La Identificación es el freno que nos impide trabajar

PRACTICA DE LA SEMANA
Matrícula Cámara de Comercio S0-500484 de 2004 - Personería jurídica 1294 de 1990. NIT. 800-160659-0
Pagina Web: www.acegap.org
MONOGRAFÍA 51 – 2011
La Identificación es el freno que nos impide
trabajar psicológicamente sobre sí mismo
E
s preciso comprender que en la vida mecánica todo nos lleva a hacernos caer en el
sueño de la conciencia. En la Leyenda de Endimión se refiere que la Luna mantenía a
Endimión dormido porque así podía seguir dominándolo. El Trabajo enseña que vivimos en
un mundo de gentes dormidas y en el que todo sucede, y que también nosotros estamos
dormidos. La única diferencia es que tratamos de despertar.
No podemos cambiar la vida si no cambiamos a nuestro Ser. Un hombre debe
empezar consigo mismo, una mujer consigo misma. Podemos cambiarnos. Pero esto es
imposible a menos que veamos que estamos dormidos, que estamos identificados con los
papeles trágicos, dramáticos o cómicos que tenemos en la vida, y que nos hemos olvidado
de nosotros mismos y ni siquiera tratamos de recordarnos a nosotros mismos.
¿Está agobiado por las dificultades? ¿Siente que nadie estuvo en circunstancias
adversas como las suyas? ¿O, por el contrario, se siente la persona más dichosa del mundo?
. La vida se convierte en nuestro gimnasio psicológico sólo cuando comprendemos
que nos ofrece diferentes circunstancias, diferentes experiencias, diferentes aconteceres en
momentos diferentes con los cuales no nos identificamos.
La vida mecánica es una serie de eventos exteriores y estados interiores y está
siempre desplazándose, girando. Si nos aferramos a cada evento o a cada estado interior,
entonces nuestra identificación es completa. Tomamos todo personalmente, como si
fuéramos nosotros mismos, como el actor que acepta cada papel que ha de representar y se
queda en él. Entonces estamos verdaderamente dormidos y giramos como ruedecillas
impulsados por la gran rueda de la vida.
Cuando todas las posibilidades de individualidad nos abandonan, la pluralidad crece.
Es preciso luchar duramente para no convertirnos en ruedecillas impulsadas por la vida
mecánica, por el círculo de los acontecimientos.
El secreto estriba en no identificarnos para poder alcanzar el Recuerdo de Sí. Pero si
se toma cada pequeña molestia, cada incidente doméstico, etc., identificándose plenamente,
¿cómo podemos trabajar o esperar trabajar? Ni siquiera nos damos cuenta que estamos
desempeñando un papel característico que millones de otras personas han desempeñado o
están desempeñando, y no podemos liberarnos de ese papel a no ser que despertemos y
veamos que no nos estamos recordando a sí mismos.
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