrome and alpha-lipoic acid. Actas Dermosifiliogr. 2009;100:154–8. 20. Petruzzi M, Lauritano D, De Beneditis M, Baldoni M, Serpico S. Systemic capsaicin for burning mouth syndrome: shortterm results of a pilot study. J Oral Pathol Med. 2004;33:11–4. 21. Eli I, Kleinhanz M, Baht R, Littner M. Antecedents of burning mouth syndrome (Glossodinia)-Recent life events vs Psychological aspects. J Dent Res. 1994;73:567–72. 22. Barker KE, Batstone MD, Savage NW. Comparison of treatment modalities in burning mouth syndrome. Aust Dent J. 2009;54:300–5. 23. Woda A, Navez ML, Picard P, Gremeau C, Pichard-Leandri E. A possible therapeutic solution for stomatodynia (burning mouth syndrome). J Orofacial Pain. 1998;122:272–7. 24. Gremeau-Richard C, Woda A, Navez ML, Attal N, Bouhassira D, Gagnieu MC. Topical clonazepam in stomatodynia: a randomised placebo-controlled study. Pain. 2004;108:51–7. 25. López C, Martı́nez JM, Gómez R, Leco I, Donado M. Estudio clı́nico-epidemiológico sobre el sı́ndrome de ardor bucal. Avances Odontoestomatol. 2003;4:185–91. 26. Marques Soares MS, Chimenos Küstner E, Subirá Pifarré C, Rodrı́guez de Rivera Campillo E, López López J. Association of Burning Mouth Syndrome with xerostomia and medicines. Med Oral. 2005;10:301–8. 27. Suh KI, Lee JY, Chung JW, Kho HS. Relationship between salivary flow rate and clinical symptoms and behaviours in patients with dry mouth. J Oral Rehabil. 2007;34:739–44. 28. Nagler RM, Hershkovich O. Age-related changes in unstimulated salivary function and composition and its relation to medications and oral sensorial complaints. Aging Clin Exp Res. 2005;17:358–66. 29. De Moura SA, de Sousa JM, Lima DF, Negreiros AN, Silva Fde V, Da Costa LJ. Burning mouth syndrome (BMS): sialometric and sialochemical analysis and salivary protein profile. Gerodontology. 2007;24:173–6. 30. Beneyto YM, Jornet PL, Nicolás AV, Garcı́a JV. Attitudes among Spanish general dentists in relation to burning mouth syndrome: results of a national survey. Med Oral Patol Oral Cir Bucal. 2008;13:753–4. 31. Mı́nguez Serra MP, Salort Llorca C, Silvestre Donat FJ. Pharmacological treatment of burning mouth syndrome: a review and update. Med Oral Patol Oral Cir Bucal. 2007;12:299–304. 32. Sardella A. An up-to-date view on burning mouth syndrome. Minerva Stomatol. 2007;56:327–40. 33. Suarez P, Clark GT. Burning mouth syndrome: an update on diagnosis and treatment methods. J Calif Dent Assoc. 2006;34:611–22. 34. Ni Riordain R, Moloney E, O’Sullivan K, McCreary C. Burning mouth syndrome and oral health-related quality of life: is there a change over time? Oral Dis. 2010;16:643–7. 35. Carrington J, Getter L, Brown RS. Diabetic neuropathy masquering as glossodinia. J Am Dent Assoc. 2001;132: 1549–51. 36. Soto Araya M, Rojas Alcayaga G, Esguep A. Association between psychological disorders and presence of lichen planus, burning mouth syndrome and recurrent aphtous stomatitis. Med Oral. 2002;9:1–7. 37. Miziara ID, Filho BC, Oliveira R, Rodrigues dos Santos RM. Group psychotherapy: an additional approach to burning mouth syndrome. J Psychosom Res. 2009;67:443–8. 38. Al Quran FA. Psychological profile in burning mouth syndrome. Oral Surg Oral Med Oral Pathol. 2004;97:339–44. 39. Chimenos E, Marques MS. Boca ardiente y saliva. Med Oral. 2002;7:244–53. Cómo citar este artı́culo: Rodrı́guez de Rivera-Campillo ME, et al. Tratamiento del sı́ndrome de boca ardiente con clonacepam tópico. Piel (Barc., Ed. impr.). 2011. doi:10.1016/j.piel.2011.02.001