Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato 14.2. La Segunda República: la Constitución de 1931 y el bienio reformista [incluyendo la política de reformas y realizaciones culturales]. 1. las elecciones y el gobierno provisional. El 12 de abril de 1931, se celebraron elecciones municipales en España, mediante sufragio universal masculino. La participación fue muy alta y la candidatura republicano – socialista triunfó en las ciudades. Por ello, y aunque los monárquicos habían obtenido más votos, era evidente que gran parte de los votantes había apostado por un cambio de signo. El día 14, al conocerse los resultados de las elecciones, se proclama la república en la mayoría de municipios de España. Ante esta situación, Alfonso XIII decidió abdicar y abandonar el país. Tras esto, los representantes de los partidos que habían firmado el Pacto de San Sebastián constituyeron un gobierno provisional presidio por el líder de los republicanos conservadores, Niceto Alcalá Zamora, y se proclamó oficialmente la Segunda República Española. Los miembros de este gobierno representaban a los republicanos, socialistas y nacionalistas catalanes y gallegos. El gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes para el 28 de junio. Al mismo tiempo decretó una serie de medidas de urgencia: libertades políticas y sindicales, designación de los altos cargos de la administración, la reforma del Ejército, creación de miles de escuelas, iniciar las negociaciones para llegar a una solución con respecto a catalanes y vascos, medidas para proteger a los campesinos que se habían quedado sin tierra por no pagar las rentas y medidas para afrontar la crisis económica. La República, que prometía un cambio, contó con un amplio apoyo popular y con la oposición de los grandes propietarios, la oligarquía financiera, parte del ejército y la Iglesia. Las elecciones a Cortes Constituyentes del 28 de junio tuvieron una gran participación y dieron una abrumadora mayoría a la conjunción republicano-socialista y reflejaron la gran popularidad del recién nacido régimen republicano. Los miembros de la oligarquía tradicional quedaron escasamente representados y sus diputados se dedicaron a intentar bloquear las reformas promovidas por los grupos socialista y republicano. Las Cortes, presididas por el socialista Julián Besteiro, avalaron al gobierno provisional y se creó una comisión para elaborar una nueva Constitución que será aprobada el 9 de diciembre de 1931. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Una de las principales diferencias respecto al resto de las constituciones anteriores fue la aprobación de una amplia declaración de derechos y libertades, entre los que destacamos el sufragio universal a mayores de 23 años, tanto masculino como femenino – por primera vez en la historia de España –, a la educación o la protección social de los más desfavorecidos (seguros de desempleo, enfermedad, etc.). Y se creó el Tribunal de Garantías Constitucionales, para garantizar el cumplimiento de esos derechos y libertades. Defiende la separación de poderes, pero también concreta los controles que cada poder debe ejercer sobre los demás. El poder legislativo estaba compuesto por unas Cortes unicamerales con poderes muy amplios, ante las que el Gobierno era el responsable; el poder ejecutivo, recaía en el gobierno, que estaba encabezado por el presidente de la República, elegido por un mandato de seis años y con poderes muy mermados, pero entre los que estaba la facultad de disolver la cámara por dos veces; el poder judicial establecía la Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato independencia de los jueces, la gratuidad de la justicia para los económicamente necesitados y, lo que resultaba novedoso, la institución del jurado. La relación entre los poderes se resolvía con el predominio del legislativo. En cuanto a la organización territorial del Estado, por primera vez se reconocía el derecho de las regiones a dotarse de estatutos de autonomía y establecía el ámbito de gobierno tanto de las autonomías como del Estado Central. Este sistema recibió el nombre de Estado Integral. Por lo que respecta a las relaciones Iglesia-Estado, ambas instituciones se separaban y, consiguientemente se suprimía la asignación oficial de carácter económico al clero; se vetaba la enseñanza eclesiástica y se sometía a las órdenes religiosas al control del Estado que podía disolverlas si las consideraba peligrosa para la seguridad nacional, por lo que fue disuelta la Compañía de Jesús que debía obediencia directa al Papa. Además se le prohibía dedicarse a actividades comerciales e industriales. Se proclamaba también la libertad de cultos y la separación entre la Iglesia y el Estado se acentuaba: “El Estado español no tiene religión oficial”. Se establecía también el matrimonio civil, el divorcio (“el matrimonio se funda en la igualdad de ambos sexos y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera, con alegación, en este caso, de justa causa”) y la igualdad de derechos entre hijos legítimos e ilegítimos. Se reconocía la libertad de expresión (“derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones… sin sujetarse a censura previa”). Con respecto a la educación, la Constitución garantizaba su derecho a todo el mundo, siendo el Estado el responsable de su generalización: las escuelas serían públicas, mixtas, gratuitas y obligatorias. La asignatura de religión quedaba eliminada de los programas docentes. Se reconocía el derecho a la propiedad privada. El texto constitucional no hace ninguna mención especial sobre el ejército, al ser considerado como una parte instrumental del poder ejecutivo. El presidente de la República tiene las facultades de declarar la guerra. En resumen, tenemos una carta magna democrática, laica y progresista, inspirada principalmente en la Constitución alemana de Weimar. Lo avanzado del texto atrajo el respaldo de grandes sectores de la población, pero al no tratarse de una constitución de consenso se granjeó el rechazo de la derecha y del sector más radical del movimiento obrero. Debido a la aprobación del artículo 26 referido a la cuestión religiosa, los diputados de la derecha abandonaron el Congreso, y los conservadores y católicos, AlcaláZamora y Miguel Maura, dimitieron de sus cargos. Alcalá-Zamora sería sustituido por Manuel Azaña en la presidencia del gobierno, quien nombró Alcalá Zamora como presidente de la República. 2. El Bienio Reformista (1931 – 1933). Entre diciembre de 1931 y septiembre de 1933, el gobierno presidido por Manuel Azaña y formado en su mayoría por republicanos de izquierda y socialistas impulsó un programa de reformas con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española. Bajo el lema “rectificar lo tradicional por lo racional”. Sin embargo, las propuestas reformistas chocaron con la realidad de un país poco preparados para asumirlas. • • • • • • Francisco Javier López Iglesias Reforma Religiosa. Reforma militar. Reforma Agraria. Los Estatutos de autonomía. Reforma educativa. Reforma laboral. Historia de España 2º Bachillerato Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato 2.1. La Reforma Religiosa. Uno de los primeros objetivos de la República fue limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad española. Estas intenciones se plasmaron en la Constitución, que estableció la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos y la supresión de que el Estado tuviera que mantener económicamente al clero. Además para evitar la influencia de las órdenes religiosas en la educación, el gobierno les prohibió dedicarse a la enseñanza. Este proceso de secularización se completó con la LEY DE CONGREGACIONES, que limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas y estas órdenes podrían ser disueltas en caso de peligro para el Estado. Los jesuitas, al tener el voto de obediencia al papa, son disueltos y sus bienes, nacionalizados. Esta reforma causó la oposición de los sectores católicos al régimen republicano. 2.2. La Reforma Militar. El Ejército, muy identificado con la Monarquía, aceptó con reticencias el nuevo régimen. Era una institución muy anticuada, con excesivos oficiales y propensa a intervenir en la vida pública. El gobierno republicano estaba convencido de que el ejército necesitaba una profunda transformación. Manuel Azaña, impulsó una reforma que pretendía crear un ejército moderno, profesional, democrático, subordinarlo al poder civil, asegurar su lealtad a la República y adecuar sus efectivos a las necesidades del país. Azaña elaboró un decreto que exigía el juramento de fidelidad a la República a generales, jefes y oficiales, pudiendo ser retirados con el sueldo íntegro a aquellos que no prestasen dicho juramento, (algo que hicieron unos 8.000, más de la mitad de los oficiales). Más adelante, Azaña abolió la famosa Ley de Jurisdicciones, con la que desaparecía el Alto Tribunal de Justicia Militar y se creaba la Sala de lo Militar en el Tribunal Supremo; se suprimió la Academia Militar de Artillería, que dirigía el general Franco; se anularon los ascensos por méritos de guerra durante la dictadura; y se formó en las Cortes una Comisión de Responsabilidades para exigir cuentas a los colaboradores políticos y militares de Primo de Rivera. Posteriormente se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República. Esta reforma, técnicamente bien planteada, tuvo resultados limitados. Se consiguió la disminución de los gastos del ejército, pero la reducción del presupuesto dificultó la modernización material del ejército. Además, esta reforma fue recibida por los militares africanistas como una agresión a la tradición militar y al poder del ejército. La derecha va a aprovechar el descontento de esta sección del ejército para animar la revuelta militar contra la República. 2.3 La Reforma Agraria. Fue el proyecto de mayor envergadura iniciado por la República. Se pretendía poner fin al predominio del latifundismo existente en el centro y sur de España y mejorar las condiciones de vida de los campesinos pobres (jornaleros). Se pretendía hacer justicia, reducir el latifundismo, crear una clase media agraria defensora de la República, lograr un aumento de la producción y un mercado interior estructurado. Esta reforma era esencial, teniendo en cuenta la importancia de la agricultura en la economía española. La desigual distribución de la propiedad, el exceso demográfico y la baja productividad eran los responsables de la mísera vida a la que estaban sometidos los campesinos, quienes, incapacitados por sus bajas rentas para la compra de bienes de consumo, limitaban el desarrollo del comercio interior. Pero verdadera reforma consistía en la creación de una Ley de Reforma Agraria, cuyo objetivo era la modernización de la agricultura. La ley permitía la expropiación de las tierras de la alta Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato nobleza sin indemnización y previa indemnización las grandes fincas que no cultivadas directamente por sus dueños, al igual que tierras sin cultivarse y las de regadío no regadas. Las tierras expropiadas fueron entregadas a las Juntas Provinciales a través del Instituto de Reforma Agraria (IRA), para que estas las distribuyeran entre jornaleros y colonos a cambio de una pequeña renta, quienes debían decidir si su explotación sería colectiva o individual. De esta reforma se excluyeron las tierras de pastos, las comunales y las de explotación forestal. Sin embargo, la reforma encontró las siguientes dificultades: • • • • • • • La resistencia de los latifundistas y la oposición de los partidos de derecha y de centro en el Congreso. La lentitud de los trámites y los recursos presentados por los dueños de las tierras, que paralizaron las expropiaciones. La gran variedad de fincas expropiables, tierras que no solo pertenecían a los latifundistas sino también a miles de propietarios modestos a los que la República perjudicó y asustó, creando así un frente de oposición muy importante. La aplicación de la reforma en áreas de España tradicionalmente latifundista. La inexistencia de un banco agrario nacional capaz de financiar las expropiaciones, lo que obligó a los campesinos a acudir al crédito privado. El bajo presupuesto dedicado a financiar las explotaciones: 50 millones de pesetas. La división entre los republicanos, partidarios que las tierras expropiadas fueran aprovechadas individualmente, y los socialistas, defensores de su colectivización Los resultados quedaron muy alejados de los planteamientos originales. Al final de 1933, solo se beneficiaron de la reforma 12.000 familias, de las 60.000 previstas por año. Más de un millón de campesinos seguían reclamando su derecho a la tierra y viendo frustradas las esperanzas depositadas en la República, se orientaron hacia posturas más revolucionarias y de enfrentamientos con las fuerzas del orden. 2.4. Los estatutos de Autonomía. La configuración de un Estado que permitiera a las regiones con sentimientos nacionalistas tener una organización propia y acceder a la autonomía fue también un punto importante del gobierno republicano. En Cataluña, el 90% de los ciudadanos votaron a favor del Estatuto de Autonomía y éste fue aprobado, aunque se eliminó de él cualquier referencia al derecho de autodeterminación, a la declaración del catalán como lengua única y al derecho de incorporación de otros territorios. En septiembre de 1932, según dicho Estatuto, “Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado Español”. A partir de ahora Cataluña, tuvo un gobierno autónomo, la Generalitat, con un presidente (Maciá), un poder legislativo o Parlamento y un Consejo o poder ejecutivo; tendría también policía propia y se reconocían como lenguas oficiales el castellano y el catalán. Satisfizo a la mayoría de los catalanes, salvo a los radicales que pretendían una total separación de España. Los vascos, también en aquellos momentos, estaban intentado lograr un estatuto parecido, pero no lo conseguirán hasta 1936. Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato Para los que veían en el fenómeno de sus autonomías el desmembramiento de España y el perjuicio de sus intereses personales, la animadversión hacia la República que las propiciaba, iba creciendo día a día. 2.5. La Reforma educativa. Fue otra de las grandes reformas del gobierno republicano. El objetivo principal fue promover una educación liberal y laica y extender el derecho a la educación a toda la población. Se crearon 10.000 escuelas, sobre todo infantiles, se crearon 7000 plazas para maestros y se aumentó sus salarios. El presupuesto para la educación se incrementó en un 50%. Se estableció un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita. La República chocó con la resistencia de la Iglesia, que se oponía a los intentos de establecer una enseñanza laica, mixta, obligatoria y gratuita, así como a perder el tradicional papel hegemónico que había venido desempeñando en este ámbito. Además se crearon campañas culturales destinadas a mejorar el nivel de los sectores más humildes. 2.5. Las reformas laborales. El ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero va a realizar una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales, se estableció la jornada de 40 horas y se aumentaron los salarios… Estas medidas provocaron la irritación de las organizaciones patronales EL FINAL DEL BIENIO PROGRESISTA La crisis mundial de 1929 llega con retraso a España, lo que provoca en 1933 una serie de problemas internos en España; paro, ralentización de la industrialización, descenso de los beneficios empresariales, déficit de la Hacienda… Todo ello provocó el aumento del malestar social y los conflictos, ante los cuales el gobierno se mostró impotente para darles solución, por lo que el gobierno de Azaña perdió credibilidad. La crisis fue aprovechada por los sectores contrarios a la república, que se reorganizaron para intentar acabar con la coalición republicano – socialista. Finalmente, en 1933, Azaña va a dimitir y Alcalá Zamora, disolvió las Cotes y convocó elecciones para noviembre, dando lugar a la etapa del Bienio Conservador. Francisco Javier López Iglesias Historia de España 2º Bachillerato