Lectura Orante del Evangelio Mateo Universidad Pontificia Comillas Mt 6,1-5 1 «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; 4 así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. “Tu Padre que ve en lo secreto te recompensará” UN NUEVO MODO DE PRACTICAR LA JUSTICIA La palabra que hoy se nos ofrece está en el corazón mismo del Sermón de la Montaña, el primero de los cinco discursos del Evangelio de Mateo, y trata de comunicarnos un nuevo modo de mirar las cosas de la Vida y del Reino. Al principio de este primer capítulo Jesús presenta una reflexión sobre las tres prácticas fundamentales según la observancia judía: la limosna (vv. 2-4), que era considerada como la obra de justicia por excelencia, la oración (vv.5-6) y el ayuno (vv. 16-18). Jesús opone la relación con Dios que se da en el reino a la praxis de los fariseos, segunda categoría mencionada en Mt 5,20: “Yo se lo digo: si no se proponen algo más perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos”. Sigue con ello el desarrollo de la limpieza de corazón: “Felices los limpios de corazón porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8). Lo que Jesús subraya es que estas prácticas no tienen valor por sí mismas. Quien las observa fielmente, puede hacerlo buscando un beneficio personal tratando de obtener la aprobación de los hombres; en el corazón de sus palabras hay una orientación decisiva para nuestra vida: una orientación que subraya la relación fundamental con Dios. Cuando leas 1. La limosna. En la tradición judía es la fuerza (las posesiones). “Escucha, oh Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno. Por lo tanto, amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Que las palabras de los mandamientos que hoy te doy estén en tu corazón. Tú las repetirás a tus hijos y sobre ellas hablarás cuando estuvieres en casa y cuando viajes, cuando estuvieres acostado y cuando estuvieres de pie. Tú también las atarás a tu mano como una señal, y serán como un frontal entre tus ojos; tú las escribirás sobre los postes de la puerta de tu casa y en la entrada de tu ciudad”.(Dt 6,49). - Lo que se ofrece como limosna forma parte de las posesiones de aquel que pone sus bienes al servicio del empobrecido. En hebreo, limosna se dice Tzedakah y justicia Tzedek. Limosna deriva de Justicia. Dar limosna significa cumplir la Torá, es decir, hacer justicia. En el pensamiento judío, limosna no tiene un sentido religioso moral ligado o relacionado a hacer caridad. Limosna es un modo de ser, más que de ofrecer o de dar. Tzedakah es más que caridad, es expresión de fe piadosa frente al sufrimiento del otro. Vivir en forma justa en relación con las personas es hacer Tzedakah. La limosna no puede estar en función de la vanagloria de aquel que da limosna, sino debe ser un gesto de solidaridad y justicia. Practicar la limosna, hacer justicia es mejor que dar limosna. - La comunidad de Mateo, al narrar este modo de vivir la justicia, quiere dejar en claro que en el programa de vida propuesto por Jesús estaba incluida la más genuina tradición de la fe israelita, el Shemá, Israel. 2. Fíjate con atención en dos escenarios claramente diferenciados y que contrastan intencionadamente: uno exterior y público:”delante de los hombres” (v.1), “sinagogas y calles” (v.2); y otro interior: lo “secreto”, lo oculto. A cada uno de estos escenarios corresponde un sujeto en concreto, un modo de hacer la limosna y una forma de situarse ante el Padre: Hipócritas Trompeteando por delante: Delante de los hombres En sinagogas y calles Para ser vistos por ellos Con el fin de ser honrado por los hombres No tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos Lectura Orante del Evangelio Mateo Universidad Pontificia Comillas Tú Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha Tu Padre que ve en lo secreto te recompensará Tu limosna quedará en secreto - Es significativo el contraste buscado entre “hipócritas”, colectivo presentado de forma ridícula, frente al singular y directo “tú”. A los primeros los ve la gente, los hombres, mientras que al verdadero destinatario de la enseñanza (el tú) sólo lo ve el Padre. - Hay un juego de palabras significativo: en el término griego hipócrita está presente el verbo cripto, “esconder”, y es de forma escondida, secreta, como hay que realizar la limosna. - “Te recompensará”, “te lo devolverá”. Aparece dos veces (vv. 1.4.) Aquí tiene un matiz intensivo que permitiría traducirlo como “devolver con creces”. - Tanto los hipócritas como el tú reciben una recompensa (paga), pero hay una clara diferencia: de los primeros se dice que la consiguen, son ellos los protagonistas y actores (hiócrita: actor, que representa un papel); ya se han ofrecido en espectáculo y se quedan satisfechos porque lo que iban buscando era verse reflejados en la mirada de los demás y obtener así un crecimiento en su propio prestigio. En cambio, el tú que da la limosna en secreto se adentra en la esfera de lo desconocido, lo oculto, en una oscuridad en la que ya no es observado por nadie de fuera: sólo está expuesto a la mirada del único que ve en lo escondido. 3. Lo secreto. Insistencia en “lo secreto”, lo escondido; y es el acto de la limosna realizado de este modo lo que se recompensa, se “devuelve con creces”. El otro modo, es decir, lo que no se hace en lo escondido, lo secreto, no es recompensado por el Padre. La recompensa es el don, la gracia de que Dios quiere ser para nosotros, la experiencia de Dios en la propia vida, el reinado de Dios sobre los hombres. Cuando medites – Reflexiona sobre la nueva propuesta de Jesús, que va directa al corazón: hay una invitación a pasar de la exterioridad a la interioridad. Invitación a la AUTENTICIDAD. – Mediante este camino, Jesús quiere que entremos en nuestra vida con sinceridad, que reconozcamos y sopesemos las intenciones y motivaciones que nos mueven en nuestra relación con Dios, con los otros, con nosotros mismos. A Dios se le agrada “de corazón”, no con apariencias. – “Hipócrita” es el que finge ejecutando una acción que no corresponde a su actitud interior Hay una llamada a salir del dominio de las apariencias y de las falsas imágenes del yo, supone que nos dirigimos hacia un adentro del que sabemos mucho menos que de las “sinagogas y plazas” del afuera. Las palabras del Evangelio no son muy explícitas: sólo nos advierten de que es algo “escondido” y que, por tanto, queda fuera de nuestros controles y saberes. – ¿Hacia dónde van mis movimientos, hacia adentro o hacia afuera; hacia las sinagogas y plazas o hacia ese lugar escondido? ¿Cómo es mi relación con el prójimo? ¿Desde dónde y cómo me relaciono? ¿Cómo me invita HOY Jesús a mirar y amar a mis hermano/as? Cuando ores – Da gracias a Dios por esta invitación suya a adentrarte en lo secreto, que es la esfera donde Él te espera. Déjate ver, mirar, amar en lo secreto por el Padre. – Pídele la gracia de poder ser fiel a su Proyecto de Vida: SER para los demás y no actuar buscando prestigio ni lugares privilegiados; poder entrar en sintonía con Él: ENTRAR en relación armoniosa con lo/as hermano/as; poder ser “recompensado” por Él. – Desde tu corazón renueva HOY la invitación a vivir la justicia de una nueva manera, pide a Dios la fuerza para buscar “su reino y su Justicia”, para comprender que es tiempo de dar la limosna del compartir y del luchar por la dignidad de las personas. Tiempo de pensar que todavía tenemos oportunidad de encontrar caminos de Vida y de reconciliación; caminos válidos para acabar con la muerte prematura, la guerra y las injusticias.