Monitor Semanal Tributario y Legal Responsabilidad solidaria de los sucesores de empresas por obligaciones tributarias Recientemente fue publicada en la página Web de DGI la Consulta N° 5.324, en la cual el asesor de una cooperativa de obreros consulta de forma no vinculante respecto de la solidaridad de los sucesores de empresas al amparo del Artículo 22 del Código Tributario Uruguayo (CTU). Según DGI la responsabilidad solidaria de sucesores prevista en el artículo 22 del CTU aplicará de existir efectiva transferencia de dominio o efectiva trasferencia de una casa de comercio. El mencionado artículo establece que “(…) los adquirientes de casas de comercio y demás sucesores en el activo y pasivo de empresas en general, serán solidariamente responsables por las obligaciones tributarias de sus antecesores (…)”, aunque se aclara en el mismo artículo que dicha responsabilidad “(…) se limita al valor de los bienes que se reciban, salvo que los sucesores hubieren actuado con dolo. La responsabilidad cesará al año a partir de la fecha en que la oficina recaudadora tuvo conocimiento de la transferencia.” A los efectos de limitar la responsabilidad de los adquirientes de casas de comercio, la enajenación de éstas se desarrolla a través del procedimiento establecido en la Ley Nº 2.904 de 20.9.1904 y en el Decreto-Ley Nº 14.433 de 30.9.75. Este procedimiento comprende básicamente en la publicación de avisos durante 20 días en dos diarios (Diario Oficial y otro) llamando a los acreedores del enajenante para que concurran a hacer valer sus créditos dentro de un término de 30 días contados a partir de la primera publicación. En caso de cumplirse con el referido procedimiento la responsabilidad del adquirente respecto de los acreedores se limitará a las deudas de éste que consten en sus libros de comercio y a las que tenga con acreedores que se hayan presentado al llamado. Asimismo, y a efectos de limitar las responsabilidades fiscales por deudas del antecesor ante DGI y BPS, deberán obtenerse los certificados especiales relativos a tributos recaudados por éstos, aunque los organismos recaudadores podrían proceder a la inspección de la empresa previo a la expedición de los referidos certificados. Si se omitieran los certificados fiscales, de acuerdo con lo que establece el artículo 668 de la Ley 16.170 de 28.12.90 la omisión de obtener el certificado de BPS hará incurrir en responsabilidad solidaria respecto de las deudas del contribuyente a los intervinientes, profesionales y funcionarios públicos actuantes. Si lo que se omite es obtener el certificado especial de la DGI, la consecuencia es la solidaridad del adquirente respecto de la deuda impositiva del enajenante a la fecha de la operación, la que se extenderá a los socios a cualquier título, directores y administradores del contribuyente. Situación Planteada La situación planteada comprende a un grupo de ex – trabajadores de determinada empresa, que comenzaron a organizarse con el fin de formar una cooperativa de obreros para llevar adelante un nuevo emprendimiento productivo que les permita recuperar parte de los puestos de trabajo perdidos con el cierre de la empresa. Para ello, la cooperativa utilizaría parte de los activos de la empresa cerrada, aunque aclaran que la maquinaria sería distinta a la utilizada por ésta, la producción sería menor, y la cartera de clientes no sería la misma. © 2010 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados. 18 de junio de 2010, N° 368 Monitor Semanal Ante esta situación, se consulta si el emprendimiento a realizarse por la cooperativa puede considerarse como continuadora de la anterior empresa, y por lo tanto sujeto a la responsabilidad de los sucesores con las implicancias mencionadas anteriormente. Opinión de la DGI En la respuesta dada por la DGI, no se analiza si la operación mencionada se trata efectivamente de una enajenación de casa de comercio o de una empresa continuadora de la anterior, con las implicancias antes mencionadas, sino que abordan el tema analizando si existe efectiva transferencia de dominio o no, y por lo tanto corresponda la aplicación o no del artículo 22 citado al comienzo del presente análisis. La Administración fundamenta su respuesta a través de un pronunciamiento del Tribunal de lo Contencioso Administrativo en la Sentencia N° 408/003, en la cual se establece que “(…) para que aplique la responsabilidad de los adquirientes o sucesores la norma citada requiere, en primer lugar, que haya una efectiva transferencia de dominio, que puede ser la consecuencia de un título traslativo o de actos que supongan dicha transferencia de dominio. En segundo lugar, requiere que se trate de la transferencia de una casa de comercio, considerando que todos los bienes que la integran constituyen una unidad a los efectos de la enajenación (…)”. Por lo tanto, manifiesta (en nuestra opinión de forma acertada) que si no existiese una efectiva transferencia de dominio que implique una transmisión en los términos previstos en el artículo 22 del CTU, no se configurará responsabilidad de los sucesores. © 2010 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados. 18 de junio de 2010, N° 368