© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2014 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA TEMA 6: La construcción del estado liberal en España LA PRIMERA GUERRA CARLISTA Ante la minoría de edad de Isabel, María Cristina inició su regencia (18331840), concedió una amnistía en 1833 para buscar el apoyo liberal, aunque ella no fuese afín a los liberales les necesitaba frente a los carlistas. El carlismo triunfó en Navarra, País Vasco, norte del Ebro y Maestrazgo. La ideología carlista se resumía en el lema Dios, Patria, Fueros y Rey: Defensa del tradicionalismo católico a ultranza; Oposición al liberalismo; Defensa del foralismo vasco-navarro, amenazado por las reformas centralistas de los liberales; Defensa del Antiguo Régimen mediante la unión indisoluble del Trono y el Altar. La guerra puede dividirse en las siguientes fases: entre 1833-1835 el coronel Zumalacárregui consiguió imponerse en el norte mediante una guerra de guerrillas hasta su fracaso y muerte en el sitio de Bilbao; entre 1835-1837 se cambió de estrategia, numerosas columnas carlistas penetraron en territorio isabelino, alcanzando Cádiz y Madrid para extender el carlismo, la más importante fue la expedición a Madrid de 1837 que terminó en fracaso; finalmente entre 1837-1840 los carlistas estaban divididos y fueron derrotados por el general Espartero, el Convenio de Vergara entre Maroto y Espartero puso fin al conflicto en 1839, quedando los últimos reductos dirigidos por el general Cabrera en Cataluña y Maestrazgo hasta 1840. EL RÉGIMEN DEL ESTATUTO REAL En 1834 Martínez de la Rosa promulgó el Estatuto Real, que supuso la transición de la monarquía absoluta a la constitucional. Era una carta otorgada que trataba exclusivamente temas políticos, creaba unas Cortes bicamerales con poderes muy reducidos formadas por una Cámara Alta "de Próceres", compuesta por los Grandes de España y otros miembros elegidos por el rey con carácter vitalicio, y una Cámara Baja "de Procuradores" que se elegía por sufragio censitario masculino. Lo más importante del nuevo sistema era que el monarca renunciaba al poder absoluto, pero se reservaba importantes atribuciones, como la potestad de suspender las Cortes. El Estatuto Real satisfizo a los moderados, pero no a los exaltados fieles a la Constitución gaditana. LAS BASES DEL SISTEMA DEL ESTADO LIBERAL www.rafaelmontes.net © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2014 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA Las bases del nuevo estado liberal español eran los partidos políticos, el ejército y los elementos dinamizadores. Los partidos políticos, en opinión de Tuñón de Lara, apenas responden a lo que hoy en día se entiende por tales, eran agrupaciones de notables sin organización. Durante las Cortes de Cádiz ya se advierte un enfrentamiento entre liberales, absolutistas (llamados serviles y más tarde persas) y un grupo centrista. Los liberales se escindieron durante el Trienio en moderados (doceañistas) y exaltados (venteañistas). Los partidos dentro de la legitimidad fueron los moderados, progresistas y más tarde la Unión Liberal, fuera de la legitimidad estaban los carlistas, demócratas y republicanos. Los moderados tuvieron el poder durante casi todo el reinado de Isabel II, eran liberales y como tales partidarios de una Constitución pero se mostraban en lo demás conservadores. Su base ideológica, el liberalismo doctrinario, era un pretexto en la defensa del "orden" de la clase dominante. Dentro del moderantismo se podría distinguir una facción antiliberal formada por Donoso Cortés y Bravo Murillo, un centro con Mon, Narváez y Martínez de la Rosa, y una vanguardia dirigida por Ríos Rosas y Serrano. La base social de los moderados era la nobleza terrateniente, la alta burguesía y los altos jefes militares. Su programa se materializó en la Constitución de 1845. Los progresistas ocuparon el poder en períodos breves, defendían la soberanía nacional, la ampliación del cuerpo electoral, el librecambismo frente al proteccionismo moderado y el robustecimiento de los poderes locales y provinciales. Espartero, Mendizábal, Madoz, Olózaga y Prim fueron sus principales dirigentes. Contaban con la baja burguesía, el proletariado urbano y militares de pequeña graduación. Su programa se materializó en la Constitución de 1837. En 1849 surgió el partido demócrata, que defendía el sufragio universal, la soberanía popular, la asistencia social con libertad de asociación y la República. El Ejército se había convertido, a consecuencia de las guerras carlistas, en la fuerza más importante del Estado. Por ello, la intervención militar bajo la forma de pronunciamientos (golpes de Estado) se convirtió en algo crónico en el siglo XIX. El Ejército era liberal moderado, progresista o demócrata hasta el punto de que cada partido contaba con un dirigente militar llamado espadón. Los elementos dinamizadores del régimen eran las Juntas y la Milicia Nacional que se desarrollan principalmente en la ciudad donde contactaban con progresistas, demócratas y republicanos, estos organismos consiguieron, mediante levantamientos con la fuerza de los ciudadanos armados, cambiar el rumbo de la vida política. EL TRIUNFO DEL ESPÍRITU PROGRESISTA (1835-1843) www.rafaelmontes.net © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2014 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA El fin del régimen del Estatuto Real sobrevino en 1836, tras la sublevación de los sargentos en la Granja de San Ildefonso cuando dos sargentos y un soldado forzaron a la regente a restablecer la Constitución de 1812. Los progresistas promovieron esta insurrección con el apoyo de las Juntas y de la Milicia Nacional que se extendió por buena parte del país. María Cristina se vio obligada a entregar el gobierno a los progresistas, este periodo contempló dos importantes acontecimientos: La Constitución de 1837, de inspiración progresista aunque con concesiones a los moderados, establecía la Soberanía Nacional y división de poderes, el poder legislativo recaía en las Cortes bicamerales (Congreso de Diputados y Senado), reconocía importantes atribuciones al monarca en el que recaía el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa, además elegía a los senadores, la Ley Electoral de 1837 estableció un sufragio censitario masculino más numeroso que el del Estatuto Real para elegir a los diputados, mediante una declaración de derechos se reconocían varios derechos y libertades individuales como la libertad de expresión, no prohibía otras religiones pero el Estado se comprometía a mantener el culto católico para compensar la desamortización; La desamortización eclesiástica fue emprendida por Mendizábal primero como ministro de Hacienda y más tarde como jefe del gobierno, se realizó entre 1835-1837, destacando el Decreto de 1836 por el cual los bienes del clero regular fueron nacionalizados y puestos a la venta. Perseguía un triple propósito, costear la guerra carlista, acabar con el clero que apoyaba al carlismo y crear una copiosa familia de propietarios adictos al régimen. Sus resultados fueron decepcionantes ya que no se logró enjuagar la deuda pública, además el liberalismo se granjeó enemigos entre los católicos y un sector del campesinado se hizo antiliberal. En 1840 y tras un intento de volver al moderantismo, María Cristina fue obligada a renunciar al trono por su oposición a la Ley de Ayuntamientos, además de los escándalos con el Guardia de Corps Fernando Muñoz. Espartero asumió la regencia entre 1840-1843 a propuesta de las Cortes, continuó con la desamortización mediante la Ley de 1841 y con el recorte de los fueros vasconavarros. En 1842 firmó un acuerdo librecambista con Gran Bretaña que perjudicaba a la industria textil catalana provocando un motín en Barcelona, el bombardeo de la ciudad por Espartero liquidó el prestigio del general, un golpe de Estado organizado desde Francia por María Cristina y Narváez dio el poder a los moderados. LA DÉCADA MODERADA (1844-1854) El monopolio moderado fue fruto de la elección de la reina y de unas elecciones amañadas, lo que llevó a los progresistas al retraimiento de la www.rafaelmontes.net © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2014 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA política y al pronunciamiento militar como única forma de alcanzar el poder. Entre 1843-1854 gobernaron los moderados comandados por el espadón de Loja, el general Narváez. Entre sus actuaciones políticas figura la creación de la Guardia Civil en 1844, la aprobación de una nueva Ley de Ayuntamientos en 1845 que imponía el nombramiento gubernativo de los alcaldes, la Reforma fiscal de Alejandro Mon y Ramón Santillán en 1845 que creó un sistema fiscal moderno que supuso la liquidación de la fiscalidad del Antiguo Régimen, el enfrentamiento en la tímida segunda guerra carlista concentrada en Cataluña entre 1849-1860 y la redacción de la Constitución de 1845. La nueva constitución era claramente moderada, reconocía una soberanía compartida entre la Corona y las Cortes, establecía una división de poderes por la cual unas Cortes bicamerales compartían la potestad legislativa con el rey, cuya figura quedaba muy robustecida, la Ley Electoral de 1846 redujo el número de electores mediante un sufragio censitario masculino, mediante una nueva declaración de derechos quedaban recortados los derechos y libertades individuales como la libertad de expresión, además reconocía la confesionalidad católica y suprimía la Milicia Nacional. EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856) El pronunciamiento conocido como la Vicalvarada acaudillada por el general O'Donnell, el Manifiesto de Manzanares redactado por los políticos progresistas y una insurrección urbana por medio de Juntas, entregaron el gobierno a Espartero. A lo largo de estos dos años el general tuvo que hacer frente a las agitaciones sociales, terminó la labor desamortizadora mediante Ley Madoz o "desamortización general" de 1855, aprobó la Ley de Ferrocarriles de 1855 entre otras innumerables leyes que demuestran la intensa actividad legislativa del periodo, y se elaboró una constitución en 1856 que no llegó a ser aprobada. EL BIENIO MODERADO Y LA UNIÓN LIBERAL (1857-68) En 1856 el general O'Donnell sustituyó a Espartero en la presidencia del consejo de ministros y se convirtió en el restaurador del régimen que había destruido, siendo sustituido en 1857 por Narváez. Tras dos años de gobierno moderado de Narváez, que no satisfizo a nadie, regresó O'Donnell al frente de un nuevo grupo político, la Unión Liberal, que gobernó durante cuatro años seguidos entre 1859-1863, apareció como partido centrista, carecía de doctrina y programa político, era consciente de que el único medio para acabar con la agitación social era el desarrollo económico, y desarrolló una política exterior www.rafaelmontes.net © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2014 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA de prestigio de nulas consecuencias. El desgaste natural de la Unión Liberal llevó a los moderados a recuperar al poder, porque de entre todas las opciones era la opción menos mala, además de contar con la simpatía de la reina. Entre los años 1863-1868 el partido moderado, dirigido por Narváez y González Bravo, desarrolló una política muy conservadora y represiva que llevó a progresistas y demócratas a unirse en el Pacto de Ostende en 1867 para derrocar al régimen. www.rafaelmontes.net