Hipotiroidismo

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Hipotiroidismo
El hipotiroidismo es una de las alteraciones más frecuentes de la tiroides con
secreción insuficiente de la hormona tiroidea. Esta baja en la hormona tiroidea
provocará un metabolismo bajo. La causa del hipotiroidismo es muy variable y
puede comprender varios factores, como: ambientales (exceso de yodo en la dieta), geográficos, genéticos y la edad del paciente.
A. Hipotiroidismo primario: en cerca del 90% de los casos la causa del hipotiroidismo es primaria, con alteraciones propias de la tiroides, sea por destrucción o
defecto congénito, estos casos comprenden la reducción de hormona tiroidea
y aumento de TSH.
Principales causas primarias:
• Tiroiditis crónica autoinmune (Hashimoto)
• Hipotiroidismo atrófico primario espontáneo, que consiste en una tiroiditis autoinmune relacionada con la tiroiditis de Hashimoto, pero sin bocio. Puede haber una asociación de diabetes mellitus tipo I, enfermedad de
Addison y anemia perniciosa.
• Después de radioablación por enfermedad de Graves o pacientes sometidos a radioterapia por tumores de cabeza y cuello.
• Tiroidectomía parcial o total por tumores tiroideos.
• Disgenesia de la tiroides: agenesia total o parcial, tiroides sublingual
(Fig. 7-4).
• Enfermedades infiltrativas de la tiroides, destacándose la amiloidosis, sarcoidosis, hemocromatosis y esclerosis sistémica progresiva, lipomatosis y la
cistinosis, siendo esta última una patología autosómica recesiva del metabolismo de los aminoácidos con depósito de cristales de cistina en varios
tejidos. Todas estas enfermedades infiltrativas generalmente se manifiestan
en forma de bocios heterogéneos, generalmente sin nódulos, y raramente
puede tener una forma de presentación focal en formato de nódulos intraglandulares.
• Defectos congénitos: bocio dishormogénico.
• Deficiencia de yodo en la dieta.
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78 Ultrasonografía de tiroides y paratiroides
• Exceso de yodo en la dieta.
• Agentes antitiroideos: drogas antitiroideas, litio, tiocinatos, perclorato y alimentos bociogénicos.
B. Hipotiroidismo secundario: otra causa menos frecuente de hipotiroidismo es la secundaria o central, en la cual hay una disminución del estímulo
al TSH. En general, el hipotiroidismo secundario
puede ser el resultado de una enfermedad de la
hipófisis con deficiencia de TSH debida a una alteración hipotalámica con deficiencia en la liberación de la hormona liberadora de tirotrofina
(TRH). Habitualmente la tiroides es de aspecto
normal en estos casos.
Las principales causas del hipotiroidismo secundario son:
• Hipofisario: hipofisitis, pan-hipopituitarismo,
síndrome de Sheehan y tumores.
• Hipotalámico: deficiencia de TRH, trauma,
irradiación y tumores hipotalámicos.
C. Resistencia generalizada a la hormona tiroidea: es
una causa muy rara, con resistencia generalizada
a la hormona tiroidea.
El hipotiroidismo sucede con un cuadro clínico
bien definido e incluye varios síntomas y señales:
1.Piel reseca, fría, áspera y rugosa acompañada
de una coloración amarillenta debido a la acumulación de carótenos.
2.Debilidad.
3.Letargo.
4.Fatiga.
5.Somnolencia.
6.Inflamación de los párpados.
7.Intolerancia al frío.
8.Pérdida de memoria.
9.Constipación intestinal.
10.Ganancia ponderal de peso.
11.Cabello fino y quebradizo.
12.Ronquidos.
13.Nerviosismo.
14.Dismenorrea.
15.Palpitaciones.
16.Habla arrastrada.
Ultrasonido en el hipotiroidismo
En el hipotiroidismo secundario los hallazgos en los
exámenes de la tiroides por ultrasonido son normales, una vez que ocurren alteraciones en el hipotá-
lamo o hipófisis. Entretanto, en el caso de hipotiroidismo primario se podrán observar diversos hallazgos
en la tiroides. Una de las alteraciones más frecuentes
es la tiroiditis linfocítica autoinmune, también denominada tiroiditis de Hashimoto, su evolución es
imprevisible, ya que algunos pacientes permanecen
asintomáticos durante años, mientras que otros evolucionan con hipotiroidismo en pocos meses, o aquellos
casos en que la enfermedad evoluciona directamente
con atrofia.
En el inicio y por un corto intervalo de tiempo
puede haber un leve cuadro de hipotiroidismo (Hashitoxicosis). Esto ocurre por la destrucción de los
folículos tiroideos y la subsecuente liberación de hormonas en la corriente sanguínea, aunque después
hay una infiltración de linfocitos con atrofia de los
folículos residuales y un cuadro subsecuente de hipo­
tiroidismo.
Cuando se confirma el diagnóstico de tiroiditis de
Hashimoto, la tiroides ya se presenta hipoactiva en
cerca del 20% de los casos, mientras que en el 80%
restante presenta una función tiroidea normal.
Los hallazgos ultrasonográficos son muy variados:
1. Hashimoto: en la tiroiditis de Hashimoto hay
un aumento de volumen glandular, y puede
presentarse en forma de bocio, con contornos
lobulados e imagen de áreas hipoecogénicas
mal definidas y frecuentemente confundidas
con nódulos, principalmente en la porción
posterior (Fig. 7.1). La textura del parénquima
es heterogénea y marcadamente hipoecogéni-
Tiroides
Fig. 7.1. Tiroiditis crónica de Hashimoto con imagen de la glándula
de dimensiones normales y ecotextura heterogénea, identificando
en la imagen un pseudo-nódulo en su porción posterior derecha
(flecha).
Hipotiroidismo 79
A
C
B
Tiroides
D
Tiroides
Fig. 7.2. Tiroiditis linfocítica crónica. A y B. Corte transversal y longitudinal que muestra la glándula de dimensiones normales y textura
heterogénea con varias áreas hipoecogénicas dispersas por el parénquima (infiltración linfocítica). C y D. Corte transversal y longitudinal con
mapeado Doppler a color mostrando un aumento de la vascularización intraparenquimatosa.
ca y sin diferenciación precisa cuando se compara con otros músculos pretiroideos.
Otra forma mucho más común de tiroiditis
de Hashimoto es la que sucede sin aumento
de volumen de la glándula, también conocida
como tiroiditis linfocítica crónica, ésta presenta un tamaño normal o disminuido, generalmente con múltiples áreas hipoecogénicas mal
definidas dispersas en el interior del parénquima (Fig. 7.2).
En casos crónicos es común la aparición
de finas trabéculas hiperecogénicas en el interior del parénquima, lo que corresponde a
las áreas fibrosas después de la destrucción de
los fo­lículos (forma atrófica de la enfermedad)
(Fig. 7.3).
Una forma poco frecuente de tiroiditis linfocítica crónica es la focal, donde hay una formación de un pseudonódulo hipoecogénico
indistinguible de un nódulo sólido verdadero,
mientras que el mapeado Doppler a color podrá
mostrar una ausencia de vascularización o algunos vasos en la periferia y centrales (Fig. 7.4).
El diagnóstico definitivo solamente será posible
a través de una punción aspirativa por aguja
fina.1,10 En la tiroiditis en actividad son encontrados pequeños nódulos linfáticos cervicales
aumentados, en nivel IV, es importante no confundirlos con nódulos tiroideos originados del
istmo, o de la paratiroides como en el caso de
la localización infratiroidea, lo que ayudaría
a diferenciarlos, sería el mapeado Doppler a
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