R8 b LATERCERA Domingo 8 de mayo de 2016 La larga “travesía por el desierto” del ex comité político de Bachelet Nunca volvieron a reunirse luego de su remoción de La Moneda, el 11 de mayo de 2015. Tampoco han conversado con la Presidenta Michelle Bachelet en un año. Los ex ministros Rodrigo Peñailillo (Interior), Alberto Arenas (Hacienda) y Alvaro Elizalde (vocero), cuya salida generó un giro en el rumbo del gobierno, han optado por un discreto segundo plano que -en alguno de los casos- será definitivo. TEXTO: F. Artaza / H. López / G. Faúndez FOTOGRAFIA: Aton “ Estoy bien. Tranquilo”, dice Rodrigo Peñailillo en la entrada de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), entidad a la que entró a trabajar como investigador asociado el 2 de noviembre pasado, casi seis meses después de que la Presidenta Michelle Bachelet decidiera sacarlo del cargo de ministro del Interior, quebrándose una relación de cercanía y confianza que se había construido durante 16 largos años. A punto de cumplirse un año del cambio de gabinete que generó un punto de inflexión en el gobierno-el próximo miércoles 11-, quien fuera uno de los colaboradores más cercanos a la Mandataria luce relajado. Cambió los trajes y corbatas por bluejeans, camisa y chaqueta en tonos oscuros, aunque mantiene su característico pelo corto y engominado. Hace sólo unos días, Peñailillo terminó el primer informe de poco más de 40 páginas de la investigación que le encomendó la Flacso y que lleva por título: “Qué impactos se producen en la competitivi- dad de un país a partir de un proceso de descentralización”. El documento debió entregárselo al sociólogo peruano Fabricio Franco, docente de la Flacso, quien opera como una especie de supervisor del proyecto de investigación, en el que también colabora su amigo y ex asesor en Interior Flavio Candia. En tres meses más, de acuerdo con los plazos estipulados en el contrato con Flacso, Peñailillo deberá entregar un segundo informe -de hecho, por estos días se encuentra fuera de Chile, en viaje de trabajo por México y EE.UU- y a fines de octubre deberá tener lista la investigación para ser publicada como libro y distribuida como documento de trabajo entre organismos académicos y entidades gubernamentales. Después de eso, la situación laboral del ex ministro volverá a quedar en el aire, tal como estuvo en casi seis meses luego de su remoción de La Moneda cuando el ex titular de Interior aprovechó el tiempo libre para descansar fuera de Santiago y compartir con su familia. Hasta ahora, Peñailillo nada ha dicho al resto del equipo de Flacso dirigido por el PPD Angel Flisfisch de lo que piensa hacer a partir de entonces. Tampoco lo ha comentado con sus más cercanos en la llamada G90, con quienes se mantiene en contacto. El grupo estuvo muy activo tras la salida de Peñailillo del gabinete ante el temor de que la caída de su principal figura implicara una purga generalizada de los miembros que estaban en puestos de poder dentro de las estructuras de gobierno, muchos de los cuales aparecían vinculados a los pagos que hizo SQM, la minera no metálica controlada por el ex yerno de Pinochet, Julio Ponce, a la precampaña de Bachelet a través de la empresa Asesoría y Negocios de Giorgio Martelli. Por esos meses, en el círculo de hierro de Peñailillo en la G-90 se hablaba de disputar cargos políticos en la interna del PPD y hasta de negociar una eventual candidatura parlamentaria para el ex ministro. Pero la estrategia de apresurar un reposicionamiento político en medio de la crisis no era compartida. En sus conversaciones con algunos dirigentes políticos con los que mantiene contacto, entre ellos los senadores Guido Girardi, Jaime Quintana y Felipe Harboe, siempre se le hizo presente los riesgos que tenía intentar armar tan pronto una operación retorno a la política, cuando aún no se cierra la arista judicial en el caso SQM. La recomendación, no sólo para Peñailillo, también para el resto de sus más cercanos en la G-90, fue “mantenerse sumergidos”, “bajar el periscopio”, no apresurar las cosas. Igual consejo le llegó al ex ministro del socio de Imaginacción Enrique Correa, quien lo ha acompañado y asesorado de cerca en todo este período. El mensaje tuvo efectos. En el verano, aseguran en el PPD, Peñailillo habría descartado una candidatura parlamentaria, una posibilidad que lo estusiasmaba hasta fines del año pasado, como una forma de retomar protagonismo político y resarcirse del golpe que sufrió por la brusca salida del gabinete. El resto del G-90 siguió sus pasos. El viernes 22 de abril se cerraron las listas de candidatos a la directiva nacional, de la que se escogen los miembros de la comisión política del PPD. Ninguno de los miembros del círculo de hierro de Peñailillo en la G-90 se inscribió. El lote del ex ministro del Interior tiene hasta ahora a